Fecha de inicio: 17 de abril del 2005 ahora a leer:
Tu Mirada en mí
Capitulo 20: Después de la tormenta.
-NOOOOOOOO! INUYASHAAAA! –Kagome gritó a todo pulmon cerrando los ojos y llevandose por inercia ambas manos hacia su cabeza cubriendo sus oidos. El sonido de tres disparos la estremeció, las lágrimas no paraban de salir por sus ojos, luego sintió como su Corazon dejo de latir cuando oyo el sonido de un cuerpo al caer….
-Inuyasha… -sollozó sin fuerzas… habían pasado unos segundos desde que oyó los disparos y el silencio le pareció tan mortal, es que acaso ¿Inuyasha se iría para siempre? No lo sabía, no quería saberlo temía tanto abrir los ojos, porque sabía que su vida ahora dependía de los segundos que pasaban lentamente.
Respiró profundamente y se sacó las manos de la cabeza, suspiró y el silencio le causó un escalofrió que le recorrio todo el cuerpo, solo deseaba no haber escuchado aquellos disparos… todo le parecía tan extraño era como si estuviera en otra realidad, sola alejada de todo, tenía tanto miedo de abrir los ojos, tanto…
Respiró otra vez el tiempo le parecía una tortura pero quería saber de Inuyasha, asi que juntó el poco valor que le quedaba para abrir los ojos, primero vió algo borroso, pues sus ojos no enfocaban por las lágrimas que aun salían. Kagome se limpió el rostro y miró una escena que le costó comprender, en el suelo estaba el cuerpo de Naraku, quien se quejaba de door, de pie un poco mas alla estaba Kouga con un revolver en la mano derecha, frunció el ceño no entendía nada ¿En qué momento había llegado Kouga? Despúes giró su cabeza y sus ojos castaños se encontraron con los ojos brillantes de Inuyasha, quien aun estaba sentado en el suelo y no salia de su asombro.
-Inuyasha! –exclamó Kagome en un sollozo lleno de triztesa pero tambien de alegria sintiendo como su corazón volvía a latir y ella volvía a la vida, él al escucharla salió de sus pensamientos y respiró tranquilo, estaban ambos a salvo.
Kagome solo pudo acercarse a Inuyasha avanzando con las rodillas, no le dijo nada solo lo abrazó, Inuyasha le respondió el abrazo con la misma intensidad, le acarició su cabello azabache intentando calmarla.
-Inuyasha sacame de aqui… vamonos… olvidemos todo esto…. Llevame lejos… no quero seguir aquí -decía Kagome entre sollozos aferrada a la ropa de Inuyasha, agena a todos los policías que entraban al departamento y se acercaban al cuerpo de Naraku
Kouga había llegado en el momento justo y habia reaccionado antes de que Naraku disparara, los tres disparos que escuchó Kagome fueron ocasionados por el revolver de Kouga, que casi de manera exacta le disparo a Naraku en lugares de su cuerpo en donde no era de un riesgo vital, la muerte era muy fácil para aquel hombre, tenia que pagar de otra forma el dolor que había causado.
-tranquila Kagome…. Todo se acabó… -le susurró en el oido Inuyasha respirando al fin con tranquilidad, ageno también a los policias que tomaban a Naraku para arrestarlo y le leian los cargos.
-Esta arrestado por el homicidio de Izayoi e Inu no Taisho, por la estafa a… -las palabras de los demás hombres lo tenian sin cuidado, Kouga miraba la escena y una leve sonrisa se le formó en el rostro
-Kouga… -dijo de pronto Inuyasha haciendo que el hombre lo mirara a los ojos… -gracias…. –sonrio con Kagome aun entre sus brazos, en realidad le agredecia mucho a aquel hombre por lo que necesitaba decirselo, Kouga sólo hizo un gesto afirmativo con la cabeza ya todo había terminado….
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Los rayos del sol entraban de una manera suave a tráves de las ventanas, se notaba que el otoño estaba comenzando y que pronto el ambiente se volvería mas frío, algo que desconsolaba a una pequeña niña, puesto que cuando el invierno comenzaba sus padres no la dejaban salir a jugar al jardín, aunque la casa en la que vivían era grande ella prefería mil veces jugar afuera.
-Akane! –llamaba una mujer de alrededor de unos 28 años de edad, que tenía largos cabellos azabaches, piel blanca y unos ojos castaños sumamente brillantes.
-Akane! –llamó otra vez alzando la voz, buscando por toda la casa a una personita que le encantaba esconderse, había entrado a casi todas las habitaciones y su pequeña no aparecía por ninguna parte es que no podia descuidarse puesto que la niña comenzaba a imaginar cosas y emprendía sus aventuras. –ahhh –Suspiró algo cansada sentandose en la cama de su habitación y dejando a un lado una serie de juguetes que había recogido, pues estaban regados por toda la casa. Pasaron algunos segundos y sintió unos pasos que se acercaban, eran de Koharu la mujer que la ayudaba en los deberes de la casa
-Señora Kagome… -dijo Koharu con la voz agitada… -encontré a la pequeña… está arriba en el cuarto en donde guardamos las cosas antiguas.
Se levantó rapidamente de la cama para ir en dirección de donde su pequeña estaba, negó levemente con la cabeza reprochandose porque no habia pensado en que la niña estaba ahi, dejando en su habitación a una agotada Koharu que habia recorrido junto a ella toda la casa.
-Akane? –preguntó una vez que entró al pequeño y polvoriento lugar, no le gustaba que su hija se pusiera a jugar en ese lugar, pero la naturaleza curiosa de Akane siempre le ganaba.
-Mamá! Me encontraste! –exclamó la pequeña niña, que tenía alrededor de unos cuatro años, sus ojos dorados brillaban debido a la emocion porque habia descubierto algo muy lindo, su cabello negro azabache no brillaba puesto que estaba toda cubierta de polvo.
-hija pero mira cómo vienes … -le dijo Kagome esbozando una sonrisa al ver a la niña toda cubierta de polvo pero tan sonriente como siempre. La pequeña comenzó a acercarse lentamente, sabia que su expedición ya tenia que terminar, pero estaba feliz porque habia encontrado algo para su madre.
-qué tienes ahi? –le preguntó Kagome una vez que habian salido del cuarto frunciendo el ceño y viendo que Akane escondía algo en su espalda.
-es un tesoro… lo encontre para tí Mamá! –dijo Akane aun emocionada entregandole a Kagome, que estaba incada para llegar a su altura, un libro de tapa lisa y de color rojo, Kagome sacudió un poco el polvo y su corazón comenzó a latir rapidamente puesto que el libro lo conocía muy bien pero hacía mucho años que no lo veía.
-Mamá… ese libro es un cuento? –preguntó con su vocecita suave sin notar el rostro serio de su madre, el libro le habia parecido tan interesante que queria saber de qué se trataba.
-Si… pequeña…. -Titubeó Kagome, mientras muchas imagenes se le venian a la mente.
-Y me lo leerias? –preguntó otra vez de manera inocente, Kagome hiba a abrir aquel libro, pero luego se arrepintió.
-Akane pequeña… este es otro tipo de cuento y te lo leeré…-hizo una pausa y tragó saliva con algo de dificultad. -cuando estés mas grande. –la niña miró a Kagome con el ceño fruncido hiba a decir algo más pero su madre se puso de pie y le dijo:
-Ahora debemor ir a darte un baño… o quieres que tu papá te vea asi? -La pequeña de ojos dorados de inmediato sonrió y se olvidó de aquel libro, su padre regresaba hoy y recordó que le había prometido una muñeca de regalo.
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"Me miraba detenidamente, sus dorados ojos seguían cada uno de mis movimientos y no desviaba su vista, yo estaba a unos cuantos metros de él y podia sentir su Mirada, Intenté seguirle el juego y lo mire varias veces, pero quizas yo no era tan fuerte como él porque en seguida giraba mi cabeza e intentaba en vano, pensar en otra cosa.
Me expresaba tantas cosas, su semblante era frío, estaba serio, no sonreía, en el brillo de sus ojos pude notar su rencor, su rabia, su enojo y hasta quizas su tristeza. No podia soportar verlo así, me sentía dividida en muchas partes, queria ir y abrazarlo, o quizas podria huir y salir de ahi, pero también me queria quedar ahi, en ese lugar contemplandolo y perderme en su mirada".
Tragó con algo de dificultad puesto que recordaba aun tan claramente aquellos días en donde se sentía al límite, tan ahogada dentro de sus propios sentimientos que necesitaba escribirlos para aclararse. Cerró el libro, que había sido su diaro y que Akane de manera tan inocente se lo habia devuelto, no pudo evitar sentirse algo nerviosa es que acaso eso significaba algo?
Negó levemente con su cabeza, eso no significaba nada, de pronto una sonrisa adornó su rostro al ver el destello del anillo que tenía en su mano izquierda, giró la cabeza y sus ojos se enfocaron en una fotografía apoyada en una mesa, cerca de su cama. En la fotografía salía el hombre de ojos dorados que aun le robaba cada suspiro, junto a él aparecía ella misma vestida de blanco, el día de su boda.
-Inuyasha… -susurró acariciando la imágen, para luego enfocar su vista en la fotografia de otra boda, la de Kouga y Kikyo, sonrió levemente ambos habian logrado ser felices lejos de la ciudad y recordaba perfectamente la última vez que los habia visto.
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-Bueno Kagome ya debemos irnos, ya están todas las cosas… - Kagome asintió con la cabeza y fijó sus ojos en los celestes ojos de Kouga.
-Kouga… yo… lo siento mucho… -le dijo con algo de dificultad, no queria volver a llorar, Kouga se acercó a ella y la abrazó.
-Tranquila Kagome no me pidas perdón, todo sucede por algo y sé que tu seras muy feliz al lado de Inuyasha, él es a quién amas, no yo… -Por mas que trató de evitarlo unas lágrimas rodaron por sus mejillas, quizas las heridas que Naraku había hecho en su rostro y en su cuerpo se borrarían, pero sabía que el recuerdo y el temor de alguna manera siempre la hiban a acompañar
-Cuidate mucho Kouga… yo solo quiero que seas feliz… -le dijo separandose del abrazo y limpiando sus lagrimas, luego su vista se enfocó en el rostro debil pero sonriente de Kikyo que se habia logrado salvar del ultimo ataque de Naraku.
Ya todos los procesos legales se habían acabado y pudieron entender que la razón del odio de Naraku en contra de Inuyasha, era simplemente porque se había enamorado de Izayoi Taisho y al no ser correspondido juró vengarse contra toda la familia de Inu-no- Taisho acabando incluso con la vida de la que alguna vez habia sido su amada, y bueno la maldad solo atrae a más maldad y todo lo demás siguió su curso, si las personas no hacían lo que él quería no debían vivir.
Ahora solo tenían que alejarse pronto las heridas de sus rostros se borrarían, pero todos, los cuatro, sabían que debían alejarse para poder sanarse, ella se marcharía con Inuyasha y en su corazón sentía una alegría inmensa, sabía que solo él la haría feliz y ella intentaría responderle de la misma forma.
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Sonrió otra vez ante el recuerdo, finalmente Kouga sí había logrado ser feliz puesto que de la amistad que tenía con Kikyo había nacido entre ambos un gran amor, su boda se había efectuado hacia un par de años y ahora ambos esperaban el nacimiento de su primer hijo.
-Cuando escribí todo esto jamás pense que estaria tan feliz… pero nunca deje de anhelarlo… -se dijo a sí misma, mas bien se lo decía a la Kagome que era antes, a la Kagome que vivía cada día desconociendo todo lo que pasaba a su alrededor pero que cada noche soñaba con ser feliz junto al hombre de ojos dorados que lograba sacar de ellas tantas emociones.
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Akane estaba en la sala jugando con sus muñecas, preguntaba una y otra vez la hora, estaba tan impaciente, lo único que quería era que su padre llegara para así contarle sobre sus aventuras y sobre el tesoro. De pronto escuchó el sonido de un auto estacionarse y luego que unos pasos se acercaban, su rostro se iluminó completamente, estaba segura de que era él. La puerta se abrió y dejo entrar a el hombre de ojos dorados que la niña tanto extrañaba.
-Papá! –exclamó Akane mientras se acercaba corriendo hasta él, Inuyasha solo pudo sonreir, soltó el equipaje que traia en sus manos y se incó para recibir el abrazo de su pequeña.
-Hola mi preciosa! –exclamó alzando a su pequeña hija en sus brazos. Desde que habia retomado el mando de las empresas de su padre junto a su hermano Sesshomaru continuamente tenía que viajar por negocios y aunque se habia marchado solo por un par de dias había extrañado mucho a su familia.
-Te extrañe mucho Papá! –dijo Akane abrazandolo con mucha alegria.
-Y yo te extrañé mucho a ti pequeña… -le dijo Inuyasha mirando a su hija a los ojos, comprendiendo por el brillo de ellos lo feliz que estaba y sonriendo tambien para sí mismo al comprobar una vez mas lo parecida que era Akane a Kagome. –y que hizo mi pequeña mientras no estuve? –le preguntó bajandola de sus brazos para después incarse y buscar algo en su maleta.
-mmmmm haber… -comenzó a pensar Akane llevando una mano a la cabeza y frunciendo el ceño… -ahhh si! –dijo de pronto sonriendo nuevamente. –estuve jugando, viendo television y tambien hize una aventura y encontré un tesoro y se lo dí a Mamá…
-ahh con que estuviste escondiendote? –agregó Inuyasha sonriendo, pues sabía que cuando Akane hablaba de aventuras significaba que estaba escondida en alguna habitación y como era pequeña costaba mucho encontrarla. La pequeña solo le respondio con una carcajada mientras miraba con curiosidad la maleta de su padre.
-La encontré…. –dijo Inuyasha luego de unos segundos, Akane sonrió y sus ojos parecieron iluminarse aun mas…
-me la das?
-Primero… -dijo Inuyasha poniendose serio, para luego sonreir nuevamente –debes decirme en donde está Mamá…
-ahhh eso es muy fácil… Mamá está en la habitación, luego de que le entregué el tesoro no ha salido de ahí… -Inuyasha frunció el ceño, de que tesoro estaba hablando su hija, negó con la cabeza levemente pues no quería parecer molesto frente a Akane, sacó de su maleta una caja envuelta con un papel brillan y se la dio a Akane, la niña sonrió y lo abrazó
-gracias papi… -Inuyasha se levantó no sin antes besar la pequeña frente de su hija, luego enfocó sus dorados ojos en Koharu, quien veia sonriente la escena y se acercaba a Akane.
-Hola Koharu… -la saludó percatandose de que no le había dirigido palabra alguna, Koharu respondió inclinando levemente la cabeza. –Y Kagome? –preguntó algo preocupado, si bien no llevaba muchos minutos en la casa estaba acostumbrado a que Kagome lo recibiera junto con Akane. –Está en su habitación señor… -respondió Koharu mientras Akane comenzaba a romper el papel.
Abrió levemente la puerta, no quería hacer ningun ruido y se encontró con la figura de Kagome, quien estaba sentada en el borde de su cama y miraba hacia la ventana completamente absorta en sus pensamientos, traia su cabello negro azabache suelto por la espalda y su perfil se veía hermoso. Respiró profundamente pues sentía como su corazón comenzaba a latir con mayor velocidad, sus brazos ya tenian la necesidad de estrecharla y sus labios anhelaban besarla, sonrio nuevamente para sí mismo, solo habian estado separado por tres dias y la había extrañado tanto, es que acaso nunca podria vivir sin ella? sabia muy bien que no, desde el día en que la vió por primera vez, sus ojos castaños jamas se habian ido de su mente menos de su corazón.
Kagome volteó levemente y se encontró con los ojos dorados de su esposo, quien estaba de pie en el umbral de la puerta, le sonrió levemente sacandolo un poco del trance en el que estaba, otra vez la miraba con aquellos ojos dorados con los que analizaba cada uno de sus movimientos y que a la vez le expresaban una inmensa ternura.
-Inuyasha… -susurro levantandose y sonriendole, él comenzó a acercarse a ella necesitaba tanto abrazarla, era como si sus sentidos necesitaran de ella, como si Kagome fuera el aire que respiraba todos los dias.
-Kagome… -le dijo tambien susurrando y enfocando sus ojos en el libro que su esposa había dejado sobre la cama. Ella solo lo miro con sus ojos castaños, se acercó a él y lo abrazo… Inuyasha le correspondió con la misma intensidad notando de inmediato que a Kagome algo le pasaba
-Te extrañe tanto… -le dijo mientras se aferraba al pecho masculino de Inuyasha, él le acaricio el cabello.
-y yo a tí Hermosa… lo unico que quería era estar con mis niñas de Nuevo… -se separó un poco del abrazo para mirarla directamente a los ojos y se acercó para besarla levemente en los labios y luego agregó. –Qué es lo que te pasa Kagome?
-Ella lo miró asombrada y frunció el ceño, es que aun la sorprendia parecía como si él fuera capaz de leer dentro de sus pensamientos. Se quedó unos segundos en silencio, no estaba segura si era necesario que él supiera lo que la inquietaba, pero él la estaba mirando con aquella Mirada dorada, tan brillante e intense
- La pequeña te contó acerca del tesoro? –le dijo con la voz algo aungustiada, Inuyasha la miró extrañado y solo pudo asentir con la cabeza.
-El tesoro que Akane encontró, es un libro, era mi antiguo diario Inuyasha… aquel diario en donde comenze a escribir cuando te vi de Nuevo recuerdas? Despues de que desapareciste.
-Ese… diario? –preguntó asombrado de manera susurrante… Kagome asintió con la cabeza y se voltero dandole la espalda a su esposo… respiró profundamente y continuo –comenzé a leerlo, y volvieron tantas imagines Inuyasha, tantas situaciones, nuestra historia, Kikyo, Kouga, Tú…. Y aquel hombre Inuyasha…. –dijo con dificultad pero sin atreverse a nombrar a Naraku, puesto que los dos se habian prometido que no hablarian de aquel villano en su casa, jamas.
Inuyasha se acercó a ella y la tomó por la cintura volteandola para que sus ojos castaños lo miraran, Kagome intentó contener las ganas de llorar y continuo. –que Akane haya encontrado el diario significa algo?… Inuyasha por un momento volví a sentir aquel temor, aun no se me borra de la mente el hecho de que tu vida haya estado en peligro, al recordarlo vuelve esa angustia. –Las lágrimas terminaron por salir de sus ojos y rodar por sus mejillas, Inuyasha acarició su rostró y la abrazó con fuerza…
-Kagome… que la pequeña haya encontrado el diario no significa nada… lamentablemente siempre recordaremos a ese maldito… pero escuchame… nadie nos va a quitar esta felicidad… y si una vez me arriesgué por tí volvería a hacerlo mil veces si fuera necesario… Tú y Akane son todo lo que tengo… ustedes son mi felicidad y nunca dejare que nada les pase, antes prefiero estar muerto que vivir sin ustedes….
Kagome asintió y estrecho aun mas el abrazo, Inuyasha tenía razón siempre la figura de Naraku estaria en sus vidas, pero habia que dejarla en el pasado, pues tenia que vivir junto a él y junto a su hija, eran ellos a quienes amaba profundamente y por quienes lucharia siempre, contra cualquier cosa.
Inuyasha separó un poco el abrazo para mirarla a los ojos nuevamente, le limpió suavemente las lagrimas y luego sus ojos se enfocaron en los labios rosados de su esposa, como deseaba besarla, besarla hasta saciarse de ella, sonrió levemente y le dijo.
-me encantan tus labios Kagome…. Me provocan cada vez que los miro… -Kagome sonrió y sus ojos se enfocaron en aquella Mirada dorada que siempre lograba producir en ella tantas cosas.
-a mi tambien me gustan tus labios…. Pero también me gusta tu Mirada en mí Inuyasha… -él simplemente sonrió, la amaba y necesitaba tanto y estaba seguro de que siempre estaria junto a ella.
-Te amo Kagome…
-y yo a ti Inuyasha….
Sus labios se acercaron y se fundieron en un nuevo beso lleno de amor y de pasion, un beso que ambs anhelaban y que sabían que no sería ni el primero ni el ultimo, pues estarian juntos para siempre.
Fin.
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Holaaaaaaaa a todos los lectores de este fic, me parece casi incredible al fin termine este fic, hace un añito que se me ocurrió esta idea loca y ahora lo terminé. No se, tengo sentimientos encontrados, definitivamente es como un pequeño hijo como dice Anyara pues algo de mí se queda con esta historia, yo la escribi primero porque fue una idea loca que se me ocurrió y que se transfomó en este fic . Espero de corazón que esta historia les haya gustado, tanto como a mi me gusto escribirla se que es una historia un poco rara por la manera en que está narrada pero creo que es lo interesante.
Les agradesco de corazón a todos los que leyeron este fic sobre todo a los que me dejaron algun review:
Starfire:(Doremi) muchas gracias por todo tu apoyo amiga y por todos tus mensajes, se que no nos hemos visto por msn pero te aprecio mucho.
Tanya: a ti tambien te agradesco todo el apoyo a mis locas ideas, sobretodo cuando leias de mis cuadernos todos rayados, te quiero mucho amiga.
Anyara: muchas gracias por tu animo, gracias a ti estoy terminando al fin este fic espero que te haya gustado el resultado.
Tambien mis sinceros agradecimientos a: Karen inu 15, dmrapr-cma-anti-muerta, meryinstar, aome 231, marineyha-chan, kawaii dany.chan, kisuna higurashi, bbkid, deep and from heart, sofita, aiko 1993, gris chan, riku arely, coolis 17, dyelbi-chan, catumy, willnira, st. Vicky, kagome 2412, angelical heart, inu ha lima.
Creo que las nombre a todas y bueno a quienes no nombre tambien les agradesco de Corazon…. MUCHAS GRACIAS…
Que emocionante terminar un fic
Bueno ahora no les dire nos vemos en el proximo capitulo
Cuidense mucho
Espero sus comentarios y que esta historia les haya gustado tanto como a mi
Adiosin
Besitos
Isis
Pd: aprovecho de promocionar mi fic: Podre volver junto a ti, espero que les guste como este fic, y tambien pronto me veran con dos fics nuevos de uno ya tengo el nombre y el otro aun no, espero verlas por ahi… cuidense mucho…. Me ire a seguir escribiendo adiosin… las veo en mis proximos fics.
Fecha de termino: 04 de mayo del 2006
