CAPITULO I
Los colmillos de la vampira se descontrolan
Diario de Sakura.
Esta misma noche del día de mi llegada a Japón, no podia ser mas agotodor. Tampoco pensé que las cosas serían difíciles. Al toparme con aquel chico de cabellos negros y mirada obscura no pensé que fuera a provocar algo en mi. Mi padre jamás mencionó algo parecido en el momento en que un vampiro y un humano entraran en contacto, tampoco he oido hablar algo parecido, asi que, ¿qué diablos paso en el aeropuerto?
Debo pensar seriamente en lo ocurrido en esta tarde y confienso que el primer sintoma apareció en el momento en que nuestras miradas se cruzaron, sentí un escalofrío que recorrió mi columna. Mi mente se nublo por completo sólo un momento, apenas un segundo, en cuanto ya estaba cerca de Él, en cuanto me había inclinado para ayudarlo a ponerse de pie después del fuerte jalón que hice de mi maleta en cuanto senti algo atorarse en la ruedita (me sobrepasé al usar demasiada fuerza vampirica para ser honesta), en cuánto roce un poco la piel de su mano pude sentir la energia que cruzo por mi cuerpo. Y por Dios, en cuanto acerque mi rostro al suyo, por instinto, por inercia... Me dí cuenta de su olor... Un maldito olor embriagante que jamás habia olfateado en mi vida, no puedo recordar qué cara puso ese chico en cuanto actúe así, pero no pude controlarme por un sólo minuto. De no ser por las voces que gritaban desde el otro lado del aeropuerto, seguramente habría pasado algo malo, MUY malo. Sólo recuerdo balbucear algunas palabras que tampoco recuerdo y salí huyendo de ahí.
Nada parecido había pasado antes, ni siquiera con amigos de mis padres que suelen ser combinaciones de vampiros y humanos. ¿Sería posible que...
En cuanto sintió el golpe del zapato en su cara, sintió la explosión de dolor en su frente y parte de la nariz. Con su mano reviso su cara para verificar que no había un sangrado, milagrosamente. Pero en cuanto realizaba está acción, aquellos ojos jade estaban mucho más cerca de lo que imaginó que estaban o más bien dicho, se habían acercado demasiado en cuanto se distrajo con el maldito zapato. Pero fue tan extraño para Sasuke, que aunque el mismo se reprochó por su falta de educación por no presentarse, no pudo evitar el sentirse también afortunado al ver que la chica de los ojos bonitos se le acercara tanto. Su mirada era tan distinta de lo que usualmente él veía en la mirada de otros, que se sintió fascinado por lo que estaba provocando en ella, hasta que pudo ver algo oscuro mezclarse entre ese color verde y el sentimiento de sorpresa al verlo en ese estado, algo oscuro y peligroso, algo que seguramente pudo haber asustado a cualquiera pero en Sasuke no, ese algo sólo le gustó todavía más, aunque no sabía muy bien qué era esa espesa oscuridad que comenzaba a empañar ese jade brillante.
–Lo siento, estaba distraída, mis disculpas, debo irme ahora mismo, por favor, perdona.–Ni bien balbuceó esas palabras y salió huyendo, Sasuke atónito, se quedó unos segundos ahí sentado, hasta que los gritos de una voz reconocida llamándolo por su nombre lo sacó de su ensoñación, obligándose a levantar de un salto para ir tras la chica, pero la mano de una persona en su hombro lo detuvo de su objetivo.
–¡Sasuke! Te estoy llamando desde hace rato, ¿Por qué no contestas el teléfono?... ¿Estás bien?– En cuanto volvió la mirada en la dirección que esa chica se fue, ya no la divisó más allá. La había perdido y todo por la culpa de su estúpido hermano Itachi.
La mirada de Sasuke sobre su querido hermano podía definirse en una sola palabra: odio. Sasuke pensó que su hermano no podía ser más molesto.
–Yo debería decirte eso, ¿Por qué diablos no llegabas? Hace horas que te estoy esperando.
–Disculpa, el avión se retraso por pequeños detalles. Además, creo que estuvo bien retrasarnos, parece ser que esa chica llamo tu atención.– Itachi observaba a su pequeño hermano huraño contento, de lo que llevaba de conocerlo (toda su vida) nunca vio un interés por parte de Sasuke en las chicas, no pasaba mucho tiempo con otras personas más que con su rubio amigo y su panda de delicuentes de Hebi, por lo que era bastante comprensible que se preocupara al respecto. Pero ahora que veía la molesta mirada de su hermano hacía él por intervenir en su conversación con esa chica de llamativo cabello rosa, un alivio lo inundó. Poco le preocupó ver la marca de la suela de un zapato en su cara, pero definitivamente estaba muy feliz. Al ver a Izumi que apenas llegaba al lugar con los hermanos no pudo más que sonreír como si lo iluminarán mil soles.
–¿Qué sucede aquí, Itachi? ¿Y por qué Sasuke no tiene un zapato?
Nada podía arruinar la tarde de Itachi.
–¿Cómo les fue en Europa, Izumi?
Sasuke tenía mucho interés en la experiencia que se habían formado Itachi e Izumi en el viejo continente, de haber sido posible, habría invadido el espacio de pareja entre esos dos con tal conocer esa parte del mundo, pero el tener ya una tesis que terminar le impidió por todos los medios en cumplir ese capricho.
–Oh, muy bien, en realidad tenemos mucho que contarles, fue maravilloso, la habilidad de Itachi para hablar el inglés británico fue de mucha ayuda para conocer bastantes lugares interesantes. Tendrás que esperar a que lleguemos a casa de tus padres para platicar, Mikoto debe estar ansiosa por saber los detalles.
Sasuke no pudo mas que sonreír ante esa respuesta, su madre solía ser una mujer reservada y tranquila, pero en cuanto alguien mencionaba temas de lugares desconocidos para ella, se ponia tan parlanchina que no podía evitar burlarse de esa faceta suya donde terminaba por ver a su madre tan sonrojada como un tomate. A diferencia de ella, su padre difícilmente algo le llamaba su atención, anteriormente en su niñez pensaba que su padre era mas bien estricto que amoroso, pero la edad cambia las perspectivas de las personas, por lo que pronto vió que su padre dejaba que toda esa armadura de una educación estricta, sólo protegía lo amoroso y leal que era a su familia. Y más que nada, cómo suele decir su madre, son dos gotas de agua que se entienden perfectamente. Sasuke se llevaba mucho mejor con su padre de lo que antes se llevaban en sus días de niñez.
Como usualmente se veía en Tokio, abundaban los edificios y pequeños departamentos, pero su destino estaba en las afueras de Edogawa, al límite de la ciudad de Tokyo, dónde su madre pensó que sería una buena distancia de la ciudad para estar más cerca de algo parecido al campo pero habitado, por lo que su casa quedaba algo fuera de los límites de la ciudad. En la hora y media que llevaban de camino, pudieron ingresar fácilmente a la ruta que los destinaba a la casa de la familia Uchiha, cerca de las zonas más tranquilas y acogedoras de por ahí. No estaba fuera de las zonas donde los extranjeros solían pasar para hacer turismo pero era mucho más relajado a diferencia de las zonas con alta demanda turística, por lo que no era inusual observar que cerca de su casa había posadas que daban bienvenida tanto a extranjeros como a nativos de la zona, por ello mismo, se sorprendió muchísimo al mantener su mirada en la calle en el momento en que iba a dar vuelta por unas de las calles que llevaban a su casa, sólo por unos segundos pudo ver los cabellos rosados que vio en aquella chica del aeropuerto. Inmediatamente se detuvo en la cerca del camino para observar el lugar para después hacerse tiempo para investigar.
–¿Qué sucede Sasuke?
Itachi miraba curioso las acciones de Sasuke, pudo jurar ver algo distinto en la mirada de su hermano. En el momento en que sus ojos se posaron sobre su persona, la frialdad de algo recorrió su cuerpo. Los ojos de Sasuke, por menos de un segundo, como si el tiempo se detuviera, ya no eran negros... La oscuridad intensa se torno del carmesí de la sangre y de pronto, el carmesí fue engullido nuevamente por la negra oscuridad, como si nunca hubiera existido nada más que eso, la negra oscuridad que escondía algo nuevo de bajo de toda esa espesa negrura.
Y Sasuke retomó el camino como si nada hubiera pasado.
Sakura observó el cielo nocturno de Japón con gran interés, como si las estrellas fueran a susurrar las respuestas que ella buscaba. Una vez que se tranquilizó, ordenó sus pensamientos y pensó mejor en todo lo acontecido esa tarde. Después de verificar que el papeleo para su estadía en Japón no llevaría a problemas legales, buscó un lugar donde pasar la noche después de que al contactar con la persona que debería hacerse cargo de su nuevo hogar estuviera listo para su llegada le avisará que por problemas del lugar, todavía no podía hospedarse en su nuevo hogar por lo que pasar unos días en alguna posada era inevitable. Después de ello, se encontró a la deriva hasta llegar a esa posada, que pasaba desapercibida por las casas y los establecimientos pequeños de la zona, haciéndola atractiva para sentirse más cómoda y tranquila. Su estadía en Japón parecía llevarla a una aventura que no esperaba.
Al llegar a la casa de la familia Uchiha, Sasuke pudo notar que sus padres estaban tan emocionados al ver llegar al mayor de los hermanos junto a su esposa que se asombró de ver el brillo de jubiló en ambos padres al ver el estado en que llegó la pareja. Inmediatamente, su madre Mikoto los llevó a la mesa para iniciar la cena dónde contaron los detalles que les tenían que contar, Sasuke se puso de meta cumplir con visitar algunos de los lugares que ya vieron Izumi e Itachi. Una vez terminada la cena y los detalles del viaje, decidió que podía despedirse de los adultos para irse a descansar y comenzar a soñar en bonitos ojos verdes y colores rosados que le alegrarán los sueños.
En cambio, Itachi al ver que su hermano se iba del comedor para encerrarse en su cuarto, captó esto como una señal para entablar una conversación bastante más seria con todos los presentes en la mesa.
–Padre, creo que va siendo hora de que hables con Sasuke.
Fugaku al ver la seriedad con la que cambio el tema de conversación, no pudo más que arrugar la frente en señal de confusión, Mikoto se llevó a la boca su mano en señal de sorpresa e Izumi abrió y cerro la boca como un pez. Todos quedaron en silencio por unos momentos, hasta que recayó en todos a lo que se refería Itachi. Fugaku no pudo más que expresar en su mirada preocupación al ver el destino que le deparaba a su hijo.
–No se suponía que todos los descendientes de un Uchiha puedan expresar eso con facilidad, más bien, no debería ser posible.
–Fue inconfundible, estoy seguro tanto como tú en su momento de lo que ví, parece ser que no sólo yo puedo usarlo.
Fugaku bajo la mirada a su cuenco vacío donde antes había arroz blanco y después observó a su esposa, momento en el que Mikoto le apretó el hombro con cariño en señal de apoyo incondicional para superar la adversidad. Ante esto, Fugaku asintió, se dirigió a Itachi mientras Izumi sacaba rápidamente de su bolso de mano una libreta para buscar anotaciones de su viaje y contactos. Un nuevo poder ocular estaba por despertar.
Nota de autora.
Hola a todos! Les traigo el capítulo uno, esperando que les agrade lo que viene. Muchas gracias a todas los que les gustó la introducción de este nuevo Fic que ya tenía dando vueltas en mi cabeza por comenzar, trataré de que no me lleve tanto tiempo terminarlo. Este capítulo trate de que dejarlo lo más oscuro posible, no sabia si darle ese toque o no, pero creo que es lo más indicado para lo que tengo planeado, y no se preocupen, trataré también de darle lados pintorescos en la medida de lo posible para que sea una buena mezcla de colores.
Ahora, procederé a responder los comentarios de las personitas que me alegraron el día.
Herzgy: Hola! Bienvenida, me alegro mucho que te gustará xDDefinitivamente, no sueles encontrar mucho a Sakura vampira así que espero que esté Fic sea de tu agrado hasta el último capítulo :'3
Alela-chan: Aw me alegra mucho que te gustará, me emociona cada vez que a alguien le gusta mis historias, así que espero conseguir que te guste hasta el final, y eso sí, trataré de actualizar pronto xD
Nos leemos!
