9.
Hermione salió apresuradamente, aún abotonado su abrigo, de la recámara de Draco. Estaba huyendo de sus propios instintos, de lo que su cuerpo le estaba demandando. Torpemente bajo el escalón y caminó hacia su habitación. Se lavaría la cara e inmediatamente seguiría huyendo, podría ir a la biblioteca en lo que llegaba la hora de comenzar la ronda nocturna. Tenía que escapar de esta emoción. Se sentía tan atarantada. Un grito con su nombre la sacó de su confusión.
-¡Hermione!
Levantó su rostro en la dirección de la voz que después de un breve instante reconoció.
-¿Ginny?
Su amiga meneaba una mano para saludarla. Apresuraba el paso para llegar a su lado mientras con la otra mano le mostraba un libro. Después de unos momentos Ginny llegó a su lado.
-Hola, olvidaste tu… -la chica se detuvo súbitamente; al ver a su amiga más de cerca abrió los ojos en asombro- ¿que te paso mi amor? No me digas ¿Otra vez no tuviste relaciones íntimas con tu novio?
-¿Qué? -Preguntó Hermione con una cara llena de terror y sorpresa ¿Acaso Ginevra Weasley había aprendido a leer la mente? ¿Cómo podía haber adivinado?
-Bueno, mira que no hay que ser un genio para darse cuenta. Checate esto. -y comenzó a desabotonar el abrigo de la bruja más brillante de su era, cuyos botones y ojales estaban mal emparejados. -y tu cabello, por todos los dioses, es un desastre. Me imagino que estaban en camino otra vez ¿cierto? Y nuevamente dijiste que no.
-yo… no… bueno… ¿que te hace pensarlo?
-Ahorita te lo digo, pero invítame a tu recámara, hace frío acá afuera. -Entraron a su habitación y Hermione comenzó a desabotonar los dos botones que ya había abotonado correctamente. -Más vale que arregles tu cabello, se nota que alguien estaba muy entretenido para darse cuenta como te estaba despeinando. - Le mostró el libro que había olvidado en el gimnasio, lo dejó en el escritorio y se quitó su chamarra.
-Gracias Ginny. Toma asiento donde gustes- se quitó el abrigo nuevamente y lo colgó en su perchero de pedestal a un lado de la entrada del closet. Después se miró al espejo empezó a tratar de arreglar su cabello, peinándolo con la ayuda de sus dedos.
Ginny se sentó en la cama del lado de los pies y agregó: -En cuanto a cómo me di cuenta, ya te dije, no hay que ser muy listo para enterarse de que aún no lo han hecho. La energía que hay alrededor de ustedes, uff, es intensa. Y, a diferencia de Harry y yo, ustedes muy frecuentemente buscan estar solos ¿ves? Eso grita que tienen asuntos muy privados que atender.
-¿A diferencia de Harry y tú? -preguntó lentamente con mucha curiosidad y un poco de miedo, mientras se sentaba en la cama del lado de las almohadas. -¿quieres decir que tú y Harry ya…?
-Claro.
-¡oh! -se quedó atónita por un momento. Ginny era dos años más joven que ella y ya era sexualmente activa ¿cómo? -Pero Ginny, nosotros no debemos. Tenemos que respetar las reglas. Eres prefecta y me estás diciendo que Harry y tú las han roto.
-Tranquila, Hermione. No en la escuela. Para que crees que nos desaparecemos de vez en cuando ¿de verdad crees que necesitamos visitar la mansión Grimmauld tan frecuentemente?¿Y a ti? ¿Eso es lo que te detiene? ¿Estar en la escuela? Porque se nota a leguas que te gusta estar con él.
Hermione bajó la mirada Y su cara se enrojeció mientras pensaba en todas las veces que había querido continuar. -Si, creo que quizás tengas razón, el hecho de que estamos en la escuela. No creo que podría tener mi conciencia tranquila si rompiera la reglas.
-Está bien… algunas veces me sorprende que puedas ser tan básica para algunas cosas. -Que increíble era ver que ahora era ella la que le estaba dando consejos. De alguna manera Hermione se había quedado atrás en el ámbito del amor. Después de que en un momento, años atrás, ella la había aconsejado ser más natural alrededor de Harry -Pero, muñeca ¡tu novio tiene el lugar perfecto para ustedes! Bueno, si eso es lo que quieres. Y por lo que puedo darme cuenta, yo diría que si lo quieres. Su casa está como mandada hacer para que la aprovechen. Pero lo que importa ahora es saber si en realidad quieres estar con él de esa manera.
-¡caray, tienes razón Ginny! Podríamos ir a su casa. Pero… no sé… Creo que tengo miedo ¿sabes? Ron y yo lo intentamos un día, en tu casa, pero no pasó. Aún soy virgen y no lo se…¿Crees que vale la pena? Se siente como un paso muy grande; el tener intimidad con tu pareja.
Ginny bajó su mirada para pensar por un momento. -Yo creo que son muchos factores Hermione, mira, para mi fue diferente con Dean y con Harry porque-
-Ún momento,- la cortó Hermione aún más asustada. -¿tú y Dean también...?
-Si. Te lo estoy diciendo. Fue diferente con ambos. Sólo pasó un par de veces con Dean, él empezó a buscar la manera y la verdad, ese verano, cuando fuimos a su casa, solo me deje llevar por la emoción. No fue tan difícil, Dean es un muñeco. Pero supongo que tú y yo tenemos diferentes personalidades. Tú eres más cerebral. Y, si, creo que si vale la pena hacerlo, si ambos lo desean y están de acuerdo. Tú cuerpo te lo pide, Hermione. Con Harry fue diferente, yo fui la que lo propuso, era la primera vez para él. Creo que se sentía un poco inseguro de no saber mucho al respecto. Y, bueno, nos ha tomado un poco de tiempo aprender, sentirnos totalmente cómodos el uno con el otro . Pero me imagino que si en una pareja uno de los dos no lo desea y el otro si, quizás este último tendrá que recurrir temporalmente a la autosatisfacción. Tú sabes... juegos de manos.
-Oh -Hermione pensó por un momento mordiendo con angustia su labio inferior. -Ginny, yo pierdo la cabeza cuando estoy en sus brazos. Me he prometido a mi misma una y otra vez que no voy a hacer nada que me acerque a esa emoción y una y otra vez me descubro rompiendo mi promesa. A veces solamente de verlo siento una locura que me lleva a hacer cosas de las que luego me arrepiento.
-Pues piénsalo, Hermione, para que decidas qué es lo que tú quieres. Parece que estás sufriendo. Supongo que para cada persona es diferente, pero, si yo te tratara de vender mi punto de vista, te diría que el cuerpo tiene necesidades, como cuando estás hambrienta por comida, tu cuerpo también necesita amar. Y si de verdad quieres a alguien creo que está bien compartir algo tan íntimo ¡carambas! Hay a quienes le gusta hacer rechinar el colchón sólo por diversión, sin siquiera sentir amor. Pero no creo que tú pudieras disfrutar tener relaciones solo por diversión, pero si amas a tu novio eso es diferente. Pienso que estarías más relajada si das ese paso. Ven,toma tus cosas, vamos por ahí a platicar con otras chicas . Considéralo como una investigación de campo.
Tomaron sus cosas y salieron a buscar opiniones. Por dos días preguntaron a toda chica que quisiera responder si una chica que aún está en la escuela debería tener relaciones íntimas con su novio. Muchas Slytherin las mandaron a la goma, pero las pocas que respondieron dijeron que si, que si la chica en cuestión así lo quería debería de obtenerlo y no había necesidad de informar a nadie, dando a entender que lo que más importaba era tu propia opinión. Las Gryffindor consideraban importante el beneficio para ambos. Las Hufflepuff le daban mucha importancia a la pareja y a las cuestiones del corazón. Las Ravenclaw, más que las de cualquier otra casa, estaban por todos lados en sus juicios. Pero al final había opiniones de todo tipo. Desde quien creía que se debía esperar hasta el matrimonio con la persona que tus padres eligieran para ti, hasta quien creía que compartir una relación sexual con un desconocido estaba bien, pues es solo sexo, no es tan importante como para desgarrarse las vestiduras por ello.
Ginny concluyó sus investigaciones con un comentario: -Bueno Hermione, creo que alcanzas a ver qué esta es una decisión muy personal en la que tienes que considerar tus propias opiniones y valores.
De pronto Hermione sintió que las respuestas de tantas chicas no servían para nada; se encontraba en el mismo lugar. Pero, pensándolo nuevamente, tal vez sí había servido. Al menos ahora podía darse cuenta de que no había una norma definitiva para esas actividades. Tus propias circunstancias te iban a dar la respuesta a tu caso individual.
….
Ese mismo domingo esperó a que llegara Draco, le dio un gran abrazo y beso de bienvenida y le informó que le gustaría ir con él a su casa algún fin de semana.
-Ok, dame un poco de tiempo, necesito hacer algunos arreglos antes de que vayas. Quiero que estés cómoda. Quizás en dos semanas podré tener todo listo.
