7.

Estaba entrando nuevamente en ese mundo de excesos y placeres que el dinero y el poder pueden comprar. No sabía que en la escuela alguien ya le había informado a Hermione que lo habían visto muy contento con una chica. Kathy, la prefecta slytherin, le había dicho: "ya no estás con Draco ¿verdad? El domingo salió con Samantha Higgs y los vieron muy contentos y cariñosos en el Moro". Convenientemente, había acomodado y sólo mencionado la información adecuada para usarse como cuña, para que, unos golpecitos después, se acabará de desunir esa relación que algunos resentian. Anne aún estaba interesada en él y ella, que era su amiga, estaba tratando de ayudar

Que rápido la había reemplazado. Hermione sintió una amargura muy profunda en sus entrañas pero... ¿sería cierto lo que Kathy le había dicho? La chica nunca había sido especialmente amable hacía ella. Tal vez solo estaba inventando cosas para hacerle daño. Sería mejor evitar pensar en eso. Nunca era fácil resolver desacuerdos emocionales, se necesita tiempo y calma. Era mejor esperar hasta próximo martes; entonces podría destapar la caja de Pandora y hablar con él . Esa semana ya tenía suficiente y se estaba volviendo loca.

Muy pronto la noticia de que Hermione Granger ya no estaba con Draco Malfoy se extendió como tinta en el agua. Para el siguiente sábado ya varias mentes slytherin, incluyendo la de Nicolás Benoit, habían trabajado para idear planes. En la reunión de bienvenida para Sarah iba a haber alcohol, probablemente drogas y quizá una que otra poción de amor o lujuria; sería el lugar perfecto para seguir golpeando la cuña. El simplemente le recomendó a su hija que aprovechara esa oportunidad. Draco había terminado la relación con su novia. Sabía que su hija era hermosa y astuta. El se encargaría en secreto de ciertos detalles.

Para la reunión las chicas traerian las botanas y los chicos la bebida. Sería una reunión informal en la cabaña de playa de una de las amigas de Sarah. Habría juegos, algo parecido al voleibol de playa, baile, una fogata y probablemente ya medio embriagados cantarían alrededor del fuego. Quizás todo se acabaría al acercarse la madrugada. El que así lo deseara podría quedarse a dormir en cualquier rincón que le acomodara.

Esa cabaña era el lugar perfecto para una fiesta de este tipo. Estaba separada por grandes distancias de otras construcciones; así el ruido ensordecedor de la música no molestaría a ningún vecino.

Bebieron, jugaron, bailaron y Sarah se encargó de atender muy especialmente a Draco.

Comenzó a anochecer y ella le ofreció rellenar su vaso nuevamente, cuando creía que nadie la miraba colocó unas gotas de un líquido claro en uno de los dos vasos y regresó al lado del rubio slytherin.

Ya había parejas por aquí y por allá, Theodore Nott se besaba con Daphne Greengrass y Blaise había desaparecido por ahí con Samantha Higgs. Una chica bailaba sobre una mesa incitada por un par de muchachos. Otros cantaban alrededor de la fogata siguiendo la música estridente. Y otros más bailaban donde fuera.

Draco tenía tres semanas sin una relación sexual, su corazón estaba necesitado. Había muchas hormonas juveniles en esa fiesta y muestras visuales de lo que se puede hacer con ellas. Su novia lo había mandado al infierno y había una chica muy atractiva de sangre pura mandando claras señales de su interés (su padre definitivamente se regocijaría con la posibilidad de que él la cortejara).

-Aquí está Draco, tomemos esto hasta el fondo ¿ok?- Sarah le ofreció el vaso y levantó el suyo para chocarlo con el del chico. -Salud, por nuestra felicidad.

Tomaron la bebida y él se encontró de repente absorto mirando los ojos verdes de Sarah ¡Carambas! ¿Que bebida era esta? Sus sentidos habían explotado con hipersensibilidad. Como aquella vez cuando por insistencia de Crabbe había probado cierta droga. La música vibraba dentro de cada célula de su cuerpo. Los tonos graves de la melodía golpeando en su pecho mezclados con el palpitar descontrolado de su corazón. Las lucecitas tenues de la guirnalda de foquitos parecían luciérnagas danzando alrededor de su cabeza.

Los hermosos ojos del color de las esmeraldas mirándolo. Y esos labios invitándolo.

Quería quitarse su playera y dejar que las manos de esa chica recorrieran su piel.

Levantó su mano para acariciar el labio de Sarah con sus dedos y lentamente se acercó para besarla. Súbitamente se sintió necesitado de encontrar en algún lugar la emoción que ser amado por Hermione le producía. Quizás aquí. Con ella. La rodeo con sus brazos y la beso con pasión, con la sensualidad frustrada con que quería besar a la bruja que lo había despreciado últimamente.

Después de besarse por un tiempo y cuando su playera ya había sido jalada hacia afuera de los pantalones casuales de gabardina, Sarah lo tomó de la mano y caminaron hacia adentro de la cabaña para buscar alguna habitación sin ocupantes.

Gracias a las buenas estrellas, Zabini salía en ese momento de una de las recámaras acompañado de Samantha. Lo vió tocando a la puerta de una habitación, de la segunda que estaban intentando, y rápidamente se lanzó a su rescate.

-¡Draco! Ven acá por un momento.- le dijo rápidamente y se volteó hacia Samantha para decirle: -Espera un poco, necesito checar algo urgente con Draco.- Y después hacia Sarah. -Sarah querida, te lo tengo que robar por un momento.

La chica frunció el ceño y la boca pero Zabini ignoró su desdén.

Caminaron hacia la puerta principal y salieron.

-¿Que chingados estás haciendo Draco?- Blaise lanzó sus manos al aire con molestia.- Te acuerdas que tienes una novia que dices amar y que este martes vas a hablar con ella. Vas a fregar todas tus oportunidades con ella.

-No manches Zabini, ex, ella es mi ex. La bruja que me ignora y que mando mucho a la chingada es mi ex. No tiene caso, ya no tiene caso. Además ¿que carajos tiene Hermione que no tenga Sarah?

-¿Necesitas que te lo diga, cabron? Estamos hablando de Hermione Granger. La mujer por la cual me has dicho, una y otra vez, que sientes lo nunca habías sentido en la vida. ¿Estás borracho? ¿O te metiste alguna pinche droga?...

Zabini frunció el ceño pensativo. -Un momento.- rápidamente sacó, de su bolsillo delantero del pantalón, una bolsita transparente con un puñado de pequeñas ampolletas plásticas llenas de líquido de diferentes colores. -Espera...Aquí… está es.- seleccionó una color azul y se la dió. -Hazme un favor y tómatela. Solo es un antídoto para ciertas cosas.

Draco la bebió y rápidamente la desesperación de regresar a los brazos de Sarah desapareció totalmente; la realidad le pegó con un marro en la cabeza ¿Qué demonios había hecho? Se había besado con otra mujer en la inconsciencia de lo que creía había sido solo el alcohol. Zabini le recomendó que regresara a su casa, se diera un baño y se metiera a la cama. El lo disculparía con Sarah.

….

El domingo por la mañana Hermione recibió una paquete sin remitente. No reconoció la letra con la que habían escrito su nombre. Decidió que, puesto que no podía regresarlo (no sabía a quién), y tampoco le daba confianza abrir algo cuando no sabía quién lo había enviado, lo guardaría para poder, el martes por la noche, checar que fuera seguro y así abrirlo con tranquilidad.