2.

-Se te ve muy contentito esta mañana, Malfoy ¿te ganaste la lotería?- Ginny así los saludo cuando llegaron a la mesa y rió juguetonamente mientras seguía untando mantequilla en su pila de hot cakes.

-¿Lotería? Pff. Mejor que eso.- Tomó la mano entrelazada con la suya y la llevó a sus labios para plantarle un beso mirando al mismo tiempo los ojos color de avellanas.

-Uhh- dijeron un par de niñas. Luna los miraba muy alegremente con sus ojos soñadores y su cabeza apoyada en sus manos enlazadas.

-Pero no preocupes tu cabeza con mi vida Ginny. Mejor concéntrate en cómo vas a hacerle para que, uno, dos, tres, CUATRO, hot cakes no se acumulen en tu cintura; si yo fuera Harry estaría angustiado.

Se sentaron a la mesa.

-No te apures cariño, así son sus desayunos, no sabes la cantidad de comida que esta suertuda puede tomar y aún mantenerse esbelta ¡es increíblemente injusto!- Hermione meneó su cabeza.

-Bueno CARIÑO- la imitó Ginny con una sonrisa- Si tuvieras que sudar, tres o cuatro veces a la semana entrenando, de la manera en que el mejor equipo de quidditch en esta escuela lo hace, sin ofensa para los presentes, entenderías que no es injusto. Yo necesito combustible.

Recordó cuando él también entrenaba. Quizá era tiempo de que empezara a cuidarse físicamente otra vez. Se sentía motivado, lleno de vida, con muchos sueños y esperanzas para el futuro. Nuevamente sentía que quería experimentar la adrenalina de jugar quidditch. De llevar su cuerpo al extremo del dolor físico y el placer que entrenar y competir le habían dado por varios años en su vida.

No era fácil volar en una escoba de la manera en que se hacía cuando se juega Quidditch. Moviéndose a la velocidad que ese deporte demandaba era muy importante tener la fuerza suficiente para mantenerse sentado seguramente en la escoba.

Se necesitaba brazos y manos musculosas para mantenerse firmemente sosteniendo, durante las vueltas repentinas, y las bajadas y subidas súbitas a velocidades peligrosas; teniendo a veces que hacerlo con una sola mano mientras te estirabas para tratar de cachar el snitch.

Un abdomen fuerte que le permitiera mantenerse balanceado mientras volaba era indispensable. Su mente y cuerpo necesitaban estar en forma para poder reaccionar rápidamente.

Estos dos años de angustias, preocupaciones y dolor solo le habían permitido tener energía para sobrevivir. Se había olvidado de las actividades que le daban placer.

Pero ahora quería vivir. Quería disfrutar.

Vencerse a sí mismo mientras su cuerpo le decía que ya no podía más pero su mente tenía la determinación de continuar era, al final del esfuerzo, una fuente de endorfinas y por lo tanto de euforia.

De verdad, que estar enamorado, es como estar drogado, con una sustancia que te hace sentir que la vida es perfecta. Sentir que tenerla a ella es como tener un talismán de buena suerte que transforma las dificultades en retos, los contratiempos en pequeños eventos sin mayor importancia.

¿Tus padres están en la cárcel? es preocupante, pero ella puede abrazarte y hacerte olvidar que la vida es difícil, en ese momento mágico solo importa lo que está sucediendo ahí. Y ese estado casi de nirvana, que tantos estudiosos de los caminos espirituales trabajan tan duro para conseguir, y dónde estás presente con todos tus sentidos, se consigue tan sencillamente.

Todo parece fácil. Y la vida por delante está llena de promesas. Las sonrisas vienen fácilmente a tus labios; incluso una memoria de ella pude hacerlo suceder y la gente perpleja te pregunta ¿por qué estas sonriendo? Pero en el fondo saben que lo que pasa es que estas enamorado.

….

Después del almuerzo Draco insistía, mientras caminaban por los pasillos, en que, por la tarde, se reunieran en su habitación, necesitaban, en su opinión, ejercitar su noviazgo; él no tenía reglas estúpidas de "conductas inapropiadas" asignadas a su recámara. Tenía ganas de abrazarla si mirones alrededor. Pero Hermione insistía en que la buscara, después de su clase, en la biblioteca; él tenía mucho material que preparar para sus ÉXTASIS, sus exámenes finales, y ella no iba a ser un obstáculo.

El departamento de educación, en el ministerio de magia, había determinado las fechas para esos exámenes, que en su caso iban a ser individuales. Empezarían la última semana de noviembre y se extenderían durante diciembre. El último examen tan sólo cuatro días antes de las vacaciones de invierno que, en este año extraordinario, sólo serían de una semana.

El aún no lo sabía, pero una pequeña ceremonia privada estaba siendo ya planeada por la directora, para entrégale los certificados de su educación en Hogwarts. Eso ocurriría un día antes de que los estudiantes regresan a sus casas para la semana de vacaciones de navidad y fin de año.

-Podemos estudiar en mi recámara.- insistió Draco una última vez, antes de que ella entrara a su clase, mientras le entregaba su mochila colocándola en su hombro.

-¿Quieres estudiar anatomía Draco? No con mi hermana ¿eh?- Harry dijo burlonamente, cuando pasaba al lado de ellos, Ginny le hizo segunda brevemente riendo y plantando bruscamente su mano en el brazo de su novio, antes de que desaparecieron en el salón de pociones.

Antes de darle un beso rápido de despedida, Hermione frunció sus facciones, encogió sus hombros y abrió sus palmas para preguntarle sin palabras "¿entiendes lo que digo?"

…..

A las 6:15 Draco entró a la biblioteca, por supuesto estaba desierta, usualmente solo se atascaba de estudiantes un par de semanas antes de los exámenes y se mantenía en alta demanda hasta que finalizaban los susodichos. Era difícil entonces encontrar una silla libre. Buscó entre los estantes de libros moviéndose de una de las áreas de mesas a la siguiente, tratando de encontrarla. Finalmente la vió, sentada con una pila de unos seis libros junto a ella, en la mesa. Sus bucles, color chocolate de leche , no, más bien color caramelo, cayendo hacia un lado y totalmente absorta por el libro abierto enfrente de ella.

-Hola, muñeca- se sentó a su lado izquierdo frente a los libros, y le dio un beso rápido -esto es lo malo de tener una novia que está tan atrasada en sus estudios, se la tiene que pasar en la biblioteca- colocó su mano sobre el montón de libros dándoles palmadas, su cara aún a muy pocos centímetros de ella.

-No darling, estos tesoros son para ti- ella también colocó su mano, la derecha, sobre la pila.- los elegí con cariño, especialmente para tu uso personal, yo simplemente me estoy entreteniendo un rato con un poco de lectura por placer.

-Placer ¿eh? Yo se como puedo contribuir a tu placer.- con un movimiento seguro de su cuerpo eliminó el espacio restante entre sus bocas, su mano izquierda se movió para situarse arriba de la de ella y la derecha para rodear su cintura.

Concentrados en su actividad perdieron la noción del tiempo y del espacio… y de las reglas ¿Cuánto tiempo pasó? Quizás minutos, y quizás podrían haber sido días, pero fueron interrumpidos

-Mmm-mmm.- Madam Pince, aclaró su garganta- Señorita Granger esto es altamente inapropiado. A usted se le otorgaron autoridad y privilegios para que pudiera colaborar en el mantenimiento de la disciplina en esta institución.

Roja como un tomate, Hermione contestó, retirando su mano bajo la de su novio. -Lo siento mucho, madam Pince, no estábamos pensando claramente, esto no volverá a suceder. Usted sabe que siempre he respetado su autoridad y las reglas que usted determinó.

-De hecho fue mi culpa.- agregó él.- de verdad que yo no sabía que hubiera reglas al respecto, -encogió sus hombros.

-En un futuro esperaré una conducta ejemplar en ambos cuando se encuentren dentro de este recinto.- Los dos asintieron.

Una vez que la bibliotecaria les dio la espalda, para continuar su labor de regresar libros a los estantes, él levantó una ceja en complicidad. -nunca se me había presentado una oportunidad de romper esa regla... Pero dime ¿Qué es esto de leer por placer? ¿Qué es lo que lees? ¿Algún tipo de novela romántica?

Cerró el libro, dejando su mano dentro de la páginas que leía, para mostrarle la portada. -"Sangre Mágica, compilación de documentos históricos" -Se trata de recuentos históricos, a través de documentos, de las guerras entre goblins y las comunidades mágicas. Escrito por Arnoff de Manchester, el más famoso historiador goblin.

-¡Wow! - La miró con ojos desorbitados. -¿Asi te diviertes?

Abrió nuevamente el libro y le respondió. -Es muy interesante. De verdad. Te puedes imaginar cómo vivían en el pasado. Todo lo que sufrieron durante esas guerras. Los motivos detrás de las decisiones que se tomaron. Los aciertos. Los errores. Las consecuencias que hubo en todos los seres involucrados, incluso en la vida diaria de los civiles. Cómo se modificaron las vidas de tantos. La influencia que tuvieron las personalidades y los intereses de los líderes. Las consecuencias después de eventos tan importantes. E imaginar que nuestros antepasados, tus antepasados, estuvieron ahí. Es fascinante. Pensar que se trataba de seres con emociones e historias tan reales como la tuya y la mía.

-Pero eso ya lo hemos estudiado, Hermione, en nuestras clases en segundo año ¿para qué necesitas leerlo otra vez?- Se recargó un poco en el respaldo de la silla y ella se movió en su propia silla para poder continuar mirándolo a los ojos. El le movió unos cuantos mechones de cabello hacia atrás de su oreja, realmente solo para tocarla, pero con un movimiento que pareciera útil.

-Oh, sí, pero siempre me ha interesado como se cuenta la historia desde el otro lado. Es muy difícil tener acceso a libros como este, en donde puedes enterarte de una opinión diferente a la oficial en tu propia comunidad, y así tratar de tener una perspectiva más completa. A veces parece que cada facción tiende a contar los eventos desde la perspectiva de ser víctimas o héroes.

-Muy interesante. Quizás solamente se trata de que somos seres con defectos y virtudes y nos movemos para adecuarnos a las circunstancias, muchas veces sin siquiera pensar en las consecuencias a largo plazo.

-Así es. Pero en tu caso habrá consecuencias a largo plazo si no te pones a estudiar, así que puedes empezar con esto.- y movió la pila de libros más cerca de él.

Leyeron e hicieron notas por un tiempo, quizás una hora, quizás más. OK esto era algo que él podía hacer, si eso la hacía feliz. Después regresaron a su habitación y se sentaron unos 20 minutos en su porche antes de que ella tuviera que irse a su trabajo nocturno. 20 minutos muy bien aprovechados en otro ámbito de estudio. En el estudio de las mejores posiciones para acurrucarse el uno con el otro.

-Vete a descansar ya, Draco, no me esperes esta noche. Tienes que dormir bien para que mañana sigas estudiando para tus exámenes. -le dijo mientras ajustaba su abrigo después de levantarse de su lado y antes de irse a su rutina nocturna.

-¡Oh! No, no, no. Ni se te ocurra creer que todos los días me vas a torturar en la biblioteca.- él también se levantó- Mañana me toca a mí preocuparme por ti. Así que te voy a llevar a hacer un poco de ejercicio.- Ella abrió sus ojos con algo que parecía miedo y él asintió un par de veces con su cabeza y con una sonrisita en los labios. -muy bien, ve a tu ronda, que yo aquí te espero para que me des mi beso de las buenas noches.