Dis.: ninguno de los personajes me pertenece, salvo los que yo he inventado, todo los demás pertenece a la autora, J.K.Rowling y la Warner.

Notas: la historia esta basada en una de mis peliculas de Disney favoritas: The Parent Tramp ( donde participa L. Lohan), aunque con ciertas modificaciones.

Respuestas!

Ana: jajaja...no te preocupes por escribir un review en cada capítulo, no es obligatorio! Igual muchas gracias por la atención!

Hermillopis: muchas gracias por el comentario!

Hermi-500: me alegro mucho que te haya gustado! Justamente por la escena de San Mungo es que Hermione es doctora y en cuanto a que ella es cortante... el personaje de la madre en el película es demasiado "blandito" y bueno; Hermione es más dura y rencorosa, sobre todo si se trata de Ron... Pero bueno, finalmente van a hablar!.


Alma Gemela

Capitulo 6 : Teoría del caos ( parte 2)

La miro con aquellos ojos azules que aún la hacían suspirar y que por todas las cosas eran terriblemente expresivos, justamente por ellos se dio cuenta en el gran asombro que sentía Ron en es instante.

-Pero que...- Hermione se sorprendió de sentir el dorso de la mano de aquel hombre recorriendo con ternura infinita su rostro.

-Ron, mi amor!- se escuchó una voz estridente sonar acompañada del rechinido de la puerta.- gracias a Dios que estas bien- y sin ningún tipo de aviso una mujer de blondos cabellos se abrazaba con fuerza al hombre.

-Ejem, Ejem- carraspeo la doctora con el ceño visiblemente ofuscado.- quien la autorizo a entrar? Además, quien es usted?

-Yo soy Sharon William, la futura señora Weasley- sonrió con satisfacción- y aquel enfermero me autorizó el ingreso.- Hermione miró incrédula hacia la puerta, para toparse con la mirada del enfermero que se veía cansado, producto seguramente de una tormenta verbal de aquella mujer. Allí afuera también aguardaba la familia de Ron. Camino segura hacia la puerta y se dirigió hacía la muchedumbre de pelirrojos que estaba allí.

-Disculpe, doctora- comenzó una voz muy maternal que conocía a la perfección- podemos ingresar?

-Si, pueden pasan- contestó, mostrándose lo más fría que pudo para pasar desapercibida- lo mantendremos en observación unas dos horas más y luego podrán llevárselo a casa...ahora si me disculpan- se retiró lo más aprisa que pudo hacía su despacho, donde para su desgracia la esperaba una muy histérica Annie (Hally).

-An?- dijo abriendo la puerta muy despacio.

-Mamá! Ya era hora!- gritó con lagrimas en sus ojos- cómo esta?

-Quién? – preguntó Hermione haciéndose la tonta.

-Pap...pues el jugador, quién más?- respondió.

-Oh, él esta bien- respondió quitándole importancia- no te preocupes, ahora en un rat...

-Quiero verlo!- chillo nerviosa.

-An, hija, él está con su familia- dijo Hermione bastante asustada.

-No importa- le dio un pequeño empujón a su madre y salió corriendo en dirección a la habitación donde estaba su padre.

Todos los Weasley estaban reunidos allí, escuchando como Ron relataba su accidente. De pronto la puerta se abrió imperiosamente dejando a todos muy consternados. Hally a travesó toda la habitación hasta la cama donde estaba Ron se abrazó a él.

-Me alegro de que estés bien, papá!- dijo emocionada.

Ron esta muy sorprendido y sin habla mientras abrazaba a la niña.

-Annie!- ahora era Hermione la que entraba agitada a la habitación.

-Mamá!- saludó la verdadera Annie que estaba al lado de Molly y no abrazada a Ron.

-Annie?-preguntó Ron mirando a la niña que tenía abrazada.

-No, papá, yo soy Hally.

-Eh? No entiendo nada- confesó Ron mirando a las niñas y luego a Hermione, que parecía estar en su misma situación.

-Bueno, creo que es hora de confesarlo, no An?- preguntó Hally saliendo de los brazos de su padre y tomando la mano de su hermana.

-Nos conocimos en Hogwarts, somos compañeras de habitación- comenzó Annie- al principio nos llevábamos muy mal- Hally rió- después nos hicimos amigas y descubrimos que éramos hermanas...digamos que es algo obvio, no?.

-Luego yo tuve la brillante idea de cambiar...Annie quería conocer a papá y yo a mamá- continuó Hally.

Ron y Hermione estaban más estupefactos, al igual que toda la familia Weasley.

-No nos separaran de nuevo, no?- rogó Annie, mirando a su madre.

Hermione salió se mudez y miró a su hija, mejor dicho, a sus hijas. Sabía que no podía separarlas, los problemas que ella tenía con Ron debían ser resueltos con él y no mortificarlas a ellas, después de todo no tenían la culpa.

-No, claro que no- respondió dibujando una pequeña sonrisa en los labios para tranquilizarlas- An, es hora de ir a casa...Ron tu también puedes ir a la tuya- soltó mientras tomaba la mano de Annie.

Se dirigió con su hija hasta la puerta y fue en ese instante cuando la voz de la señora Weasley se hizo sonar.

-Hermione, quieres venir a la cena de Nochebuena a casa?- preguntó con inocencia.

Si había algo que ella sabía a la perfección, más que ninguna otra cosa en el universo, y eso era no contradecir o negar un ofrecimiento a la señora Weasley.

-Claro, allí estaremos, muchas gracias señora Weasley- respondió con voz dulce. Luego se retiraron de la habitación. Ron, por su lado, miro a su madre con reproche.

Cabe recalar que todos se había olvidado de alguien, una persona que se retorcía de celos y rabia en un rincón del cuarto: la exuberante hermosa Sharon, quien ya había encabezado su lista de personas odiadas con el nombre de Hermione Granger escrito a fuego.

Al día siguiente, que correspondía en el calendario al la víspera de Navidad, Harry Potter subió al tan conocido piso superior de la Madriguera en búsqueda de su amigo, que hacía 20 minutos que debía haber bajado. Cuando abrió la puerta del cuarto se encontró con un cuadro deplorable. Toda la ropa regada por el suelo y la cama. Ron estaba en frente del espejo.

-Ron...- comenzó Harry- qué es todo esto? Acaso paso un huracán por este cuarto?- preguntó alarmado.

-Estoy bien, Harry?- preguntó el pelirrojo ignorando las preguntas de su mejor amigo. Lucia un pantalón de vestir negro, zapatos al tono, camisa blanca y encima un suéter muy elegante color gris. Tenía el pelo ligeramente mojado, dándole un toque informal a su aspecto.

-Vaya... pues si... no sabía que te ibas a vestir tan bien para Sharon- soltó el moreno inocente.

-No es para ella...- negó rápidamente avergonzado, mientras agitaba su varita arreglando el cuarto.- sólo quiero darle una buena impresión a Hermione.

-Sigues enamorado de ella?- preguntó sin ningún tipo de rodeo, sabiendo de antemano que él lo negaría aunque fuese mentira.

-Claro que no!... acaso no te ha llegado la invitación de mi boda?- gritó exasperado.

-Que carácter- rezongó Harry mientras levantaba un par de medias.

Cerca de las ocho de la noche, madre e hija llegaron en su lujoso auto. Afuera Hally las esperaba ansiosa.

-Mamá, An!- saludó desde el pórtico.

-Hola, Hal- saludaron las dos al unísono mientras se acercaban a ella.

Las tres entraron a la casa, donde el ambiente era cálido y dulce.

-An, me ayudas a terminar de poner la mesa?- invitó su hermana tomándola de la mano.

-Seguro- respondió la otra siguiéndola.

Hermione se sacó su tapado color blanco, quedando tan solo con un elegante y sobrio vestido azul de tirantes hasta la media rodilla. Siguió el mismo recorrido que sus hijas y notó un leve cambio en la cocina. Gracias al mismo hechizo que habían empleado en la carpa que utilizaron en el Mundial de Quidditch, la cocina era el triple de su tamaño para dar lugar a una enorme mesa. A pesar de este aspecto, la Madriguera seguía siendo la misma morada encantadora que Hermione recordaba con cariño. Muchos integrantes de la familia Weasley ya estaban allí. La morena quedo asombrada de la cantidad de niños que había. Sin embargo saludó a todos los presentes, en especial con Ginny y Harry con quienes se dio efusivos abrazos. Aun que debía confesarlo estaba ansiosa por ver a Ron. En efecto al cabo de unos segundos él entró.

-Mamá, crees que debería traer un poco más de leña?- preguntó entando a la cocina.

-Ron, no seas descortés- le reprochó su madre- no vas a saludar a Hermione.

El pelirrojo volteó para encontrarse con ella, que en esos momentos sujetaba a Maurice, el hijo de Fred, entre sus brazos. Quedo totalmente embobado mientras se acercaba para saludarla. Tanto Molly como sus nietas sonreían con total satisfacción.

En el momento en que los labios de Ron rozaban la mejilla tersa de Hermione, se escuchó una infamen y estridente voz.

-Buenas Noches!- era Sharon y otro hombre


Notas de la autora: debo decir que ha sido un capítulo bastante interesante. Las gemelas por fin confesaron y Ron y Hermione están muy cerca, pero deberán sacar a alguien, no? Muchas gracias por la opiniones nuevamente...

Saludos

Ekishka...