Disclaimer: Los personajes de esta historia no me pertenecen a mi sino a Clamp yo solo los tomo prestados. Por supuesto Thais (entre otros) si pertenece a mi autoría.

NdKeru: Leisan! –hola en noruego para quien no lo sepa- Esta vez me he tardado más en actualizar pero es que estoy en los últimos exámenes de la evaluación. Esta semana son las fallas así que me he dado prisa en escribir el capítulo porque no tendré tiempo de continuar ya que voy a estar allí la mayor parte… T.T Muchas gracias por los reviews! Me animáis mucho a seguir.

Ah! Una cosa importante sobre el fic… En el capítulo anterior Sakura iba a buscar a Tomoyo… pues seguimos ahí, más adelante se verá lo mismo bajo otro punto de vista… No sirve de mucho avisar, se entiende igual pero por si acaso!

La tormenta

Capítulo 3

Impresiones

La muchacha de ojos esmeralda se descubrió observando varias veces por el retrovisor. Mientras se alejaba subida a su coche veía la figura de Li, su jefe, su amigo y la persona que, de un momento a otro, había empezado a convertirse en lo más importante para ella.

Vio que el muchacho de cabellos revueltos con un movimiento rápido metía la mano en su saco y sacaba del interior su celular. Estaba ya lo suficientemente lejos pero aún así pudo reconocer esa leve expresión de sorpresa en su rostro. Después giró en la primera esquina y ya no lo volvió a ver. Suspirando Sakura tomó de nuevo el control de su auto, dirigiéndose a la casa de su, ahora, mejor amiga.

Era algo sorpresivo ya que en tan solo dos meses ambas chicas se habían convertido en inseparables. Todo empezó un día, después de las sesiones diarias que Tomoyo hacía al despacho de Li para rehabilitación.

Flash Back 

Tomoyo parecía abatida, ya hacía unas semanas que asistía diariamente al psicólogo pero no conseguía nada. El hipnotismo ya quedaba descartado, no había servido para nada. Y aún cuando la muchacha de ojos azules sabía que la solución estaba en sus manos no era capaz de enfrentarse a lo que había pasado diez años atrás.

Li y Kinomoto sabían que era doloroso para la muchacha recordar, sabían que había algo en la mente de Tomoyo que intentaba evitar por todos los medios aquel día, por lo que intentaban no agobiarla mucho. Sabían que con el tiempo Daidouji sería capaz de hacerlo por si misma.

Sin embargo el tiempo pasó y por mucho que Li intentara ayudarla no era capaz. Eso lo ofuscaba ya que en su carrera había visto muchos casos difíciles pero que finalmente había conseguido descifrar. Pero Tomoyo Daidouji no parecía querer colaborar, y Li ya no tenía más medios a los que recurrir.

-No te preocupes Daidouji. –le decía Sakura- Estas cosas necesitan su tiempo. No te fuerces demasiado, si lo que necesitas es pensar sobre ello hazlo libremente, cuando te veas capaz de enfrentarlo… Nosotros queremos ayudarte. Solo dinos que es esto que tanto te afecta, Tomoyo. –esto último lo dijo sin darse cuenta sin embargo la oji-azul si se percató-.

-Yo… lo intento… Pero es algo que todavía no hablado con nadie…

Sakura caminó hacia ella, cogiéndola de la mano.

-La señora Daidouji nos ha dicho que… tiene que ver con tu papá… -vio que Tomoyo palidecía- Pero no nos ha contado que fue lo que pasó… Haz un esfuerzo… Intenta enfrentarte a ello poco a poco… Te prometo que después te sentirás mucho mejor…

Tomoyo no dijo nada, sabía que la esmeralda tenía razón. La hora pronto terminó así que Tomoyo cogió su bolso y se dispuso a salir. Pero entonces volteó hacia Kinomoto, quien había empezado a leer unos documentos que Li le acababa de dar, y esbozando una pequeña sonrisa le dijo:

-Gracias por todo, Sakura.

Y desapareció. Kinomoto observó por donde la muchacha se había ido pero ya no había nadie. Sonrió abiertamente y volteó hacia su superior que ya empezaba a mirarle de mala cara por haber salido de la oficina.

-Sabes Shaoran… creo que vas a tener que invitarme a cenar. –declaró con una sonrisa que hizo sonrojar un poco al chico. Sakura continuó con su trabajo así que Li no comentó nada al respecto-.

Unos días más tarde…

Tomoyo se levantó ese día un poco más tarde que de costumbre ya que se había quedado la mayor parte de la noche viendo una película romántica y comiendo palomitas junto con su madre. Sonomi se había dormido a la media hora de la película mientras Tomoyo echaba un mar de lágrimas por el triste final de la historia de amor. Luego fue haciendo zapping hasta que encontró un canal donde echaban unos documentales. Vio que su madre salía del salón enrollada con una gran manta y casi sin ver por donde iba, no le tomo importancia y siguió pegada al televisor. A las cuatro de la mañana se había despertado en el sofá y subió a su habitación como pudo. No se despertó hasta ahora.

La oji-azul caminó hasta el baño y se tomó una ducha, una vez ya más despejada decidió ir a dar una vuelta. Más tarde se encontró con Kinomoto en la cafetería que había cerca del psicólogo donde la esmeralda trabajaba y estuvieron hablando durante un tiempo.

-¿Y donde vas ahora, Daidouji? –preguntó Sakura mientras daba un sorbo a su café. Tomoyo se quedó pensativa un momento-.

-No tengo nada planeado… -y se apresuró a decir-. Llámame Tomoyo por favor…

-¿Segura? –preguntó- Tú puedes llamarme Sakura cuando quieras… Es como me llaman todos… -no pudo evitar pensar en Shaoran, él era el único que la llamaba por su apellido cuando estaban frente a alguien más-.

Vio que Tomoyo pedía su cuenta y ella hizo lo mismo. Minutos después ya estaban en la salida. Era Sábado pero aún así Sakura había decidido pasarse por el trabajo ya que apostaba que Shaoran todavía seguía allí. Sin embargo ahora no veía tan mala idea ir a dar una vuelta con la oji-azul.

-¿Te vienes al cine? –Tomoyo pensó que ya había visto suficientes películas por una semana pero aún así asintió.

Fin Flash Back 

Sakura llegó a la mansión de los Daidouji ya que, como aquel día hace dos meses, había quedado con Tomoyo para ir al cine. La esmeralda observó el reloj algo incrédula, ya habían pasado dos horas desde que Tomoyo y ella habían quedado. Seguramente la oji-azul debía estar enfadada.

Llamó a la puerta y al cabo de unos momentos vio que una de las empleadas le abría. Sakura la reconoció y sonriendo le preguntó por su amiga.

-La señorita no está en casa –se apresuró a decir la mujer- Ha salido hará una hora. Creí haber entendido que había quedado con usted, pero…

Sakura se quedó pensando unos momentos. Hubiera jurado que habían quedado que Tomoyo pasaría por su trabajo para luego ir juntas al cine pero sin embargo Shaoran la habían convencido muy rápidamente de lo contrario y por eso Sakura había ido a buscarla. ¿Sería que se habían cruzado por el camino? La oji-verde lo dudaba.

-¿No te ha dejado ningún mensaje?.

-No, lo siento joven. –Sakura asintió al tiempo que salía de la casa pensativa. Ya atravesaba la verja de la mansión cuando vio que alguien le hacía señas al otro lado del jardín. Caminó hacia él, se trataba del chofer de Tomoyo, Makino.

¿Él sabría aclararle la duda que la asaltaba?

"Si algo le ha pasado a Tomoyo, yo…"

--

Eriol caminó hasta la máquina expendedora tomando una botella de agua y una barrita energética. Se sentía algo mareado. Había visto el cuerpo de la chica a la cual había rescatado rodeado de sangre, había sido una visión horrible y dudaba poder dormir en lo que le restaba de viaje. Había llamado a una ambulancia, impacientándose cuando veía que esta se tardaba más de lo común. Veía que la muchacha había perdido el conocimiento y que si no actuaban rápido y la llevaban a un hospital podría perder la vida de un momento a otro. Y eso lo asustaba.

Se había sacado un peso de encima cuando los médicos le habían dicho que estaba fuera de peligro aunque seguía estando grave. Eriol se preguntaba porque se preocupaba tanto. Había sido una experiencia traumatizante pero aún así no entendía que había sido esa horrible opresión en el pecho cuando había visto el rostro de la joven en aquellas condiciones. Se había sentido… ¿indefenso?.

El sonido del teléfono lo sobresaltó. Buscó en su maleta el móvil hasta que por fin lo encontró, camuflado entre el resto de objetos que había en el interior. Viendo el nombre en la pantalla descubrió de quien se trataba. Respondió la llamada con un tono serio que no caracterizaba con él.

-Eriol, cuanto tiempo –saludó. El oji-azul pudo escuchar murmullos al otro lado. Según pudo entender una voz femenina se despedía de su amigo- Te noto algo serio… ¿Dónde estás?.

-En el hospital.

-¡¿Te ha pasado algo!

-No, a mi no. –aclaró- Es difícil explicar. ¿Qué tal si nos vemos en la tarde?

-Claro. Dame la dirección. –mientras la anotaba lo más rápidamente posible escuchaba lo que Eriol le iba diciendo. De un momento a otro su rostro se oscureció y pudo darse cuenta de algunas cosas. Se apresuró a doblar la esquina para buscar un taxi que lo llevara lo más rápido posible a donde Sakura había ido. Según la descripción que el joven inglés le había dado encajaba perfectamente con la imagen de Tomoyo Daidouji, aún cuando no le había comentado sus sospechas al respecto. Por fin encontró un taxi y se subió a él, después se despidió de Eriol.

-Adiós, Shaoran.

--

Después de la conversación con Li, Eriol decidió ir a la habitación de la muchacha que había rescatado. Había estado esperando todo este tiempo noticias de los médicos pero éstos ya hacía mucho tiempo que no se comunicaban con él. Lo que más lo preocupaba era poder contactar lo más rápido posible con su familia, que estos supieran que era lo que le había pasado. Pero la chica no traía consigo ningún documento y su coche había sido custodiado y seguramente era lo que estaban investigando ahora, por lo tanto no se sabía nada sobre su procedencia.

Eriol se dirigió a la habitación 32 y asomó la cabeza. Entonces pudo ver que la morena estaba despierta. Cuando por fin se percató de su presencia lo miró con el miedo reflejado en sus ojos y Eriol sintió una gran pena. Se acercó solo lo mínimo, la muchacha todavía lo observaba y pudo ver como poco a poco iba esbozando una tierna sonrisa lo cual lo tranquilizó bastante.

De cerca le pareció mucho más hermosa de lo que recordaba, sus ojos eran azules –como los de él- su cabello negro le caía como cascadas a ambos lados y contrarrestaba con su pálida piel. Tenía unas largas pestañas y un rostro fino y delicado pero de rasgos marcados.

De un momento a otro se llevó la mano a la cabeza y pudo ver que la tenía vendada, seguramente se había golpeado contra el volante en el choque y tenía alguna contusión.

-¿Te encuentras bien? –preguntó preocupado. Vio que la chica asentía mientras algo de color subía a sus mejillas. Eriol llenó un vaso que había junto a la cama de la oji-azul del agua que acababa de comprar y la ayudó a que la tomase, pensando que era debido a eso. Una vez Tomoyo terminó de beber efectivamente se sintió menos mareada y recuperó, aunque mínimamente, algo de color. Levantó una mano, indicando que ya era suficiente, y recargó la cabeza de nuevo en la almohada. Cuando cerró los ojos descubrió que ya no oía esos extraños murmuros que antes la asaltaban.

-Gracias. –susurró sintiendo sus párpados pesados pero se esforzó por mantenerse despierta-

-Voy a avisar al médico –se apresuró a salir pero entonces la voz de la chica lo detuvo-

-Tu sabes… ¿Qué es lo que tengo?

-Todavía no lo he hablado con los médicos… pero por lo poco que me han dicho ya estás fuera de peligro, ahora lo único que tienes que hacer es descansar –la joven asintió- ¿Cómo te llamas?.

-Daidouji, Tomoyo.

-Yo soy Eriol.

Tomoyo levantó la mirada y pensó que no podía negar que era muy atractivo, pero se dijo que no debía pensar esas cosas y volvió a llenar su mente de las preocupaciones anteriores.

-¿Puedo llamarte Tomoyo?

La oji-azul dudó un momento pero después contestó tranquilamente:- Por supuesto.

-Bien Tomoyo, no te preocupes, estoy seguro de que pronto te recuperarás… -abrió la puerta- Vuelvo en unos minutos…

Tomoyo cerró los ojos, cansada. Vaya que había sido extraño, normalmente nadie se dirigía por su nombre solo conocerse, no en Japón. Y Tomoyo hubiera pensado que no era lo adecuado, pero ese chico le inspiraba confianza y no pudo rehusarse. ¿Por qué?

Sin darse cuenta ya habían pasado diez minutos y la puerta volvió a abrirse. Cuando Tomoyo levantó la mirada, creyendo que sería Eriol, descubrió que se trataba del doctor…

…y no pudo evitar decepcionarse.

--

Una chica observaba el fuego con suma fascinación, sus cabellos fácilmente podrían confundirse con el rojo intenso de las llamas que iluminaban toda la estancia. Escuchó su nombre ser susurrado por una voz masculina: "Thais…", y posó su mirada dorada en las sensuales facciones del hombre que yacía a su lado, tumbado sobre la fría madera de aquella cabaña que servía para consumir sus noches de pasión. Thais sonrió mientras descendía sus manos, recorriendo con ellas todo el cuerpo de su acompañante. Bajó la cabeza y fue depositando suaves besos sobre el pecho desnudo del moreno hasta que éstos se convirtieron en mordiscos. Vio que el chico se turbaba y no pudo más que sonreír más coquetamente.

Aquel solo era uno de sus tantos amantes con los que compartía sus noches solitarias. Aquel no era distinto a ninguno de los demás. Aquel no se compararía nunca con Eriol Hiraguizawa. Porque Thais todavía mantenía la ferviente esperanza de que el chico algún día cayese a sus pies. Y fuese como fuese lo conseguiría.

Esa noche tuvo sexo con ese hombre, imaginando que se trataba del chico de ojos azules, buscando en cada sonrisa que fuese él. Sin embargo cuando terminaron Thais se dio cuenta de que solo era una ilusión y su decepción vino seguida de una rabia que no pudo contener. Se levantó rápidamente, separando su cuerpo del de ese hombre, y cogiendo la manta que los cubría a los dos. Ante esto el chico se despertó viendo a la pelirroja con el ceño fruncido.

-Vete. –le dijo simplemente-

-¿Cómo? –replicó el moreno-

-Dije que te fueras.

El chico no entendía que había pasado con la joven y ardiente mujer con la que había pasado la noche pero no replicó nada más, se vistió rápido y tomó sus cosas. Se sentía, en cierto modo, como un juguete usado. Envió una última mirada a la modelo pero esta seguía estática, cruzada de brazos y observándole con una mirada severa.

Cuando Thais lo vio salir cruzó la cabaña rápidamente y cerró la puerta con fuerza, después caminó hacia la ventana y miró la silueta del chico alejarse.

-Adiós, Touya…

Continuará…

NdKeru: Hola! ¿Qué os ha parecido el capítulo? Espero que os haya gustado y que continuéis enviando vuestras opiniones. No tengo mucho que decir solo que intentaré no tardarme tanto como esta vez… Muchas gracias a Megumivks, daidoji-tomoyo, Basileia Daudojiu, akirachinty, Undine, Serena, 2Miru, angel amatista y sonylee. GRACIAS A TODAS!

Espero que continuéis enviándome tantos reviews, nunca creí que una historia mía gustara tanto, gracias!.

Por curiosidad, ¿Sabéis que son las fallas? Es impresionante, algún día tenéis que pasaros por aquí, seguro que no os arrepentís! ¿Alguien acepta? Yo me ofrezco a hacer de guía… xD

En el próximo capítulo se descubrirán algunas cosas más -.- Bueno, yo ya me despido.

Hasta pronto,

Keru