LO sé, lo sé. ¿Como es posible que tengas escrita la historia y no la bajes? Yo también me lo pregunto, pero es que ahora estoy muy pero que muy liada y solo tengo tiempo de leer vuestras historias. No tengo tiempo de bajar las mías ni de revisarlas. Por eso os pido perdón. Espero poder entregaros este finde el final de esta hisotira y de la "Hermana de Lupin", pero no prometo nada porque cada vez que lo hago...¡no lo cumplo!.
No tengo tiempo de responder a los reviews, pero os agradezco a todos vuestros animos y espero que os guste el continue.
Muchos besos
CAPITULO V
Al día siguiente Harry estaba entrenando con Hermione en el jardín, ambos maldiciéndose y esquivando los ataques del otro cuando Ginny les llamo.
Los jóvenes pararon y la miraron, Ginny seguía más blanca de lo normal y cansada, por las noches no conseguía dormir. Con un brazo a agarraba el brazo de Snape y con el otro hizo un movimiento de varita haciendo aparecer un almuerzo en la mesa. Snape parecía bastante molesto por el contacto de la chica. Harry y Hermione miraban a Ginny asombrados de la forma en la que llevaba a su futuro profesor del brazo a la mesa del jardín.
-Siéntese aquí por favor...-Miro al dúo que estaban quietos mirando estupefactos a la pareja- Vosotros venid aquí ahora mismo tenéis que almorzar.
Hermione y Harry salieron de su estupefacción y se sentaron en la mesa mientras Ginny desaparecía dentro de la casa.
Snape estaba sentado en la mesa con cara de pocos amigos. Harry lo miro con su habitual frialdad, mirada que respondió Snape de la misma forma.
-Te aviso Snape ahora Ginny va a sacar algo cocinado por ella y lo mas seguro es que este horroroso como te oiga decir algo despectivo haré que te arrepientas.
-¡Harry!-Hermione miro con enfado a Harry-Compórtate de una vez por todas, si Snape ha venido aquí no ha sido para insultarnos y recuerda que Ginny es capaz de defenderse ella sola muy bien sobretodo si esta enfadada.-Hermione miro a Snape quien la miraba ahora confundido-Ginny es una bruja muy poderosa, que ahora la veas débil es por culpa de un golpe y un fuerte trauma que ha sufrido un poco antes de irnos de casa. Perdona a Harry, pero sobreprotege a Ginny...Ellos también saben muchas cosas de ti.
Snape miro con detenimiento a Harry y luego a Ginny cuando esta se sentó trayendo consigo unas tortitas quemadas.
-Se me han quemado...perdón.
-No te preocupes de seguro que están muy buenas.
Los tres chicos se quedaron mirando a Snape asombrados, una cosa era que no dijera nada despectivo pero otra era que fuera amable. Ginny rió al ver la cara de Snape.
-No te preocupes por nuestras reacciones, es solo que no estamos acostumbrados a ver un Snape amable y simpático. Y en cuanto a las tortitas lo más seguro es que estén asquerosas es la primera vez que las hago y no sé cual es la receta exacta...-Ginny volvió a sonreír-..Estos dos son capaces de comerse una piedra si les digo que la he hecho yo.
Snape sonrió tristemente, era una especie de sonrisa del tipo Harry Potter, era la primera vez que le veían sonreír de verdad.
Comieron con tranquilidad y sin hacer ningún comentario. Cuando terminaron Ginny hizo aparecer unas tazas de té. Harry fue quien se decidió a hablar.
-Entonces Snape¿nos vas a ayudar?
-He hablado con Dumbledore y sé que no me ha traicionado. No sé de donde venís ni quien sois. Pero sí, os voy ayudar. Pero nadie debe verme entrar en esta casa más veces, deberías conectar mi chimenea a la vuestra.
-Creo que es buena idea. Gracias por ayudarnos.
-Podemos empezar esta misma tarde si lo deseáis.
Harry y Ginny se miraron.
-Yo no soy muy bueno en pociones, las he aprobado siempre por pelo y tuve mucha suerte en los Timos y Éxtasis. Aprobé por que Hermione me ayudo.
-A mi me pasa algo parecido a Harry, soy tan mala en pociones como cocinando. En comparación si queréis que os transforme algo simplemente pedírmelo.
-Snape, solo seremos tú y yo. Ellos no son tan malos como dicen, pero como sabrás esa poción es muy difícil y cuatro personas trabajando en ella van a complicar más las cosas.
Esa tarde Hermione y Snape se dedicaron a hacer los primeros preparativos de la poción. Cortaron y mezclaron los ingredientes, iban con mucho cuidado ya que un error minúsculo podía hacer que la poción dejara de funcionar o que simplemente explotara. Los ingredientes difíciles de encontrar fueron traídos por Snape quien no comento de donde los traía.
Esa tarde Hermione disfruto bastante, si bien Snape no sonreía y su mirada era fría, tampoco gritaba ni insultaba. Hermione suspiro...ya habría tiempo para eso...
Quince días habían pasado desde que Snape y Hermione trabajaban en la poción. Harry y Ginny nunca entraban al despacho donde preparaban la poción. Harry solo entrenaba y entrenaba, quedando cada día exhausto.
Esa tarde Snape accedió a tomar un pequeño almuerzo en la cocina, algo que nunca había hecho después de la última vez. Cuando entraban en la cocina una voz enfadada les detuvo. Ginny estaba hablando y parecía reñir a alguien.
-¡No tienes porque hacerlo todo tú! Te encierras en ti mismo y no me dejas acercarme a ti. Cada noche caes exhausto y estas cada vez más delgado y pálido.
-Debo prepararme Ginny. ¡No lo entiendes!
-¡No me digas que no lo entiendo Harry¿Porque tienes que ser tu quien se enfrente a él?
-Porque debe ser así.
-¡Pero eso no es justo! Llevas desde los 11 años afrontando batallas de hombres. ¡Te has mirado en el espejo! Estas cada vez más rudo y antipático. No sonríes y nadie diría que tiene los 17 años.
-En un mes cumpliré los 18, Ginny
-¿y eso arregla algo? Por favor algunas veces pienso que tienes 60 años. Tu forma de actuar, tu responsabilidad hacia todo. No te diviertes ya ni siquiera coges tu escoba para volar.
-No tengo tiempo.
-Pues por eso. NO volvamos. ¿Qué no espera allí? Muerte, miedo y dolor.
-Aquí también están en guerra Ginny.
-Sí, pero no es tan cruel como la nuestra.
-Toda guerra es cruel. Ginny vamos a volver por desgracia soy el único que puede detenerlo y lo voy hacer aunque tenga que morir en el intento.
Se hizo un silencio en la cocina.
-Harry, entiendo que tengamos que volver aunque eso signifique tener que perderte. Pero lo que no entiendo es que te estés matando a practicar. No paras en ningún momento, ni siquiera Dumbledore estaría de acuerdo de que te martirizarás así.
-Ginny si estamos aquí es por mi culpa. Él me venció y por eso llegamos aquí. Solo la intervención de Hermione nos salvo la vida.
-Harry..¿de verdad esperas tener la fuerza y el poder de un mago de 76 años?
-Es mi obligación Ginny.
-¿Pero porque! Y no me digas que porque eres el único. Estoy segura de que si Snape y Dumbledore se juntaran podrían hacerlo.
Hermione vio que la conversación empezaba a ser peligrosa para los oídos de Snape quien estaba pálido al escuchar su nombre junto al de Dumbledore como un mago poderoso. Hermione le cogió del brazo y se lo llevo sin ningún esfuerzo al despacho.
Al entrar Hermione cerro la puerta, Snape la miro.
-¿Estáis en guerra?
-Desde hace bastante tiempo.
-¿Contra quien?
-No te lo puedo decir.
-¿Por qué dice Ginny que Dumbledore y yo podíamos enfrentarnos a ese mago de 76 años?
-Ginny busca una forma de que Harry no sea quien se juegue la vida. Hace poco perdió a su hermano, él era mi mejor amigo y el de Harry. Ahora no quiere perder a Harry.
-Es un chico muy frió.
Hermione sonrió.
-Harry es frió con muchas personas porque no quiere encariñarse con nadie más. Ha perdido a muchos seres queridos y tiene una responsabilidad muy grande sobre sus hombros...¿Y quien eres tú para decir que Harry es muy frió cuando tu eres igual?
-Yo no soy tan frió como él.
Hermione rió con ganas.
-Te aseguro que si tú y Harry os juntarais podrías congelar toda Europa. De todas formas es lo que sois, ambos habéis visto demasiado para vuestra corta edad.
Hermione dejo de reír al mirar a los ojos de Snape, este la miraba con una dulzura que jamás vio en sus ojos.
-¿Así que soy muy frió?
Hermione no supo que contestar. Tampoco le hizo falta decir nada porque cuando pudo decir algo los labios de Snape estaban sobre los suyos, besándola con ardor y una pasión que ella jamás creyera que ese hombre fuera capaz de demostrar. Snape le abrazo la cintura mientras sus besos se volvían cada vez más y más intensos. Llevo sus manos al cuello de Snape correspondiéndole a los besos. Cuando se detuvieron, Snape la miro con un brillo de deseo en sus ojos.
-¿Te parezco frió ahora?
Hermione lo miro, deseando que le siguiera besando pero sabiendo que eso era un error.
-No me refería a eso...
Snape la volvió a callarla con otro beso, esta vez Hermione pudo reaccionar y enfriar su mente para poder separarse de ese hombre que le había hecho tocar el cielo con un solo beso.
-Snape, esto es un error...
-¿Por qué? Me gustas mucho y yo te gusto... ¿O no te gusto?
La mirada de miedo de Snape en ese momento ablando el corazón de Hermione. Llevo su mano al rostro de Snape y la acaricio con dulzura.
-Me gustas mucho...me gustan tus ojos, siempre lo hicieron aun cuando fueran fríos y inexpresivos, me gusta tu forma de moverte, el cuidado que tienes al hacer la pociones, tu olor, tu inteligencia y la forma que sonreíste el otro día, la primera sonrisa que vi en tu rostro. Me gusta tu valentía y tu lealtad hacia el camino correcto. Me gusta tu sentido de responsabilidad, me gusta tu forma de hablar cuando no insultas, me gusta todo lo que hay en ti...siempre me gusto.
-¿entonces?
-Yo debo irme y me odiaras por eso y por lo que ha pasado hoy.
-Hermione...
-¿Nunca te has preguntado porque nunca te he llamado Severus y siempre te digo Snape?...Lo hago porque te debo respeto. Quizás nunca llegues a entenderlo, quizás sí. Pero lo nuestro no puede ser. Tu me odiaras.
-Nunca podría odiarte.
-Solo me conoces desde hace quince días.
-Y en esos quince días me has hecho feliz, me has hecho sentir como nunca nadie lo ha hecho. Mi padre me odia y mi madre murió asesinada por mi padre. En el colegio todos me odiaban...nunca nadie me hizo sentir lo que tu me has hecho sentir...sueño contigo y me levanto feliz. Nunca me he levantado feliz...
-Snape por favor. Vamos a dejar las cosas como están. Y recuerda que yo debo volver y por lo tanto lo nuestro es imposible. Créeme cuando te digo que me odiaras.
Snape se separo de ella con la mirada fría, algo que dolió a Hermione. Acababa de rechazar a un hombre que necesitaría en esos 20 años un apoyo incondicional de parte de alguien que le amara.
El resto de la tarde Hermione y Snape estuvieron trabajando en silencio hasta que el volvió a su casa. Él no pregunto nada sobre la conversación que habían oído en la cocina, sabia que no iba a recibir respuesta. Hermione se sentó en jardín mirando el cielo con cansancio. Ginny se sentó a su lado.
-¿Qué te pasa Hermione?
No noto que tenía lagrimas en su rostro hasta que Ginny no le pregunto.
-Nada.
-Ya claro y yo tengo el pelo negro.
Hermione rió.
-Es Snape.
-¿Qué ha pasado?
-No hemos pensado en las consecuencias del futuro.
-Si, pero el nunca sabrá quienes somos.
-Ginny mi apellido no es corriente y nuestros nombre le pueden dar una pista en el futuro.
-No te preocupes por eso. Él no nos relacionara, son 20 años.
-Si se acordara Ginny. Hoy me ha besado.
Un silencio se hizo en el jardín.
-¿Y tu le has respondido?
-Si, lo deseaba tanto como él.
-Pero¿le has explicado que no es posible?
-Si, lo he hecho. Pero no ha entendido.
-Sabe que te tienes que ir. ¿Te ha pedido que te quedaras?
-No, aún no. Creo que no lo hará, tiene mucho orgullo.
Otro silencio se hizo en el jardín.
-Dile de donde venimos.
-No podemos decírselo, no puede decirle que vengo del futuro y que el fue mi profesor de pociones en el colegio. No puedo decirle todo eso. No es seguro. Esta en contacto permanente con Voldemort y aunque ya sea un maestro de la Oclumacia corremos el riesgo de que en algún momento se le escape algo. ¡Aparte de eso¿Qué dirá cuando me vea con 11 años entrar en el colegio? Prefiero que piense que soy mi propia hija o algo parecido.
-Veinte años en el mundo mágico no es mucho, es normal.
-¿Qué dices Ginny?
-Digo que si de verdad le gustas cuando vuelvas podéis volver a intentarlo.
-¡Ginny el me odia en el futuro!
-Pues quizás te odia porque no te quedaste Hermione.
-Pero...
-Creo que lo mejor ahora seria que le hicieras la vida lo más feliz posible, el daño ya esta hecho. Snape no es el tipo de persona que se arriesgan tanto, debes pensar que quizás para él decir que le gustas es decir que esta enamorado.
-¿Qué?
-Yo sé que Harry me ama, lo sé por como me besa, por como me mira y trata. Pero nunca me lo ha dicho, sé que tengo ser paciente con él. Es alguien especial y Snape también lo es. La verdad es que los dos se parecen mucho.
-Y a Harry le daría un infarto si le dijeras eso.
Las chicas rieron al imaginarse la cara de Harry, después se hizo un silencio.
-Entonces¿crees que debo corresponderle?
-Creo que si es lo que tu quieres es lo mas sensato. Le darás un poco de felicidad...pero aclárale que en quince días nos vamos y que no volveréis a veros, por lo menos hasta dentro de mucho tiempo, muchos años...
-Un mes Ginny, un mes nos queda aquí. La poción es más complicada de lo que creía. Si Snape no me llega ayudar nunca hubiera sido capaz de hacerla.
Otro silencio se hizo entre ellas, Hermione sabía que su amiga pensaba sobre la nueva información dada, pero se equivoco.
-¿Hermione, lo que sientes es por el Snape joven o por el adulto?
Hermione sonrió con tristeza.
-Creo que viene de tiempo atrás, quizás desde el año pasado. Me di cuenta que le tenia un cariño especial y que me importaba. Lo achaque a mis hormonas...pero ahora que he conocido al joven Snape me doy cuenta de que estaba enamorada de él desde hace tiempo…Solo espero que me perdone…
