¿De nuevo? Hn. Lo siento, pero así es. De nuevo, a soportarme. XD. Vale, no se que debería yo de agregar en momentos como este... O.O .. nop, aun nada llega a mi...

Hn ¬¬ Lo dejamos así por el día de hoy.

----------

Capitulo cinco: Primera Noche. Revelación inesperada.

Había podido llegar.

El mismo frente, el campo donde había dejado a... Aquel idiota. Ese débil y molesto sujeto.

"¿Por que ... simplemente no puedo dejarte morir y ya?"

Maldita pregunta que solo daba vueltas en su cabeza. Y aunque algo obvia que era la respuesta, por lo molesta que también resultaba, era que evitaba esa conclusión.

Nula cuenta de sus acciones, antes de percatarse que ya había bajado del carruaje estropeado, y buscando estaba entre lo que restaba de un campo de batalla. No cualquiera librada por humanos, sino... el escenario resultante de pelea entre vástago y vástago.

"Eran dos contra uno... además de sucios, cobardes"

Aun podía sentirse, aquella exasperarte presencia de los perros atacantes, los del Sabbat. Aunque ya no estaban nada cerca...

¿Habrían regresado? ¿O era que habían intentado seguirles?

Como fuere, ese ya no era su asunto.

Lo único y primordial, encontrar a Cesar.

Entre tantos escombros, restos caídos de árboles, tierra removida, y sangre por doquier... sería difícil dar con él. Ese sujeto, siempre se las arreglaba para ponerle las cosas mas difíciles. Todo olor sanguíneo mezclado...

"Eso es bueno, hombre... No les dejaste salir ilesos"

Pero justo esa tontera, le dificultaría su rápida búsqueda.

¿Qué mas podía hacer ella?

Asty llevó una de sus manos hasta su revuelto cabello rubio, maltita sea, en todo el rato que había conducido hasta aquí, no había podido dejar de revolverse el pelo. Mal habito, desesperante, pero solo si se trataba de ese idiota era que la espera se tornaba tan exasperante.

Y además de todo... estaba a punto de amanecer.

"Genial, simplemente estupendo" La naturaleza aquella, en contra igual.

Además de que esta molesta brisa que insistía en jugar con su cabello, le estaba fastidiando demasiado.

Otra mas de sus imprudencias, el viento que traía singulares aromas... Uno mas exasperante... Uno terriblemente irritante...

"Es... la esencia de Cesar..." Mas bien el pestilente olor de esa cosa a la que llamaba perfume. La Colonia que insistía en ponerse todos los días del año. En este último de hecho...

Al fin una de estas trivialidades iba a servirle de algo.

Ese pestilente aroma era inconfundible.

Agudizó un sentido en especial, el olfato que debería sacrificarse por el bien de Cesar y su propia estabilidad emocional.

Olor a grama mojada, y pisada... Había una gran diferencia entre la que lo estaba y la que no. La tierra removida, y los miles de diferentes aromas que de esta salían. El eucalipto de las hojas, el olor de los animales pequeños que pasaban cerca. Agua también... La salinidad de la tierra. Azúcar en la sangre derramada.

Alguno de los mortales que habían usado de sustento, era de sangre especialmente dulce.

Entre donde se encontraba el aroma a árbol y tierra igual... El perfume de Cesar perdido ahí.

En pasos calmados, con olfato al máximo, se aseguró de que no fuere una jugarreta del molesto viento y sus traicioneras corrientes.

Cuando cerca lo suficiente estuvo ella, podo revolver entre las hojas del gigante árbol que en el suelo estaba.

Además de todo, nulo respeto por la naturaleza que tenían.

Bruscamente les hacía de lado, les apartaba de su vista. Y cuado empezó a desesperarse mas, incluso arrancando ellas, y arrojándoles lejos.

No estaba, maldita sea...

Pero ¿Cómo? No podía estar equivocada. El olor provenía de aquí. De entre este lugar.

"A no ser que..."

No... Ellos no pudieron atreverse a...

¡En que estaban pensando cuando imaginaron algo tan ... estúpido!

Ella comenzó a turbarse mas, y apartó empujando el tronco grande, rodándole por el suelo. Sintiendo bajo eso la tierra removida. De otro mas fuerte de empuje mandó rodar y estrellar contra otros mas que casi tira de árboles.

Y sus manos arañando la tierra, apartándola aun no queriendo estar totalmente segura de a quien buscaba bajo tierra. La ultima intromisión en lo terroso... Dejando ver la camisa blanca que portaba antes... Mas, el traje negro elegante que tan bien le sentaba... Mas sacudía, y la piel suave de su rostro inconsciente...

"Esto es inconcebible..."

Aterrada, tanto fácilmente confundible con calma, metió las manos entre la tierra, sosteniéndole de los brazos y jalándolo hasta ella. Cesar, el cretino de su compañero, sucio, magullado, sangrado y lo peor de todo...

Derrotado.

Retiró con una caricia la sangre y tierra de sus labios semiabiertos. Y sostuvo suavemente el cuerpo totalmente quebrajado. Demasiado frágil para su gusto. Sintiendo lo roto de sus huesos... Y lo húmedo de la sangre.

Si se tratare de un humano, ella hubiere revisado su pulso.

Ella era médico en pantalla humana, y todo eso que se había memorizado del mundo mortal ahora no servía de nada.

Esta, era la primera vez que se enfrentaba a una situación como esta... Ya no encontraba el como ayudarle.

Si, maltita sea ayudarle. Si ese cretino perecía... Ella no sabría mas que hacer.

Y el sol la amenazaba con salir de un momento a otro.

"Debemos irnos" Le murmuró a su compañero. Levantándose con él, cuidando no moverle demasiado.

Maldita necesidad de protección que afloraba.

Y blasfemas las emociones hechas por él.

"A pesar de lo molesto que seas, no dejaré que te vayas solo así"

Aquella basura que restaba del carruaje sería lo que debería de trasportarle ...

No a la cede de la Camarilla.

Sino a su verdadera morada en la cuidad. Ya no iba a pisar de nuevo ese lugar, no hasta que fuere completamente necesario.

Además de que no tenía ganas de ver a los vástagos culpables de esto...

Sutilmente recostó a Cesar en el asiento donde habían quedado el pelinegro y su amante de cabello rojo. Si era tan cómodo como para haberles permitido a ellos sueño tan largo, era lo suficiente para transportar a su herido compañero.

Una vez librada de esa desesperante sutileza, rebuscó bruscamente en el baúl de la parte trasera. Encontrando rápidamente lo que buscaba.

Una túnica larga y negra, un par de guantes y el sombrero que pertenecía al cochero.

Se debía conducir a la luz de la mañana, debería usar esto.

Salió de nuevo, tomando riendas. Y haciendo correr a máximo a sus caballos negros.

Cuidando andar lo mas posible entre las sombras de los árboles. Y no dejando piel al descubierto.

Un suspiro perdido en el bosque...

"Estarás bien..."

---------------

"Debería despertarles ahora, lady." Un escolta novato, murmuraba a las puertas de aposentos calmos.

"Déjales un rato mas"

Era solo acompañado de fuego en candiles. Y por una mujer sentada cómodamente a su lado. En espera desde hacía horas.

Casi desde que el sol había tornado naranja.

"Como diga, pero insisto que, duermen demasiado" Comentó irritado.

Los demás vástagos comunes no podían darse semejante lujo. Dormir hasta pasada la tarde. ¿Qué tenían de especial estos sujetos?

¿Por qué ella insistía en sobreprotegerles?

"Ese es asunto mío ¿No te parece?" Ella reclamo, haciendo una sonrisa sádica. "Y lo se, te quejarás de que me atrevo a indagar en tu mentecilla, pero igual, no me parece que debas cuestionarte todo lo que yo haga."

"Y-yo... lo siento, lady..."

"Eso ya no me importa nada"

Solo esperaría a que ellos despertaren. Y ojalá que no les tomare demasiado tiempo. Dejó de lado el saber que pensaría el escolta entrometido, para concentrarse en cuanto movimiento se diere dentro de la habitación. Claro, no queriendo profanar demasiado su intimidad...

Lo que aconteciera detrás de la puerta... En gran parte solo era deducción.

Pasando la madera elegante, en una mullida cama de sábanas color vino, el cainita de pelo negro, realmente agotado.

Dormido boca abajo, y los brazos extendidos, mostrando su espalda desnuda y torneada. Sus dedos quisieron tocar con quien se suponía debería estar a su lado. Pero solo cerrados en mas de la cobertura de seda.

Esto no le pareció nada grato, y a pesar de todo lo cómodo que estaba, ahora gracias a esto, todo se había ido al infierno. Comenzó a removerse, sintiendo apenas la tela rozando su piel cansada.

No de agotamiento común.

Mas bien de todo lo sensorial que habían vivido hacia unas horas. De todo lo bien, suave, excitante, y peculiar que el estar al lado de Kurama le hacía experimentar.

"Justamente lo que me falta..." Bostezó, pareciendo no serlo. Consiguió ponerse sentado en un segundo. Puso sus manos en los ojos, queriendo apartar el sueño que se servía en él. De entre sus dedos dejó observar la habitación elegante.

Ni señales de su acompañante.

"Siempre te pierdes"

Estiró una vez a totalidad su cuerpo medio entumido. Y sentado al borde de la cama, alcanzó una bata cercana con la cual cubriría su desnuda persona. ¿qué clase de persona sería si anduviere desnudo así nada mas?

Un nudo mal hecho alrededor de su cintura. Y descalzo se puso en pie. Dudó un momento en elevar la voz y llamar de una buena vez el nombre del pelirrojo. Podría sonar un tanto preocupado, curioso de donde podría andar él.

Pero aun insistía, que este no era un sitio en el cual pudiere confiar plenamente. Ni todos los payasos extraños que estaban afuera.

Iba a rendirse, después de todo, Kurama sabía bien cuidarse solo. No armaría un alboroto por una simple falta al lado de la cama.

Estaba algo cansado... y aun sonámbulo. Por lo que una fundada necesidad por un baño sintió.

Eso es lo que haría, tomar un baño. Y tal vez así podría quitarse la pregunta de donde estaría metido Kurama justo ahora.

Hiei tomó rumbo hasta la puerta que dedujo sería el baño.

Una singular imagen le detuvo frente a la ventana que hasta ahora, no había notado, estaba abierta. Dando al balcón amplio de esta habitación.

Ahí estaba él, Kurama en nuevas ropas blancas. Totalmente así. Cepillando calmadamente su rojo cabello que mojado era. Mientras parecía embelesado con la luna. Pequeña. Plateada luz escasa que paseaba casi celestialmente en el rostro de un vástago.

De nuevo, dejándole inmóvil. Encadenado a este singular encantamiento... el de su amante, y lo inmenso de su belleza.

El pelirrojo se dio media vuelta hacia Hiei, una vez notado su presencia había hecho. Y le murmuró algo... algo no tan importante como para terminar de captar su total atención en palabras.

Hasta que dijo su nombre...

"... Hiei. De verdad que es extraño"

"... Esto... ¿Disculpa?" El pelinegro estaba comenzando a turbarse, eso, le estaba pasando demasiado a menudo " No te oí bien."

"¿No lo hiciste?" Pregunto Kurama, medio preocupado de la falta de atención en Hiei. "Eso es anormal"

"No dije que te entrometieras en eso, solo repíteme lo que decías..."

No permitiría que le viere tan confundido.

De cualquier modo, Kurama hablaba de nuevo, amarrando su cabello.

"Dije, que examines el armario. Está lleno de ropa justa tanto como para ti y para mi... De ahí es de donde saque este traje." Presumió, estirando un brazo para mostrarle a Hiei "Es extraño"

"Yo me pregunto quien es mas extraño... el que pone eso en el armario, o el que le viste contento" Gesticulo, muy entretenido con la extraña actitud de Kurama y que, de verdad, este vestuario blanco le sentaba estupendo.

"Hm. Me pregunto lo mismo, Hiei" Dejó de descansarse sobre el alfeizar de piedra. Y tomó de hombros al negro sujeto. "Pero por ahora, lo que me interesa es que te des un baño"

"Hn... no debes decirme que hacer..." Esa era su intención desde un principio, y quien le distrajo de ello el molesto de Kurama

"No lo hago, solo debías saberlo"

Y justo a la puerta que había supuesto debía ser el baño, le llevo el pelirrojo. Y firmemente sosteniéndole de hombros.

Antes de poder tocar la perilla, y meter al pequeño sujeto de mirada roja dentro del cuarto, un repentino toque a la puerta, anunciando que entraría ya.

Un segundo, y ya abierta la habitación.

"Ya es hora" Nemesis entrando al sitio, sin consideración alguna por la intimidad de esos dos.

Encontró a Hiei parado frente a Kurama, y que este tomándole de hombros estaba al pelinegro. Eso no lo que llamo su atención...

"Oh... ¿Interrumpo algo?" Preguntó, cínicamente, cuando centro atención en el cuerpo cubierto solo de bata oscura en Hiei. "Por que si es así, puedo regresar en un par de minutos..."

"Hn. No, ya sabes, siempre oportuna."

"Y tu con tu sarcástico ser, Hiei"

"Hn.."

Este solo se libró de Kurama, y abrió la puerta de un molesto movimiento. Dándoles la espalda a ambos vástagos.

"Voy dentro" dijo frío, antes de azotar la puerta tras él.

Hiei, a su singular modo, realmente encantador. Pero distraerse en divagaciones como estas, no era lo que permitiría ahora mismo. Volvió la mirada a ella, que miraba indiferente la puerta tras la que había desaparecido el pelinegro.

"Se que tienes un porque para esta visita así que dime"

"La tengo, Kurama..." Aun le daban deseos por llamarle de aquel otro nombre "Pero antes que nada, dime ¿Te han gustado las ropas?" Pregunto, señalando abiertamente el atuendo de él "Espero que si, ya que, las importé especialmente para Hiei y para ti"

"Ya que lo mencionas, realmente si. Me agradaron, gracias por el gesto..." Aunque algo tétrico. "Ya quiero ver, como lucirá Hiei con un traje de estos"

"No tan bien como tu. Eso tenlo por seguro"

OH diablos, de nuevo estaba hablando mas de la cuenta. Aunque, resultaba encantador ver lo... ¿Molesto? ¿Confundido? Que dejaba al cainita de ojos verdes.

"Olvidemos eso" Solicitó Nemesis, poniéndose en frente de un espejo, y arreglándose un poco el cabello.

Y del mismo, también observaba discretamente a Kurama.

Ella parecía realmente obsesionada con su cabello, le cepillaba, pasaba sus manos pálidas entre ellos. Para elevarle sobre su cuello y luego dejarle caer sobre su espada.

Lo que le llegaba a pensar que...

"Oye, siempre he tenido una duda, respecto a todo eso del vampirismo"

"Vaya, que curioso eres..." Digno a distraerse del espejo, y centro atención en Kurama "Dime tu duda, para eso estoy aquí. Guiarles por este mundo, para adiestrarles en esta no-vida"

No-vida...

Eso sonaba tan exagerado. Pero del cualquier modo...

"Siempre había escuchado mil mitos respeto a vampiros... uno de los que mas me intrigaba..." Antes de constatarlo por cuenta propia "... Era aquel que decía que un vampiro no podía reflejarse en los espejos. Pero veo como tu lo haces, como yo lo hacía... ¿De donde sale esa ideología? "

"Verás... es algo fácil. Todo es parte de lo que les había comentado antes"

"¿Respecto a que?"

"A los clanes, Kurama" Ella se levantó, aproximándose lentamente a él, sin notarlo, haciéndole dar un paso atrás "Definitivamente existen vástagos que no pueden reflejarse en espejos, agua... Pero no es en todo caso ¿Sabes por que? Porque esa, mi nuevo vampiro, es su maldición. La impuesta por Cain. ¿Recuerdas nuestra charla respecto a ello?"

"Lo hago"

"Cain, si. Dependiendo de cada ser, maldijo como era mejor. Así, diferentes debilidades que tenemos en común, como miembros del Clan. Te diré otro mito que corre por bocas humanas, que consideran elementales para reconocernos"

Claro. Simples necesidades humanas. Sentirse informados, sentirse seguros.

"¿Has oído eso de que un vampiro solo puede dormir sobre suelo natal? Es una maldición, no general. Solo de un Clan, La Sombra Esa la maldición. Humanos que se toparon con ellos, de ahí donde sacan esa idea"

"Oí de algo así hace tempo... pero dude de eso. Se me hacía algo realmente estúpido" Mas bien imposible, ya que a él, nunca le ocurrió algo semejante "Y eso de los símbolos religiosos... Te diré que me parecen fascinantes las iglesias, y lo bellamente decoradas que muchas de ellas se encuentran adornadas. Barrocas"

Ataviadas de oro y demás cositas llamativas.

"Le encuentro sumamente interesante... jamás me ha... Molestado, algo como eso. ¿Es un mito mas eso de enfrentarnos con crucifijos?"

"No del todo..."

"¿Por qué?"

"Ve, no es la plata, o la forma de Cristo o palabra de Dios la que puede dañarnos... es Fe."

"¿Fe? Sabes... Eso suena un tanto extraño viniendo de ti... ¿Puedes creer que solo con eso, si es que de verdad son capaces de sentirla, puedan hacerte algún daño?" Simplemente Kurama no lo entendía.

"Kurama... no lo creo... Se que puede..."

El pelirrojo pudo notar frustración en su mirada, e ira suave en su rostro.

"¿Cómo puede eso...?"

"No entremos tanto en eso. Diré que, no es algo de lo que debas preocuparte demasiado... Encontrar alguien con verdadera Fe es realmente difícil. Pueden pasar siglos, para encontrarle"

Pero por lo que veía en sus grises ojos... Ella ya había encontrado a alguien así.

Dudo un momento en indagar mas, en intentar saber de quien o porque esto le afectaba así. Y notando que ella tocaba fuertemente su hombro, de lado izquierdo.

¿Acaso ese encuentro, con persona de verdadera Fe había podido dejarle marca? ¿Y que le importaba a él?

"Realmente te intriga... ¿Verdad?"

"Yo... me temo que así es..." Claro, tendría que acostumbrarse a sus silenciosas intromisiones. Y por otro lado, esperaría poder dominarse esta singular técnica.

No...Disciplina. Entrar y salir de los pensamientos de otros.

"A su debido tiempo, se que terminarás dominándola... Pero hoy, solo puedes disculparme por irrumpir así en tus pensamientos"

"Esta bien... Imagino que debes tener momentos, donde no puedes controlar tu curiosidad"

"¿Justo como tu?"

Hacía tiempo que no se hacía de una platica así.

"Kurama... ¿Quieres ver, lo que la tan peleada Fe, puede hacer en seres como tu y yo?"

Una invitación, a debelar algo lo cual nadie había podido ver. ¿Por qué a él? Ese asunto, esa marca hecha en pasado tiempo... no era algo que se pudiere compartir. Y mas aún con un vástago novato como lo era el pelirrojo que tenía frente de ella.

Pero... a pesar de todo lo inútil que fuere... deseaba mostrarle que a él, le tenía basta confianza.

Este no pareció pensarlo mucho, muy influenciado por aquella curiosidad. Aceptando el planteamiento con un movimiento leve.

"Si no te incomoda"

"No lo hace, pierde cuidado..."

Aun pensaba que esto era una locura, ni siquiera una buena razón del porque hacía esto llegaba a ella. Pero poco que eso le importaba. Antes de notarlo del todo, ya estaba ella retirando el primer botón de su vestimenta negra, para poder correr algo de tela de su hombro herido.

Descubriendo algo de la piel pálida que de tantas razones era así. ¿Cuántas veces? Era que había permitido a alguien... ver algo mas que solo manos y rostro en ella.

'Solo al mismo bastardo... que se atrevió a hacerme esto...'

"Que problemático..." Escrutó Nemesis en voz baja, aunque audible.

"¿Lo dices por mi?"

"No... solo recordaba..." Aun no mostrando del todo lo que debería. ¿Pero que diablos? Esa había sido su idea desde inicio, seria patético retractarse ahora.

Retiró completamente la palma de su mano, descubriendo su hombro por completo.

"Esto es lo que la Fe verdadera puede hacer..."

En un principio, no sintió necesidad de elevar las manos y palpar algo de eso, pero solo fue, por que no había notado lo anormal de lo que ella portaba como cicatriz. Claro, demasiado, casi tallado esculturalmente... La figura perfecta de un crucifijo... Quemadura severa, medio sanada.

Incluso, si prestaba mas atención... Podía ver una plegaria escrita en latín. Que impresa sobre su piel... rezaba ella al revez. Cada letra.

Tal el asombro de Kurama... que pasó superficialmente dos de sus dedos sobre eso... Sintiendo escalofriantemente el como se dibujaba la silueta a través de las yemas de los dedos.

Se suponía que... cuando se hacen daño, ellos mismos regeneran ... la herida. Y no es tardado demasiado... ¿Cómo era que solo un toque de esto pudiere dejar una marca tan profunda?

¿Tan temible la Fe verdadera?

"Es..."

"No, ya no me duele... ¿Pero sabes, Kurama? Lo que me molesta es que dentro de todo lo que aconteció para verme portar una cicatriz así... La mayoría fue mi culpa"

"¿Tu culpa?"

Lo curioso, y el deseo de saberlo todo, generalmente atributo del pelirrojo, aquí, justo ahora, le incomodaba un poco.

"Si quisieres contarme de ello yo..."

"Vaya, creo que el que interrumpe algo, Soy yo"

La voz de Hiei, irritada. Molesta. ¿Qué tan difícil notar que ya había salido del baño? Claro, si andas entretenido de otra cosa, entonces ignoras lo demás. ¿Verdad?

Y Kurama justo lo que había hecho.

El pelirrojo pronto quitó de atención a ella, intrigado por Hiei.

"Continúen, anden. Yo solo voy por ropa..." Acentuó, pasándoles de largo y parándose frente al armario lleno de ropajes con talla Hiei y Kurama.

Lo que fuere que estuvieren haciendo no era su asunto... Lo que fuere que estuvieren haciendo no era su asunto.

Maldita sea eso no debía importarle en nada.

Irritado, de un movimiento brusco abrió las puertas del guardarropa, rebuscando con la misma intensidad dentro de este. Ni siquiera de verdad estaba buscando algo en especial. Mas bien solo medio azotaba lo que a su paso estuviere.

De nuevo, mierda. ¿Celos? ¿De que?

Hn, pregunta estúpida.

"Hiei... Cálmate" Kurama le rodeaba en brazos, poco importándole la presencia de Nemesis en la habitación. "Vaya que si eres..."

"No te atrevas a decirlo..." Sentenció.

"Siento esto" Ella de nuevo cubrió el hombro, abotonando el de su cuello "Pero acabas de perderte una lección. Supongo Kurama si tomó nota, así que a él has de preguntarle de lo que hablamos ¿De acuerdo?"

"Ah claro... ¿De que pudo haber sido tal charla? Hn.. Pues no me interesa, realmente."

Pudo librarse de Kurama, y una mirada fastidiada.

"Dejame, quiero ponerme algo encima ¿Puedo hacerlo sin que estés sobre de mi todo el tiempo?"

"Esto... ¿Saben que? Es una discusión fuera de mi interés... así que Me retiro." Nemesis les dio la vuelta chasqueando los dedos para que desde afuera, abrieren el paso.

Antes de retirarse solo asomando un tanto el rostro, invitó.

"Les espero fuera, en los jardines traseros. Tenemos asuntos por discutir y cosas que debo adiestrar." Dejaría que el pelirrojo arreglare las cosas...

Ya que si ella y Hiei intentaren razonar, esto terminaría en guerra.

Kurama le asintió discretamente. Para luego centrarse en la espalda de Hiei, ya que era todo lo que este le permitía ver. La puerta cerrada. Ambos solos de nuevo.

Al fin, pareció encontrar algo que ponerse.

Entre manos traía ropa negra, totalmente contrario al demente de Kurama. Anduvo hasta poder alejarse de él y arrojar eso a la cama.

"Vaya, ese tono te queda bien..." Patético, como intentaba sacarse tema para cortar esta incomodidad de pronto hecha entre Hiei y él.

"No me interesa eso"

Sabía bien que esto no le estaba poniendo de buen humor.

Pero cualquier palabra a lugar de parte de Kurama, solo podría empeorar las cosas.

"En estos casos solo me dejas un camino, Hiei..."

En pasos suaves, detrás de el vástago de cabello negro fue, abrazándole sutilmente. Este forcejeó un poco, no queriendo por ahora dejarse llevar del fastidioso Kurama. Pero a cambio de eso, mas fuerza en el toque de parte del pelirrojo.

Que fue mas lejos.

Que metiendo sus lánguidas manos entre la bata estaba, mojando estas con el agua aun presente en Hiei. Paseando inocentemente en su torso, mientras inclinaba el rostro hacia Hiei, besando su mejilla derecha.

"Perdona..." Murmuro, acariciando el mentón del pequeño sujeto.

"No me vengas con cosas así..."

Aun de voz molesta, pero, no forcejeando tanto ya para librarse de él.

"Solo quiero dejar algo en claro, Hiei"

¿Algo claro?

Nada en Kurama podía ser claro.

Pero de palabras no se hizo ese blasfemo, mas bien de acciones.

Tiernamente tomó su mentón pequeño, y elevado y ladeando el rostro de Hiei.

Un tierno, efímero beso el sus labios delgados.

Esto le perdía... Lo detestaba, pero nada para evitarlo podía hacer.

Perdía en la sensación que producía, en el sabor de su boca, en recuerdos todos importantes de todas las demás ocasiones en que esto acontecía entre los dos.

Paralizándole.

Contento, triunfante, Kurama se separó de él. Sonriéndole de aquel modo, que solo hacía si se trataba de Hiei.

"Espero que eso deje claro mi punto"

Extraño sujeto, solo alardeaba mientras se dirigía a la puerta.

El si se tomó la consideración de abrirla personalmente, por que entre tiempo hacia en esa trivial acción, atraía a Hiei con una mirada.

"Te veo fuera"

Incluso el como cerraba la puerta tras él, mantenía en delirio a Hiei.

"Solo tal vez... Entendí el mensaje"

Y solo quizá... estaba siendo un poco paranoico.

Sonrió, mientras la idea de vestirse pronto e ir tras su especial compañero surcaba su mente distraída por el beso de hacía segundos.

Fuera esperando una mujer, rumbo a ella, el pelirrojo que paseaba a calmo paso.

Todo vástago alumbrándose por la luz de la luna plateada. Que a jóvenes horas de la noche, en lo alto del cielo aguardaba, casi sabiendo que debía perdurar tanto como pudiere.

Porque.

Nuevos seres iniciarían adiestramiento.

-------------------

Hn...

Solo Hn ¬¬

Lo siento, pero no ando de buen humor hoy... Hn. Perdí lo que restaba de respeto hacia... gente –Idiota- Pero eso no es algo por lo que deba de desquitarme con otros –Mi ideología, lástima k otros no puedan entenderla ¬¬- Como sea. Me saca de malestares el estar aki.

Maggie. D : OH, no tienes idea de cómo me alegra verte aki, Master. Y k pienses así de mi es igual de bueno. Pero creo k me esta entrando lo cursi. XD Alabada seas, a mi ver así es. Advierto, puede k nos pasemos largo tiempo entre lo k hago te enteres de todo lo k me importas. Pero aun ando cursi ¬¬ ... Hn... dios ojalá y no me diera esa enfermedad de 14 de Febrero a mi . XX.

Miko-chan014: Kurama y yo es solo un sueño UU Le amo tanto k no me permitiría un segundo a su lado. Pero ok, eso es hablar de más. Ah pues la Camarilla ¬¬… esos dementes XD Pero en lo referente al trato…. ¬¬ Me estas haciendo dudar …..

Andrómeda Black: Oye Kurama no tiene adjetivos es…. Dios es … él! Pero esto no es clase de español pa poderme a ponerle de estas cosas de adjetivos. XD Gracias, niña k me animes es un … lindo gesto (Kawaii es de kurama n.n) Oh…. Y ya sabes, joderé aki tan seguido como pueda.

Rockergirl- Sk: Oh tu solo no me peles con eso de cuidar vida, es parte de mi lenguaje extraño de demonio anormal. De verdad k si te gusto, y si te dio a investigar, me pone de 'Mi vida tiene un sentido' Lo k me lleva.. UU Lo se, el vampirismo no siempre es bien visto –Iglesia y amigos- Pero ok, con que a ti te guste, eso basta. Gracias, de verdad k aki estaré subiendo tanto como pueda.

Maleable-sama: ¬¬ Ese no es tu apodo… pero ok. Déjale así. Lo hago, lo hago ¬¬ …. Pero no kiero k me jodas mas en el Rol.

Como kiere k fuere, esto es gracias a la gente k le pone tiempo a leer esta cosa. Por k de lo contrario ¬¬ Tal vez, conociendo como soy de demente, le habría dejado hace tiempo XD

15 de Febrero ¬¬…. Y yo aun vivo.

Cosas, kejas o etc…. hiei5...