Se me hace exageradamente estúpido el como es que tiendo a comunicarme antes que nada XD. Pero nada puedo hacer para evitármelo. ¬¬ Soy extraña y eso debe saberse. Y que mejor para confirmar.. que esto. Intento no fastidiar... ok.
Es lo ultimo que sale de mi "No vivo por otra cosa que no sea Yu Yu Hakusho" "Siento usar nombres de mis compañeros rol XD"
OK... eso es todo --U
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Capitulo Cuatro: DefiniendoUn pasillo conocido.
Oscuro como a ellos les gustaba de sobremanera.
Una mujer de cabello rubio, frente a otra mas de pelo negro.
"Ellos están fiera... Lady" La fémina rubia haciendo respetuosa reverencia para su superior. No queriendo faltar ni el mas mínimo de obediencia a ella.
"Me alegra, Asty, haces un buen trabajo"
"Muchas gracias"
La mujer de negro le dio la vuelta, colocándose un gran abrigo negro.
"Ve con ellos y has que pasen directo conmigo"
"Frente a todos los miembros de la Camarilla... ¿No es así?"
"No. Primero yo les escoltaré hasta ahí. Quiero verles en la entrada antes de"
Némesis dignó a mirarle un tanto, apenas y volviendo la mirada hacia la niña rubia testaruda. Solo examinándola... Detenidamente. Asintió... como estando de acuerdo con lo que pasaba por la mente de Asty en ese momento.
"Después de indicarles a mis nuevos vástagos... Puedes irte tras Cesar. No quiero estar viendo tu rostro así de angustiado..."
"¿Cómo dice?"
"Que te vayas ya, niña. Ayuda al pobre hombre en batalla"
O al menos, que pudiere llegar por lo que restaré de él.
"Como diga..."
Bajó la mirada, como siempre hacían con ella. Esperando que ella desapareciere de nuevo entre la general sombra de la habitación.
Daba miedo, claro. Pues normal temerle al poderío muy superior sobre el suyo.
Pero a pesar de todo lo tétrico que resultare, bajo esa fría helada apariencia inmutable, se escondía aun un alma compasiva. Pensó Asty, pendiéndose de pie. Llegado tan rápido como permitía a sus pasos ir.
Aunque aun estaba ese punto... de que Nemesis se daba cuanta libertad de leer en ella o en cualquier vástago que se le diere la gana hacer.
"Algún día haré mía esa Disciplina"
Pasó de nuevo entre el jardín negro. A los demás del mismo clan que estaban ahí haciendo de protección al sitio. Frente a la fuente elegante y hasta el destrozado carro.
Esos novatos... como gozaban de la buena vida.
Pues aún estaban durmiendo... pese a todo lo noche que ya era, y deberían ya de despertar.
"Supongo que han de estar muy cómodos..."
EL pelinegro aun sobre su compañero de cabello rojo. Y por lo que podía leer en su rostro, muy cómodo que había de estar el blasfemo sujeto. Muy suaves suspiros hechos al unísono. Dos vástagos sumamente calmados.
¿Y ellos durmiendo mientras Cesar en batalla?
Eso no era nada justo.
"Mierda..." No tenía ya nada de tiempo por perder "¡Oigan ustedes, despierten ya!"
Solicitó, mas bien ordenó. Mientras movía insistentemente por los hombros a los dos vampiros novatos. Muy poco mostraban señales de conciencia. El blasfemo de los ojos verdes poco a poco pareciendo sumamente confundido.
"Hasta que despiertan..."
"¿Pero que fue...?" Se medio incorporó, cuando igual Hiei cobro algo de despertar y se apartó de él un tanto para ello.
Un agudo dolor llegó a su mente, y dolorido en cuello.
"Auch..." Llevó su mano hasta este, encontrando nada anormal.
"Hn... que molesto.."
Ambos pudieron sentarse apropiadamente. Hiei observó como era que Kurama parecía obsesionado con su cuello. Dándose cuenta que igual... le dolía ese lugar.
¿Qué diablos era lo que había pasado aquí?
"¡Pero claro!"
¡Esa blasfema mujer había tenido el atrevimiento de golpearlos!
"Oye tu... insolente. ¿Por qué diablos es que te has dado la libertad para... esto?"
Señalaba a Kurama, cuya expresión era dolorida.
"Nos golpeas" No era que le doliere mucho "Y eso no te lo voy a perdonar"
Asty ni alterada. Les miró a ambos con ojos medio cerrados.
"Bájate"
"¿Cómo dices?"
"Que salgas de aquí. Y llévate a tu amante de cabello rojo. Tengo asuntos que atender"
Hiei se quedó petrificado ante aquellas inoportunas y fuera de lugar de palabras que ella había soltado. ¿Qué o quien era ella para decir algo así?
"N-no bajaremos hasta que nos des una buena explicación."
Bien... no valía de nada desmentir aquel otro hecho. Pues el ser dolorido y curioso de cabello rojo, no era de nadie mas. Solo de él... y eso, maltita sea, tenia que quedar claro.
"Vas por Cesar... ¿Verdad?" Interrumpió Kurama, bajando del coche de madera. Y desde la puerta abierta dándole espacio para que ella bajare y tomara sitio del conductor.
Hiei pareció molesto... pero igual bajando del lugar.
"Voy por el cretino, es verdad" hizo a un lado a Kurama, pudiendo subir bien. "Ahora, tengo algo de prisa. Así que escúchenme bien..."
"Dinos."
"Nemesis les espera dentro..." Ella señalaba el portón de la casona "Y frente a una puerta de madera negra, a ella les verá. No pueden perderse. El camino está iluminado por velas. No hay otro camino iluminado. Sigan el trecho"
"Espera... No debes darnos todo este trato de niños." Gruñó Hiei. Cruzándose de brazos y en tono exasperado reclamando. "Somos inteligentes... a diferencia de ti"
"¡Hiei calla por favor!"
"¿Por qué?" No estaba muy encantado con lo que había hecho ella hacia un rato.
Kurama debería saberlo.
Él no era muy paciente en situaciones como estas. Ni con mujeres como ella.
"AH... no se como es que Nemesis te encuentra tan interesante..."
"¿A mi?"
"Deja de hablar... tengo que irme y tus estúpidas quejas solo me retrazan"
"Ojalá y le encuentres bien" Susurró el pelirrojo. Desviando su verde mirada hacia Hiei.
¿Esto..¿Qué había sido?
Un deseo de verdad. ¿O solo burla a su situación? Difícil interpretarlo, por la fría mueca de su rostro andrógino.
Este Kurama... era un tipo muy extraño.
"Eso... espero, gracias"
"De que"
Ella arreó el par de caballos, dándose al trote despacio. Aun no quitando la vista del pelirrojo... A pesar de esta calma general en él...
"Me hace sentir el mismo temor que al verla a ella..."
Sacudió su cabeza rápidamente.
Tenía mejores y mas importantes asuntos que atender. Ese cretino de Cesar no podía dejarle solo ya mas tiempo. Golpeó de nuevo, haciendo que su transporte fuere a una velocidad un poco mayor. Una vez fuera de las cercanías.
Frío aire golpeaba su inmutable rostro.
Debía llegar, tenía que llegar lo antes posible o de lo contrario...
"No se que pueda ser de ese cretino"
Pronto perdiéndose de su vista. Internándose de nuevo por el mismo camino del que había llegado.
Hn. Menos mal que esa fastidiosa se hubiere retirado ya.
Volvió la vista hasta su compañero. Que solo miraba su retirada de frío modo. Y cuando notó que este pequeño sujeto le miraba atentamente, cambió drásticamente su expresión por una mueca mas dulce. Solo para él.
"Que dices, Hiei ¿Entramos de una buena vez?"
"No lo se..." Desvió su mirada roja, hasta el sitio que ella les había indicado. "Ese sitio no me da una buena impresión"
"Se ve decente, al menos"
"No hablaba de que se viere mal... sino..."
"Hiei... No seas paranoico y anda, vamos dentro..." De tierno, casi estúpido modo, Kurama le tendió la mano. Esperando que su negro acompañante reaccionare.
Maldito cada uno de sus movimientos. Blasfema la forma en que incluso la mas triviales de las acciones, solo él pudiere darle tal elegancia y porte. Por tres segundos, ese tiempo en que su aliento nada fue, consideró seriamente el tomar aquella invitante mano entre la suya. Y estrecharle tiempo indefinido.
¿Pero que estupidez estaba pensando?
Aparto bruscamente la vista y atenciones de ello.
Ahora no era el tiempo de andar divagando en irrelevancias así.
"Puedo ir solo, gracias" Su voz fría, entre le daba la espalda y convencía que no le hacía falta nada de ese pelirrojo.
Y mientras las frío fuere él, y mas esquivare Hiei, mejor para el pelirrojo.
"Cada una de tus locuras es encantadora" Aunque, eso eran solo palabras dadas al viento.
No tenía la mas mínima intención de decírselas cara a cara.
Dos razones simples detrás de ello...
No le ocasionarían mucha gracia a Hiei... Y... por otro lado... deseaba tener ello en intimidad. Solo algo que ese hombre de mirada roja no supiere de él.
Pronto y solo en medio de ideas vagas, tomó rumbo tras Hiei, quien ya entrado había en el intrigante lugar. Aceleró un céntimo la velocidad al andar, quedando justo al lado del vástago de ojos rojos.
El corredor estaba alfombrado, al menos, y por lo que sentía a cada paso, una muy suave cobertura.
Tanto... o tal vez mas acogedora que la que tenían ellos en casa.
Una sonrisa liviana en un rostro entretenido.
No seria mal sitio para continuar con lo que estaban haciendo antes de que les interrumpieran...
"Kurama" Le llamo Hiei, al ver de reojo aquella conocida mueca en él "Ya no ha de faltar mucho..."
Después de todo... ¿qué tan largo puede ser un corredor?
El trecho y elegante camino les hizo dar vuelta a la derecha, solo para continuar en un pasillo nada alumbrado.
Nada mas lejos a su nariz podía ver. ¿Qué no se suponía que TODO el camino debería estar alumbrado? Esa exasperante rubia les había mentido.
No que le molestare esta oscuridad, de hecho, resultaba encantadora... Sino que molestaba el hecho, de que ella les hubiere visto la cara de cretinos.
Pero ello comenzó a interesar poco, y lo irritado que estaba a ser pasado distante cuando, un par de molestas manos comenzaron a apoderarse de su cuello... a juguetear con su cabello... a colarse lo que era posible entre el abrigo largo.
Un rostro apreciado, de finos rasgos en su hombro.
Que solo en susurros bajos, de esos que detestaba el como entraban en sus iodos y le provocaban tal cosquilleo, hablaba su pelirrojo.
"A esto es a lo que le llamo ..."
"¿Idiotez?"
"No, Hiei, iba a decir... Un ambiente romántico"
"Tu idea de eso siempre tan extraña. ¿Verdad?" Un suspiro, queriendo contener todos los demás. Mientras eso que se sentía tan bien, recorría mas de su garganta sensible.
Pero por mas que deseare, realmente mandar todo al diablo y quedarse aquí, en esa penumbra junto a él, a su eterno acompañante de profundos ojos verdes. No podía.
Estaba ese pequeño asunto de la tan llamada, anunciada y presumida Camarilla.
Poco hizo para parar esto, solo queriendo bajar la intensidad y frecuencia de sus intromisiones no totalmente mal recibidas. De vez en vez, cuando lograba atrapar una de sus manos lánguidas y suaves, se encargaba de tomarla un tanto, acariciar un poco la palma de esta, y dibujar con el dedo índice.
Lo que parecía encantar al extraño Kurama, y medio hacerle relajar. Solo deseando que esto distrajere lo suficiente al obsceno sujeto.
Pero esto era arma de doble filo...
Porque, como le había ocurrido de vez en vez, tendía al delirio si se trataba de él... De aquel infame de particular presencia. Y a total atención a su amante, dejando cero a lo que le rodeaba y acontecía. A pesar de que sus pies aún movían, no prestaba mínimo interés de adonde era que le llevarían. No importaba un asunto así.
Lo que ahora importaba era kurama... Su pelirrojo amante.
Estaba oscuro, no pudiendo ver mas que negro, y a pesar de ello, en el instante en que se permitió rozar efímeramente el dorso de su mano con los labios... En ese segundo que pareció congelar... podía jurar que ver aquella encantadora mueca en el rostro del pelirrojo tuvo lugar.
Solo ambos concentrándose en el otro ser que tenían enfrente, en lo sensorial del tacto aquel.
Un calor conocido... Solo presente entre ellos dos...
"Este es el fin del camino, mis Neonatos"
Una molesta voz interrumpió... de nuevo.
"¿Pero que..?"
"Oh, siento profanar su tierno y mágico momento, pero..." Ella iba saliendo de las sombras mientras hablaba, y miraba con ojos grises a el lindo par de novatos "... Ya es hora, han venido a ver a la camarilla, y es justo lo que harán ahora."
"Hn, tu de nuevo..." Masculló el pelinegro, soltando la mano de su acompañante, totalmente irritado.
El momento, hecho trizas gracias a Némesis... Inoportuna que siempre era.
Lo se, una bendición para ustedes. También me alegra verte, Hiei..." Ella de extraño comportamiento, divertía de la pesada actitud de este bajo sujeto, mientras que por otro lado... "Y tu, Kurama. Verte me es aun mas gratificante." Una tonta sonrisa, en un rostro embelesado.
¿Ahí de nuevo ella y sus... cursilerías? Hn. Esto no era a lo que habían venido ellos.
"Nos es..." El pelirrojo elevó al techo sus verdes ojos, mientras buscaba adjetivo para terminar su hablar "Si, agradable estar aquí, aunque he de decir, que eres algo inoportuna en eso de llamarnos"
"Claro, lindo. Incluso parece cuento de hadas, pero ¿No crees que deberías... hacer lo que debes y luego dejarnos ir a kurama y a mi?" Tenían cosas que hacer... y ellas no implicaban su presencia molesta.
"Andas deprisa, Hiei. Pero no te culpo. También yo tengo mis asuntos pendientes"
"En ese caso lo entiendes bien"
"Lo hago, no te preocupe eso"
"Perfecto" Murmuró de nuevo Hiei.
"Por mi igual"
Estaba jugando con él... lo podía ver en ese rostro pálido que sonreía ante el molesto gesto de Hiei, dándose ka vuelta, quedando solo un molesto perfil.
"Un placer de encuentro siempre el que tenemos¿Verdad?" Inquirió Kurama, hablándole a ella intentando que entendiere el molesto momento que estaba haciendo vivir a Hiei.
"Siempre podría ser mejor, recuerda eso, Kurama. Buscar la perfección de todas las cosas, es parte de mi naturaleza" Y ahora, en ellos también.
"Hn. Basta de eso. ¿Piensas hacer algo?" Otra cosa que no fuere molestar. " Date prisa, no me agrada en lo mas mínimo este lugar"
"¿No te gusta, Hiei? Eso es una lástima, puede que tengas que permanecer aquí por algo de tiempo..."
"A que te refieres..."
"Nada importante, por ahora. Mi prioridad es otra" Ella recogió elegantemente su largo cabello en una coleta, y amarrándole con un listón negro, casi perdiéndose entre la demás tonalidad. Una vez terminado, miró de nuevo atentamente al par de novatos "Ya es hora de ver al consejo."
¿Consejo? Hn, seguramente aquella blasfema camarilla. Como fuere, el estaba ansioso de ver a que o quienes rayos se refería ella. Pero Némesis no se movía.
El pelinegro hizo ademán de dar orden a ella.
"Tenemos que aclarar algunas cosas antes que nada"
"¿Aclarar?" Mas perdida de tiempo "No debemos aclarar nada"
"Debemos, Hiei. Si te digo que es necesario es por que lo es"
"Hn. Solo mas perdida de tiempo"
"Hiei, deja que ella... diga lo que debe. Ha de ser algo importante" Fácil de adivinar por aquella expresión de total seriedad.
Después de todo, había aprendido a interpretar las acciones y los gestos de ella. ¿La razón? Algo confusa tal vez, pero esta mujer, pese a todo lo diferente que era de Hiei... en asuntos como este, eran terriblemente similares.
Ella apenas y un demuestre de alegría. Dado solamente a Kurama.
"Me gusta tu forma de ser, debes saberlo" Musito Nemesis.
"Solo di lo que debes"
"Además de directo. Todo un ejemplar de el clan." Pero este no era el momento para distraerse con él. Debían hablar antes que nada.
Y la mirada en Hiei irritada... Le alentó a iniciar su platica corta.
"Están a punto de ver a todos los miembros de la Camarilla. Pero ¿Saben exactamente quienes le integran? Y lo que es aun mas importante¿Cuál es su finalidad? Es obvio que no lo saben, y entrar ante ellos ignorando eso, sería una grosería tremenda... ¿Pueden entenderlo?"
"Lo hacemos" Gruñó Hiei, cruzándose de brazos de frente a ella. "Son unos sujetos molestos, pero..."
"Continua." El pelirrojo solicito.
"Eso lo se, pero deben saberlo. La Camarilla, ese conjunto de personas al que entraran a ver, está compuesto de dos representantes de cada clan. Claro, solo de los que son parte de ella. No todo clan es parte de esa ..." Pareció indagar, buscar un adjetivo para calificarle "... Asamblea. No todos tienen las mismas intenciones e interpretaciones de la No-Vida."
"¿No todo clan? Me estas diciendo que incluso son selectos."
"Como sea, para todo esto... ¿Cuántos Clanes realmente son?" Era mas que desesperante el como ella no se aclaraba a primer punto. Kurama pensó, que eso era otra mas de cosas con las que podía recordarle a Hiei. "Es importante saberlo y entender todo... esto"
"No es que seamos selectos" Todos los miembros de la Camarilla no, pero ella... "Ah, por decirlo así, no todos tienen los mismos intereses. Y no les culpo, es parte de su naturaleza"
"La naturaleza de quienes"
"De los del Sabbat"
De nuevo ese nombre. Tanto o mas intrigante que el de la Camarilla.
"He oído de ellos. ¿Acaso no son los bastardos que nos atacaron cuando veníamos hacia aquí, Hiei?"
"Ese mismo nombre."
"Defino; ..." Prosiguió ella " La Camarilla esta formada de Siete Clanes. Los Brujah. Los Gangrel, Malkavian, Nosferatu,Ventrue, Tremere, y Claro, los Toreador, nuestro clan"
"Eso es un club popular" Comento el pelinegro, algo sarcástico. Pero la expresión en el rostro de Kurama le hizo callar.
Ese demente quería seguir escuchando.
"No se si definirle así, pero es algo. Siete de Trece es buen promedio." El total de clanes "Ellos forman la Camarilla, y es así, que por el mero hecho, Ustedes, ellos y yo, nos regimos de un código, puedes incluso llamarle reglas. Denominadas ' La Mascarada' simples seis de ellas"
"¿Reglas? Hn. Me imaginaba que esto de la inmortalidad me quitaría de leyes tan absurdas. Tengo ya bastante con aquellas de la sociedad humana"
"Ese es tu primer error, Hiei"
"¿Qué dices?"
" La No-vida no se trata de diversión solamente"
Esto no era un cuento de hadas pintado de negro. Como lo habían imaginado ellos durante tantos años. Lo presentía, Hiei y él... Habían renunciado a la calma desde aquella noche. La de su abrazo como vástagos.
"Explica" Pidió Kurama, yendo mas dentro en el asunto.
"Y se clara..."
"Eso trato." Esto era realmente complicado. De verdad, les había abandonado demasiado " Decía; La Mascarada, las reglas de las que deben apegarse."
"Dímelas de una buena vez si eso es lo que quieres"
"La primera. No debes matar a otros de tus hermanos, ya que todos somos hijos de Cain. Segundo: A su corta edad, no deben hacer vasallos sin permiso. No es tiempo aun. Tres: Jamás, nunca rebelar la verdadera naturaleza sobrenatural a los mortales. Cuatro: Respetar el Dominio de otro Vampiro. Cinco: La mas importante. Totalmente prohibido el Diablerie. Si eres tan miserable como para hacerlo, puedes dar por decidida tu muerte. La Muerte definitiva."
"D-diablerie...?" Repitió confundido, mas que nada... ¿Qué era eso tan terrible como para castigarse con muerte definitiva? Y por obviedad, aquella palabra heló lo que restaba de sangre en su interior
"¿Qué diablos significa... eso?"
"Kurama, de ello, hablaremos mas tarde... durante ¿Te parece bien una cena?" Invito ella, sonriéndole a ambos. "Puedes venir, Hiei estas cordialmente invitado tu también"
"No me hace falta" Enfadado, dio perfil a ella, cruzado de brazos "Solo quiero saber que demonios es eso"
Nemesis solo podo sonreírles.
Hasta cierto punto... esa ignorancia era encantadora. Un vástago no sabiendo de ello. Pero de cualquier modo, inevitable que a final de cuentas, terminaren sabiéndolo, y tal vez, tentados a hacerlo.
Aunque, si lograba adiestrarles como se debía ellos... Habrían de convertirse en sus cazadores... Su gris vista se topó con el ventanal que estaba sobre ellos, dejando ver una luna agonizante.
"Basta de platicas, se hace tarde, y debemos entrar..."
"Al fin." Musito Hiei entre dientes.
"Así que, ya sabiendo lo primordial de esto..." A la par que hablaba, empujando con toda naturalidad una aparentemente pesada puerta negra " ... Andemos dentro." Una vez de entrar podían, ella les dio la vuelta, dando espalda a los novatos. Mientras lo ultimo de naturalidad salía de ella "Ya quiero presumirles a mis nuevos vástagos"
¿Presumir? Ellos acaso tenían rostro de ¿Antigüedades¿Artículos de decoración de interiores? Mierda ellos ni siquiera eran objetos. Mucho menos de ella.
De cualquier modo, no habían venido hasta aquí solo para al final retirarse.
Primero le siguió Hiei, andando tras cada uno de sus pasos, cruzado de brazos y ojos cerrados. Pareciendo nada importarle. Salvo, que de pronto, paro sus pasos, y medio volvió el rostro y entreabrió los ojos viendo a Kurama, pidiéndole que comenzare a andar.
Que se pusiere a su lado.
"Claro..."
Lo que restaba de luz proveniente del pasillo lo que le ayudó a llegar hasta el lado de Hiei. Luego de eso, solo un desliz pesado, la puerta cerrada, y luz cero dentro.
"¿De nuevo?"
"Que no te sorprenda, estos infelices son dramáticos"
Ambos caminaron otros tanto de pasos entre la penumbra. Hasta que, por una razón inexplicable... de repente sintieron la inmensa necesidad de parar su andar.
"Hiei... ¿Sentiste eso?"
"Una... maldita orden..." Aquella molesta sensación de acatarse a una. Pero ¿A cual¿De quien?
¿En que momento?
"Estamos aquí..." La voz de Nemesis, rompiendo el silencio.
"Presente, la reunión de esta vez." Otra mas... sonido hueco de emoción alguna. Un hombre al habla.
"Quero verles, a los elegidos de Nemesis"
"Nosotros, ordenamos visibilidad... Ahora"
Y solo hasta esta orden dada, aquella negrura en la que solo antes se distinguían el venir de varias voces, se dio luz. Candiles encendidos, por los que parecian los guardias de estos engendros. La peculiar posición de los candiles, solo alumbrando a cien a Kurama y Hiei, algo de Nemesis... y Solo las ropas de los sujetos que sobre una elegante muestra de madera estaban. Catorce sitios en total... Solo ocupados doce de ellos.
Muchos de ellos solo de trajes, o ropas nada comunes. Analizó el pelirrojo, de izquierda a derecha... en medio, dos lugares vacíos... Otros dos vestidos de túnicas negras... un rostro en sombras que a sus espaldas... algo portaba, ojos de rasgos animales. Otro que golpeteaba en la mesa, con unas manos de apariencia terrible. Casi bestial. Y ¿La vestimenta de una niña?
Esta ultima interrumpió.
"Presentaos, vástagos" Solicito, con una voz terriblemente dulce a primera instancia, pero mas lejos de ella, fría a mas no poder.
Nemesis les volvió a ver, pidiéndoles hicieran lo que les pedían ' Es bueno... ni siquiera yo se cual es su verdadero nombre'
El pelinegro se quejó. Un sonido con su garganta.
"Hiei" Solo dijo.
"Hiei que" Pidió, el ser que solo se veían ojos animales.
"Mierda..." ¿Esto tenia que ser tan molesto? "Hiei Jaganashi"
"Un nombre peculiar..." Otro de los presentes hablo, con suma cortesía "Y usted, el pelirrojo, podría decirnos su nombre ahora"
"Tu nombre, no tu sobrenombre" Masculló Hiei, enfadado. Si él había soltado aquella información, mas valía que Kurama la diere toda tal cual era.
"OH, que interesante sujeto... ¿Tiene un sobrenombre?"
"Mas que un sobrenombre... es el nombre que me define de verdad" Explico, pareciendo nervioso "Siempre ha sido así..."
"En ese caso danos los dos, hombre que sea ya, tengo prisa" Uno de tantos, parecía no poder quedarse quieto, alterado "Dinos los dos, nombres que sea ya ya ya!"
"Mi nombre... es Kurama. Como en verdad me siento. Lo que me define"
"Dinos el otro"
"Shuichi Minamino"
"Es un tanto extraño, pero suena bien... te queda" Interrumpió otro de los presentes "Aunque, si es un tanto molesto que te llamen asi..."
"Kurama te hemos de llamar"
Que seres mas extraños. Todos ellos. Kurama no les respondió, sino con un balanceo leve del cabeza. No le agradaba mucho la idea de revelar asuntos así a desconocidos como ellos.
La ya vista Camarilla, les miró detenidamente. Nadie haciendo un comentario mas.
Nemesis a ellos solo admiraba. Esperando reacción.
"Y nos dices. Nemesis, ellos de verdad, valen la pena"
"Y eso no explica... el porque les dejaste durante tantos años... ¿Cuántos fueron?"
"Setenta años" Contesto.
"Eso no tiene razón de ser."
"Les diré solo, tengo mis razones, para su bien, eso era lo mejor"
"Es estúpido dar poder sobrenatural a humanos, y dejarles a su suerte. Lo sabes. Es peligroso... estúpido e irresponsable. Me sorprende que tu lo hayas hecho"
"Se que fue imprudente, pero insisto, además de que era lo mejor para ellos, también veo con alegría que a pesar de la nula guía, supieron desenvolverse bien en la no-vida"
"Eso es un punto a favor." Calmo una mujer, igual de identidad desconocida. "No son un total error."
"Pienso lo mismo" Otro mas le afirmo.
"Entonces, es unánime"
"Los vástagos novatos, se quedan"
¿Se quedan¿a que diablos se referían con eso?
"Sabía que terminaríamos asi..."
"Solo esta vez, Nemesis. Es una suerte, que eligieras sujetos como estos..."
"La reunión de hoy, queda cerrada"
Ella sonrió discretamente a Hiei y Kurama, diciendo ya que debían salir. Pasó altaneramente entre ambos, y tomando sus hombros les guío fuera de nuevo. ¿Qué ocurría con todos ellos? El pelinegro miró a sus espaldas, viendo por ultimo el consejo. La auto nombrada Camarilla.
Antes de ver el portón negro cerrarse, con todos ellos a sus espaldas.
"Ya puedes soltarme" Ostento moviéndose de su alcance, y mirándole con recelo.
"Eso fue desagradable..."
"¿De verdad lo crees? Pienso que fueron tolerantes. Ellos no son así siempre, deben acostumbrarse"
"De cualquier modo... ¿Qué es eso de que nos quedamos?" sus palabras directas, ante la molestia que le dio el sentirse juzgado. "¿Lo notaste, Kurama? Nos analizaban... tal vez demasiado"
"Dinos... La verdadera razón por la que nos trajiste hasta aquí" El vástago de ojos verdes la miraba exigente. Esto no había sido agradable... "No puedes esconderlo, esto no era una presentación, mas parecía un juicio"
"Eres suspicaz, Kurama..." Sus palabras cortadas, ante aquel deseo por llamarle de aquel otro modo "Tienes razón, no era para eso. Pero ¿Saben? Sabía que no se atreverían a eliminarles. Son únicos. Y eso cualquiera lo puede ver"
"¿Eliminarnos?"
"Aguarda... Nos trajiste aquí, para un juicio donde se decidiría si seriamos eliminados o no? Perondona que te lo diga; ¡Pero eso es una locura!" Que era lo que pensaba? Llevándoles ante psicópatas que pretendían aniquilarles si no les parecían 'Suficiente' para aquella demencia a la que llamaban clan. "¿Qué coño hubieres hecho si hubieren intentado aniquilarnos?"
"Es lo de menos, ya te dije, se como piensan. Y si tienen el mínimo de talento para formar parte de la Camarilla, estaba segura que lo verían como yo" Ella soltó su cabello, agitándole para acomodarlo como de costumbre " Como fuere, el punto es que ahora oficialmente, están bajo mi tutela... ¿Acaso no es lindo?"
Nemesis se acercó hasta ellos, y les estrecho a ambos las manos.
"Por hoy, pueden irse a dormir... Que mañana, en cuanto tenga idea de cómo hacerlo, les entrenaré"
¿Eso le parecía a ella suficiente?
"Eso no contesta a la pregunta que te he hecho..." Gruño el pelinegro, mirando como salía ella de su presencia. "Maldita sea contesta"
"Les hubieras dejado... ¿Verdad? Que nos aniquilaran a mi y a Hiei"
Como podía decir algo como eso...
"Kurama, créeme, que aunque no lo parezca, o no deseen creerlo... " Sus pasos detenidos, en voz absoluta asegurando "... Les hubiere enfrentado... A todos ellos... Solo, por ustedes dos..." Sus ojos se centraron en ambos vástagos atónitos "¿Esta claro?"
Un maldito engaño... de eso estaba seguro. Hiei sacudió la cabeza, no queriendo si quiera que la mera idea de que ella... pudiere hacer algo semejante por ellos. ¿Cómo hacerlo? Apenas y mes conocía.
"De cualquier modo, no nos hace falta tu protección"
"Di lo que quieras. Es solo como me siento respecto a ustedes" Golpeo dos veces al suelo, haciendo eco por el corredor.
DE entre la sombra ya menos molesta, dos jóvenes llegaron a paso rápido.
"En lo que solían ser mis aposentos. Llévales ahí" Sabía que había interrumpido en algo sumamente importante cuando mandó a Asty y Cesar por ellos. Y que eso, era una de mas muchas razones de este comportamiento alterado en ambos novatos.
¿Qué tenia de malo el intentar compensarles?
"Como diga, lady..." Uno de ellos se atrevió a elevar la mirada, hacia el de cabello rojo y a su compañero negro "Síganos, por favor."
"Vale..."
Ambos, ahora escoltados, guiados hasta fuera de su presencia.
Antes del retiro total, Kurama se detuvo a unos pasos de ella, nunca viéndole a la cara.
"Buenas noches..." Murmuró, para luego alcanzar de nuevo a Hiei, y su guardia. Antes si quiera de que este se diera cuenta de nada.
Otra mas de sus tendencias... de sus modales.
Una molesta acción... Que le provocaba inmensa felicidad.
"Buenas noches... Shuichi"
En un espacio negro, una sombra añeja, la figura de una mujer estética se perdía. Un rostro blanco, de frialdad antiquísima.
Una nueva sonrisa... En un rostro que solía estar muerto hacia siglos... De distancia, parecía haber recobrado en algo alegría.
El segundo trascurrido entre un suspiro escapado de su boca.
Ella ya no estaba ahí.
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Hn. Ya esta ¬¬ Esto es un tanto mas extraño pero….. Hn. Teníamos k aclarar cositas de la vida. O la No-Vida. Como sea, ahí esta.
Maggie. D: Master! Hn ¬¬ No te molesta k te llame asi siempre? Es decir… ese no puedo asegurar sea tu sobrenombre favorito XD Pero de verdad k es asi como me siento de esto. Y si ¬¬ hiei amante del fuego… Como yo! Master, sabes k esto va por ti.
Valsed: Oh, no se si sea grande o bazofia. Pero de verdad, k me alegra que en algo eso del Rol sea medio ya visto por otros. Es mi mania… he de profesarla. Gracias por leerte esto ok? Aunke sea… anormal.
Andrómeda Black: Lo dijiste tu! A todos les gusta kurama … Bueno… he visto gente k le odia ¬¬ Pero no entrare en ese tema…. No me agrada > Ese Cesar. Anda … si el hombre del k me inspiro supiere k al menos una persona no le desea la muerte como vampiro se podría feliz XD
Sayume: Intento no molestar XD Gomen… pero we ¬¬ Asi es mi naturaleza. Ah y de lo k me preguntas. Pongamos esto: Un jugador de rol es aquel que asume un papel dentro de un mundo diferente, mas bien.. Asumes tu ser en otras circunstancias… Por k a fin de cuentas, lo k hace el vampiro es lo k harias tu. Claro, bajo reglas, crónicas y otras cosas que tu MASTER debe aclarar XD A ver.. eso es solo una cuchara.
Miko-chan014: Oye.,.. eso k dices es tentador.. pero ne ¬¬ Me muero antes k comerme entre ellos dos! Lo se lo se, extraño.. pero mi vida depende de ellos U Ah y si intriga? Hn… la veo floja XD
RachelKaiwa: Uh… sabes? Aki entre nos.. ¬¬ No ando lista para hacer un .. lemon. Soy algo… demente XD Lo se … pero anda k esos degenerados no sabian de sus intenciones cuando interrumpieron. Perdónales Ah ese Cesar.. como es de afortunado.
Rockergirl-sk: Ah! Anda ahí esta de lo k hablo. Si una persona se viere atraída a esto, me basta para vivir. Investigaste? Me gustaría saber k pagina. Intento aclarar 'Medio' el juego pero no creo hacer un buen trabajo XD. Y oye oye! Cuida esas palabras ¬/¬ Harás k me sonroje XD Pero neto, me alegra k puedas darte el tiempo de leer… aki! XD Como sea… cuida esa vida ok?
Hn. Eso será todo… hoy…
