Slash,slash, slash, y ya saben el resto, somos pobres y por tanto le tenemos mucho envidia a J.K, pero te amamos, sigue escribiendo!!!!!

Capitulo 4.- La hora de la verdad

Nuestro misterioso joven se encontraba caminando por el pasillo por el cual hace unos momentos había dejado a Sirius.

Vaya realmente ese príncipe tiene mucho valor, querer pelear contra mí, no muchos quieren tener ese privilegio, pensó el joven de ojos dorados con algo de arrogancia, pero si que ha sido divertido hacerle enojar, pone una cara muy linda cuando se enoja, jejeje, a lo mejor después la examine mas de cerca y el cuerpo no está nada mal tampoco, pero...hay algo diferente en él, una chispa en esos ojos tormentosos, de pronto escuchó una voz a sus espaldas que lo saco de sus pensamientos.

- Señor Remus, señor Remus!!!!!-

- Si, ¿que sucede?- Remus se detuvo y dio la vuelta para encontrarse con Basil, el dueño de la voz a sus espaldas.

- Quería avisarle que sus Mirmidones ya se encuentran en el campo de entrenamiento y que lo están esperando para poder empezar

-Esta bien, muchas gracias. ¿Ya están ahí los nuevos aspirantes a Mirmidones?- pregunto en un tono serio.

-Si señor, ah por cierto el príncipe Sirius lo esta buscando, dice que quiere tener una batalla con usted- al decir esto el sirviente se oyó un poco nervioso

-¡¡¡Ah si!!!- esto lo dijo en tono de falsa sorpresa alzando la ceja derecha y echando su cabeza un poco hacia arriba- bien, dile que este listo, cuando yo llegue, empezaremos- esto es genial, ya quiero ver la cara que pone cuando sepa quien soy. (N de las A's: ñacañacañaca, lo que se traduce como risa malévola).

-Muy bien, señor Remus- y dicho esto se marcho al campo de entrenamiento.

Remus se encamino a su habitación por su armadura, aunque no lo demostrara también estaba emocionado por esta batalla, quería averiguar qué TAN bueno era aquel que se atrevía a retarlo. Remus llego hasta una puerta y cuando iba a abrirla, de nuevo alguien lo llamó.

-Primo Remus, ¿no deberías estar ya en el campo de entrenamiento?- la voz de un chico que preguntaba con curiosidad.

- Esa misma pregunta debería de hacerte a ti, Cedric ¿qué acaso no deberías de estar preparándote para tu prueba de hoy?- dijo esto alzando una ceja y regalándole una sonrisa al chico q se encontraba en estos momentos delante suyo.

- Si, así es, pero como sé q no eres muy puntual pues aproveché para buscar unas cosas q se me habían olvidado- en este instante le dio una pequeña sonrisa burlona a su primo.

- Tonto- dijo en tono juguetón y dándole un pequeño golpecito en el brazo- solo vine por mi armadura, además, no puedo tardar mucho, su "alteza"-dijo esto ultimo recalcando la palabra alteza- el príncipe mayor de Slytherin, me esta esperando porque quiere una batalla conmigo- su rostro enmarco una sonrisa arrogante

- ¡¡¡Vaya!!!, entonces no te quito mas el tiempo, su alteza debe de estar muy impaciente, jejeje, nos vemos en el campo de entrenamiento- y con una gran sonrisa y emoción en sus ojos azul cielo se dirigió al encuentro de los demás aspirantes a Mirmidones.

Remus mientras tanto, entró a su habitación y se dispuso a ponerse su armadura, la cuál, era de color negro, al igual que la de los demás Mirmidones, ése era el rasgo característico de estos guerreros, el no llevar el color de ningún reino, todos lo sabían, a pesar de eso, Remus le era leal a James, él y sus guerreros solo combatían en algunas batallas, esto gracias a la libertad que le proporcionaba el gobernante de Gryffindor. Ya habiendo terminado de colocarse la armadura, se puso su casco y se dirigió al campo de entrenamiento.

- Esta batalla será muy interesante, ya quiero ver que tal pelea su alteza- mientras pensaba esto, una gran sonrisa apareció en su rostro y se apresuró, ya había hecho esperar mucho al príncipe de Slytherin.

Mientras, en el campo de batalla, esperaba un inquieto y ansioso Sirius, que ya se había cansado de esperar. A qué maldita hora se iba a aparecer Remus, si él no tenia sentido de la orientación Remus, en definitiva, no tenia sentido de la puntualidad, cuando de pronto las puertas se abrieron dejando pasar a un chico de cabello castaño y ojos azules, Sirius se emocionó, pero su emoción desapareció cuando escuchó q uno de los jóvenes q estaban con Seamus lo llamo.

-Cedric, por que has tardado tanto?, Remus puede llegar en cualquier momento- le dijo un chico de cabellos castaños y ojos negros.

-Cálmate Nott, acabo de verle y me dijo que nos preparamos.

Sirius ya se estaba impacientando, se dijo mentalmente que si en ese instante Remus no hacia acto de presencia, el mismo lo iba a buscar y obligarlo a tener una batalla con él, cuando de repente un pensamiento cruzo su mente

-Que tal si este guerrero "invencible" tienen miedo de pelear conmigo, sí, eso debe ser, si no, por qué habría de tardar tanto, quizás no quiere que lo derrote enfrente de sus guerreros, sí, tal vez por eso tarde tanto- pensaba Sirius con arrogancia, cuando de pronto, las puertas del castillo se volvieron a abrir sacando a Sirius de sus pensamientos.

Remus hizo su aparición portando elegantemente su negra armadura y su casco, evitando de esta forma que se le vea el rostro, y pasando olímpicamente por alto a Sirius, se dirigió hasta sus Mirmidones, cosa que molesto de sobremanera al príncipe de Slytherin q se acerco a Remus para reclamarle.

-Muy bien, veo q están todos aquí- dijo en un tono serio- Ron, cuantos nuevos guerreros se quieren unir a nosotros en esta ocasión?- Remus llamo a un joven de cabellos pelirrojos y de intensos ojos azules, que respondió casi de inmediato

Son 5 los jóvenes q se quieren unir a nosotros- y haciendo una seña, Ron llamó a los cinco jóvenes q estaban algo alejados de donde ellos se encontraban, pero antes que alguien mas pudiera decir algo, una voz fuerte y decidida los interrumpi

-¡¡¡¡¡Remus!!!!!- era Sirius, que ya se encontraba bastante enojado por la falta de atención que Remus le estaba brindando- cómo te atreves a ignorarme de esa manera!!!- a pesar de estar molesto, no dejaba de mostrar esa elegancia característica de su familia

-Quién eres tú y porque no habría de ignorarte?- dijo Remus con una falsa ignorancia y una sonrisa que se le dibujaba en el rostro, claro q nadie la noto ya q su rostro se encontraba oculto por el casco.

-Soy Sirius, príncipe de Slytherin y estoy seguro que ya debieron de haberte informado que quiero tener una batalla contigo -aún persistente el tono fuerte y decidido en su voz

-Ya he sido informado su alteza, pero en este momento estoy ocupado- respondió en un tono arrogante, mientras que los que se encontraban ahí miraban expectantes la escena, y se volvió de nuevo dando la espalda a Sirius

-Ahora entiendo, no será acaso que me tienes miedo?, es por eso que no te enfrentas a mí- lo ultimo lo dijo mas en tono de afirmación que en tono de pregunta, Sirius había usado el tono mas arrogante y altanero que podían tener los Slytherianos y una gran sonrisa maliciosa se formó en su rostro.

-¿Miedo?- Remus se dio la vuelta desafiante-, nunca le he tenido miedo a nada y te lo demostrare, prepárate príncipe Sirius porque ahora tendrás la batalla que tanto esperas.

Sirius sacó su espada y su gran sonrisa se acentuó más que nunca, éste era el momento que tanto había esperado, ahora podría comprobar por cuenta propia todo los rumores acerca de Remus, mientras que éste por su parte, quería darle su merecido a ese príncipe arrogante, claro esta que él se había tenido algo de culpa de que Sirius reaccionara como lo hizo, después de todo lo había molestado dejándolo esperando tanto tiempo, además de que lo había ignorado, pero ciertamente, esto era algo que no iba a reconocer,

- Qué acaso la realeza no conoce la bromas?- pensó Remus.

La pelea iba a comenzar, ambos desenfundaron sus espadas, Sirius se deshizo de su capa con un movimiento fluido y elegante que Remus no pudo dejar de admirar. Empezaron a rodear el lugar donde se encontraban, por cada paso que daba el otro lo imitaba, cada uno examinaba los movimientos del otro esperando el primer golpe, de pronto, Sirius dio un paso al frente y se preparó a atacar, Remus hizo lo mismo. Una bellas espadas hicieron contacto sobresaltando a la multitud que observaba, debido a la rapidez, agilidad y exactitud de los movimientos de ambos guerreros, cada uno evitaba el golpe del otro, contacto tras contacto dejaban al descubierto las inigualables habilidades que poseían en el uso de la espada. De nuevo, pusieron distancia entre ellos, esperaron unos cuantos segundos y ahora Remus fue el que se preparó para atacar, avanzó en dirección a Sirius y dio un salto, tratando de darle un golpe cerca de la cabeza (N de las A´s: frine: Nooo!!! O.o Siriusssssss!!!!; yui: Solo quería dejarlo inconsciente así que no se preocupen ¬¬u, mi amiga la exagerada; frine: cof,cof, tonta ¬¬) pero Sirius reaccionó a tiempo, se inclinó y esquivó el golpe.

-Muy bien hecho, príncipe- dijo Remus con una sonrisa en el rostro

-Tu tampoco lo haces nada mal- dijo Sirius con un tono de increíble seguridad en su voz- pero esto aún no termina

Como ambos habían quedado de espaldas, se viraron en un movimiento rápido haciendo que las espadas chocaran de nuevo en el aire, golpe tras golpe el acero hacía un ruido infernal, había ocasiones en las que Remus retrocedía y otras en las que lo hacia Sirius, todos los que se encontraban observando se habían quedado con la boca abierta y otros mas contenían el aliento, era una batalla asombrosa, ambos peleaban estupendamente y nadie estaba seguro de quién seria el vencedor. Un golpe de Sirius casi le da a Remus, el cuál, se tambaleó un poco, pero se incorporó enseguida para atacar a Sirius, quien recibió un pequeño rasguño por parte de la espada de Remus, por suerte para ambos, éste solo había alcanzado a rozar el pecho de su armadura sin causarle ningún daño serio. De nuevo, se encontraban dándose la espalda, un nuevo chocar de espadas, un rápido movimiento por parte de ambos y de pronto, la espada de Sirius se encontraba en el cuello de Remus y la espada de Remus se encontraba en el cuello de Sirius. De repente, Sirius notó algo que no había notado antes, en parte por su enojo y en parte por su concentración en la pelea, un par de ojos dorados como la miel se veían debajo de ese casco y una sonrisa se formó en su rostro, que hasta ese momento se había mostrado serio, ambos bajaron las espadas.

-Has peleado estupendamente- dijo sin perder la sonrisa en su rostro y en sus ojos grises, cual tormenta, podía verse reflejada una gran satisfacción- en verdad haces honor a todo lo que dicen de ti

-Usted tampoco se queda atrás su alteza -en sus ojos dorados se podía ver alegría- es un gran guerrero, hace ya mucho tiempo que no tenia un adversario como usted -ya no había arrogancia en su voz solo sinceridad

-Gracias por el cumplido, ahora si no te molesta me gustaría que me mostraras tu rostro -Sirius ya sospechaba de quién se trataba, pero quería estar cien por ciento seguro- me gustaría mucho conocer el rostro de mi contrincante

-Será un placer su alteza- Remus se quito el casco dejando ver su castaña cabellera, cuando hubo retirado el casco por completo, pudo notar que unos ojos gris tormenta lo observaban detenidamente- fue un honor el haber peleado con usted príncipe Sirius

-El honor fue mío, y me gustaría que me llamaras solo por mi nombre- le dijo dándole una de sus mejores sonrisas y extendiendo una mano en dirección de Remus

-Muy bien, Sirius- dijo devolviéndole la sonrisa y estrechando la mano extendida.

Sirius y Remus se dieron una última sonrisa, Remus hizo una pequeña reverencia y le dio la espalda para volver al asunto q estaba atendiendo antes de empezar la contienda, entonces Sirius volvió a despegar los labios para hablar de nuevo.

-Remus- lo llamo en una voz suave, el aludido dio la vuelta para quedar de nuevo de frente a Sirius q en ese momento se encontraba a una distancia considerable del otro joven.

- Dime Sirius, te puedo ayudar en algo más?- ahora le hablaba con una voz tranquila, como quien le habla a una amigo. Sirius le hizo una seña para que se acercara, el otro joven así lo hizo y cuando estuvo cerca el joven de ojos tormenta volvió a hablar.

- Me gustaría saber, si podemos hablar mas tarde, cuando acabes tu entrenamiento, claro -Sirius mostró una de sus mejores sonrisas y una de esas miradas con las que nada se le podría negar- para poder hablar acerca de técnicas de batalla –agregó, no quería que el otro se diera cuenta de lo que quería

-Por supuesto- dijo el chico de ojos dorados- que te parece si te veo en el lago al atardecer- un leve sonrojo asomaba en las mejillas de Remus, claro que Sirius no sabia si era por el ejercicio antes hecho o por el efecto de su mirada

- Me parece perfecto, ahí te veré entonces- dijo con una sonrisa y dando ademán de irse, pero en eso recordó algo- eh Remus, una cosa más, me puedes decir cómo llego al pasillo donde esta el salón?, es que tengo hambre- se podía jurar q de la frente de Remus colgaba una de esas gotas tipo caricatura, (n/a's: jejejeje así: --u)

- Mira, por q no le pides a Basil q te lleve, mira ahí esta- después de decir esto Sirius se dirigió en dirección a Basil y a continuación se fueron a la entrada del castillo, no sin antes q Sirius se girara y le diera un guiño a Remus

Otra vez el color subió un poco a las mejillas de este gran guerrero. Es increíble que luche de tan maravillosa manera y no sepa encontrar un simple salón, realmente hay algo muy especial en él, (n/a's: frine y yui: SIII!!!, SU MARAVILLOSO CUERPO!!!!!!!!! , ) pensó Remus, sonriendo y despidiéndose del príncipe, con lo cuál, regresó a sus ocupaciones.


En otro lugar del castillo, Harry llegó donde su padre y entró. James se encontraba sentado en la mesa cuadrada donde solía trabajar en los asuntos del reino, no era una mesa especial, si no que era una mesa como cualquiera.

-Que bueno que llegaste Harry -James le indicó a Harry que se sentara.

-Que sucede padre, me dijo David (el sirviente) que era urgente.

-Así es, recibí una carta de Oliver hace unas semanas. Hemos acordado que la boda será el próximo domingo.

-QUÉ!!!!!?? Pero no pueden, es muy pronto, hoy es lunes!! Falta menos de una semana!!! –Harry se había levantado de la silla debido a la fuerte sorpresa.

-Harry cálmate, lo hemos decidido y así será. Es lo mejor, mientras más pronto se unan los reinos más protegidos estarán nuestros pueblos. He hablado con Lucius Malfoy y dudo de sus verdaderas intenciones de paz, así que harás lo que se te diga. –No se escuchaba un tono molesto en la voz de James, pero sí de advertencia –Además, pensé que querías este matrimonio, o no es así –Era la oportunidad de Harry de contarle la verdad, era el momento exacto para hacerlo, pero no lo hizo y se resigno a su destino por el futuro de su pueblo, era injusto para él pero quien más le dolía era Draco, tendría que dejarlo ir al término de la semana para entregarse a los brazos de otro.

-Así es padre, si quiero el matrimonio -lo dijo firme, pero su corazón se rompía en pedazos.

-Bien, no esperaba menos de ti. He pensado invitar a los Malfoy, les diré el miércoles, pero como ya tenían planeado irse el viernes no sé si aceptarán.

-Lo que digas padre, ya puedo retirarme? –Harry quería salir de ahí y buscar a Draco, lo había decidido, no se lo diría aún, se enteraría hasta que su padre hiciera el anuncio oficial. Se dirigía hacia la puerta cuando su padre lo llamó.

-Algo más Harry- el chico se detuvo y se giró a mirar a su padre- Oliver llega el jueves. Y si, ya puedes retirarte.

-Bien, te veo luego papá –el moreno salió cerrando la puerta tras de s

Ya era un hecho su matrimonio y lo sabía cuando se enamoró de Draco, no es que fuera voluntario, pero tampoco lo evitó mucho que digamos. En tan poco tiempo le había entregado su corazón a Draco y él le había dado el suyo a cambio, se había enamorado perdidamente, experimentando sensaciones que ni se acercaban a lo que algunas ves sintió por Oliver. Pero ahora solo le quedaban unos días para disfrutarlo y luego, lo inevitable, la renuncia. Eso lo llevó a una nueva decisión, ya lo pensaba, pero esta nueva situación lo reforzó, y Draco se enteraría de esta decisión lo más pronto posible. Mientras pensaba, Harry llegó a la recámara de Draco, pero éste aún no llegaba de ver a su madre, así que decidió esperarlo, lo que aumentó su nerviosismo, pudo observar por la ventana de la habitación el bello atardecer que comenzaba a caer, pudo ver el sol ocultándose tras el lago, tan bello, tan etéreo y pudo ver una silueta delinearse a orillas del lago, se preguntó quién podría ser pero la necesidad de hablar con Draco era aún mayor, por lo que lo olvidó.

Una media hora después, entró Draco cargando 6 o 7 paquetes llenos de lo que Narcisa le había comprado durante su paseo por el reino. Al entrar no notó a Harry sentado en la cama (un milagro para ser Draco!!!), se dirigió a su armario y metió todos lo paquetes, al voltearse, se encontró con unos ojos verdes que lo miraban coquetamente.

-Oh, no te había visto, estos malditos paquetes...mmm... –prácticamente Harry se abalanzó contra él y de nuevo, fue interrumpido por los labios del moreno, y no precisamente al hablar, sintió la fuerza del Gryffindoriano cuando lo arrojó a la cama, pero lo que más le impresionó fue la pasión que ponía Harry en el beso, era casi desesperación, como si quisiera fundir sus cuerpos, como si no hubiera un mañana.

Harry se separó un poco para recuperar el aliento, se levantó y se dirigió a la puerta asegurándola para evitar visitantes indeseados (N de las A´s: Ya saben lo que le encanta a Sirius el interrumpir a estos chicos ¬ -¬ ). Draco se quedó acostado observándolo, no entendía lo que pasaba, de hecho el beso de Harry le había apagado el cerebro y le había encendido por otro lado. Harry seguía apoyado en la puerta, invitándolo con la mirada a ir por él. Y usando, la ya conocida frase de, Draco siendo Draco entendió el mensaje y se levantó de la cama de la manera más erótica posible (frine: pero como fue increíble no se los puedo describir, no me creerían -), se acercó a Harry y lo beso dulcemente, arrastrándolo de nuevo a la cama, lo recostó lentamente e inmediatamente se estiró junto a él. Draco acarició el rostro del moreno tan suavemente como si tuviera en sus manos la rosa más frágil y bella del mundo, sin perder el contacto visual con aquellos ojos verdes que tanto lo enloquecían y que lo habían hechizado desde el primer momento, pero, de repente, vio una sombra de tristeza llenar las orbes esmeraldas.

-Qué pasa amor? –le dijo al chico debajo de él al mismo tiempo que retiraba un mechón de cabello negro como la noche de su bello rostro.

-No es nada –respondió Harry girando la cabeza para tratar de ocultar sus pensamientos.

-No me mientas, puedo verlo claramente en tus ojos y se que algo te pasa –tomó el rostro del moreno entre sus finos y pálidos dedos e hizo que levantara la cabeza, lo que permitió que sus miradas se reencontraran –dímelo.

-Bien, te lo diré... Te amo –una luz iluminó los ojos esmeralda al pronunciar esta frase- pero tengo miedo de la magnitud de este sentimiento, sin embargo, no puedo ni quiero luchar en contra de él.

-También de amo Harry, no debes temerle al amor ni a la magnitud de éste, y menos cuando es correspondido de igual o mayor forma. Sé que no es el momento adecuado en el cuál nuestros sentimientos nacieron pero... Te amo Harry Potter y no pienso dejar que te vayas de mi lado, no ahora que te he encontrado.

-No sabes lo feliz que me hace escuchar eso Draco –dijo Harry con una enorme sonrisa, pero no pudo permanecer en su rostro por mucho tiempo al recordar la reciente charla con su padre- pero quiero que sepas, que pase lo que pase, yo siempre te voy a amar, nunca lo dudes, no dudes ni de mí, ni de mi amor por ti. Pase lo que pase, siempre te amaré (N de las A´s: frine: Come what may, I will love you, vean Moulan Rouge es buenísima -, yui: que conste que no nos pagan por la publicidad ¬¬u)

-Nunca lo haría amor –Draco acercó su bello rostro al de Harry y sellaron sus juramentos con un beso intenso, pero poniendo en él todo el amor que en tan poco tiempo habían cultivado, porque así es el amor, inesperado, y cuando llega lo hace arrasando las barreras que encuentra, y sobre todo, llega para quedarse, eso es algo que ambos chicos comprobarían con el tiempo.

Una vez más les agradecemos sus lindos reviwes, y nada más queremos que no se desesperen (aunque sabemos que es difícil con una historia tan buena -) vamos a subir los capítulos los viernes para que tengamos tiempo de escribirlos, ya que como son dos parejas, Yui the vampire se encarga de Sirius y Remus y Frine de Draco y Harry, nos da un poco de trabajo pero lo lograremos!! En fin, para las admiradoras de Sirius y Remus (Frine: aunque los mejores son Harry y Draco ¬¬) pronto tendrán más acción y ya saben a cuál nos referimos jeje º ¬ º

Atte.

Yui y Frine