Hola! henos aquí de nuevo, y con nosotras traemos un nuevo capitulo que esperamos que disfruten mucho, antes de que empiecen a leer, pues queremos pedirles una disculpa por alargar tanto la historia, pero por mas que tratamos no pudimos evitar poner mas y mas capitulos, espero que no les moleste, bien sin mas aqui esta la historia.

HP al estilo troyano

Cap. 22. Reencuentros

Reino de Gryffindor por la mañana (yui: muy en la mañana Frine: y que lo digas u.u)

-Voy a matarte! – Draco levantó su espada y se disponía a atacar a Oliver.

-Jajaja, patético, demasiado sencillo- reía divertido el Hufflepuff- Ahora Draco, vas a mirar el espectáculo

-Déjalo! No te atrevas a tocarlo!

Harry se despertó bañado en sudor, confundido y con las imágenes que había visto en sueños aun frescas en su cabeza. Se levantó y se encaminó en dirección a la ventana, hace ya unos cuantos días que tenía sueños como ése, en algunos eran él y Draco divirtiéndose y riendo juntos, otros eran como el de esa noche, con imágenes que lo dejaban inquieto y tembloroso, sabía por lo que le habían relatado su padre y Remus que se trataban de recuerdos relacionados con lo que había sucedido hacía dos meses, pero una cosa es escuchar los hechos y otra era revivirlos algunas noches. Pese a todo, no se había animado a contarle nada de esos sueños a su padre, ni a Remus, porque no quería darles falsas esperanzas de que recordara algo, ya que cada sueño era un rápido vistazo al pasado pero que aún así despertaban sentimientos que para el joven de ojos verdes resultaban confusos.

Harry se proponía a tratar de conciliar de nuevo el sueño cuando escuchó que llamaban a la puerta.

-Adelante- dijo el ojiverde algo extrañado de que llamaran a su puerta tan temprano.

-Harry! que bueno que ya estás levantado- un alegre y muy despierto Remus había asomado su cabeza por la puerta.

-Remus?- Harry lo miraba sorprendido- pero qué haces aquí tan temprano? Ni siquiera ha amanecido- decía el chico al tiempo que dirigía su verde mirada por la ventana para ver como unos delgados rayos de Sol comenzaban a iluminar el cielo.

-No me dirás que creíste que estaba bromeando cuando dije que partiríamos temprano en la mañana, o sí?- el Mirmidón le dirigía una mirada de "acaso no me conoces?" al joven heredero al trono- cámbiate de ropa y te veo abajo, aún tengo que levantar a los demás.

-Pero Remus, tengo sueñooo! (yui: yo también, la babosa de Frine que no deja que uno duerma por escribir este cap. Frine: no quiero seguir gastando en guardaespaldas para seguir protegiéndonos por no actualizar a tiempo ¬.¬).

-Dormirás durante el viaje, ahora vístete, te veo abajo- sentenció el castaño.

-Está bien- dijo el joven moreno con cara de "no quiero pero ni modo" (Frine: esa cara es TAN usada n.nU).

Media hora más tarde Ron, Cedric, Seamus, Nott y Harry se encontraban parados en el puerto junto al barco, unos apoyados en los otros dormitando, mientras que algunos, buscando la comodidad (yui: léase Seamus, Frine: y quién más? n.n), habían elegido acostarse en el suelo para poder estirar sus extremidades a placer en busca de un mejor descanso para sus vértebras (Frine: en resumen, estaba tirado en el suelo), esperando a que Remus llegara con los dos gobernantes de Gryffindor para darles la despedida.

-Remus, estás seguro que tenían que partir TAN temprano?- preguntó James que llevaba su pijama real y su leoncito de peluche, mientras que Lily impecablemente vestida miraba de mal modo a su marido por atreverse a salir en esas fachas.

-James deja de quejarte, tú fuiste quien quiso venir a despedirlos –le recordó Lily a su peor es nada.

-Lo sé amor mío, pero… es MUY temprano!- se volvió a quejar James, al tiempo que Lily viraba los ojos haciendo caso omiso de sus quejas, mientras que Remus que caminaba a su lado trataba de contener la risa.

-Bien, ha llegado la hora- dijo el Mirmidón apenas hubo llegado con sus muy adormilado acompañantes, a los cuales tomó tan de sorpresa que Cedric y Nott cayeron al suelo, despertando de esta manera a Seamus (yui: al parecer el chico tiene el sueño pesado ¬.¬, y al parecer no es el único u.u Frine: u.uzzzzzz yo también te quiero Draco zzzzzzz).

-Ya escucharon Mirmidones, hora de partir- dijo Ron una vez despierto, enseguida los tres chicos subieron las últimas cosas que faltaban al barco, mientras que Harry y Remus se despedían de ambos reyes.

-No te preocupes por nada James, lo cuidaré bien- decía Remus al tiempo que le daba la mano a su gobernante.

-Confío en ti Remus, estoy más que seguro que lo harás, que tengas un buen viaje y que Poseidón les conceda una buena marea y vientos favorables.

-Muchas gracias James- enseguida el castaño dirigió su mirada a Lily- hasta luego su Alteza.

-Adiós Remus, que tengan un buen viaje y por favor, cuida a mi pequeño- al oír estas palabras Harry, que se encontraba junto a su madre, se sonrojó levemente.

-Lo haré su alteza, hasta pronto- dijo al tiempo que hacía una reverencia y subió al barco.

-Nos veremos en un par de días padre- dijo el ojiverde al tiempo que abrazaba a sus progenitores- te quiero mucho madre, y no se preocupen estaré bien.

-Empacaste todo? –preguntó Lily frunciendo el ceño.

-Si madre, tengo todo –respondió el ojiverde.

-Llevas tu pijama de leoncitos?

-Si madre…

-Y esos boxers de caritas felices que trajiste de tu viaje de Slytherin?

-Si madre, lo tengo todo- dijo un poco abochornado el joven Príncipe- pero si se me ha olvidado empacar algo, por favor llévenmelo.

-Por supuesto que sí mi pequeño gatito!- le dijo la reina con una enorme sonrisa al tiempo que le pellizcaba una mejilla cariñosamente.

-Madre por favor, no lo digas tan alto!- pidió suplicante el ojiverde, pero para su mala suerte, al tiempo que su madre revelaba tan vergonzoso apodo, Cedric, que pasaba en ese preciso instante llevando la última caja al barco, pudo escuchar perfectamente la forma en que la reina llamaba a Harry- bien, me tengo que ir- y con un último abrazo a ambos reyes, se apresuró a seguir a Cedric al barco.

-Ya estas listo para partir?- cuestionó Cedric al recién llegado.

-Sí, solo espero poder dormir un poco más durante el viaje –respondió el moreno con un enorme bostezo.

-Claro que sí, no te preocupes...- y tras una pequeña pausa agregó- …pequeño gatito ¬-¬.

-Oye! No me obligues a tirarte por la borda Cedric- amenazó el Príncipe.

-Jejejeje, lo siento… "gatito"- volvió a burlarse el chico, para inmediatamente ser perseguido por el heredero al trono con intenciones homicidas- por favor, detengan a ese gatito que quiere comerme!- gritaba Cedric, pasando junto a Seamus, Nott, Ron y Remus, que al oír la forma en que llamaban al Príncipe rompieron en carcajadas.

-Vas a ver cuando te alcance!- gritó un muy sonrojado Harry.

-Vamos "gatito" no es para tanto, jajajajaja.

-CEDRIC!

Y así fue como, finalmente, nuestros Gryffindorianos partieron rumbo al reino de Slytherin, en donde eran esperados ansiosamente por el joven gobernante de esa región, que aguardaba para volver a ver a su prometido.


Reino de Slytherin (por la tarde o mucho rato después)

-Estoy TAN emocionado –suspiraba el rey Slytheriano con verdadera emoción.

-Ya, tranquilo, por fin hoy regresa tu guerrero –le respondió cierto rubio sexy de hermosos ojos grises –así que recobra la cordura si eres tan amable –se burló el guapo Príncipe.

-Oh, cállate, pero en serio, no piensas ir a recibirlos? –decía el joven Rey mientras nerviosamente terminaba de arreglarse.

-No, mejor así, ya cuando lleguen los saludaré, Sirius! –le regañó Draco- cálmate! Te ves bien –Sirius caminaba nervioso por su habitación.

-No lo sé Dragón, no crees que esta túnica me hace ver gordo? –decía con cara de sufrimiento el bello moreno mientras se miraba al espejo- y si ya no le gusto? ;.;

-Oh ya cállate Padfoot y vete, que no tardan en llegar –rió divertido el rubio al ver el nerviosismo de su hermano.

-De acuerdo –dijo mirándose por decimonovena vez en el espejo- me voy entonces, te veré al regreso.

-Ok, ya vete –Draco lo empujó fuera de la habitación. Draco se sentó un momento en la cama de su hermano suspirando con resignación- por fin llegó el día.


-Sirius hijo, ya estoy lista, nos vamos? –dijo la rubia mientras veía a su retoño bajar las escaleras cual rayo.

-Si madre, la carroza ya está lista –respondió el nuevo monarca mientras se contemplaba de reojo sin poder evitarlo en un aparador de cristal, Narcisa se dio cuenta y rió divertida.

-Cálmate cariño, te ves muy apuesto- aseguró la reina mientras se levantaba del bello y elegante sofá donde había estado esperando a que Sirius bajara.

-Gracias madre, es que después de tanto…

-No te preocupes, él te ama y no solo por tu aspecto.

-Aunque es un gran complemento, no lo crees? –respondió vanidoso el Slytherin enarcando una ceja al puro estilo Malfoy. Narcisa solo puso los ojos en blanco.

-Ya vámonos o no llegaremos a tiempo, según avisaron del puerto estaban a punto de llegar.

Salieron del castillo y una carroza los esperaba, así como miembros de la guardia real para escoltar a los monarcas.

-Rayos! –se quejó Sirius deteniéndose de pronto.

-Qué sucede hijo? –cuestionó la reina con curiosidad.

-Madre, será mejor que te adelantes en la carroza, yo iré en mi caballo, pasaré antes a ver a Blaise para ajustar algunos detalles sobre el ensayo de mañana que me olvidé de comentarle ayer por la noche.

-Bien cariño, no tardes –le sonrió la reina. Inmediatamente partió el cortejo rumbo al puerto.


Sirius se encaminó directo al cuartel de la guardia real. Moría por ver a Remus pero debía terminar de arreglar esos detalles para no tener que separarse de su chico ni un segundo cuando éste llegara. Caminó rápidamente dirigiéndose a la izquierda hasta visualizar su destino, todo se veía tranquilo, al parecer los guardias estaban haciendo su ronda. Se acercó a la puerta y la abrió pero no encontró a nadie, pensó que Blaise tal vez podría encontrarse en la habitación que la Guardia Real solía utilizar para descansar, así que se dirigió hacia el pasillo a su derecha hasta llegar a la puerta, la abrió pero no vio a nadie, de pronto escuchó unos ruidos extraños.

-Blaise? vine a ver lo de mañana –dijo Sirius mirando en toda la habitación sin encontrar el origen de aquellos sonidos hasta que…

-Sirius!- dijo sobresaltado el líder de la Guardia Real mientras salía de detrás de un sillón con el cabello revuelto y la túnica mal colocada.

-Blaise? –preguntó Sirius con cara de eh? o.O

-Blaise cariño, no te detengas –se escuchó de pronto una voz sensual y suplicante proveniente de algún lugar por debajo de Blaise, quien no podía estar más rojo de la vergüenza al ser atrapado en semejante y comprometedora situación.

-Ajá! –gritó Sirius emocionado con cara de muajajaja- ustedes dos, salgan con las manos en alto, nada más las manos eh? –aclaró el Monarca con una sonrisa divertida. Luca movió a su chico con dificultad para poder asomar la cara y casi le da un infarto al ver quien era el inesperado visitante.

-Oh por todos los dioses! –gritó Luca para desaparecer bajo las mantas.

-Yo… yo puedo explicarlo –tartamudeaba Blaise.

-Jajaja –reía divertido Sirius- era broma chicos, terminen lo que sea que… bueno… yo comprendo, cuando hay necesidad… en fin, luego paso a hablar contigo Blaise jeje, ciao –se despidió con la mano antes de salir dejando a ambos Slytherianos totalmente rojos y avergonzados -Estos muchachos jaja –Sirius abandonó el cuartel y llamó a un joven que casualmente pasaba por ahí –hey, Carlo, por favor, que traigan mi caballo.

-Con gusto Alteza, pero soy Bernard, el gemelo de Carlo –respondió el joven.

-Oh sí Bernard jeje- se corrigió Sirius- lo siento.

- No se preocupe Alteza, hasta nuestros padres nos confunden, en un momento traigo su caballo –sonrió el chico para inmediatamente desaparecer, al poco rato regresó con una bella yegua en color blanco.

-Gracias Bernard –el chico hizo una reverencia y desapareció- hola Ángelus! – saludó Sirius a su bella yegua– cómo está tu hijo Demonio 4, eh? –(Frine: y se preguntarán por qué demonio "4", pues verán, Demonio 1 era un gorrión que le regaló Draco pero llegó Demonio 2 y se lo comió, Demonio 2 era un gato que Sirius tenía y se perdió en la playa un día que salieron a correr, Demonio 3 era un cachorro que dejó en Hogwarts y cuando regresó ya no estaba, así que por eso el potrillo es Demonio 4 jeje yui: que suerte tiene con los animales ¬.¬)- creo Ángelus que te salió mal el asunto, se parece más a Dragón, no lo crees? –dijo el Rey mirando al potrillo de color negro que corría por el jardín –pero bueno, ya vámonos o llegaremos tarde jeje- Sirius montó y se dirigió fuera de la ciudad de Slytherin, solo que sin siquiera sospecharlo, tomó la ruta panorámica (yui: es decir… se equivoco de camino u.u Frine: es por los nervios n.nU).


Mientras tanto, en la orilla de playa, hacía su llegada un hermoso navío de color negro con sus velas blancas (Frine: son blancas porque ahora están en época de paz n.n) en el cual se distinguía el escudo del Reino de Gryffindor, el bello barco disminuía lentamente su velocidad al acercarse a tierra hasta detenerse por completo en el puerto de Slytherin, una vez que las amarras estuvieron aseguradas al puerto, los ocupantes del barco se dispusieron a bajar. El primero en descender del barco fue Remus, que apenas hubo puesto un pie en tierra, comenzó a buscar con la mirada a Sirius, pero cual fue su sorpresa al no encontrarlo entre los presentes, de pronto, una voz llamó su atención.

-Disculpa?- Narcisa que se había acercado a Remus reclamaba su atención- me recuerdas? Soy Narcisa la madre de Sirius y… tu futura suegra- en ese momento Remus palideció, ya que detrás de Narcisa había aparecido fuego al momento de decir sus palabras, logrando aterrorizar al guerrero- Carlo, podrías hacer el favor de dejar de levantar arena y apagar esas antorchas? ya hace bastante calor –regañó la reina madre al joven detrás de ella.

-Lo siento Alteza- se disculpó el guardia quien en ese momento se encontraba sosteniendo el más moderno invento del reino, el paraguas, que estaba adornado con flores naranjas y amarillas, ya que había sido hecho especialmente para Narcisa (Frine: deja de explicar todo lo del paraguas y continúa con la historia! yui: n.nU).

-Eh?...mu…mucho gusto su alteza- dijo algo confundido el Mirmidón- es un placer volver a verla.

-Lo mismo digo- sonrió la reina a su futuro yerno, cuando de pronto, un ruido llamó la atención de ambos. Los demás integrantes del barco bajaron totalmente de improviso en una alocada carrera en dirección a la playa.

-Vamos Nott apresúrate, verás que soy el primero en entrar al agua!

-Ni lo creas Seamus, yo seré el primero!

-No lo creo chicos- Ron había pasado apresuradamente llevando del brazo a Cedric que no podía creer lo infantiles que se veían su chico y sus amigos, claro está que él no se quedaba atrás y corría a toda velocidad en dirección al mar. Siguiendo muy de cerca a los anteriormente mencionados se encontraba Harry que ya empezaba a quitarse las sandalias, cuando Remus lo jaló de la túnica obteniendo una queja del muchacho.

-Pero qué haces Remus?- dijo sorprendido- no ves que es bufón el último?- a lo cual Narcisa reaccionó con una leve risa al recordar a su amigo el Primer Ministro.

-Harry, hazme el favor de acomodar tu túnica y venir a presentarte con la madre de Sirius y Draco –ordenó el castaño en voz baja para que solo Harry pudiera escucharlo.

-Pero Remus… yo no hablar Slytheriano o.o

-Harry, pequeño babo…! –se interrumpió Remus al punto del colapso nervioso- ellos hablan el mismo idioma que nosotros! (Frine: léase español, yui: acaso hay otro O.o).

-Pero…pero…- se volvió a quejar el Príncipe- rayos!

-Compórtate y hazlo! - dijo Remus poniendo cara de tus padres se enterarán de esto a menos que me obedezcas, mientras que Harry lanzaba una última mirada resignada a donde se encontraban sus demás compañeros, para luego girar y adoptar su tan usada pose de Príncipe heredero al trono.

-Es un placer conocerla Señora Malfoy- dijo al tiempo que hacia una pequeña reverencia- es un honor poder visitar su reino nuevamente.

-Me alegra mucho tener tu presencia en nuestro reino Harry- respondió Narcisa al tiempo que le brindaba una sonrisa al heredero al trono de Gryffindor. En ese instante su atención fue atraída de nuevo por los desbocados Mirmidones.

-Mira! Harry se ha quedado de último, jajajaja- reía Nott mientras señalaba al Príncipe- es un bufón jajajaja.

-Ustedes cuatro, vengan inmediatamente a presentar sus respetos a la reina!- gritó un poco enfadado Remus al ver el comportamiento nada serio de sus compañeros. Ron, Cedric, Seamus y Nott acudieron al llamado de su líder con cara desilusión al haber terminado su diversión.

-Lo siento mucho su Alteza, no sé que les ha pasado, usualmente no se comportan de esta manera- el castaño se disculpaba con Narcisa al tiempo que sus Mirmidones se reunían con él y con Harry- estoy seguro que algo que tomaron en el barco les sentó mal.

-Fue todo ese whisky que se tomaron ¬.¬- murmuró Harry lo suficiente mente alto para que Remus lo escuchara y le propinara un leve golpe en las costillas- auch!

-Ellos son parte importante de los Mirmidones- presentó Remus- el es Ron, segundo al mando, él es Cedric mi primo y ellos son Nott y Seamus que vienen como escolta de Harry.

-Es un placer conocerla Alteza- respondieron los cuatro al unísono al tiempo que hacían una reverencia.

-De nuevo siento mucho el comportamiento de mis hombres- se disculpó nuevamente el castaño.

-No te preocupes Remus, es normal, llevan toda la mañana en el barco –sonrió Narcisa.

-Disculpe que pregunte Alteza…

-Narcisa querido, pronto seremos familia.

-Gracias Narcisa –sonrió sonrojado el Líder Mirmidón- disculpa que pregunte pero creí que Sirius vendría a recibirnos.

-Pues sí, en efecto, él va a venir, dijo que iba a arreglar algunos detalles del ensayo con Blaise y que enseguida se reuniría con nosotros, aunque no se por qué se ha tardado tanto.

-Oh, ya veo- un poco de preocupación se hizo notar en los ojos de Remus, por lo cual Narcisa agregó inmediatamente.

-Estoy segura que ya no debe tardar, estaba muy emocionado por verte, así que, qué te parece si nos sentamos a esperar?

-Por supuesto Narcisa, ya debe estar por llegar- un rato después de sentarse el castaño sintió unos tirones en su túnica, los cuales trató de ignorar.

-Primo, hey primo- murmuró Cedric con carita de perrito a media morir, al tiempo que jalaba con más insistencia- primo, hey, primo, hazme caso Remus;.;

-Qué es lo que quieres Cedric? –respondió el castaño al tiempo que miraba a su joven primo con la ceja enarcada.

-Pues… verás –empezó el chico mientras Seamus le daba un golpe en la espalda para que continuase- estaba pensando, que tal vez, no sé, tampoco es obligación, pero podría ser…

-Ya dime! –gritó Remus desesperado para luego mirar con una sonrisa a Narcisa como disculpándose por su arrebato.

-Bueno, ya, podemos regresar a la playa? –soltó por fin el castaño.

-LARGO.DE.AQUI! –aceptó por fin Remus con cuya respuesta cuatro jóvenes instantáneamente desaparecieron rumbo a la playa. Remus suspiró aliviado por deshacerse de los fastidiosos Mirmidones por un momento, cuando de pronto, sintió que alguien volvía a jalar su túnica –y ahora qué?

-Puedo ir yo también? –pidió cierto moreno de hermosos ojos verdes.

-No lo sé Harry, no conoces aquí.

-Déjalo que vaya Remus, el calor lo amerita –sonrió la rubia con condescendencia. Harry simplemente le brindó una sonrisa de soy un ángel a Narcisa agradeciéndole para luego redirigir su mirada a Remus.

-Oh de acuerdo, ve…

-Yujuuu!

-Pero en la orilla! –inexplicablemente, Harry tropezó.

Una hora después, algunos de los guardias Slytherianos ya se habían acercado a los visitantes, Leandro, Marco y Carlo se encontraban charlando animadamente (Frine: cof cof coqueteando descaradamente cof cof), enfebrecidos por el calor del verano, con Seamus y Nott, ya que Ron al ver que se acercaban había abrazado a Cedric posesivamente, tomando por sorpresa al chico que estaba totalmente inmerso en la tarea de hacer un castillo de arena.

Harry, por otro lado, había logrado escapar de la mirada vigilante de Remus y se había ido a explorar algunos puestos de recuerditos que habían a lo largo del muelle (yui: mira Frine tienen malecón Frine: órale no traje dinero ;.;). Había recorrido ya varias tiendas cuando de pronto una en particular le llamó la atención, era una tienda que vendía una variedad de dibujos en los cuales se podía apreciar al más jóvenes de los Príncipes Slytherianos en diversas poses sexys junto con la leyenda "Vuelvan pronto!", de los cuales compró cuatro, no podía negar que Draco se veía MUY bien, y compró dos más del nuevo Rey con la frase "Estaré casado pero seguiré igual de guapo, regresen pronto!", ya que pensó que le agradarían a Remus.

-Hey chico- Harry se giró sobresaltado buscando a quien lo había llamado- chico, por aquí, veo que eres turista (yui: se le debe notar a leguas, jajajaja n.n Frine: mira quien habla, la que anda con su cámara y sus mapas hasta en su propia ciudad jeje yui: U¬.¬), dime, no te interesaría comprar uno de estos collares de concha marina, únicas en el mundo, solo se encuentran en Slytherin –Harry miró a su interlocutor y aquello que le ofrecía y no puedo evitar levantar una ceja atraído por la mercancía.

-Pues están geniales –dijo mientras miraba muy interesado uno de los collares- tú los haces?

-Sí claro, te gustan? – sonrió coqueto el vendedor al tener de cliente a tan apuesto joven. El comerciante tenía entre 20 y 25 años, de piel bronceada por el sol, unos bellos ojos verdes y el cabello rubio y largo hasta los hombros.

-Vaya, son geniales, eres muy hábil con las manos –afirmó SIN doble sentido el Gryffindoriano mientras analizaba los collares, y sobre todo, con inocencia al creer las palabras del mercader, ya que él no hacía los collares sino su madre con la que aún vivía- pero… qué te parece si me los llevo por dos monedas de plata? –sonrió Harry algo avergonzado mientras ladeaba ligeramente su cabeza, no tenía más que eso ya que Remus tenía su dinero. El joven rubio sonrió.

-De acuerdo –Harry extendió su mano para tomar la mercancía que le ofrecía el rubio pero éste la alejó con una sonrisa pícara- solo si me dices tu nombre –Harry se sonrojó.

-Se llama Harry y es Príncipe de Gryffindor –interrumpió una voz. Harry se giró hacia la voz con cara de "ya me encontró n.nU" mientras el vendedor abría los ojos impresionado y algo intimidado por la mirada que le dirigía el recién llegado.

-Remus! Vaya, que bueno verte, te compré recuerditos –sonrió Harry con inocencia.

-Aquí tienes muchacho –pagó Remus los collares- vámonos Harry –el castaño tomó al moreno de un brazo mientras que el ojiverde se despedía del rubio –creí que te había dicho que te quedaras junto a mí, espero la próxima vez sigas mis instrucciones Harry, o me veré obligado a amarrarte - amenazó el Mirmidón.

-Lo siento Remus –se disculpó el chico- yo solo quería conocer el lugar –el moreno puso cara de borrego a medio morir.

-Esta bien, no importa, solo no te alejes de mi vista, por lo menos hasta que lleguemos al castillo -respondió el castaño con un movimiento de la mano como restándole importancia al asunto y reprimiendo una sonrisa por la cara de Harry.

-De acuerdo –sonrió el joven Príncipe al ver que había logrado librarse de ésta- Por cierto, te compré estos dibujos, pensé que te gustarían –dijo el chico mientras le entregaba al castaño los dibujos de Sirius.

-POR ZEUS!QUÉ RAYOS ES ESTO!

A unos cuantos kilómetros de aquel lugar.

-¿Qué habrá sido ese ruido?-Sirius, que se encontraba ya a pocos kilómetros de la playa, se alarmó por aquel ruido y se apresuró al encuentro de su amado- vamos Ángelus! (Frine: escena del zorro, yui: ¬.¬ no va a relinchar el caballo, ni esperes que Sirius ondee su larga cabellera al viento, Frine ;.;).

Sirius cabalgó lo más veloz que pudo, esperando que nada malo le hubiera pasado a su encantador prometido. Cabalgó durante unos cuantos minutos más, hasta que pudo divisar la playa a lo lejos, y ahí, junto a un puesto de camarones, divisó la figura de su amado que extrañamente venía arrastrando algo, cuando se hubo acercado un poco más pudo ver que lo que Remus llevaba era al joven heredero de Gryffindor que se quejaba débil y amargamente.

-Por favor Remus ;.;- lloraba Harry- suéltame! te prometo que no lo vuelvo a hacer…

-Ya deja de quejarte Harry- dijo molesto el Mirmidón.

-En serio, creí que te gustarían los dibujos ;.;, ya déjame ir, yo no creí que….-y antes de que Harry pudiera decir una palabra más para que su tormento terminara puesto que su oreja estaba sufriendo, una visión llegó a sus verdes y hermosos ojos, algo que lo salvaría- mira Remus, es…es Sirius!

-No creas que con una mentira como esa te libraras de mi –le ignoró el ojimiel mientras lo seguía arrastrando.

-Pero si no te estoy mintiendo….ay…ay!- el castaño jaló con más fuerza al chico- te digo que es Sirius! en serio, no miento…ay…es Sirius!- tan insistente fue el moreno que Remus no tuvo otra opción que mirar hacia donde le señalaba Harry.

-Es verdad es…Sirius!- los ojos miel del castaño brillaron de la emoción.

-REMUS! Amor, ya estoy aquí!- el tiempo se volvió aún mas lento a medida que Sirius se acercaba a su prometido (yui: tipo de esas escenas de reencuentro entre dos enamorados nn Frine: u.uU ya saben mi opinión). Sirius se acercaba cada vez más a su lindo chico, cuando estuvo lo suficientemente cerca, desmontó elegantemente de su caballo y empezó a correr al encuentro de su amor. Por su parte, Remus se iba acercando lo más rápido que podía a su caballero de negros cabellos cuando una voz llamó su atención.

-Remus, por favor suéltame!- gimoteó el ojiverde- si me sueltas estoy seguro que corres más rápido (yui: changos! Se me olvidó que lo tenia agarrado O.O Frine: si no te lo digo le arrancas la oreja a Harry. Siempre a tu rescate Harry! ;.;).

-Oh! Si, jeje lo siento- dijo el castaño para inmediatamente soltar al chico, que quedó tirado en medio de la playa mientras sostenía su adolorida oreja, y continuar con su desenfrenada carrera- Sirius! Te extrañe mucho!- el castaño había alcanzado finalmente a su adorado moreno de ojos grises.

-Yo igual te extrañe mucho amor!- Sirius abrazó fuertemente a Remus al tiempo que depositaba pequeños besos en las mejillas de Remus- no sabes cuánto te he extrañado! (Frine: pero que travesía mas larga, que acaso estaban corriendo en la cancha de los supercampeones o que?).

-Por qué has tardado tanto? Ya me estaba preocupando- Remus veía curioso a Sirius, realmente quería saber que había ocasionado que su futuro esposo hubiera tardado tanto en llegar.

-Pues, verás…-sonrió el Slytheriano- un poco después de abandonar la ciudad- empezó a explicar el chico- sabía que tenía que doblar a la derecha, pero…- dijo poniendo gesto pensativo- no sé como es que giré a la izquierda, y luego… volví a girar a la derecha, pero como ya estaba lo suficientemente perdido pedí indicaciones a unos niños que pasaban cerca de mí, se rieron de mi como quince minutos hasta que me explicaron y pues el resto ya lo sabes, después de todo ese largo recorrido… ¡heme aquí!

-Jajajajajajaja, ese estuvo muy buena Rey, jajajaja- los Mirmidones, que habían llegado al rescate de Harry, escucharon la increíble explicación de Sirius, pero al ser fulminados mortalmente por la mirada de Remus, decidieron que era tiempo de huir- creo que es tiempo de irnos, vamos Harry- ya estaban huyendo sigilosamente del lugar cuando al chico de ojos verdes se le ocurrió decir…

-Excelentes souvenirs Sirius! Te ves genial!

-Gracias! n.n yo siempre- dijo el ojigris poniendo cara de galán de novela- se hace lo que se puede.

-Sirius!-reprendió Remus- quieres hacer el favor de comportarte? y tú- dijo refiriéndose a Harry- aún no acabo contigo.

-Jejeje, creo que mejor me voy, me están llamando por ahí- y Harry salió huyendo en la misma dirección en la que lo habían hecho los Mirmidones. Una vez que se quedaron solos, Sirius le dio la bienvenida como se debe a su "recién" llegado prometido (yui: es decir, le plantó un beso de los buenos n.n jejeje), cuando se hizo necesario el oxigeno ambos se separaron (Frine: que original ¬.¬ yui: se hace lo que se puede n.n).

-Ya extrañaba eso- sonrió pícaramente el moreno- realmente lo extrañaba.

-Sí, yo igual- dijo un poco ruborizado el castaño- pero… creo que es mejor que nos vayamos.

-Si, yo también lo creo, solo vamos a avisar a mi madre y a los demás y partiremos rumbo al castillo- ambos montaron en Ángelus y se fueron en busca de los demás.

Minutos mas tarde, todos se encontraban dentro del castillo (Frine: órale eso es rapidez, yui: debes tener en cuenta que solo Sirius se toma horas para llegar a la playa u.u).

-Bienvenidos sean a Slytherin- dijo el monarca con toda la diplomacia de la que era poseedor para luego mirar a los guerreros de Remus – Leonardo les mostrara sus habitaciones para que se refresquen y descansen- Sirius señaló a un hombre apuesto de mediana edad el cual condujo inmediatamente a los Mirmidones a sus habitaciones, Narcisa se excusó con sus invitados y fue rumbo a sus habitaciones a descansar- Remus, ejem –sonrió malicioso Sirius- tú "dormirás" en mi habitación, ya he pedido que lleven tus cosas. Harry- dijo el chico de ojos plata- yo te mostraré tu habitación, por favor acompáñanos.

-Muchas gracias Sirius- respondió el moreno al tiempo que admiraba el hermoso castillo de Slytherin- pero me gustaría, si es posible, conocer un poco el castillo.

-Por supuesto que sí Harry, eres libre de explorar por donde quieras. Dime, quieres que le pida alguien que te acompañe y te muestre el lugar?

-Eh…no muchas gracias, creo que puedo yo solo.

-Bien, entonces pediré que manden tus cosas a tu habitación, cuando quieras descansar pregúntale a cualquier sirviente y te conducirá enseguida.

-Esta bien, nos vemos después- y con pequeño ademán se perdió por los pasillos del castillo.

-Oye Sirius- murmuró el castaño- donde se encuentra Draco? - preguntó cuando se hubo asegurado de que Harry se encontraba lo suficiente lejos para no escucharlos-No sé si es buena idea que Harry vague solo por Slytherin.

-Realmente no lo sé, cuando lo dejé estaba en mi habitación, a lo mejor está con "Dragón" o con la Guardia Real. Pero no te preocupes, hablé con él y todo estará bien.

-Me tranquiliza escuchar eso, confío en ti y por supuesto en Draco –sonrió Remus.

-Ahora –sonrió pícaro el joven Rey mientras abrazaba al castaño y lo pegaba a su cuerpo- que te parece si vamos a dar un paseo por los jardines? tenemos mucho de que hablar.

-Me parece una buena idea -aceptó el castaño.


Después que los Mirmidones se instalaron en sus respectivas habitaciones, que para desgracia de Ron tenían que compartir con Seamus y Nott (yui: pobre pelirrojo, jejeje, no pudo quedarse solito con Cedric. Hay que admitir que su lindo primo lo cuida mucho n.n Frine: Así debe ser, Cedric es niño bueno jeje), los valientes guerreros se dirigían a una de sus más importantes misiones: reunirse con la guardia real de Slytherin, a petición de Blaise.

- Estás seguro que este es el camino correcto Nott?- preguntó por decimotercera vez el chico de ojos castaños.

- Ya te dije que sí Seamus- respondió con fastidio el chico de cabellos castaños oscuros

- Vamos Teddy no te molestes, solo quiero asegurarme de que estamos por el camino correcto- respondió alegremente el joven de cabello arenoso al tiempo que rodeaba con un brazo los hombros de Nott, que en ese momento lucía un leve color carmín en las mejillas.

- Teddy?- preguntó curiosamente Ron- por qué rayos te llama de esa manera?- cuestionó el pelirrojo.

- Ron- el castaño que se encontraba a su lado reía divertido- no me digas que no sabes el nombre de Nott?

- El nombre de Nott?- volvió a preguntar el pelirrojo incrédulo al tiempo que abría muchos sus ojos- que acaso "Nott" no es su nombre?

- Jajajajaja- tanto Cedric como Seamus, que había soltado a Nott de improviso, reían al notar el asombro de Ron- lo elegiste como Mirmidón y no sabes cuál es su nombre? Jajajajaja eso sí que es gracioso- respondió Seamus a carcajadas acompañado por Cedric que tampoco había dejado de reír, logrando que el pelirrojo adquiriera un leve rubor en sus mejillas, en cuanto a Nott, digamos que su rostro no podía estar más rojo.

- Bueno, ya paren de reír- pidió el mayor de aquel grupo- por qué en lugar de burlarse no me dicen como se llama?

- Yo te lo diré- Nott intervino, dándose cuenta que sus dos amigos no pararían de reír en un buen rato- mi nombre es Theodore, Nott es mi apellido.

- Y por qué no lo dijiste antes?- cuestionó Ron- quiero decir, llegas y te presentas como si Nott fuera tu nombre, por qué no dijiste que te llamas Theodore?

- Acaso no ves como se burlan mis dos "mejores amigos", no quería que toda la tropa de Mirmidones se burlara también, es por eso que les pedí que lo mantuvieran en secreto, pero al parecer Seamus no dura mucho guardando secretos ¬.¬

- Jajaja, tienes que admitir que esta vez lo guardó por bastante tiempo (yui: dos meses es realmente mucho tiempo n.n)- se apresuró a decir un alegre Cedric, que ya había dejado de reír.

- Jejeje, ay mi querido Teddy- intervino Seamus que ya se había recuperado de su ataque de risa- yo creo que exageras con el asunto de tu nombre¿verdad que sí chicos?- preguntó buscando el apoyo de sus compañeros, al tiempo que volvía a pasar un brazo por los hombros de Nott, y al ver que sus compañeros asentían con la cabeza prosiguió- ves? ellos están de acuerdo conmigo, así que no creo que deba molestarte que los demás sepan tu nombre… yo creo que es muy bonito- esto último lo dijo en un susurro para que solo Nott, al que todavía tenia sujeto lo escuchara, éste como respuesta, se sonrojó un poco.

- No digas tonterías Seamus- respondió Nott tratando sonar disgustado, sin conseguirlo con mucho éxito, cosa que Seamus notó por lo cual una sonrisa se formó en sus labios.

- Si tanto le disgusta que lo llamen por su nombre, por qué no se queja cuando Seamus le dice "Teddy"?- Ron se había acercado a Cedric diciendo estas palabras lo más bajo que podía para que los otros dos jóvenes, que seguían hablando entre ellos, no lo oyeran, pero lo suficientemente audible para que Cedric lo escuchara.

- Bueno... - Cedric puso un rostro pensativo, como si tratase de recordar algo- que yo recuerde, Nott nunca ha dejado que nadie lo llame por su nombre, todos lo conocen por su apellido, pero… de las personas que saben como se llama solo deja que Seamus lo llame de esa manera, supongo que porque se han llevado bien desde siempre… -después de una breve pausa, el castaño puso cara de conspiración y se acercó un poco mas a Ron para murmurarle algo- aunque yo sospecho que entre ellos dos hay algo mas… aunque nunca no han dado señas de tener una relación mas allá de la amistad.

- Mmm, ya veo- Ron se había quedado pensativo.

- Ya hemos llegado- la voz de Nott sacó a Ron de sus pensamientos, al tiempo que observaba como el chico se detenía delante del cuartel de la guardia de Slytherin.

- Entonces qué esperamos?- dijo Cedric encaminándose a la puerta- es mejor darnos prisa, tenemos mucho que hacer- Cedric se apresuró a tocar la puerta, unos instantes después un apuesto joven de cabellos castaños que se encontraban sujetos en una coleta abrió la puerta.

- Ah, ustedes deben ser los Mirmidones- Luca, que había abierto la puerta, les sonreía amablemente- pasen los estábamos esperando- dijo haciendo un ademán con la mano para que entrasen.

- Muchas gracias- dijo Cedric devolviendo la sonrisa- vamos muchachos- dijo al tiempo que miraba a sus amigos y se adelantaba a entrar, al ver esto Ron se apresuró para estar a su lado, el había visto como algunos de los guardias que habían ido a recibirlos a la playa habían hecho "amistad" rápidamente con Seamus y Nott y pensó que lo mejor era no despegarse de su joven y apuesto novio (yui: algo sobreprotector el muchacho jejeje n.n Frine: oye, con tanto chico guapo en esta historia, uno tiene que cuidar a la pareja jeje).

- Seamus… espera- llamó de improviso Nott al chico que se había separado repentinamente de él para seguir el ejemplo de los otros dos Mirmidones.

- Qué sucede?- cuestionó Seamus viendo que su amigo se había quedado de pie sin moverse.

- Bien… es que yo quería…- Nott guardó un momento de silencio- bien… yo quería decirte que…- un pequeño rubor se estaba adueñando de sus mejillas, y se sorprendió al ver como Seamus se acercaba hasta quedar a unos centímetros de su oreja.

- No te preocupes Teddy- una pícara sonrisa se formó en su rostro- prometo no revelar tu pequeño secreto- después de decir esto Seamus se dirigió a la entrada del cuartel- qué esperas Nott?- dijo Seamus al ver como su amigo seguía inmóvil- apresúrate, no los debemos hacer esperar- agregó con una pícara sonrisa al tiempo que guiñaba un ojo.

- Sí, ya voy- Nott se encaminó hasta donde se encontraba su amigo, mientras una pequeña sonrisa de resignación se hacía evidente en su rostro- bueno, será mejor que hable con él luego, creo que como siempre no he escogido el momento adecuado para hacerlo…-pensó resignado el chico de ojos oscuros al tiempo que entraba junto con el otro muchacho dentro del cuartel cerrando la puerta tras de sí.

Una vez dentro del lugar, los cuatro Mirmidones se encontraron con seis chicos que formaban parte de la Guardia Real de Slytherin, todos sentados en unos cómodos sillones, que alrededor de una mesa de madera, en la cual habían colocadas algunas bebidas (yui: cabe aclarar que no eran bebidas alcohólicas ya que se encontraban de guardia n.n jejeje Frine: que desperdicio de bar u.u pero no se escaparán de conocer su mercancía de calidad jeje), enseguida el chico que les había abierto la puerta les dijo que se sentaran donde gustaran, al tiempo que él lo hacía junto a un chico de negros cabellos, siguiendo su ejemplo los Mirmidones tomaron asiento, Ron y Cedric se sentaron juntos, ya que parecía que el pelirrojo había quedado pegado al castaño por algún tipo de hechizo, Seamus aprovechó y se sentó cerca de los dos soldados que había visto en la playa ese mismo día, con Nott sentándose no muy lejos de él. Una vez que todos estuvieron acomodados, el chico de cabellos oscuros decidió hablar.

-Bien, ahora que estamos reunidos- Blaise fue el primero en tomar la palabra- considero que lo primero que debemos hacer es presentarnos- después de que todos los presentes asintieron prosiguió- yo me llamo Blaise, él es Luca- dijo al tiempo que señalaba al joven castaño que se encontraba a su lado, era el mismo que les había abierto la puerta- ese de ahí- dijo al tiempo que señalaba a uno de los jóvenes sentados a un extremo de Seamus- es Leandro.

-Encantado- respondió el aludido.

-A su lado está Marco- que se encontraba justo junto a Nott.

-Mucho gusto- dijo al tiempo que sonreía.

-Y ellos dos- dijo señalando a dos chicos que eran tan idénticos como dos gotas de agua, que se encontraban sentados el uno junto al otro- son Carlo y Bernard.

- Es un placer- dijeron al mismo tiempo ambos jóvenes.

-Es un placer conocerlos a todos ustedes- respondió el pelirrojo, que siendo el más grande del grupo y siendo el segundo al mando, consideró que era su deber presentar a sus hombres- si me permiten ahora, creo que es nuestro turno de presentarnos- dijo solemnemente- mi nombre es Ron, él es Cedric- dijo dirigiendo una pequeña mirada al joven sentado junto a él- el que se encuentra sentado a un lado de Marco es Nott y ese otro de ahí es Seamus.

-Encantados de conocerlos- dijo Luca- aunque… yo creí que ustedes los Mirmidones era un grupo aun más grande.

- Oh… pero sí que lo somos- intervino rápidamente Cedric- los demás se reunirán con nosotros un día antes de la ceremonia- explicó el chico- llegarán con los reyes de Gryffindor.

-Bien, entonces- Blaise había retomado la palabra- les voy a explicar el motivo por el cual los cité –miró a su audiencia que lo miraba expectante y continuó- hemos decidido realizar unas despedidas de soltero.

-Eso me parece perfecto!- dijo Seamus con una gran sonrisa- cómo lo vamos a organizar, es decir, donde lo podemos llevar a cabo?

-Nosotros nos hemos adelantado a eso- dijo Luca, sacando un pequeño plano y colocándolo al centro de la mesa, lo cual ocasionó que todos se acercaran- como pueden ver este es un pequeño plano del castillo, tanto en la parte este, como en la parte oeste, se encuentran dos habitaciones que tenemos la completa libertad de usar, ambas son del mismo tamaño, así que no importa cual elijamos de todos modos las dos son iguales.

-En ese caso, sino les molesta tomaremos la habitación que se encuentra en la sala este- dijo el pelirrojo.

-Muy bien, en ese caso nosotros nos quedaremos con la del ala oeste- dijo Blaise- ahora con respecto a las bebidas, ustedes saben, la cerveza y lo demás- el chico hizo una pequeña pausa, en la cual observó rápidamente a sus compañeros, para asegurarse de que lo escucharan, y siendo así prosiguió- puesto que nosotros conocemos muy bien la ciudad creemos que es mejor que nos encargáramos de ellas, conocemos un bar- al decir esto sonrió en complicidad con los demás miembros de la guardia real- el Bar Bamboocha, ellos nos han, ejem, provisto en diversas ocasiones y estoy seguro que no nos fallaran en esta, jejeje (Frine: gracias yui ;.; le pusiste al bar el nombre que yo quería snif snif me siento realizada).

- Eso me parece perfecto- esta vez fue Cedric quien habló- entonces creo que es justo que nosotros nos encargásemos de la música.

-Pero no creen- intervino Leandro- que sería un poco tedioso el contratar músicos para cada fiesta?

-Por eso no te preocupes- dijo Nott dirigiendo su oscura mirada hasta donde se encontraba el chico- en nuestro reino se ha producido un ingenioso invento que nos permitirá prescindir de ellas.

- Y¿cómo se llama su maravilloso invento?- cuestionó Bernard.

- Reproductor de Cd's- dijo orgullosamente Seamus- es realmente muy efectivo, nosotros lo hemos usado ya en varias ocasiones y no nos ha fallado (yui: sabemos que es imposible que en esa época exista ese tipo de tecnología, pero si ya hemos hecho uso de algunos elementos fuera de época uno mas no perjudica, jejejeje n.n Frine: sobre todo en esta ocasión tan especial para amenizar dichas celebraciones jeje n.n).

- Así es- Nott prosiguió con lo que decía Seamus- hemos traído dos de pura casualidad y nos pueden servir para esta ocasión, y también bastantes discos para que no se pierda el ambiente en cada fiesta, de todos modos nuestro Rey ha dicho que traería unos cuantos Cd's más, le encanta la música.

-Muy bien entonces, creo que eso es todo- puntualizó Blaise- nos reuniremos nuevamente mañana para aclarar detalles y asegurarnos de que todo este listo.

-Bien- dijo el pelirrojo poniéndose de pie- entonces nosotros nos retiramos, estamos seguros que ustedes deben de estar ocupados y ya les hemos quitado parte de su tiempo.

- No te preocupes por eso Ron, ha sido todo por una buena causa- dijo Carlo riendo- nos veremos luego- después de despedirse de los Slytherianos, Ron, Cedric, Seamus y Nott, se dirigieron de nuevo a sus habitaciones.


Ya había pasado bastante tiempo desde que Sirius y Remus decidieron dar una vuelta por el jardín, así que ambos decidieron, mas bien debería decir, que debido a insistencias de Sirius, fueran a la habitación a, digamos, recuperar el tiempo perdido. Una vez ahí el de largos cabellos se apresuró a cerrar la puerta, ya que por nada del mundo quería que lo interrumpiesen mientras se encontraba con Remus, y condujo a su ahora prometido hasta la cama donde ambos se recostaron, ambos jóvenes se abrazaron, Remus recostando su cabeza en el pecho de Sirius, al tiempo que éste lo rodeaba con los brazos.

-Esto es lo que más extrañé- dijo Sirius rompiendo el silencio- extrañaba el poder abrazarte de esta manera, el poder estar tan cerca de ti.

-Yo igual lo extrañé mucho, Paddy- el joven castaño se había levantado ligeramente depositando un beso en el cuello del de ojos grises.

-Mmmm, eso se siente bien-ante tal respuesta, el de dorados ojos volvió a repetir su pasada acción, agregando algunas caricias en el pecho de sus amado- eso es aún mejor…

-Y ten por seguro que va a mejorar- Remus se había levantado y puesto arriba de Sirius para depositar un apasionado beso en sus labios.

-Te dije que era una buena idea venir aquí- dijo el ahora rey de Slytherin una vez que Remus hubo abandonado sus labios, para ocuparse de llenar de besos todo espacio libre de prendas que pudiera encontrar- aah...una….aah….magnifica idea.

-No sabes cuánto te he extrañado- dijo sin dejar de besar al moreno- te demostraré algunas de mis mejores técnicas- un tono pícaro se había hecho evidente en la voz de Remus, al parecer toda la pasión y el deseo contenidos estaban haciendo acto de presencia en ese instante.

-Ooooh Dios¡ Remus, no acabe duda de que eres un apasionado guerrero!

Cabe decir que lo que hicieron en ese instante demostraba lo mucho que se amaban y que en verdad había pasado mucho tiempo desde su último encuentro, así que decidieron dejar libres todas las pasiones y disfrutar libremente de su amor y pasión desenfrenada, por el tiempo que les fuera necesario, ya que bueno, el día es largo. (yui: yo llamo a eso v-i-t-a-l-i-d-a-d, aun no entiendo por que deletrear, pero jejeje es divertido n.n Frine: y tanto que te quejabas, y sí, son jóvenes y con muchas energías n.n).


Harry caminaba bastante distraído por los alrededores del castillo, había decidido salir a los jardines después de haber recorrido los pasillos del castillo sin encontrar nada divertido. Pasó cerca del cuartel de la Guardia Real y miró divertido como dos chicos gemelos discutían sobre algo de haberse encubierto en una guardia o algo así. Siguió caminando mientras comía la manzana que le había ofrecido en la cocina un sirviente muy servicial (yui: valga la redundancia ¬.¬ Frine: ¬.¬ me entendiste), un tal Dobías, donde había llegado por accidente, cuando de pronto, escuchó unas carcajadas provenientes de lo que supuso era un pequeño campo de tiro al blanco, y curioso como era, se dirigió hacia allá.

-Vamos Leandro, no te muevas- reía Draco divertido mientras sostenía un arco en sus manos, se inclinó y tomó una flecha del suelo- si te mueves no respondo de los resultados –se burló malicioso el rubio al ver la cara de nerviosismo del joven guardia.

-Por favor, Príncipe Draco, tal vez no sea buena idea –trataba de escapar Leandro con cierto temor en sus ojos negros- nunca había escuchado eso de colocar una manzana en la cabeza y dispararle una flecha para atravesarla.

-Acaso tienes miedo Leandro? –cuestionó un chico que se encontraba sentado un poco más allá junto a la entrada, Draco los había detenido cuando pasaban en su ronda para divertirse un poco. Conocía sus habilidades y sabía perfectamente que no les haría daño.

-No Marco, no tengo miedo –aclaró con la voz temblorosa el elegido. Draco sonrió.

-Me alegra escuchar eso Leandro, ese es el espíritu Slytheriano jeje –tomó su arco y preparó la flecha. Miró la manzana sobre la cabeza del chico castaño y se concentró. Cuando de pronto…

-Buenas tardes, Príncipe Harry –saludó Marco levantándose de donde estaba y haciendo una reverencia al ojiverde que se encontraba en la puerta del lugar mirando con interés lo que sucedía. Draco se distrajo solo un segundo pero fue suficiente, la flecha se disparó pasando a escasos centímetros de la cara de Leandro, quien sintió que hasta ahí había llegado, para luego perderse un poco más allá.

-Harry… -murmuró Draco mirando hacia la entrada, cuando un pequeño grito de dolor llamó su atención, retiró su gris mirada del Gryffindoriano y corrió hacia el lugar de donde había provenido tal lamento. Draco se acercó seguido de Marco y ambos estallaron en carcajadas al ver la escena frente a ellos.

-Vaya Luca, eso es mala suerte jajajaja –se carcajeaba Marco, cuando Leandro pudo reaccionar después de sentir la flecha rozarle, se acercó a su compañero y también rompió en sonoras carcajadas.

-No es gracioso ;.;–se quejó el joven –yo solo estaba recogiendo las espadas que se me habían caído (yui: ya me lo estropearon ;.;).

-Oh Dios Luca lo siento tanto! – se disculpó Draco aunque intentando contener la risa, se inclinó junto al joven, tomó la flecha entre sus manos y jaló para retirarla de salva sea la parte.

-Si la flecha no fuera de entrenamiento no hubieras podido sentarte en un buen tiempo –bromeó Marco mientras Luca se levantaba y frotaba su trasero.

-Aún así dolió ;.; -se medio quejó Luca.

-Será mejor que vayas a que te revisen Luca, por favor chicos –Draco miró a Marco y a Leandro- acompáñenlo y avísenme cualquier cosa- pidió el rubio.

-Por supuesto Alteza –respondió Marco para inmediatamente abandonar el lugar ayudando a Luca, junto con Leandro, a llegar hasta el médico. Inmediatamente el Slytheriano se giró hacia la figura en la puerta.

-Lamento haber interrumpido n.nU –se disculpó Harry apenado por lo sucedido.

-No te preocupes –sonrió el rubio. Draco sintió una gran emoción al ver a su chico de nuevo pero se controló perfectamente- son flechas de entrenamiento, no se lastimó, bueno, solo su dignidad- dijo mientras levantaba una flecha para que Harry la viera. Draco contemplaba al ojiverde con verdadera adoración pero previendo la incomodidad de Harry se giró y empezó a recoger las flechas tiradas en el piso- Espero disfrutes tu estadía en Slytherin. Es una gran temporada, llegan muchos turistas para disfrutar de las hermosas playas.

-Gracias… -Harry dudó pero se acercó a ayudar al rubio a recoger las flechas mientras lo miraba, una extraña sensación lo invadió al contemplarlo pero no supo reconocerla, Draco era muy bello, su piel blanca, su cabello rubio y esos ojos tan fríos pero a la vez tan profundos y enigmáticos, en definitiva no estaba enamorado ni sentía nada por él, pero no dudaba que pudiera llegar a sentirlo.

-No te molestes, yo las recojo –Harry dio un respingo por las palabras del rubio al sacarlo de sus cavilaciones –Hace cuanto llegaron? –preguntó el Slytheriano mientras guardaba las flechas en un carcaj.

-Hace unas horas, hubiéramos llegado antes pero tu hermano se perdió al ir a recibirnos.

-No es cierto –rió el rubio- de verdad se perdió? Jajaja.

-Por qué es tan divertido? – preguntó algo confundido el moreno- Digo, si me parece extraño que se pierda en su propio país pero…

-Pregúntale a Remus –rió divertido el rubio. Pero antes de que pudiera continuar una voz los interrumpió.

-Príncipe Draco, los caballos están listos –anunció Blaise desde la entrada –oh, lo siento, no sabía que estaba acompañado –se disculpó al ver al ojiverde.

-No te preocupes Blaise, enseguida voy –respondió el rubio, Blaise hizo una reverencia a ambos Príncipes y se retiró.

-Vas a salir? –preguntó curioso Harry.

-Sí, verás, debido al enlace de Sirius el pueblo, por tradición, realiza festividades una semana previa a la ceremonia y una semana después de ésta. Esta noche en particular los dueños de los viñedos abrirán el vino que cosecharon el día que Sirius nació para que un miembro de la familia acuda a dar su acuerdo o desacuerdo para que sea servido en la recepción, es el regalo que el pueblo hace, es una tradición de generaciones. Esta vez me lo han pedido y debo presentarme –Harry escuchaba con atención la explicación que Draco le daba.

-Vaya, es una tradición muy bella.

-Te… gustaría acompañarme? No tardaremos –sonrió nervioso el rubio ante la propuesta, deseaba que Harry aceptara, así podría pasar más tiempo con él.

-Sí, me encantaría, solo debo avisar a mi escolta –aceptó el Gryffindoriano deseoso de poder experimentar las tradiciones de otros pueblos, eso era lo que más le gustaba de viajar a otras tierras, el conocer nuevas culturas y tradiciones, aunque no podía negar que le encantaba la sensación que la compañía de Draco le proporcionaba.

-Oh, no te preocupes por ello, Blaise nos acompañará –Draco hizo un gesto con la mano para que Harry le siguiera, el moreno dudó un momento pero terminó siguiendo al rubio y ambos se dirigieron a los jardines del castillo donde Blaise esperaba con dos caballos.

Después que Draco le avisó al general que Harry los acompañaría y de que trajeran un caballo más, los tres jóvenes partieron hacia la ceremonia del vino que se realizaba en las bellas costas de Slytherin. Debido a la oscuridad de la noche, el camino y el lugar de las festividades estaban iluminados por una gran cantidad de antorchas. Desde lejos, Harry podía escuchar la música y el gran barullo del pueblo que celebraba el enlace de su rey.

Harry iba en silencio mientras escuchaba a Draco ponerse de acuerdo con Blaise en lo que harían al llegar a la presentación, les escuchó decir algo de maniobra 24 o algo así pero no les entendió. Miró al rubio y se puso a pensar en como se había sentido antes de partir de Gryffindor, había pensado que se sentiría incómodo con la presencia de Draco pero no era así, al contrario, sentía una extraña familiaridad que le relajaba. También había pensado que Draco se sentiría mal con su presencia pero el rubio no daba muestra alguna de sentirse mal por el asunto de la amnesia, se veía tan tranquilo y controlado que Harry, en un fugaz momento que no supo de donde vino, pensó que tal vez, el amor que el rubio le había profesado tan vehementemente dos meses atrás antes de abandonar Slytherin, había disminuido o… tal vez desaparecido. Un sensación extraña lo invadió al pensar esto, algo que identificó como… tristeza?

-Draco –llamó Harry dudoso, Blaise se retrasó un poco para dar privacidad a la pareja- sobre lo que pasó hace dos meses…

-Lo siento –lo interrumpió Draco, sabía que ese momento iba a llegar tarde o temprano- no quise molestarte con mis palabras –miró al ojiverde.

-No te preocupes por eso –sonrió el moreno suavemente mientras acariciaba la crin de su caballo -lamento mi reacción también, yo… bueno, ignoraba lo que había pasado –miró al rubio- te entiendo Draco, entiendo tu reacción –Draco dirigió su vista al frente, no podía mirarle, aún dolía pero ni una sola expresión o gesto develó su pesar- a pesar de que mi padre me contó lo sucedido aún no recuerdo nada, así que por ahora no puedo ofrecerte más que mi amistad, me gustaría que seamos amigos Draco, me gustaría conocerte y pues…

-Escucha Harry, voy a ser sincero contigo, te amo y mucho –Harry se sonrojó, aquel sentimiento de pesar desaparecía ante esas palabras y no pudo evitar sonreír de manera inconsciente- y te esperaré el tiempo que sea necesario, seré paciente, como hasta ahora lo he sido –Draco sonrió y lo miró, plata y esmeralda volvieron a cruzarse con intensidad después de dos largos meses.

Minutos después llegaban al centro de la celebración, Draco le pidió a Harry que esperara un poco alejado para que pudiera mirar la ceremonia mientras él se dirigía junto con Blaise hacia una pequeña tarima. El camino hacia la tarima era franqueado por muchísima gente emocionada por tener al Príncipe entre ellos, mucha gente, en especial eufóricas jovencitas que trataban de tocar al rubio.

-TE AMO!

-QUIERO SER TU PRINCESA!

-DRACO!


Harry miraba de lejos, lo mismo solía pasarle en Gryffindor cuando salía a celebraciones. Miró como el rubio caminaba entre la multitud y como chicas e incluso chicos trataban de tocarle. Se removió incómodo, aunque no sabía por qué. Era normal no, a él le pasaba. Draco seguía sonriendo mientras saludaba a la gente, cuando de pronto alguien chocó con el moreno.

-Oh! lo siento –se excusó el joven que había chocado con Harry obligándolo a apartar su mirada de Draco.

-No te preocupes -sonrió Harry al joven que iba acompañado por otros dos chicos y tres chicas que reían y comentaban lo guapo que se veía el rubio Príncipe.

-Soy Ian- dijo el joven extendiendo su mano y estrechando la de Harry- no eres de aquí verdad? –preguntó–lo digo por el acento.

-No, soy de Gryffindor –respondió el ojiverde.

-Vaya! de donde viene el prometido del rey Sirius, eso es genial! –dijo una joven- yo soy Anne- los otros jóvenes se acercaron a platicar con el moreno- ellos son Alex, Marina, Theo y John.

-Mucho gusto, yo soy Harry –se presentó el moreno.

-Pues bienvenido a Slytherin, debemos celebrar el enlace de nuestro rey jaja –Ian llamó a una mujer que pasaba cerca con unas copas llenas de vino, las tomó y le entregó a Harry una.

-Yo no…-trató de excusarse el joven ya que él no solía beber más que en celebraciones.

-Vamos, es el mejor vino –aseguró una de las jovencitas.

-Bien, de acuerdo –terminó aceptando el ojiverde.

-Por el rey Sirius! y su prometido, el guerrero Remus! –gritaron los jóvenes a coro, Harry levantó su copa y bebió… por los dioses! ese vino realmente era el mejor que había probado, bueno… tal vez, un poco más no le haría daño. Miró al rubio que casi llegaba a la tarima y de un trago bebió su segunda copa de aquel delicioso vino.


Por fin, después de unos cuantos minutos, Draco logró llegar a la tarima, un hombre de cabellos canosos y, a pesar de su edad, de complexión fuerte subió a la tarima llevando una bellísima copa de oro en sus manos, la gente guardó silencio.

-Príncipe Draco- habló el hombre- como representante de la familia real, el pueblo le presenta el vino, cosecha exclusiva para el enlace de nuestro nuevo rey, como un regalo de su gente junto con nuestras felicitaciones- Draco tomó la copa entre sus manos, la levantó y la bebió. Todos esperaban de manera expectante.

-Mi familia acepta con enorme deleite este valioso ofrecimiento de su pueblo –sonrió el rubio mirando al hombre- el vino más exquisito que he probado! –la gente rompió en aplausos y vítores satisfechos con la respuesta de su príncipe. Inmediatamente un grupo de bailarines presentaron al Príncipe Slytheriano un par de danzas rituales para agradecer su presencia.

Una vez terminada la ceremonia, Draco saludó nuevamente a todos los presentes y se dispuso a retirarse pero algunos hombres lo detuvieron para acordar la entrega y la cantidad de vino que sería necesaria, así que mando a Blaise a buscar a Harry y hacerle compañía ya que le preocupaba que anduviera solo. Blaise fue enseguida. Quince minutos después, Draco logró librarse y fue en busca de Harry pero no podía hallarlo, hasta que al llegar detrás de un montículo de arena cual va siendo su sorpresa al encontrarlo y verlo sumamente entretenido con un grupo de jóvenes y jovencitas que reían y bailaban alegremente, Draco frunció el ceño y se acercó a Blaise que miraba la escena algo alejado y con gesto preocupado.

-Blaise, qué sucede?- cuestionó el rubio.

-Lo siento Alteza, acabo de encontrar al Príncipe y me parece que él está…-pero no pudo terminar puesto que fue interrumpido.

-Espera aquí. Harry! –llamó el rubio, el ojiverde dirigió su mirada algo desenfocada a la fuente de la voz que le había llamado.

-Hola Draco! –dijo el chico misteriosamente eufórico.

-Harry –lo tomó del brazo y lo apartó de los demás chicos que se encontraban en igual o peor estado y no lo habían reconocido, evitando con esto tener que firmar más autógrafos- estás ebrio?

-Yo… noooo… solo probé el vino y… es muy… bueno... me siento como mareado jajaja.

-Tomaste vino? –cuestionó Draco.

-Si! brindamos… por Sirius y Remus! Jajajaja.

-Por los dioses, no solo estás ebrio sino totalmente embriagado –se lamentó el rubio- cuánto tomaste?

-Creo que… ah… -frunció el ceño intentando recordar- creo que cinco copas jeje –dijo mostrando dos dedos.

-Escucha será mejor que nos vayamos –Draco hizo una seña a Blaise, tomó a Harry del brazo y ambos se dirigieron en busca de los caballos.

-Lo siento Alteza –decía el general- cuando lo encontré ya estaba así –dijo el ojiazul mirando a Harry que no podía ni caminar.

-No te preocupes Blaise, no es tu culpa, simplemente no está acostumbrado, nuestro vino es más fuerte que el de Gryffindor – sonrió Draco y decidió tomar a Harry en brazos.

-No creo que pueda mantenerse sobre el caballo –dijo Blaise mientras miraba como Harry se empezaba a quedar dormido en los brazos de Draco.

-Tienes razón, lo llevaré conmigo en Dragón, tú lleva al otro caballo –Draco subió al caballo y con ayuda de Blaise subieron al moreno para inmediatamente acomodarlo en sus brazos, una vez listos emprendieron el regreso al castillo.

Mientras avanzaban, Draco no pudo evitar mirar al chico entre sus brazos, se veía tan bello durmiendo, tan tranquilo, hubiera deseado que el tiempo se detuviera para seguir sintiendo su aroma, su respiración acompasada sobre su cuello, su simple presencia que lo embriagaba.

Sin embargo, minutos después llegaron al castillo y cuidadosamente lograron alcanzar al pasillo de la habitación de Harry, Draco sabía que si Remus les descubría seguro lo culparía de haber emborrachado al moreno y lo asesinaría lenta y dolorosamente, además de que ya era muy tarde. Y para su mala suerte, justo cuando casi llegaban a la recámara de Harry, Remus hizo acto de presencia apareciéndose por un pasillo.

-Blaise, es Remus, toma a Harry, voy a distraerlo –ordenó el rubio mientras el general se escondía con Harry en brazos tras una armadura que adornaba el pasillo.

-Draco? –preguntó Remus que regresaba a su habitación con un vaso de agua en la mano al ver aparecer al rubio del lado contrario de donde él venía.

-Hola Remus! Que bueno tenerte de regreso –sonrió el rubio para acercarse al castaño y darle un abrazo que fue enteramente correspondido por el Mirmidón.

-Me alegro de verte, muchacho, regresas de la ceremonia del vino? Sirius me platicó.

-Si bueno, se me hizo un poco tarde, pero déjame decirte que tendrán un vino exquisito para la ceremonia, en fin, luego te cuento, me imagino debes estar cansado por el viaje, será mejor que vayas a descansar –sugirió el rubio.

-Claro, tienes razón –sonrió el castaño reprimiendo un bostezo- bueno Draco, entonces te veo mañana en el ensayo, además, si Sirius despierta y no me ve capaz y arma un escándalo, ya lo conoces.

-Jaja, claro, que descanses.

-Tú igual deberías, te noto un poco nervioso debe ser por todos los preparativos- Draco sonrió.

-Algo hay de eso –aceptó poniendo su mejor cara de inocencia, que siendo un Slytherin no era muy buena, pero como Remus estaba mas dormido que despierto no lo notó.

-En fin, buenas noches- se despidió Remus para dirigirse de regreso a su habitación. Draco miró hasta que lo perdió de vista y le hizo una seña a Blaise.

-Eso estuvo cerca –suspiró con alivio el joven Príncipe, el general solo rió- Gracias Blaise, ve a descansar, lo voy a acostar.

-Bien Príncipe, buenas noches.

-Buenas noches Blaise – tomó a Harry y lo levantó en sus brazos. Entre su inconciencia, Harry se abrazó al cuello del rubio respirando con satisfacción el aroma de Draco, el cual solo se estremeció al sentir el aliento del Gryffindoriano en su cuello.

El rubio logró llegar a la puerta, la abrió y entró cerrándola tras de sí. Se acercó a la cama y depositó con suavidad al ojiverde pero no pudo levantarse puesto que los brazos de Harry seguían fuertemente sostenidos a su cuello. Trató de soltarse cuando el chico se giró con fuerza y derribó al rubio sobre la cama para dejarlo boca arriba y con el moreno sobre su pecho y muy cómodo al parecer.

-Dragón… -murmuró entre sueños el moreno, el rubio lo miró confuso y fue un impulso el que lo invadió, acercó lentamente su rostro al de Harry, pudo percibir su aliento tibio en sus propios labios, sentir incluso la humedad que desprendían los labios del ojiverde, tan cerca, casi rozando sus labios… solo un poco más… su respiración acelerándose ante la emoción de volver a sentir al chico entre sus brazos… Harry… pero se detuvo. No podía hacerlo, no era justo para Harry, estaba dormido y con amnesia, no sería de mutuo acuerdo, no podía aprovecharse de esa forma, el rubio suspiró y dejó caer su cabeza contra la almohada.

-Esto va a ser más difícil de lo que pensé…


La mañana llegó esplendorosa al reino de Slytherin y el día "E" se acercaba (Frine: E de enlace jajajaja yui: u.uU). Eran apenas las 7:30 de la mañana cuando Remus abrió los ojos, viendo que aun era muy temprano decidió volver a tratar de dormir, tarea que le fue imposible, ya que al estar tan ocupados la noche anterior, se olvidaron de cerrar las cortinas y un insistente rayo de luz de sol le impedía lograr su objetivo, vencido finalmente decidió que era mejor tomar un baño, bueno, ya que estoy despierto no veo por que no aprovechar pensó el joven castaño, al tiempo que se quitaba las sabanas y se ponía de pie, se estiró para desperezarse, cuando de pronto recordó algo, muy importante para él al parecer: no llevaba nada de ropa puesta. El motivo, pues, la noche anterior hizo mucho calor según él, por lo cual decidió dormir sin ropa (yui: OH MY GOOD¡ O.O ahora realmente puedo morir en paz Frine: MY HONEY REMUS! O.O). En un desesperado intento por cubrirse tiro de la sabana, nadie sabe quien puede estar mirando, después de jalar una de las sabanas de la cama entró rápidamente al baño, pero no se dio cuenta, ya que iba bastante deprisa, que había un baúl cerca y chocó con él, lo cual supongo debe ser doloroso (Frine: como no tienes idea ;.;).

Ay¡ me lleva el….- gritó Remus- ¿quién rayos colocó eso ahí?- se quejó el adolorido castaño.

-Remus¿por qué gritas?- el de mirada gris se había despertado por el ruido y girado a ver a su chico- que no ves que trato de dormir?- se quejó aún adormilado.

-Lo siento amor- se disculpó Remus- es que he tropezado con este baúl y no tienes idea de cómo duele- explicó el chico- ahora vuelve a dormir, te despertaré luego.

-No importa cielo- dijo poniéndose finalmente de pie- una vez que me levanto no puedo volver a dormir, ibas a darte una ducha?

-Eh?- Remus de repente, parecía estar completamente en otro mundo- disculpa qué has dicho?

-He dicho que si te vas a dar un baño- repitió el moreno- qué te sucede? pareces distraído.

-Es que…bueno…es que tú estás…- ahora un sonrojo apareció en el rostro del castaño- estás desnudo (yui: estoy en el cielo O.O Frine: yo ya estuve ahí pero es bueno regresar O.O).

-Ah¡ jejeje vaya- dijo algo sorprendido el soberano de Slytherin- no me había fijado- el moreno se acercó sensualmente hasta Remus- bueno, ya que estoy así, que te parece si aprovechamos y tomamos una ducha juntos- Sirius que ya se había acercado hasta el castaño lo abrazaba por la cintura, Remus devolvió el abrazo envolviendo al moreno con las sabanas (yui: ;.; por qué? Si yo era tan feliz antes ;.; Frine: es normal jeje no lo quiere compartir, yo no lo haría… ¬.¬ y menos contigo yui: . ).

-Me parece una excelente idea- dijo al tiempo que besaba esos apetitosos labios y jalaba a su chico al interior del cuarto de baño.

Una vez ahí, Sirius despojó a Remus de lo único que lo cubría (es decir, la sabana), y se alejó un momento para abrir el agua, una vez hecho esto volvió a su labor de besar y brindar caricias a su amado castaño. Cuando la bañera estuvo lo suficientemente llena, cerraron las llaves, Sirius entró primero, para después guiar a Remus quien se sentó entre las piernas del primero, así permanecieron un rato en silencio abrazados.

-Oye Sirius- llamó el castaño.

-Dime amor¿qué sucede?-cuestionó el aludido.

-No estás nervioso? -dijo Remus con un leve sonrojo, el cual Sirius no notó ya que no podía ver su rostro debido a que Remus le daba la espalda.

-Te refieres por estar aquí contigo?- preguntó algo inseguro.

-No, claro que no- respondió dándose la vuelta para poder mirar dentro de esos grises ojos que Sirius poseía- por la boda, no te sientes nervioso por la ceremonia?

-Pues…- Sirius dirigió su vista hacia el techo, para de nuevo ver dentro de los ojos dorados que lo miraban expectante- he de confesar que sí, me siento algo nervioso, pero también me siento muy feliz, porque sé que ahora nada podrá separarnos.

-Sirius- murmuró el castaño, para luego depositar un beso en los labios de su amado moreno- te amo.

-Yo igual te amo Remus- dijo para besar de nuevo esos dulces labios.

Después de haber permanecido ahí, por casi una hora, ya que habían ocupado un poco el tiempo en todo menos en bañarse… bien, una vez que por fin Remus decidió que habían permanecido mucho tiempo dentro de la tina, ambos se dieron un rápido baño y salieron ya completamente vestidos a la habitación (yui: realmente a mi ya me hicieron muy feliz al levantarse como Dios los trajo al mundo así que no me quejo n.n Frine: si pudieras quitar esa cara de… emocionada n.n me asustarías menos). Una vez ahí, se dieron cuenta de que ya era un poco tarde (digamos que eran como las 9 de la mañana) y como aún no habían desayunado y tenían que ir al ensayo de la boda, decidieron que lo mejor era ir a desayunar, para luego descansar un rato y dirigirse por fin al salón donde se llevaría a cabo la ceremonia dentro de dos días.


Una vez que llegaron al salón, se encontraron con todos los Mirmidones y parte de la Guardia Real, junto con Harry y Draco, quienes estaban muy concentrados platicando con Blaise y con Ron, y en el preciso momento en que ambos cruzaron las puertas todos guardaron silencio, Sirius y Remus los miraron extrañados, pero enseguida para guardar las apariencias un poco, uno de los tantos que se encontraban ahí habló.

-Y como amanecieron?- una amable sonrisa se divisó en el rostro de Ron.

-Muy bien, gracias- respondió enseguida Remus- y ustedes estuvieron cómodos?

-Sí, la habitación que eligió el rey Sirius es muy cómoda y bastante espaciosa- manifestó esta vez Cedric.

-Me alegro que les haya gustado- dijo Sirius que en ese momento estaba comiendo un poco de fruta, más bien era mucho de una sola, así es adivinaron, uvas u.u- y les ha gustado el reino?- todos los Mirmidones asintieron- y Harry, que tal tu recorrido del día anterior?

-Excelente –miró de reojo a Draco y se sonrojó- muchas gracias por preguntar Sirius, he recorrido casi todo el castillo.

-Me alegro mucho que te gustara- una sonrisa se formó en su rostro antes de introducir otra uva en su boca- aunque aún están haciendo algunas cuantas reparaciones, tú sabes, calculamos que en una semana más estará completamente restaurada- en ese instante Sirius iba a tomar otro racimo de uvas, cuando se dio cuenta que alguien más las estaba jalando.

-Sirius, creo que esas uvas son mías- dijo Draco, que en ese momento estaba tan ocupado comiendo sus propias uvas que no había dicho casi ninguna palabra, los demás comensales miraron la escena divertidos- podrías soltarlas?

-Creo hermano mió, que esas uvas me pertenecen- dijo sin perder ni una pizca de su tan amable tono que había usado hasta el momento.

-No, son mías- alegó el rubio estrechando sus ojos en una mirada peligrosa que fue correspondida inmediatamente por Sirius. Se amaban, pero las uvas eran las uvas jeje.

-Eh…. Sirius- el castaño, que se encontraba a un lado de Sirius, temiendo que este empezara una discusión por las uvas, inmediatamente buscó la forma de arreglar el problema- mira, aquí hay más- y entregándole un racimo agregó- dale esas a Draco.

-Oooh¡ muchas gracias Remus- dijo al tiempo que soltaba las uvas que en ese instante peleaba por obtener, tanto el rubio como el moreno sonrieron satisfechos.

Harry no podía dejar de mirar a Draco y sonreír, el rubio se veía muy tierno comiendo sus uvas. El Príncipe Slytheriano levantó en ese momento su mirada y la cruzó con la del ojiverde para inmediatamente sonreírle, Harry bajó su mirada sonrojado. Draco lo había atrapado mirándolo. Pero simplemente era imposible no hacerlo. Qué le estaba sucediendo? Bueno, no estaba enamorado del rubio, pero tenía que admitir y reconocer que el chico le gustaba… y mucho, tal vez… con el tiempo, podría enamorarse de él.

Así continuó el desayuno, bastante calmado y con las pláticas de todos acerca de lo diferentes que eran ambos reinos, sobre todo en las estructuras, igual hablaron de varios temas más, como técnicas de combate y de diversas competencias que se habían llevado a cabo unas cuantas semanas atrás. Una vez que todos terminaron de comer, se levantaron y se dirigieron rumbo al salón ceremonial, en el cual, los estaban esperando Severus y Narcisa para dar inicio al ensayo, ellos habían desayunado más temprano para arreglar algunos detalles con la florista contratada para el evento. Pero antes de salir, y aprovechando que estaban solos, Harry detuvo a Draco.

-Qué sucede Harry? –preguntó curioso el rubio.

-Solo… quería agradecerte por lo de ayer, no pensé que el vino fuera tan fuerte, no me acuerdo ni de cómo llegué a mi habitación pero supongo que tú me ayudaste –dijo sonrojándose ligeramente, estaba muy avergonzado por haberse emborrachado –espero no haber hecho nada vergonzoso…

-No te preocupes, solo te quedaste dormido- después de esperar por algún tiempo, Draco había logrado escabullirse de la recámara de Harry, claro que por él se hubiera quedado ahí, pero sabía que cuando el moreno despertara se armaría un huracán si él seguía allí. Como sea, había llegado a su habitación donde apenas tocó la cama cayó profundamente dormido hasta que fue despertado para el desayuno por Luca ya que necesitaban hablar con él-además, no fue nada, era eso o dejarte ahí pero no me hubiera gustado ver la reacción de Remus.

-Jaja seguro, veo claramente tu preocupación por mí –dijo irónico con una hermosa (Frine: y coqueta, aunque no lo admitiría concientemente ¬.¬) sonrisa- será mejor que nos apuremos o Remus y Sirius nos mataran –el rubio asintió con una sonrisa y ambos se dirigieron a la sala designada para el ensayo.


Después de llegar al salón destinado a las ceremonias reales, todos tomaron sus posiciones, y una vez que Severus les explicara como iba a transcurrir la ceremonia, desde donde iban a entrar los novios, el lugar de los padrinos y de que se acordara que los contrayentes escribirían sus votos, lo único que resto fue hacer una prueba rápida.

-Bien, una vez que ambos están parados frente al altar- explicaba Severus- yo preguntaré¿quién entrega a éste hombre?

-…..

-Dije, quién entrega a este hombre?- repitió Severus

-Harry, eso te toca a ti- dijo apresuradamente Cedric que estaba a su lado.

-Ah sí, yo lo entrego- respondió rápidamente el chico.

-Solo espero que eso no suceda el día de la ceremonia- dijo en un susurro Severus- después de eso, Su majestad y su prometido, procederán a decir sus votos, primero Su majestad y luego el joven Remus - cuando todos y cada uno de los presentes asintieron, Severus se apresuró a proseguir- se entregaran los anillos, yo concluiré las ceremonia y ustedes se dispondrán a salir, los seguirán los padrinos de ambos y así se dará por terminada la unión.

Una sonrisa se podía ver en los rostros de la pareja que se uniría en matrimonio dentro de dos días, el ensayo por fin había terminado y todos se disponían a dirigirse al comedor para almorzar, cuando de pronto las puertas se abrieron estrepitosamente.

-Buenas tardes! –todos los presentes se giraron para mirar hacia la puerta.

-Papá? –cuestionó Harry incrédulo mientras miraba a los recién llegados.

-James? –Remus se separó un poco de Sirius para mirar mejor hacia la puerta.

-Así es! Ya estamos aquí jajaja.

-Buenas tardes –saludó Lily.

-Papá, que bueno que llegaste! –Harry corrió a abrazar a sus progenitores.

-Veo que adelantaron su llegada, me alegro mucho, sean bienvenidos –intervino Sirius, tanto él como Remus se acercaron a saludar a los monarcas de Gryffindor. Narcisa igualmente se acercó a saludar e inmediatamente se puso a platicar con Lily para ponerse de acuerdo y salir de compras.

-Me alegra que llegaran, me imagino que no han almorzado así que por qué no pasamos al comedor?- ofreció Narcisa.

-Excelente, muero de hambre –afirmó James con una sonrisa- por cierto Remus, los Mirmidones llegaron con nosotros y ya se están instalando.

-Excelente, los visitaré más tarde.

-Entonces no se diga más, a comer! –sonrió el rey Gryffindoriano.


Y mientras las familias reales de Slytherin y Gryffindor charlaban y bromeaban en el comedor y sobre todo, ajustaban los últimos detalles para la gran celebración, en otra parte de Slytherin una nueva reunión se efectuaba. Un gran escándalo se podía escuchar en el cuartel de la Guardia Real.

-No Ron, no creo que esa música sea buena -se quejaba Seamus por vigésima segunda ocasión.

-Podemos poner la que yo había dicho –Nott se había acercado a la discusión.

-La música se va a quedar como habíamos propuesto y se acabó –sentenció Ron.

-Pero Ron! –se seguía quejando Nott- tus gustos son anticuados, los gustos de la juventud de ahora son otros.

-Acaso me están llamando viejo! –el rostro de Ron empezó a tornarse del color de su cabello logrando poner nerviosos a los jóvenes Mirmidones.

-Noooo! –trató de excusarse Seamus- era broma, jeje, tu música esta muy IN jaja, eh… nos llaman por ahí –y Seamus salió corriendo seguido de cerca por Nott. Ron solo sonrió y murmurando un "nunca falla" se alejó a acomodar los vasos y platos.

-Hey! – entró de pronto Luca- la cerveza ya viene en camino, y nos hicieron un gran descuento por ser clientes frecuentes jeje.

-Genial! – sonrió Leandro- la cerveza es lo más importante y que mejor cerveza que la del Bar Bamboocha jajaja.

-Por supuesto, para un borracho como tú jajaja –se burló Bernard.

-Y mira quien habla –interrumpió Carlo- no quiero tener que recordar lo que sucedió en tu descanso la semana pasada hermanito.

-Mejor lo dejamos así jeje –aceptó Bernard.

-Chicos, calma –pidió Blaise que traía bolsas con la botana.

-Como van los salones Blaise –cuestionó Ron.

-Listos, no te preocupes, solo falta llevar la comida, los barriles de cerveza y vino y la música que es lo que vamos a hacer justo ahora.

-Bien, todo está listo, ahora –Ron sonrió mientras todos se acercaron a la ventana con rostros maliciosos mirando hacia el castillo- solo falta esperar el momento jajajajaja- empezaron a reír todos con rostros maliciosos.

-Y… de qué se ríen? o.O –preguntó Marco desde la puerta con interés mientras tomaba el agua de un coco, ya que acababa de llegar. Sobra decir lo que recibió por ser tan inoportuno.


La tarde estaba esplendorosa, el sol se ocultaba lentamente en el horizonte y una deliciosa brisa refrescaba el ambiente. Remus y Sirius se encontraban paseando tranquilamente por los jardines del castillo tomados de la mano y disfrutando la compañía del otro.

-Vaya, esto es tan hermoso –aseguró Remus con una sonrisa tonta en los labios (Frine: ya saben, de esas que llaman de "enamorados" yui: como si ella nunca hubiera puesto esa cara ¬.¬ Frine: jamás se me comprobará jaja).

-Lo sé, es perfecto, tú, yo y la belleza y tranquilidad del hermoso paisaje –Sirius jaló a Remus y lo abrazó.

-Sirius tranquilo –rió divertido el castaño.

-Un beso cariño, solo uno.

-No lo creo, luego no te puedo controlar.

-A no? –Sirius miró malicioso a su prometido.

-Ni se te ocurra –advirtió el Mirmidón alejándose del moreno con una sonrisa divertida, sabía lo que intentaría su chico.

-Si no me das un beso por la buena, entonces será… por la mala! –Sirius atrapó al castaño y empezó a hacerle cosquillas.

-No jajaja Sirius jajaja basta no jajaja –Remus trataba de escapar de los brazos de su amado.

-Me darás un beso ahora? –preguntó el Slytheriano mientras aumentaba las cosquillas.

-No jajaja ok de acuerdo jajaj pero para jajaa ya no… puedo más –el moreno se detuvo y abrazó a Remus más cerca.

-Bien, estoy esperando.

-Siempre tan… impaciente –murmuró Remus mirando a los ojos a su prometido, se acercó lentamente y justo cuando sus labios se encontrarían con los de Sirius, un sonido proveniente de un lugar cercano a ellos llamó su atención- qué fue eso?

-Que fue… -pero no pudo terminar de preguntar. La guardia Real y los Mirmidones se acercaban corriendo en tropel y con un gran escándalo hasta donde ellos se encontraban.

-Ahí están!- gritó Seamus.

-A ellos! –gritó Bernard también.

-Pero qué? –Remus y Sirius estaban tan sorprendidos que no alcanzaron a reaccionar hasta que se vieron arrastrados en direcciones contrarias.

-A donde me llevan? Remus! –gritó Sirius desesperado mientras los Guardias Reales lo llevaban al lado oeste del castillo.

-Sirius! –gritaba Remus- Ron, qué sucede? A donde vamos?

-Ni siquiera te lo imaginas muajajaja.

Y ambos escandalosos grupos se perdieron en el castillo, la mejor noche estaba a punto de estallar. Lo último que se escuchó en los jardines fue un memorable grito de:

-DESPEDIDA DE SOLTERO!

Que emociòn! la boda se acerca y tendremos unas despedidas de solteros loquisimas con las cuales esperamos que se diviertan tanto como los protagonistas. en este capitulo podemos ver que Harry ya esta un poco mejor pero aun nos sabremos como terminara todo, asi como surge una nueva incognita con respecto de uno de los personajes, pero pronto sabremos en que terminara, jejejejeje, ah! es cierto, comose daran cuenta, el capitulo es un poco largo, pero la verdad por mas que tratamos de reducirlo pues no pudimos, jejejeje, asi que pues espero que no les moleste, y bueno como dije anteriormente al parecer habran dos o tres capitulos mas, eso si un poco mas cortos pero igual de interesantes y divertidos que los anteriores. Nos veremos pronto!

yui the vampire & Frine