NdKeru: Hola! Aquí estoy actualizando, espero que me hayáis extrañado, jeje. Primero aclarar que el párrafo en cursiva un poco más abajo no es mío, quiero agradecer a la persona que me lo envió para poder hacer de esta historia algo mejor, muchos besos y abrazos.

Keru

La tormenta

Capítulo 6

Regalo

Por: KeRu-ChAn-kistunne

-kubota(barra baja)ayumi(arroba)yahoo.es-

3 días después…

Martes, 16 de Mayo.

Los primeros rayos de luz se filtraron por el ventanal de la habitación despertando así a una adormecida muchacha de cabellos azabache. Sus ojos azules fueron abriéndose encontrándose a plena luz del día. Sacó débilmente la mano bajo todo el montón de mantas que la cubrían y prosiguió a hacerse un poco de aire con ella. Su cara no podía tener más color. Con algo de esfuerzo pues estaban bien amarradas fue bajando una a una las mantas que la cubrían. Ya iba por la segunda cuando vio a su madre a su lado con una gran sonrisa. Sonomi estaba medio agachada supuestamente oliendo algo que Tomoyo no alcanzaba a ver. Con fuerza arrebató otra manta más pudiendo así incorporarse y soltar un fuerte bufido.

-Mamá! –exclamó cuando se vio con suficiente aire para hablar-

-Ay cariño! Mira lo que te han traído! –Tomoyo pospuso su reclamo sobre taparla con diez mantas en la noche para observar lo que su madre sostenía alegremente a la altura de su pecho. Eran unas preciosas flores de diferentes colores, y oían fenomenal.

Tomoyo no sabía que decir.

-Son para ti, tonta!

-Para mí! –preguntó sorprendida la oji-azul cogiéndolas entre sus manos. Entonces divisó una tarjeta de color rojo entre el compuesto de flores que formaban el regalo para Tomoyo. La cogió con algo de nerviosismo pero se quedó observándola fijamente sin mover un solo músculo.

-Pero mira haber que dice cariño! –Sonomi no hacía más que darle prisas impacientando así a una sorprendida Tomoyo.

-"De quien será?" se preguntó Tomoyo internamente- "Tal vez… sean de Sakura y Li… Sí, definitivamente es lo más probable…".

Fue abriendo la tarjeta con suma delicadeza, una vez abierta sus ojos posándose en la perfecta caligrafía con la que estaba escrita. No pudo más que ponerse de nuevo nerviosa cuando vio a su madre andar de un lado a otro esperando a que Tomoyo hablase. Tomoyo lo leyó con avidez, sus ojos deteniéndose en el tramo final.

-Que dice? Que dice!

Tomoyo se aclaró la garganta antes de decir.

"Para una bella flor,

Que la magia sea tu mejor traje,

tu sonrisa el mejor regalo,

tus ojos el mejor destino

y tu felicidad mi mejor deseo.

Espero que pronto te recuperes".

-Eso dice? Nada más! –se abalanzó contra ella pero Tomoyo pudo evitar la mano de Sonomi antes de que ésta le arrebatase la tarjeta. La mujer vio como las mejillas de su hija se teñían de un fuerte color rojo. Recuperó la compostura y dijo:- Voy a preguntar si tienen algo donde ponerlas!

Y salió rápidamente de la habitación dejando a Tomoyo mirando extrañada por donde su madre había salido. Entonces reaccionó.

-Mamá! Las flores!

Prácticamente se había salido de la cama así que volvió a sentarse en ella ésta vez, a diferencia de la anterior, observando la tarjeta que todavía sostenía entre las manos. Aún el fuerte rubor no desaparecía de su rostro.

En la parte inferior, escrito con un tono negrita que lo diferenciaba del resto ponía:

Te estima,

Eriol Hiraguizawa.

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Londres,

Al mediodía…

En la parte trasera del colegio privado femenino se hallaban escondidas cinco chicas de nueve años. Se miraron unas a otras para después sonreír maliciosamente y abrir una vieja puerta que anteriormente se usaba como cuarto de limpieza y que al construirse una sala más espaciosa para esa misma tarea dejó de usarse.

Dentro de esta habitación se encontraban escondidos tres niños de igual edad. El primero de cabellos chocolates y ojos del mismo color, el segundo moreno y de ojos verdes y el tercero pelirrojo y de ojos violeta.

Dos de las cinco chicas que formaban parte de esta incursión dieron un paso al frente, al ver que los tres chicos no se animaban a salir. Mientras tanto una niña de cabellos castaños y ojos café lo observaba desde atrás con una sonrisa juguetona. Si la madre superiora se enterase de que habían entrado niños al colegio pondría el grito en el cielo.

-Nakuru –la sacó de su ensoñación una de las otras niñas, de cabellos claros, casi rubios, y ojos miel.- Ya nos vamos.

-Hai! –Nakuru Hiraguizawa los alcanzó para después ser interrogada por los chicos- ¿Y porqué habéis tardado tanto? –le preguntó el primero de nombre Abram que era quien se había adelantado algunos pasos a sus amigos y ahora caminaba de espaldas esperando la contestación de la niña. A la derecha de Nakuru se encontraba Aarón, el niño de ojos verdes se mantenía indiferente a lo sucedido y caminaba con las dos manos sobre la nuca. A su izquierda estaba el chico de ojos violetas de nombre Johnny, este simplemente veía a Nakuru con una sonrisa.

Nakuru al sentir todas las miradas sobre ella explicó:

-Sor Angélica nos ha dificultado un poco el paso… -encogiéndose de hombros y mirando a su amiga añadió:- Ariadna la tuvo que distraer… -ahí todos miraron a la morena y pasaron a interrogarla sobre su gran hazaña contra la señora de trasero con forma de abejón (xD). Ariadna que tendía a exagerar las cosas les contó su gran aventura, al final, según ella, hasta tuvo que luchar contra villanos que querían tomar la escuela…

Mientras tanto la niña de cabellos rubios que momentos antes había estado hablando con Nakuru se volvió a acercar al ver que ya había perdido toda la atención anterior.

-¿Cómo van las cosas en tu casa? –le preguntó la oji-miel.

-Mi mamá y yo estamos la mayor parte del tiempo solas… Y cuando ella se va quedo a cargo de Marianne (la sirvienta), con todo casi nunca me dejan salir. Y extraño a Eriol! –haciendo un puchero-

Su amiga sonrió ante lo hecho por la castaña, pero luego recordó el tema que había estado pensando en decirle y que siempre olvidaba.

-¿De que te vas a disfrazar para el teatro escolar?

-El teatro! –exclamó- Te lo he de mostrar cuando vengas a mi casa…

La niña de cabellos rubios y ojos miel asintió. Yul'ka era de origen ruso y conocía a Nakuru desde que ambas ingresaron a la escuela.

Finalmente llegaron al parque. Una vez allí Abram sacó de su mochila una pelota y empezó a botarla con su mano derecha. Cuando todos estuvieron por fin formando un círculo fueron pasándosela. Primero Abram se la pasó a Ariadna, después ésta se la pasó a Aarón, después a Yul'ka, a Johnny, a Yelena, a Alma y finalmente cuando Nakuru por fin ya veía la pelota llegar victoriosa hasta sus brazos… pasó de largo.

-Eh Nakuru, pero no la dejes ir! –la castaña pasó por todos los colores antes de salir corriendo a buscar la pelota, la cual fue a parar a una fuente, salpicando así a todos los niños que estaban allí jugando.

"Ups" pensó Nakuru antes de salvar su pelota con una forzada sonrisa en el rostro.

-Ey! Ten más cuidado niña! –el grandullón ya iba a empujarla pero otro chico que estaba allí también sentado logró pararlo.

-Ey! Ey! Cálmate! –dijo el muchacho de cabellos grises y calmada mirada café haciendo que el otro se alejara todavía algo molesto- Estas bien?

-Hai!

Dándole unos cuentos golpecitos en la cabeza le preguntó-¿Cuántos tienes¿Siete¿Ocho?

-Nueve! –exclamó Nakuru indignada, tal vez si que era un poco bajita… pero él no lo era tanto!.

-Vale, vale… Yo doce.

-No me importa –declaró aparentemente molesta- Pero… Yo soy Nakuru.

El chico rió antes de decir:- Yo soy Yukito.

Más tarde Nakuru presentó a su nuevo amigo con una sonrisa lo cual hizo que ciertos par de ojos violetas mirara esta situación con cierto desagrado.

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Japón…

Eran las tres de la tarde, Eriol miró con aburrimiento su plato el cual consistía en pequeñas cantidades de arroz, sopa, verduras, encurtido y carne. Dudaba que pudiera terminárselo ni en dos horas y ya había comenzado a perder el apetito después de tres días de intensa comida. En un principio hacía el esfuerzo por comer lo que el señor Baldo le preparaba, el amigo de su padre era demasiado cortés con él y no pudo rehusar la invitación. Pero ahora ni eso le daba fuerzas para terminarse el plato. Daba gracias que ese día también estaba Clow, su padre, acompañándolos en la comida lo cual lo hizo sentir menos violento cuando dejó de comer.

-Que pasa hijo? No comes?

Aunque él tampoco ayudaba mucho…

-No te gusta? Quieres que te prepare algo más? –intercedió Baldo amablemente-

-No, no… Es solo que no tengo hambre…

-Si ya dicen que en temas del amor uno pierde el apetito… -ahí Eriol si que se atragantó con el agua que acababa de llevarse a la boca-

-Que? –preguntó atónico-

-Que no es eso? –puso una cara incrédula- Al ver ayer en la noche ese ramo de flores en tu habitación pensé que sería para regalárselas a tu novia…

-…

-Pero ya veo que no… Bueno, sigamos con la comida…

Durante el resto de la velada no volvió a tocarse el tema lo cual era demasiado sospechoso y daba qué pensar, pero Eriol no pensaba preguntar nada al respecto de la actitud de ambos hombres y ellos no pensaban explicarse si no eran preguntados.

En resumen Eriol se marchó de la casa del señor Baldo algo ausente.

Su idea original había sido establecerse en un hotel pero con su llegada y todos los problemas que se habían ocasionado su padre le convenció de que no era rentable quedarse allí cuando estaría la mayor parte del día –y a veces hasta de la noche- fuera del hotel.

Cuando llegó al hospital se sorprendió de que la enfermera que cuidaba a Tomoyo le informara que ni Shaoran, ni Sakura Kinomoto ni la señora Daidouji se encontraban allí. Supuestamente y ante la duda de Eriol habían ido a preparar la llegada de Tomoyo quien saldría del hospital en unos días más. Lo cual lo hizo desconfiar más, no hacía apenas cuatro días que Tomoyo había ingresado… y había sufrido nada más y nada menos que un accidente de coche… como iba a estar bien!

Pero cuando entró a la habitación vio que Tomoyo parecía estar de todo menos mal. La oji-azul se encontraba sentada en su cama, con un mando entre las manos el cual conectaba con el televisor que reposaba en una de las mesas al frente de su cama.

Tomoyo estaba… jugando… con una consola? O.ô

Vaya si parecía estar bien…

-Vaya Eriol! –le saludó alegremente mientras veía como éste se había quedado estático viendo como jugaba con el videojuego que le habían traído. "Está pensando que cómo estoy jugando tan tranquilamente en un momento como éste…" se rió.

Y efectivamente Eriol no daba crédito. Juraba que si hubiera sido él quien hubiera sufrido el accidente ahora estaría tendido en la cama y sin la más mínima fuerza siquiera para pestañear… Bueno, quizás no tanto pero tampoco estaría alegre como una lechuza.

Había estado visitándola todos los días sin embargo hoy parecía mucho mejor que los otros…

Pero Tomoyo más bien estaba contenta por algo que cierto chico de ojos azules le había regalado y que parecía no recordar.

-Gracias Eriol por las flores… -dijo algo sonrosada haciendo que ante ese comentario Eriol se pusiera rojo al recordar las palabras del señor Baldo.

-No… no es nada.

Eriol estaba hecho un lío. Y si ahora pensaba que ella le gustaba? Si lo que dijo el señor Baldo era cierto debía de pensarlo… Pero es que no podía habérselas enviado como AMIGO!

Bueno, tampoco era como decir que Tomoyo le desagradase…

Más bien era lo contrario.

Y era eso lo que lo asustaba, que al habérselas comprado estuviera pensando inconscientemente en eso… (en esa clase de relación…)

Mientras tanto Tomoyo pensaba "¿Por qué no puede pensar un poco más BAJO!" Totalmente sonrojada y a punto de llorar a mares si Eriol no dejaba de pensar esas cosas, no eran cosas que las chicas debiesen oír, y menos cuando es a una misma a la que van dirigidas.

-o/o

Tomoyo había aprendido a controlar el don que había nacido a consecuencia de su accidente. A decir verdad era la única secuela que le había dejado. Ahora, y para su propia incredulidad, podía leer la mente de las personas…

-¿Quieres jugar? –preguntó Tomoyo sacándolo expresamente de sus pensamientos. La nueva conversación hizo al chico sentirse un poco más a gusto.

-No soy muy bueno…

-Yo te enseño. –le sonrió y Eriol tuvo que luchar otra vez consigo mismo para no perderse en esa sonrisa. Pero ahora Tomoyo estaba demasiado absorta en su explicación como para notarlo y además necesitaba mirar a la persona en concreto a los ojos para saber en que estaba pensando.

-Ya lo entiendo, no hace falta que seas tan explícita… -pensando que no era como si estuviese explicándose a un niño de cinco años.

-Vale… -cogió el otro mando y lo conectó a la consola, luego se lo pasó a Eriol-

-Preparado?

Eriol sonrió altivamente.

-Preparado para hacerte perder

-Je! Eso no te lo crees ni tu!

Estuvieron jugando toda la tarde. Iban muy parejamente, tal vez de un momento a otro Tomoyo se desconcertaba, el pequeño recuerdo grabado en su mente sobre las palabras que el chico sentado a su lado le había escrito… y le hacía perder un punto haciendo que este se anotara a favor del chico de ojos azules. Por su parte Tomoyo dejaba tirar de vez en cuando alguna indirecta sencilla (aroma, me agrada el olor de pétalos, etc…) haciendo que Eriol lo relacionara con las flores y de nuevo se pusiera nervioso.

Punto para Tomoyo.

No era como si lo hiciera a propósito… pero es que él la incitaba.

Finalmente pospusieron la partida, quedando en empate.

Pasaron la tarde entre risas y bromas, durante los cuatro días que habían pasado juntos supieron ganarse la confianza del otro y además a cada uno le agradaba la compañía del otro así que el día anterior como hoy pasaron la tarde juntos hasta que Sonomi llegó insistiendo en que descansara.

Cuando cayó la noche y Eriol ya se dirigía de nuevo a su casa decidió que ya no le importaba lo que el señor Baldo o Clow dijesen, quien sabe, tal vez empezasen a tener razón…

Continuará…

NdKeru: Bwajajajaja... ja….. ja….ja….. jem jem… Estarán pensando en matarme por dejarlo aquí… Pues ya lo saben! Si quieren que continúe, que haga los capis más largos o que no lo deje siempre en la mejor parte… enviadme reviews! Bwajajajaja xDD

Aclarar que… Nakuru y Yukito solo son amigos… ¬¬

Y… que os quiero mucho, sobretodo si me mandáis vuestras opiniones xD Espero continuar pronto pero todo depende de mi estado de animo… Y aviso que suelo ser bastante insegura y me deprimo con todo así que intentad hacerme feliz! xDD

Bueno, antes de que esto pase a estupideces mayores me despido.

Saludos,

Keru

Pd: Gracias a Basileia Daudojiu, Shami y Yana por sus reviews. Espero que sigáis apoyándome. Au revoir!