Adopción en Hogwarts
Nerwen Anarion: Ola amigas! Que tal? Espero que estén muy bien y con ganas de leer el cap, ya que no os quejaréis que ésta vez os lo he hecho bien larguito como compensación de que no puedo contestar a los reviews, lo siento, pero he preferido subir hoy el cap. que no tardar más al final encontraréis alguna respuesta a lo que se me pregunta en los reviews. Espero que os guste y que me dejéis review. Bueno wapisims hasta la próxima.
- dialogo entre personajes
- "..." pensamientos
Disclaimer: Todos los personajes pertenecen a la increíble J. K. Rowling menos Liz, que sorprendentemente la he creado yo.
Capítulo 7
Desapariciones, lágrimas y abrazos
Lo que estaba ocurriendo no podía ser verdad. Liz no había desaparecido, seguramente se encontraba escondida. Y con esa idea volvió a la sala, dónde Draco la estaba viendo con tristeza.
El chico al ver a Hermione le dio un vuelco el corazón. La vio tan apagada. No era la misma Hermione de hacía una hora, en clase de baile.
Sus ojos ya no brillaban como estrellas fugaces. Su sonrisa no iluminaba la oscuridad de su corazón y sus facciones faciales no eran las de Hermione Granger, la chica serena y alegre de siempre, sino más bien las de una madre a quien le han arrebatado lo más preciado del mundo. Su hija.
La castaña al ver al rubio, parado y con semblante serio, se imagino lo peor. Pero todavía cabía la esperanza en su corazón de que todo aquello fuera una broma de Liz y Draco, para asustarla un poco.
Corriendo se acercó al chico y perdiendo la irracionalidad y el control, lo cogió por las solapas de la camisa blanca.
El chico al ver la ira que desprendía Hermione, no la quiso detener. Sabía que se encontraba en estado de shok. Él la dejaría descargar su rabia, al menos a si se desquitaría y cuando necesitara apoyo y un pañuelo de lágrimas allí estaría él para ayudarla
- Draco por favor, dime que Liz está escondida...por favor dímelo...-Dijo la muchacha, chillando mientras alternaba golpes en el pecho del rubio.
- Herms... lo siento, pero Liz no está conmigo.- Dijo el chico, tratando de sonar lo más sereno posible.
- No me digas esto, yo sé que es mentida.-Decía mientras gruesas lágrimas rodaban por sus mejillas.
- No hace falta que sigas actuando, dile a Liz que salga y luego iremos a comer helado de chocolate.- Dijo tratando de sonreír pero fallando totalmente.
La chica al ver que Draco no decía nada y ver que su rostro permanecía serio, sus ojos se abrieron ante la realidad.
- Draco, Liz se ha ido ¿verdad?.- Dijo la chica en susurro.
Y el chico asintió amargamente. Cómo odiaba ver a una mujer llorando. Le recordaba a su infancia, cuando los llantos de su madre resonaban por toda la mansión. Haciendo que él en su cama se estremeciera de impotencia por no poder hacer nada para ayudar a su madre de aquella bestia, a la que tenía que llamar padre.
Hermione se sintió vacía y lentamente fue soltándose de las solapas de la camisa del chico y se dejó caer en el suelo. Dónde comenzó a llorar desconsoladamente.
Había fracasado como intento de madre. Y lo peor de todo era que si algo le ocurría Liz ella no podría vivir con la culpa.
Un calor la despertó de su letargo. Y notó que unos brazos rodeaban su ahora frágil figura. La agarraban con protección, haciéndola sentir segura y especial.
- Herms, tranquila... ya sé que te sientes mal, por la huida de Liz, pero estoy seguro que solo ha ido a dar una vuelta.- Decía Draco, mientras acariciaba su espalda.
- ¿Y si le ha ocurrido algo?.- Decía mientras nuevas lágrimas empezaban otra vez a surcar sus ojos.
- Eso no lo sabremos si no la buscamos. Y me gustas más cuando sonríes. Sabes que decía mi madre:
- Por mucho que llores nada se arreglará, por que las lágrimas solo sirven para estropear el rostro. Por eso te pido que te levantes, te laves la cara y regreses aquí otra vez. ¿De acuerdo? .- Dijo el chico mientras la levantaba y secaba sus lágrimas con el pulgar.
- De acuerdo, pero prométeme que buscaremos a Liz.- Dijo con voz trémula por el llanto.
- Claro Herms eso ni se pregunta. Soy su papi.- Dijo sonriendo tristemente.
- Claro y yo su mami.- Susurró, la chica antes de entrar en el baño.
Minutos después los dos chicos se encontraban buscando a la pequeña niña por todos los pasillos de Hogwarts y de momento no había rastro de Liz, y eso solo incrementaba nervios en los Premios Anuales.
Constantemente se preguntaban dónde podía ir una niña de seis años y en aquel lugar no es que hubiera muchos lugares divertidos.
Después de llevar ya una hora buscando. Hermione ya no se aguantaba más, necesitaba encontrar a la pequeña.
Cuando de pronto una sonrisa asomó en los labios de la Gryffindor. Tenía la manera perfecta de encontrar a Liz, a sí que por sorpresa de Draco se levantó.
- ¿Herms que ocurre?.- Dijo el rubio extrañado por la reacción de la chica.
- Ven, corre, tenemos que ir a la torre de Gryffindor, cuando lleguemos allí, te contaré lo que ocurre.
Así que los dos emprendieron rápidamente la marcha hacía Gryffindor. Al llegar Hermione pronunció la contraseña.
- Dulces de fresa.- Dejando paso a la chica a la estancia escarlata.
Mientras tanto Draco prefirió quedarse afuera. Aunque había cambiado, todavía le quedaba un poco de orgullo y prefería no entrar a la jaula de los leones, nunca mejor dicho.
Entretanto una castaña desesperada buscaba a sus dos amigos, Harry y Ron. Necesitaba encontrarles como fuera. Y en aquel momento vio a Harry sentado en una esquina hablando amenamente con Melisa Barton una chica de sexto.
Al verlo, empezó a correr hacía a él. Interrumpiendo la charla que mantenían Harry y Melisa.
Harry al notar su presencia, se giró para encararla y poder prestarle atención a su mejor amiga, que aunque días pasados había sentido atracción pasajera por ella solo la veía como una hermana y fueron cosas del momento y también la gran boca de Ron.
- Bueno cariño me voy.- Dijo Melisa besando los labios del joven y dejando una sorprendida Hermione. Aunque de aquello ya hablarían otro rato.
- Adiós Hermione.- Dijo la chica despidiéndose amablemente.
- Adiós Melisa.- Se trataban tan formalmente porque aunque no fueran grandes amigas, Hermione le había estado dando clases.
- Y... dime Hermy ¿deseas algo?.- Dijo viendo el nerviosismo de su mejor amiga.
- Harry me tienes que prestar el mapa del merodeador por favor.- Dijo la chica sin perder tiempo.
- Pero Herms¿Para que lo quieres?
- En estos momentos no te lo puedo decir, pero por favor déjamelo.- Dijo mientras los ojos se le empañaban.
Harry al ver la desesperación de su amiga por el mapa, desistió en preguntarle por las razones de la urgencia. Así que sin decir nada se levantó y subió rápidamente.
Al cabo de unos instantes un agitado Harry bajaba torpemente por las escaleras. Al llegar al último tramo de las escaleras, se lo lanzó a Hermione quién lo cogió al vuelo.
-Cuídamelo ok ¿Herms?
Gracias por confiar en mi, no te defraudaré.- Dijo la chica mientras le sonreía y emprendía una rápida salida hacía la puerta de la sala común.
Draco que en aquellos momentos se encontraba mirando burlonamente a unos Gryffindors de primero, que al verlo se habían asustado, huyendo en dirección contraria.
Cuando de repente la puerta se abrió y apareció Hermione, sonriendo y con una mirada más serena.
Al ver al chico se tiró a sus brazos donde un atónito Draco la recibió.
- Y dime Herms¿me vas a contar tus locuras o tengo que adivinarlas?
- Ay Draco... tú siempre tan gracioso...-Dijo la chica mientras se separaba del abrazo y le mostraba el mapa.
- Esto nos ayudará a encontrar a Liz.
- Ehem...no es por nada... pero me parece que los pergaminos todavía no tienen inteligencia.
- No es un pergamino normal y corriente. Ya lo verás.
Tras decir una frase que el chico no acabó de oír, el pergamino empezó a llenarse de puntitos, escaleras y muchos, muchos pasadizos. También se percató que aparecían puntitos con nombres.
- Es verdad, es como un mapa. Y si no me equivoco seguramente pertenece a Potter.-Dijo con voz de asombro y a la vez de rencor.
- Pues no, no te equivocas. Pero que más da Draco, olvídate de los prejuicios, lo importante es encontrar a Liz.
- De acuerdo.- Dijo con voz vencida.
Y así los dos se dispusieron a encontrar a Liz. Grata fue su sorpresa, al encontrar el puntito con su nombre. La felicidad embargó sus cuerpos. Pero al ver donde estaba la niña desaparecieron sus sonrisas.
¿Qué hacía Liz en las mazmorras!
Se tenían que dar prisa o los dos pagarían las consecuencias. Solo faltaba que Liz fuera encontrada por Snape, con el carácter que tenía el hombre...
Se las verían crudas para salir de este lío, si es que salían.
El rubio y la castaña se dirigieron una mirada de pánico y los dos salieron corriendo dirección las mazmorras.
Si ser madre eran aquellas aventuras tan entretenidas se plantearía tener hijos en un futuro muy, muy lejano. Aunque la sensación de cariño y felicidad cada vez que era llamada mami, o recibía un abrazo era indescriptible.
- Herms, que camino escogemos¿el de la derecha o el de la izquierda?
- A ver según el mapa Liz se encuentra en el de la derecha.
- Pues vamos, la tenemos que encontrar como sea, el despacho de Snape está cerca.
Draco que era el que más conocía las mazmorras iba delante y Hermione lo seguía detrás dándole las indicaciones para seguir.
Y justo cuando quedaban cinco metros para encontrarse con Liz, apareció su peor pesadilla.
- Buenas tardes señor Malfoy... Granger.-Dijo el profesor de pociones pronunciando despectivamente el nombre de la última.
- Buenas tardes tenga profesor.- Dijo Draco amablemente, no por nada Snape era su padrino.
- "MIERDA".- Pensaron los chicos a unísono, la suerte no era su fuerte. Justamente se lo tenían que encontrar, y conociéndolo no sería fácil que los dejará.
- Dígame señorita Granger¿donde iban con tantas prisas?.-Dijo maliciosamente, poniendo en un aprieto a la castaña.
- Aaahhh...bueno... es que...Malfoy-Empezó a balbucear no se le ocurría nada, no servía para mentir ni para ser actriz.
- Profesor no se preocupe, Granger me estaba persiguiendo, para darme los folletos del baile. Y yo para escaparme de sus molestos chillidos, me he puesto a correr, pero se ve que la gente como ella no entiende que los Malfoy no trabajan en cosas sucias.- Dijo el chico lo más fríamente posible. Al menos le sirvió de algo estar en Slytherin.
- Muy bien señor Malfoy. Tranquilo yo lo entiendo, la tengo en clase.- Dijo siseando malévolamente. Y mirando a Hermione despectivamente.
El profesor que parecía haberse tragado la mentira que Draco había expuesto, retomó su camino.
Los chicos que ya suspiraban aliviados, se vieron otra vez expuestos en la cuerda cuando Snape, retrocedió.
- Ah señorita Granger, se me olvidaba, 20 puntos menos para Gryffindor por chillar y correr en los pasillos. Aunque sea Premio Anual no se le es permitido, tal desfachatez.- dijo burlonamente. Le encantaba fastidiar aquel trío compuesto por Harry Potter, Ron Weasley y como no la sabelotodo Hermione Granger.
Por fin el huraño profesor de pociones había desparecido completamente de sus vistas.
- Será maldito, me castiga a mi y a ti encima te felicita. Sin embargo gracias Draco, has hecho una fantástica actuación. Aunque la que haya salido malparada haya sido yo, te lo agradezco.
- Lo siento Herms, era la única excusa que me ha parecido creíble. Draco Malfoy y Hermione Granger peleándose no es ninguna novedad. Y por lo que parece Snape también lo ha creído así.
- Bueno y por fin podremos encontrar a Liz, se supone que tiene que estar por aquí.
Los dos chicos miraban atentamente cada lugar de las mazmorras. Aunque no había rastros de la pequeña.
- Liz...Liz...¿dónde estás?- Decía una Hermione intranquila por no encontrar a la niña.
- Sal princesa, somos papi y mami.- Decía Draco.
Mientras avanzaban por el largo pasillo, se percataron que en el fondo había un armario, Y al acercarse percibieron que se oían como pausados sollozos.
Hermione esperanzada de que se pudiese tratar de Liz, empezó a correr directa al armario, seguida de cerca por un Draco optimista.
Al estar enfrente del armario, dio un largo suspiro y sin pensárselo dos veces y de un tirón abrió las puertas del armario.
Y que sorpresa se llevó al ver que estaba vacío, pero su instinto de "madre" y el mapa del merodeador le indicaban que la niña se encontraba allí adentro.
- Liz, cariño quítate la capa, mami está aquí. Nadie te hará daño.
Lo que sucedió después alegro a Draco y Hermione. La pequeña niña apareció en el armario, encogida y dando pequeños hipidos a causa de las lágrimas.
Hermione no tardó ni dos segundos, en coger a la niña en brazos y apretarla contra su pecho. Se había asustado tanto al ver que había desaparecido, necesitaba su risa contagiosa, despertar junto a ella cada mañana y leerle un cuento antes de irse a dormir.
La chica se puso a llorar imitando a la niña, no eran lágrimas tristes sino al contrario, eran de felicidad por haberla encontrado.
Draco al ver la hermosa escena lo único que hizo fue abrazarlas. Y al hacerlo volvió al pasado, recordando el cariño que le brindaba su madre.
Después de los minutos emotivos se marcharon a la habitación donde la pequeña Liz, ya más animada fue interrogada por una Hermione ya más alegre.
- ¿Porqué te has ido Liz?- Dijo con voz seria, mientras miraba a la niña.
- Mami, yo no me he ido, solo quería ver como bailabais. – Dijo la niña sonriente. Quería ver como papi te pisaba los pies...jejejeje.-Dijo susurrando la niña, aunque fallando en el intento ya que fue oída.
Hermione no pudo aguantarse la risa y empezó a reírse junto a Liz, contrastando con un enfadado Draco, ya que le molestaba que rieran de él. Pero tras un buen rato de seriedad no pudo aguantarse a la risa contagiosa de sus compañeras de torre y se les unió.
- Y luego cuando he salido de la torre, ya no estabais y os he querido buscar y como este cole es tan grande me he perdido y me he asustado, por eso me he escondido en el armario y como no veníais me he puesto a llorar porque tenía miedo de no volveros a ver.- Continuó la pequeña mientras se mordía las uñas.
- Bueno pero prométenos que no te volverás a ir, porque a tu mami y a mi nos has asustado mucho. ¿Vale princesita?.- Dijo un Draco alegre y abrazando a la niña.
- Claro papi, os quiero mucho.- Dijo abrazando a los dos y besando sus mejillas.
Hermione ya más tranquila se levantó ya que tenía que ir a devolverle el mapa a Harry y así de paso hablarían. Aunque tendría que usar alguna mentira por no desvelar a Liz.
- Bueno voy un momento a ver a Harry y de paso le devolveré esto. Sed buenos y no hagáis travesuras.- dijo besando la mejilla de Liz, y dándole un pequeño beso en los labios a Draco, lo que le dejó muy sorprendido.
Al salir por la puerta, Liz miró a Draco pícaramente, dejando entrever una sonrisa maliciosa.
A Draco se le pusieron los pelos de punta, aquella niña podía ser muy precoz cuando quería.
- Papi, me lo vas a contar o te lo tengo que sacar a la fuerza.- Dijo la niña bromeando.
- Que quieres decir Liz, no sé a que te refieres.- Dijo Draco queriendo engañar a la niña.
- Papi, aunque tenga seis años no soy tonta. Soy una brujita muy lista y si intentas engañarme te advierto que no lo lograrás. A si que ya me lo puedes contar o sino le diré a mami que me das muchos dulces, y sabiendo como es me parece que no le va gustar.- Dijo en tono chantajista y mirada traviesa, cosa que provocó una inmensa gracia en Draco.
- Y dime, que quieres saber... –Dijo Draco.
- Quielo que me cuentes lo que ha pasado durante la clase de baile. Y con lujo de detalles, no cuentes la versión light.
Draco quedó sorprendido de la respuesta de la niña. Para sus años era muy madura, ya que no se le escapaba ni una.
- Bueno primero de todo llegamos a la clase, y como era de suponerlo llegamos bastante tarde, llamamos a la puerta y el profesor nos dio permiso para entrar... Bla, bla, bla.
Luego de estar hablando durante más de media hora, Liz ya se encontraba cabezando y es que no era para menos, Draco había estado hablando de la clase de baile, pero no la clase que ella quería que le contara, donde salían los romances de Draco y Herms, las miradas cargadas de pasión y el beso de película.
Si no al contrario, le había relatado la hora y cuarto de la clase. Como era su profesor, la música que habían escuchado (que había sido poca), los pasos que su profesor les había enseñado. Pero no había dicho nada del interés de la niña.
Liz que ya no aguantaba más la aburrida charla de Draco, lo calló poniéndole la mano en la boca, impidiéndole que de su boca saliera sonido alguno, y sin interrupciones por medio se dispuso a hablar.
- Haber papi, a mí este trozo de la conversación como que no me interesa, yo quiero la parte donde empieza la acción, porque supongo que algo habrá ¿no?. -Dijo la niña mirándolo atentamente.
- Draco al ver que la niña no desistía, abandonó sus intentos para que la niña se durmiera.
- Ay princesa... Y yo que pensaba que te habías dormido.
- Jo, papi venga cuéntame. ¿Ya sois amigos, tú y mami?
- Sí, y desde que me perdonó soy más feliz.
- ¿Qué ha pasado hoy en la clase de baile? Y no me engañaras porqué he visto como os mirabais.
- Eh... bueno... pues...nos hemos... – Decía Draco cuando fue interrumpido.
- ¡Os habéis besado, y dime que tipo de beso ha sido, tierno, un o un beso más alasionado.
- Se dice apasionado Liz. Y el beso que nos hemos dado ha sido... Un momento... Y tú ¿cómo sabes todas estas cosas?.- Decía Draco en tono paternal.
- Ah pues las he visto en las revistas de mi primo y en las telenovelas muggles.
- Sabes papi estoy muy feliz...-Dijo abrazándose a Draco.
- Y dime ¿A qué se debe esta felicidad?
- Porque por fin tendré un hermanito.- Decía la niña mientras contaba los deditos de su mano.
- Y según mis cálculos nacerá en febrero más o menos. Porqué el embarazo de mi perrita duró unos dos meses.
Draco soltó una sonora carcajada, era inevitable no amar a esa niña.
-Ay Liz... -dijo removiendo el pelo de la niña. Primero de todo y aunque me duela decírtelo no vas a tener un hermanito, porque Herms no está embarazada y segundo es que los niños nacen a los nueve meses de embarazo.- Dijo Draco.
- Aaahhh...pero yo quiero tener un hermanito... Esta noche cuando a mami vuelva le pediremos permiso, y si ella quiere le podremos encargar un hermanito a la cigüeña. ¿ok papi?.-Decía la niña con voz ilusionada.
- Cariño me parece que Herms, no querrá tener todavía un hijo. Ella todavía es muy joven y tener un bebé es una tarea muy complicada.- Decía Draco, esperanzado de que la niña entrara en razón o ya se veía escribiendo una carta a la tal cigüeña que no existía.
- Pero papi, mami no se puede molestar, al contrario la que quizás puede quejarse es la linda cigüeña porque es ella la que tiene que traer al niño desde Paris.-Decía la niña cabezota.
- Liz, no quiero romperte las ilusiones pero los niños no vienen de Paris, ni se pueden pedir por catalogo.
- ¿Ah no¿Y de donde salí yo?. –Dijo la niña extrañada y a la vez inocente.
- "¡Mierda! Ahora si que la hemos liado, y ahora yo que me inventó para una niña de seis años..."Pensaba un atosigado Draco, es que siempre hablaba más de la cuenta.
- Papi ¿me cuentas de dónde salen los niños?
- Sí, sí... A ver... Primero papi tiene una semillita, y cuando papi y mami se quieren mucho planta la semillita en la barriguita de mamá. La cuidan con mucho amor y cariño y al cabo de nueve meses sale el bebé.- Dijo un Draco esperando, que la niña no hiciera más preguntas.
- Ah ya entiendo... Pero todavía puedo tener un hermanito. Como tú y mami os queréis, puedes plantarle la semillita.
Draco ya no sabía como distraerla, aquella niña era muy listilla.
- Vamos Liz, ya es muy tarde, ven acuéstate que te leeré un cuento
- Mmmm... yo no quiero acostarme...
- Liz si no te duermes, le vas a dar un mal ejemplo a tu hermanito...
- Vale papi, tengo mucho sueño...-Dijo la niña rápidamente mientras se acostaba y se tapaba con las mantas.
- ¿Papi me lees el cuento de blancanieves?
- Tendrá que ser otro porque yo este no me lo sé.
- Esta en la biblioteca, mami siempre lo deja allí.
Por fin había conseguido distraer a la niña. Y es que los cuentos servían para mucho.
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En la sala común de Gryffindor.
- Gracias Harry, cuando quieras te devuelvo el favor.- Dijo abrazado al chico de verdes ojos.
- De nada Hermy, sabes que estoy aquí para lo que desees. Solo me gustaría que tuvieras más confianza en nosotros, presiento que me estas ocultando algo.
La chica puso a maquinar su cerebro. Era el momento de buscar una excusa para que el chico supiera para que había querido el mapa.
- Harry, sé que esta semana os he dejado un poco abandonados, pero...- Hermione fue interrumpida por la voz de Harry.
- Hermy ¿estás embarazada?.-Dijo un Harry sin tapujos, si era verdad lo que decía Padma, quería oírlo de los labios de su mejor amiga.
- De dónde había sacado Harry que ella, Hermione Granger podía estar embarazada. Esa directa pregunta la dejó K.O, se esperaba de todo menos esa cuestión. El mundo se había vuelto loco.
- A ver Harry¿que sandeces estás diciendo?-Decía una exaltada Hermione.
Ante tal grito, la gente de la sala común que no era poca se giró expectante y a la vez interesada en la conversación que mantenían los dos amigos. No por nada eran todos unos chismosos.
La chica en ver, la cantidad de ojos por la que eran observados, hizo aumentar su furia. ¿Pero quiénes se creían?.
- "Serán cotillas..."- pensaba cabreada Hermione, la gente era capaz de todo para hacer que los demás les prestarán atención-
- ES QUE ACASO TENEMOS ALGO EN LA CARA! GIRAOS Y BUSCAOS UNA VIDA, PANDA DE CHISMOSOS!- Chilló una enfadad Herms, harta de ser el centro de atención.
Al oír tal mandato todos se giraron horrorizados, pensando a la vez que la pacífica y agradable prefecta y ahora Premio Anual había sido poseída por el mismísimo Diablo.
La chica al ver que ya no era escuchada por nadie, cogió a Harry por la manga del jersey, arrastrándola con ella, a un rincón más apartado.
Tras contar hasta diez y calmar su agitada respiración, por la sorpresa que le había causado al oír tal pregunta, se dispuso a aclarecer el rumor, que había llegado a los oídos de su amigo.
- Dime Harry, de donde sacas que estoy ¿embarazada?. Dijo seriamente Hermione.
- Bueno... a ver... es que Padma le dijo a Ron, que en clase de Aritmancia te vio, escribiendo en una lista cosas para niños, y como sé que no tienes hermanos y te comportabas de forma extraña... pues...- decía un cabizbajo Harry, cuando fue intervenido por la castaña.
- Pensasteis que estaba embarazada ¿no?- Decía una ya más tranquila Hermione, eso sería fácil de arreglar.
- Pues lo siento Harry, aunque me sepa mal por ti de momento no vas a tener un sobrinito.-Dijo una sonriente Herms.
- Jejeje, pues aunque me alegro de que no lo estés, ya me había hecho una idea a tener un sobrinito. Ya me lo imaginó diciéndome tito Harry, me lo pasaría muy bien enseñándole a montar en la escoba. Y si fuera niña, sería mi linda pequeñita, y la cuidaría de los acosadores de Hogwarts.
- Pobrecilla, lo que le espera...jejeje.
- Aaahhh ahora que me acuerdo ¿Harry Potter, no tienes nada que contarle a tu amiguita del alma?- Dijo con demasiada dulzura.
- Pues... me parece que no...- Dijo Harry controlando a su amiga, le encantaba hacerla enojar.
- HARRY JAMES POTTER! O me lo dices o tendremos que tomar medidas... un poco drásticas...- decía mientras hacía tronar sus dedos.
- Vale... vale... no te pongas así, solo te quería molestar un poco. Sabes que entre nosotros no habrá secretos. Tú y Ron son como mis hermanos.
- Ya lo sé Harry, y dime ¿que fue esa escenita de antes con Melisa?
- Aaahhh pues mira, somos novios...- Dijo un avergonzado Harry, no le gustaba hablar de sus intimidades.
- Muy bien Harry.-dijo denotando sarcasmo.
- Esto ya lo he podido ver yo, hasta aquí he llegado. Yo lo que quiero que me cuentes, es cuando empezasteis a salir.
- Verás desde que me la presentaste en la biblioteca, nos empezamos a saludar y hacernos buenos amigos. Y poco a poco se fue creando una atracción entre nosotros. Es decir nos empezamos a gustar. Hace dos días que salimos, exactamente hoy en la noche hará tres, ya que le pedí para salir, a la luz de la luna durante nuestras charlas nocturnas, para ser más exactos. ¿Complacida Hermy?
- Sí, me alegro por ti Harry. Te lo merecías, Melissa es muy buena chica y ya verás lo feliz que te hará.
La chica observó el reloj y al ver la hora que era , se levantó decidia a irse. Había estado hablando con Harry más de dos horas, tenía que volver a la sala común.
- Bueno Harry tengo que irme, que sepas que os quiero mucho.- Dijo abrazando a su amigo.
- Y dale recuerdos a Ron.
- Adiós Hermy y cuídate linda, ya nos veremos mañana a la hora del almuerzo.
La sala de los Premios Anuales se encontraba en total silencio y oscuridad. No había rastros de Liz ni de Draco, y eso ya era extraño porqué convivir con aquellos dos era como vivir con un batallón.
Y eso fue lo que le extraño a Hermione, que no se oyera ni el volar de una mosca.
¿Dónde se habrán metido esos dos?.- Se pregunto en alto a si misma al observar la sala principal vacía.
Decidió subir las escaleras que conducían a los dormitorios. Optó por ir por las escaleras de la derecha, las que conducía a su habitación.
Seguramente que Draco y Liz se encontraban allí. Como otras veces en las que Draco la esperaba despierto solo para desearle las buenas noches.
Pero se sorprendió al abrirla y ver que su habitación se encontraba vacía. Sin rastros de que nadie hubiese entrado.
Al ver que allí no había nadie decidió ir a la habitación de Draco, y esperaba encontrarlos allí. Si hubieran salido Draco le hubiese dejado una nota para que no sé preocupara.
Al encontrarse frente a la puerta del chico, llamó un par de veces y al no recibir respuesta del interior, entró. Y cual fue su sorpresa al entrar, observar que la habitación del chico se encontraba en total penumbra y silencio.
Sus ojos tardaron un poco acostumbrarse a la oscuridad de la habitación, y cuando lo hicieron pudo observar que la cama del chico estaba siendo usada por dos bultos que sobresalían en la oscuridad.
Con una sonrisa en la cara y pronunciando un leve lumus con su varita en alto, pudo obtener una visión más extendida de la habitación, y ver con sus ojos la linda imagen que se extendía en aquellos momentos ante sus ojos.
Un "padre" y una "hija", sumergidos en el mundo de Morfeo. Liz parecía un angelito, el pulgar de su mano izquierda se encontraba en su boquita y el brazo derecho caía descubierto al borde de la cama y se encontraba encogida, y no era para menos ya que la sábana no la cubría lo más mínimo.
Luego se fijó en la otra persona que ocupaba la cama y sonrió para sus adentros al ver a Draco, si con los ojos abiertos era guapo, con los ojos cerrados a su belleza se le sumaba una inocencia angelical. Se encontraba abrazando protectoramente a la pequeña, como si tuviera miedo que se desvaneciera y pudiera perderla.
Hermione al verlo sonrió, aquella imagen merecía ser retratada y ella sabía cómo.
Retratrus mostrus.- Y de su varita apareció nítidamente una fotografía que contenía la linda imagen.
Miraba de hacer el mínimo ruido, no quería perturbar sus sueños. Se acercó a la cama y los abrigó con las sábanas, cubriendo totalmente sus cuerpos. A Liz le colocó el brazo dentro la cama y besó su frente.
- Buenas noche mi niña.- Susurró, mientras acariciaba su frente y la veía dormir.
Luego se dirigió al lado de Draco, su rostro sereno daba seguridad incluso durmiendo. Apartó un rebelde mechón platino que caía encima de sus ojos y beso sus labios.
- Que descanses Draco.- Susurró, al tiempo que un repentino bostezo inundaba su boca, haciendo denotar el cansancio y sueño.
Por lo que decidió hacerse un hueco al lado de Liz, quedando así la pequeña niña en el medio de los dos adultos. Al cabo de unos minutos de haberse acostado (con ropa incluida) su respiración se volvió más calmada y pausada dejándose llevar por las alas de Morfeo.
Fin del séptimo capítulo
Ola wapas, espero que el capítulo haya sido de vuestro agrado y sino me lo decís y se irá mejorando.
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Bueno y ahora doy las gracias por sus reviews a:
Meilin Malfoy, moni moony, karen, chirru, lunatica87, Ahgness Black, Mary (gracias por los 2 reviews) DanGrint, flor, aRiFeR (gracias por el mega-review), Rocio-Lovegood (viva tus preguntas!) draquita malfoy, ro..., AleJa M, LiliMalfoyJolie, Traviesa1500AiledNadeshiko Malfoy, momiji, Hermiwg, shira, Terry MoonKlass2008, fiore malfoy(bienvenida wapa!) kiara-malfoy.
Lo siento por no contestar uno por uno y hacerlo generalmente pero era la única manera de poder subir el cap hoy y no haceros esperar.
Respuestas o dudas.
- No habéis pensado nunca en montar una agencia de detectives?
Descubriendo cosas, sois las mejores XD. A la pregunta que me han hecho muchas lectoras sobre lo de Liz, Draco y Hermione os digo que habéis acertado de lleno, espero no haber sido muy obvia.
Nadeshiko Malfoysobre tu pregunta si me gusta Shamang King te diré que exactamente no te lo puede decir porque ni me la he leído ni la he visto (la han hecho por TV?) Pero un día me leí un fanfic que me gustó mucho, ósea que indirectamente me gusta ¿no?. Bueno besitos.
- Sobre Harry y Ron se enteraran en el próximo cap ¿ok, y lo siento si no salen mucho, pero intentaré que salgan un poquito más, aunque debéis entender que los protas son Draco, Hermione y Liz.
- Os prometo que si encuentro chicos como Draco ya os los enviaré por correo. Aunque si tarda en llegaros es porque hay mucha demanda. XD
¿A qué hora os conectáis al msn, es ke nunca coincidimos. Si queréis agregadme muy contenta de hablar con vosotras.
Espero que os haya aclarado algo, y deciros que vuestros reviews me encantan y animan un montón.
Mucho besitos y abrazos. Cuidaos lindas!
Hasta el próximo capítulo.
Dejen algún review solo para decirme que tal, a ver si me animan y decido continuar. Depende de sus reviews para que ponga el segundo. ¡Me conformo con uno!
RE
V
I
E
W
S
No les cuesta nada, solo aprieten ese botoncito morado que dice go, y harán muy feliz a esta chica.
