Anywhere
Dear my love haven´t you longed to be free...
Segundo Capitulo
A la mañana siguiente Ethel fue despertada a las 6.30, como era costumbre, su reloj entonaba moonlight sonata para que su despertar fuese mas ameno. Lamentablemente para aquel aparato tan bien intencionado la joven no habia descansado lo suficiente, así por un momento olvidando todo el cansancio lanzó el dichoso aparato contra una de las paredes de su habitación, para luego levantarse y dirigirse de manera autómata al baño.
Luego de bañarse y vestirse se dirigió con su abultada mochila al Gran Comedor a desayunar, a ver si con algo de comida se le quitaba la horrible migraña que tenía. Como todos los días la Slytherin se sentó lo mas lejos que pudo de sus compañeros, seguramente ya habían sido avisados por sus padres acerca de lo ocurrido la noche anterior, y no tenía energía suficiente para pelear, el cansancio físico y psicológico la estaban matando lentamente. Pronto comenzó a examinar una tostada de manera minuciosa antes de comenzar a comerla, pero antes de llegar al hecho se encontró mirando hacia la mesa de profesores, precisamente al lugar donde se sentaba el profesor mas oscuro de todo Hogwarts, y sin poder evitarlo sonrió, aunque solo fue un pequeño segundo el hombre cuervo pudo notarlo, y la misma sensación de la noche anterior se apoderó de él, gracias a esa pequeña estaba vivo, pero algo en su interior le decía que no era solo agradecimiento aquel sentimiento que lo embargaba. Pero como todo momento mágico este fue interrumpido por la inoportuna presencia de Draco Malfoy frente a la antes sonriente joven.
-Buenos días Elliot ¿Una noche agitada?- preguntó el bien conocido dragón de la casa de las serpientes.
La única respuesta que recibió fue la antes minuciosamente examinada tostada en medio del rostro. Y la espalda de Ethel, quien ya se encontraba camino a la puerta del Gran Comedor... ese maldito dolor de cabeza, necesitaba ir a la enfermería.
-¡Te reto Elliot! Un duelo los dos ahora en el patio- dijo un, por primera vez en la historia de Hogwarts, rojo Malfoy.
- No tengo tiempo para tus niñerías Malfoy- lueg se dio vuelta para enfrentarlo, y le susurró, para que obviamente nadie mas escuchara- A las 12 de la noche furvus anima.
Al fin Ethel pudo salir del Gran Comedor camino a la enfermería, sin darse cuenta que una sombra negra iba tras de ella. Mientras que Draco se sentó en su puesto habitual a desayunar, tratando de limpiarse lo más dignamente que podía los residuos de mantequilla de su cara.
Unos cinco minutos mas tarde entró en el comedor, el siempre retrasado Trío Dorado, con Hermione gritando histérica por que el "par de holgazanes" la había retrasado nuevamente. Los favoritos de Dumbledore tomaron asiento y por una milésima de segundo los ojos de Potter se desviaron hacia la mesa de Slytherin, exactamente hacia el lugar ocupado por el príncipe de la casa. Últimamente Potter estaba siendo acosad por diferentes clases de sueños, desde Sirius cayendo tras el velo, hasta los mas impensables con Malfoy, siendo estos últimos los mas habituales en las pasadas dos semanas.
Harry encontraba la explicación de esos sueños en que ya no se topaba mucho con Malfoy y necesitaba desquitar su frustración y dolor por alguna vía. Las antiguas discusiones entre él y el Slytherin habían pasado a la historia, se podría hasta decir que el rubio lo evitaba, y eso lo estaba enloqueciendo ¡Hasta al quidditch había renunciado el muy ! Se dispuso a morder rabiosamente una tostada mientras pensaba en lo mucho que lograba fastidiarlo Malfoy , incluso sin darse cuenta. El león había contado en sus vacaciones que con su llegada al colegio y las peleas en contra de la serpiente podría liberara todo ese instinto torturador que llevaba dentro desde la muerte de su padrino, la manera mas sana de hacerlo era torturando a alguien que odiaba, y ya se estaba cansando de esperar que Malfoy tomara la iniciativa, situaciones extremas necesitan medidas extremas, la proxima vez que viera a Malfoy en un pasillo lo detendría y comenzaría una discusión por muy estúpida que sea. Y así siguió tomando feliz su desayuno lanzando furtivas miradas a las mesa verde-plata de vez en cuando.
Por otro lado nuestro rubio Slytherin tenía su propia discusión mental. Lo de Ethel lo tenía sin cuidado, ya lo arreglarían a la noche, pero no se salvaría de una venganza a lo Malfoy por haberle plantado la tostada en la cara. Ahora el punto crucial de su preocupación eran esas extrañas miraditas de satisfacción que le mandaba "disimuladamente" Potter cada cinco segundos. Menos mal que había tomado la sabia decisión de alejarse de las discusiones con el gryffindor, quizás que cosas le haría, si solo con esas miraditas le mandaba millones de maldiciones juntas, y no era que le tuviera miedo, no señor, el solo utilizaba su astucia para su propio beneficio obviamente… bueno a parte de haber dado su palabra de sangre limpia de evitar toda clase de peleas con él león… pero eso es otra historia. Y ahora Potter lo mira descaradamente, n iba a soportar tal descaro.
Y así empezó una pelea de miradas entre los dos rivales, todos lo que se dieron cuenta quedaron sorprendidos por el odio que reflejaban aquellos ojos. Exepto una persona, Albus Dumbledore se encontraba como siempre sonriendo, de esa forma tan molesta parecida a la Mona Lisa. El director podía ver mas allá de esas miradas de odio, tendría que hablar con Sirius a cerca de sus sospechas o quizás seria mas provechoso hablar con Ethel sobre el asunto.
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Mientras eso acontecía en el Gran Comedor Ethel se dirigía cada vez mas mareada a la enfermería, empezaba a escuchar todo muy lejos y las cosas habían pasado de ser blanco brillante a oscurecerse, haciéndola, casi, perder la vista por completo. De algo estaba segura ¡no podía desmayarse por una migraña! Al menos debía llegar a la enfermería primero…
-Señorita Elliot- ¿estaría soñando? Esa era la voz del profesor Snape, sin pensarlo mucho se dio vuelta, o esa fue su intención, ya que en el medio del procedimiento perdió el equilibrio y la conciencia.
Afortunadamente para ella, no se encontraba soñando y el profesor alcanzó a realizar un hechizo para evitar la caída, y la llevó levitando a la enfermería. Cuando la enfermera la vio no hizo ninguna de sus típicas preguntas, y ni siquiera hecho a Snape de la enfermería, seguramente el director tenía mucho que ver en ello.
Luego de que la enfermera realizara las respectivas curaciones los dejó solos en la enfermería. Sonó el timbre para entrar a clases lo que irremediablemente despertó a la joven, quien vio a su querido profesor al lado de ella, mirándola con cierta preocupación.
-Tengo que ir a clases- en ese momento se dio cuenta de que se encontraba en la enfermería, al parecer Snape la había traído, ese solo pensamiento a hizo sonrojarse furiosamente, cosa que se le hacia bastante comun últimamente, tendria que buscar una poción que evitara eso.
-No creo que sea necesario, yo puedo dispensarla con el profesor Lupin
-Pero…
-Nada, ahora se queda aquí descansando. Pasaré a ver como se encuentra cuando terminen mis clases. Le recomiendo dormir un poco.
Y así el profesor Snape salió de la enfermería con el teatral movimiento de su capa, dejando a una alumna mas roja aun y con mas ganas de ir a su habitación para crear una poción contra el sonrojo.
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En el otro lado del castillo, más específicamente en el despacho de Albus Dumbledore, se encontraban el viejo director con Sirius Black, ya desntemente vestido, pero con su mismo pelo negro, ahora brillante y liso, igual al de Ethel, claro que como bruto Gryffindor este no se había dado cuenta, por lo que la noticia que le iba a ser informada en este momento sería un shock total para él.
-Sirius… se que quizás no sea el mejor momento para decirte esto, pero así tendrás mas tiempo para asimilar la información que te daré, antes de ver a Remus y mas adelante a Harry.
-Me estas preocupando Albus¿le pasó algo a Moony¿A Harry?
-No, eso en verdad los afecta indirectamente a ellos, de quien te quiero hablar es de Ethel, la joven que salvaste ayer, que quizás sea uno de los caminos para descubrir por que volviste de la otra dimensión.
-¿Ella? Es una chica bastante extraña en verdad, cuando la vi se me hizo extrañamente familiar pero… es imposible que la haya visto antes…
-Eso debe ser por que conociste a su madre Margaret Elliot…
La expresión de Sirius era indescriptible, asombro, duda, y en esos segundos todos sus pensamientos giraban alrededor de un solo recuerdo, dieciséis años atrás.
-No puede ser…
-Ella es tu hija Sirius
Demasiadas emociones para un periodo tan corto de tiempo, terminaron con un Sirius Black desmayado.
Hasta aqui llega este chap, mas corto que el anterior pero bueno u.uU espero que les guste
Besos
Nympha Nix Nivis
Quiero agradecer a las persona que me ejaron review en el primer chap este va para ustedes, despues de un año casi: moony-chan, marissastack, galilea y zafiro any. Muchas gracias!
Y espero review de los nuevos lectores! please! nada les cuesta haer feliz a esta maniatica XD
