Ophelia Dakker: si, ya era hora de esos dos hablaran!Aquí tienes otra dosis de fic
Dany Pruzzo: Pues...tengo que admitir que me tarde un poco, pero en fin...
Ah...Sharon, que persona odiada, no? Sigue leyendo que ya le dan su merecido p
Faithfrv: Besos para ti también!
Fiorella: Muchas gracias por el comentario, me esmeré lo más que pude para que se parezca a la trama de la peli...
---------------------------------------------------------------------------------------------- Alma Gemela
Capitulo 8: Guerra de Hielo y Nieve
Los cuatro llegaron al centro de esquí ubicado en la base de las montañas cercanas a Hosgmeade. Era un lujosa construcción decorada con madera lustrada en el centro del complejo había una chimenea que aparte de proveer calor era la entrada y salida de un sinfín de magos y brujas. Las chicas se mostraban muy entusiasmadas por el lugar pero más que nada por comenzar a enloquecer a Sharon. Aprovechando que Ron se había marchado a la recepción para chequear las reservaciones, las niñas ejecutaron su primera jugarreta.
-Podemos ir a tomar cocoa caliente, mamá?- preguntó inocentemente Hally.
-Oh, pues no sé... deberíamos esperar a su padre- respondió ella, quien se sentía terriblemente nerviosa por tener que cuidar de esas dos niñas.
-Esta bien, esperaremos, mamá- afirmó Annie, enfatizando la última palabra.
-Oiga... no creo que este bien que me llamen mamá...digo su madre podría enojarse y todo eso, prefiero que me diga Sharon- sugirió la mujer más nerviosa que antes.
-Lo que tu digas, mamá... quiero decir Sharon- respondió Hally, siseando la S de Sharon.
-Están listas?- preguntó Ron acercándose al grupo- Bien, nuestras habitaciones son la 102 y 103- agregó viendo las llaves que tenía en la mano- vamos?- preguntó tomando las maletas.
-Claro!- chillaron las gemelas mientras se echaban a correr por el hall central
-Hey! No corran!- las retó su padre, quien fue ignorado.- Dios, son terribles- murmuró mientras caminaba con Sharon por el corredor viéndolas correr.
-100...101...102! Es aquí, papá!- indicó Annie.
-Pst...An, ven mira esto- la llamó Hally que estaba mirando por una ventana.
-Qué hay?- preguntó su hermana, mirando por encima de su hombro.
-Un lago- respondió sencillamente la otra- cuan helada estará el agua?- preguntó con malicia.
-Lo suficiente para que los gritos de Sharon se escuchen hasta Indochina- recalcó Annie entre susurros.
Una vez organizados en las habitaciones, se dispusieron a ir a la nieve. Allí, lo que comenzó con una inocente bola de nieve terminó en una guerra descomunal en la que Ron debió aplicarle varios hechizos a Sharon para que salga de la casi hipotermia.
-Papi...vamos a esquiar, si?- rogó Annie, haciendo pucheros, interrumpiendo el abrazo que él le estaba dando a su futura esposa, quien miro torvamente a la niña.
-Bien, vamos- suspiró él- estas bien, Sharon? O prefieres quedarte?
-No, iré, cielo- respondió la rubia, besándolo en los labios. Ante esto las niñas pusieron su peor cara, incluso Hally simuló tener arcadas.
Los cuarto subieron a la zona de esquí. Cuando comenzaron a descender, Ron guiaba al pelotón, seguido de Hally, Annie y Sharon, esta última bastante aterrada.
-A la izquierda!- le indicó Ron a Hally y Annie.
-A la derecha!- le dijo Hally a Sharon que venía un poco atrasada. Esta al escuchar la indicación hizo caso omiso y viró, internándose en el bosque.
Luego de una hora, Ron y otros hombres encontraron a Sharon trepada a un árbol.
-Sharon, por Dios, qué haces ahí arriba? Llevo una hora buscándote!- reprochó Ron, extendiendo los brazos para tomarla entre ellos.
-Es que me dijeron que había osos- devora-humanos en este bosque- respondió ella tímidamente.
Ron se echó a reír y la miró incrédulo.
-quien te dijo eso?- preguntó finalmente, depositándola en la nieve.
-Ellas- respondió mirando a la niñas con los ojos inundados en odio.
Ron las miró y ellas solamente se limitaron a poner cara de total y pura inocencia.
-Chicas...- rezongó él- déjenla en paz.
Por la noche, cuando todos se fueron a dormir, las niñas pusieron en marcha su plan maquiavélico. Sacaron una cubeta llena de agua del lago, mezclada con abundante nieve, y se inmiscuyeron en la habitación de Ron y Sharon. Ellas sabían que su padre dormía como un tronco y que nada lo despertaría. Por lo que, trapadas a una silla, colocaron la cubeta encima de la puerta, en el ángulo que se forma cuando la misma está semiabierta. Ambas salieron con cuidado y se introdujeron en su propia habitación. Indudablemente, el ingreso repentino de luz y frío hizo que la rubia se despertará y en su estado de somnolencia tratará de cerrar la puerta, recibiendo de lleno la cubeta en la cabeza, bañándola en agua helado.
Sus gritos histéricos despertaron a todos en el lugar, incluso a Ron.
-Oh, por Dios...- susurró él.
Las hermanas, con la expresión más angelical que pudieron lograr, se asomaron en la habitación. Sharon las miro furiosa y se acercó a Ron, mojándolo todo a su paso.
-Escucha, amigo! Cuando nos casemos me encargaré de enviar a ese par al la escuela más horrenda que halla!- tomó un poco de aire y miro con mayor furia la cara de asombro del pelirrojo- son yo o ese par? Tienes dos segundos!- increpó ella.
Ron pasó de la cara furiosa de Sharon a la de preocupación de sus hijas. Sonrió y simplemente dijo:
-Ese par.
-Qué!- gritó la mujer agitando los brazos con indignación.
-Lo que oyes, elijo a ese par...
Hermione se despertó con la fresca y se preparó para seguir disfrutando las mini vacaciones en la casa de los Weasley, propiciada por Molly. Pero se llevó una gran sorpresa cuando bajó a desayunar y vio como ingresaban por la chimenea sus hijas y Ron.
-Tan pronto volvieron?- preguntó ella mirando a las niñas mientras ellas pasaban en dirección a los cuartos de arriba.
-Le jugamos un par de bromas inocentes a Sharon...- comenzó a decir Hally
-Y estamos castigadas hasta que nos graduemos de Hogwarts!- finalizó Annie subiendo con dificultad su maleta.
-Son terribles!- afirmó Ron derrumbándose en el sofá.
-Donde está Sharon?- preguntó la castaña, sentándose con él.
-Me dejó... incluso me arrojó esto a la cara-respondió él, sacando de su bolsillo un anillo de compromiso.
-Oh, Ron, cuanto lo siento! Yo no debía sugerir esto...- se disculpó ella.
-Oh, vamos, Herm, lo hiciste concientemente- sonrió él, relajándola.
De pronto se escuchó un POF en la chimenea y una voz gruesa que decía:
-Buenos Días!
Al ver de quien se trataba, el pelirrojo solo atinó fruncir el ceño. Hermione, sin embargo, se levantó como un resorte del asiento.
-Viktor, que sorpresa!- saludó ella.
Notas de la Autora: perdón por la tardanza! tuve examenes que me volvieron loca! En fin, espero que hayan disfrutado esta historia que está llegando a sus puntos culminantes!
Saludos...
Ekishka
