16.

Finalmente el día había llegado. Sábado 26 de junio. Había recogido a Astoria en su casa, la chica se veía linda en su vestido color gris con aplicaciones esmeraldas. Los padres se veían muy orgullosos. Estaban contentos de que fuera de la mano de un hombre tan atractivo. Ya el honor del chico se estaba restableciendo y mucha gente había comenzado a hablar muy bien del muchacho tan joven que con esfuerzo, determinación y firmeza de carácter estaba demostrando un gran potencial de empresario.

Draco estaba tratando de ser amable, gracias a Astoria iba a poder estar presente en un día tan importante para la mujer de sus sueños. Iba a tener la oportunidad de tratar de acercarse a ella para explicarle lo que por largas semanas había deseado hacer.

Llegaron a las afueras de la escuela y ya había un poco de gente, solo los que podían aparecer o los que habían tenido los recursos económicos y el tiempo para solicitar un portkey en el departamento apropiado del ministerio. Los que se transportaron en el tren llegarían en unos 5 minutos. Draco la buscó con su mirada; no la encontró. Quizá llegaría a través de alguno de los duetos de ya sea tren-thestrals o tren-barca.

Los edecanes y ayudantes para la ceremonia eran estudiantes de la siguiente generación. Astoria había tenido que llegar tres cuartos de hora antes para recibir las últimas indicaciones y colocarse en su estación para el trabajo que se le había asignado; iba a ser edecán para los graduados, se tendría que asegurar de que hubiera orden entre ellos; sería parte del equipo que escoltaría, a los estudiantes, desde el salón donde estarían antes de la ceremonia hasta sus lugares asignados en las bancas enfrente del podium de profesores, una vez que el gran salón estuviera listo para recibirlos.

Los invitados se sentarían en bancas atrás de los estudiantes. Las dos primeras filas de bancas estaban asignadas para los padres de los estudiantes. Había dos columnas de bancas y al centro dejaban un pasillo. Alrededor de las bancas estaban las mesas circulares adornadas y listas para que las familias disfrutarán el banquete después de la entrega de diplomas. Eran dos hileras de mesas todo alrededor de lo que, después de retirar las bancas, quedaría como la pista de baile. Cada mesa tenía un número flotando encima de ellas, comenzando por la número uno a la derecha del podium, la numeración crecía en el sentido de las manecillas de reloj. Sobre cada una de las mesas había un pequeño folder conteniendo los nombres de las familias que se sentarían ahí.

Una chica llamada Kathy que era la otra prefecta Slytherin le permitió a Draco pasar a la escuela antes de tiempo, para que acompañara a Astoria a salón a donde necesitaba estar, después de todo había sido compañero y quizá le podría haber tocado graduarse con esa generación, pensó ella.

Se sentó en una banca bajo un árbol, cerca de la entrada. Cuando los graduados comenzaron a entrar decidió levantarse a ver si podía cachar a Hermione sola.

Veinte minutos antes de la ceremonia los invitados comenzarían a pasar al salón. Antes de eso. Solamente los graduados estaban entrando.

Vio pasar a uno cuántos graduados, algunos caminaban en grupos.

A algunos los recordaba pero a la mayoría no.

Pasaron unos cuantos minutos desesperantes.

De repente detectó la presencia de un chico alto y pelirrojo no tenía duda de quién se trataba. Entraba a la escuela abrazando a una chica de cabello rubio ¿Cómo se llamaba? Un nombre involucrando colores. ¿Lavanda White? Estaban parados justo después de la entrada esperando a alguien más. Se juntó un grupo de unos siete estudiantes y entonces se prepararon para empezar a caminar. Se estiró y se movió ansiosamente hacia un lado para ver si ella iba en ese grupo. Pudo ver a Potter y a Ginny. Caminaban hacia el salón donde se reunirían todos los estudiantes y cuando Ron se movió de su línea de visión la pudo ver con su ropa de graduada, su cabello en un peinado alto. Se veía hermosa. Dio un paso hacia adelante con la intención de interceptarla.

Pero…

No…

Ese no era el momento más adecuado. Estaba rodeada de sus amigos. Ella tenía que ir al salón a recibir instrucciones… lo que él tenía que hablar con ella, llevaría tiempo, paciencia y energía, no podía hacerla llegar tarde.

Hermione sintió la energía de una mirada y volteó. Lo vió y algo explotó dentro de su corazón. Nunca se hubiera imaginado encontrarlo ahí. Retiró rápidamente su mirada no sin antes percibir también cierta emoción en los ojos del chico. Inconscientemente buscó protección. Se acercó a Harry y se tomó de su brazo, del otro lado de donde su amigo llevaba a Ginny.

-¿Todo bien, Hermione? - Le preguntó Harry volteando a mirarla desconcertado de su extraña reacción.

-En un momento te explico.- dijo ella con la mirada baja.

Algo había sucedido, Harry lo podía sentir claramente. Algo o alguien a sus alrededores la estaba haciendo bajar su mirada. Él chico de pelo negro buscó con sus ojos, escaneó con su mirada el espacio alrededor de ellos y entonces lo vió, estaba parado a unos quince metros de ellos, observándola. Harry se movió de tal manera que la cubriera con su cuerpo de la mirada del rubio ex slytherin.

¿Que estaba haciendo ahí? Se preguntaba Harry ¿Quien había tenido la desfachatez de invitarlo? No había manera de que entrara a la escuela sin un boleto, y esos solo los podían comprar los estudiantes que se graduaban ese dia. Pero el tipo sin duda tenían influencias o como es que ya estaba dentro de la escuela. Todos los invitados aún estaban afuera, aún tenían que pasar unos cinco minutos para que comenzaran a entrar.

O quizás la directora lo había invitado a participar de la ceremonia de graduación pues en realidad él había terminado la escuela este año. No, no, los profesores les hubieran mencionado algo y por supuesto lo hubieran invitado también a los ensayos para la ceremonia, los que habían llevado a cabo la semana pasada. Y, sino, mínimo les hubieran comentado algo acerca de esperar otro estudiante que no se había presentado para los ensayos.

Seguramente la razón de que estuviera ahí era que alguien lo había invitado, probablemente una chica, quizás su última conquista.

Ginny se había percatado de la interacción entre su novio y su amiga. Se había doblado hacia adelante un poco para enterarse de que estaba sucediendo y después había seguido la mirada de su novio. También lo vió.

….

Llegaron al salón donde esperarían para después ser conducidos al gran salón. Ya ahí, rápidamente Ginny los jaló hacia un rincón.

Ron se dió cuenta, se acercó aún llevando a su novia de la mano y dijo: -¿Qué pasa? Algo de lo que necesitemos enterarnos.

-No, Ron, es algo personal. -Les dijo Ginny. Sin siquiera mirar a Lavander. No le gustaba esa chica, era tan… cómo ponerlo… ¿vainilla? ¿Simple? ¿Enajenada con su propia belleza? Ojalá que con el tiempo aprendiera a tolerarla, tal como había sucedido con Fleur.

-oh… está bien. -Dijo Ron y se llevó a su novia hacia el grupo donde charlaban Luna, Neville y otros.

-¿cómo te sientes? -le preguntó Harry, sosteniendo con una mano la mano de Ginny y con la otra en el brazo de Hermione.

Hermione bajó su mirada, sintió un nudo en la garganta que peleó con todas sus fuerzas, apretó sus labios con angustia y les dijo: -No lo se. Mal. Supongo. Me siento mal… incómoda. Levantó su mirada para ver a sus amigos. ¿Qué hace aquí? ¿Quien lo invitó?

Ginny soltó la mano de su novio y tomó la de su amiga entre las suyas. Se disponía a dar su opinión, pero Harry habló antes que ella.

-Lo siento, Hermione, pero me imagino que alguna chica lo ha de haber invitado. Quizás su último interés amoroso ¿Cómo se atreve? Le voy a romper la cara. -Una mueca de molestia apareció en su rostro.

Sin soltar a su amiga Ginny expresó su desacuerdo. -No lo creo, Harry ¿no viste cómo la miraba? No era una mirada de un chico que está con alguien más, era más bien la mirada de alguien muy interesado en ella. Yo creo que ha de haber venido para tratar de hablar contigo, Hermione.

La chica del trío dorado se liberó de las manos de sus amigos y movió las suyas para colocarlas cubriendo su boca, después de un momento las bajo lentamente para añadir: -tal vez no debería darle la oportunidad, quizás tan solo debería irme a casa después del vals. Si, yo creo que mejor les diré a mis papás que no me siento bien y que quiero irme pronto a casa. Si mi papá me ve llorar por algo que él haga se va a poner furioso.

-No. -dijo Harry lentamente, pensando. Los ojos de las dos chicas estaban fijos en el. -Déjamelo a mi. Yo puedo observarlo y si veo que quiere intentar algo puedo pararlo, hablar con él y decirle que respete tu espacio, que te deje en paz.

…..

Toda la gente se encontraba en sus asientos. Los padres de Hermione se sentaban junto al pasillo que separaba las dos hileras de bancas. Justo detrás de los estudiantes.

Draco había evitado sentarse en la misma hilera de bancas que los padres de Hermione. No había faltado quien lo saludara, por supuesto gente Slytherin y/o de sangre pura. Una familia de ese tipo lo invitó a sentarse junto a ellos. Astoria tenía un lugar asignado cerca de los estudiantes siendo celebrados ese día.

El profesor Flitwick era el maestro de ceremonias. Dio la bienvenida a los padres y familiares e introdujo primero a los estudiantes. Una vez que estos ocupaban sus lugares introdujo a los profesores y a los invitados especiales, incluyendo al mismísimo ministro de magia de Inglaterra, este funcionario tan importante nunca estaba presente en este tipo de eventos, pero esta era una ocasión muy especial, se graduaban nada más y nada menos que Harry Potter El Niño que vivió y Hermione Granger la bruja más brillante de su edad, heroína de guerra e ícono del respeto y aceptación a las personas mágicas de origen Muggle en esta nueva sociedad más avanzada. Estos dos personajes también fueron introducidos como VIPs, se tenía un lugar para cada uno de ellos en el podium.

Draco la vio entrar al salón cuando fue introducida individualmente, Astoria la escoltó hasta su lugar en el podium. Sus ojos no se despegaron de la chica Gryffindor ni por un instante.

Hermione tomó su lugar a un lado de Harry y los ojos de Draco no se separaban de ella.

La directora McGonagall dio el primer discurso, seguido por otro del ministro de magia, padrino de esa generación tan icónica de estudiantes, uno más por Harry Potter, "El Niño que sobrevivió a pesar de todo", y finalmente un último discurso por Hermione Granger, estudiante más destacada, por mucho, en esa y muchas previas generaciones.

No importaba quien tuviera la palabra, quien estuviera en la tribuna, los ojos de Draco difícilmente se despegaron de Hermione. Ella lo notó desde que tomó su asiento, sentía su mirada y trató a toda costa de no volver a dirigir sus ojos en su dirección. Harry también se dio cuenta y por momentos trataba de atrapar la mirada del chico rubio de sangre pura, para dejarle saber que Hermione no estaba sola, y que dejaría que se lo llevara un tren si iba a permitir que le hiciera daño a la chica que él había adoptado como su hermana.

Ron por su parte respiraba con alivio por ya no ser novio de esa chica tan intensa. Con su nueva novia el se podía sentir nuevamente como el héroe de la película, algo que, un chico tan inseguro como él, ciertamente apreciaba.

Finalmente los estudiantes comenzaron a recibir sus diplomas.

Harry aprovechó para inclinarse un poco en dirección de Hermione y preguntarle: -¿cómo estás?

-No muy bien. Es mi imaginación ¿o no deja de mirarme?

-No es tu imaginación. A duras penas te a quitado los ojos de encima.- le dijo Harry tratando de ser discreto mientras, uno tras otro, los estudiantes eran llamados para recibir su diploma de manos del ministro de magia. -pero tiene razón Ginny ¡la manera en que te mira! ¿Te incomodaría que intentará acercarse a ti?

Ella asintió con la cabeza y Harry le dijo: -está bien, como te dije, déjamelo a mi. Yo no tengo familia que atender, puedo estar al pendiente y mantenerlo atrás de la raya.

Todo mundo aplaudió, la ceremonia había finalizado.

Se dieron indicaciones para tomar los lugares que a cada familia le correspondía en las mesas después de que felicitaran a sus estudiantes.

El número de mesa que a cada persona le correspondía se encontraban en su propio boleto. Los estudiantes habían escogido semanas atrás las mesas que deseaban para sus invitados, así que los Weasley y los Granger llenaron dos mesas, por supuesto en esas mesas prácticamente todos eran Weasleys o sus invitados, solo habría 3 Grangers y un Potter sentados con ellos.

Había sido un tema de conversación por muchos años en la familia Granger ¿que iban a hacer cuando Hermione se graduara? ¿Podrían invitar a alguien más o tendrían que ser solamente ellos tres? Decidieron finalmente que sólo serían sus padres los que asistirían. Después podrían hacer una pequeña reunión con todos sus amigos y sus escasos familiares.

Draco los observaba desde lejos, Astoria ya había llegado a su lado y le estaba explicando cuál era su mesa mientras él seguía observando las interacciones. Abrazos y besos eran ofrecidos al trío dorado por sus amigos y familiares. No solo sus invitados los felicitaban, también valientes extraños que se aventuraban a no dejar pasar la oportunidad de tomarse una foto con la totalidad del trío dorado.

Muchos desconocidos demandaban la atención de Harry, pero aún en medio del caos de múltiples desconocidos requiriendo su atención, el chico no olvidó su promesa; de rato en rato volteaba a buscar con su mirada a Draco. La búsqueda no era tan difícil, se lo lo tenía que agradecer a la cabellera tan distintiva del muchacho. En un momento sus miradas se encontraron y cruzaron rápidos y tensos movimientos de sus cabezas, un intento patético de saludo, solo para reconocer la presencia del otro.

Por supuesto Astoria sabía que la razón de que Draco estuviera ahí era Hermione, casi podía sentir el rechazo hacia ella que se albergaba en su subconsciente. Ya estaba un poco harta con tanta reverencia ¡No era para tanto! ¿Cuánta gente había arriesgado su vida y solo a ella se le reconocía una y otra vez.

El chico ex slytherin estaba tratando de calcular cuál sería el mejor momento para acercarse, había muchos ojos en esa mesa donde se concentraba el trío dorado. Quizá sería mejor esperar a que la gente estuviera más relajada y dispersa después de la comida y la bebida, cuando ya hubiera el anonimato y la falta de orden que él baile voluntario y espontáneo de las masas de invitados introduce en las fiestas.

El banquete procedió sin novedad. Hermione estaba sentada junto a sus padres y del otro lado tenía a un chico pelirrojo de cabello largo y arete en una oreja, no había duda de que también era un Weasley, se parecía mucho a los que conoció en la escuela. Seguramente él sería su pareja para esa noche y para el baile especial de los estudiantes graduados.

….

Parecía que la oportunidad se estaba acercando. La hora del vals estaba ahí. Todos los estudiantes se habían retirado del salón con sus parejas. El estúpido Weasley iba a ser su pareja de baile, Draco no lo conocía, pero se merecía el título de estúpido por usurpar el lugar que a él le correspondía. El debería ser el que bailará ese día con ella.

Con música acompañándolos las parejas entraron al salón en 5 filas, 4 de ellas desde las esquinas y una más desde la entrada principal del salón. La vió pasar muy cerca, a apenas unos 3 metros, iba del brazo de Charlie.

Charlie no era alto pero era muy musculoso, era de esperarse después de que tenía que lidiar todos los días con dragones. Mucha gente podría pensar que sería una maravillosa pareja para Hermione, especialmente porque muy poca gente sabía que dulce Charlie era un gay aún parcialmente en el clóset. A Ron se le había ocurrido la maravillosa idea de que acompañara a Hermione durante la celebración de graduación. De cualquier manera su hermano tenía que estar presente para ese evento y no iba a llevar a su novio, aún no estaba listo para que el mundo se enterara.

-Tu ex no te quita la mirada.- le dijo Charlie mientras la guiaba con maestría durante el vals . -Esta muy lindo. Es el güerito con cabellos plateados y de corbata verde ¿Verdad? - Hermione asintió con la cabeza después de que desaprobó con su mirada y con su boca apretada en una mueca hacia un lado. Entonces Charlie agregó.- Mmm Lástima que lo crecieron con tan mala leche.

-¡Charlie! Ya no lo veas. - Le dijo ella. Sólo faltaba que Charlie también se enamorara de su ex. -No lo vayas a provocar a que haga algo. Y hazme un favor ¿podríamos dejar de hablar de él?

-Oh no. Lo siento. No me imaginé que estuviera tan mal la cosa. Si quieres nos damos un beso para que piense que eres mi novia.

-No Charlie ¡qué ideas! A ti ni te gustan las mujeres.

Se acabó ese baile e invitaron al público en general a sumarse a los estudiantes en la pista para la siguiente pieza. Hermione bailó con su papá. Para la siguiente comenzó a bailar con Neville, ya su padre había ido por su mamá, ella se había levantado de la mesa para ambos ir también a la pista. Ese era el momento. Draco, que bailaba con Astoria, la soltó y le dijo apenas mirándola. -Espera. Ya regresó. Ve a donde gustes. Yo te busco."

Se encaminó en dirección de Hermione y no supo de dónde salió Potter cuando se materializó en medio de su camino.

-Malfoy ¿seré curioso? ¿Adonde vas con tanta prisa?

-Harry Potter. -contestó él arrastrando las palabras. -¿Tan mal están las cosas que tu también vas a regresar a referirte a mi por mi apellido?

-Si, hay algo de verdad en lo que dices. Mira. Me urge hablar contigo y creo que te conviene escucharme ¿me podrías dar unos minutos de tu tiempo?

Exhaló y respondió: -Está bien.

Harry le mostró con un gesto de su mano el camino en dirección a la puerta principal del gran salón. Comenzaron a caminar en silencio.

Afuera estaba casi desierto, con excepción de una que otra pareja de estudiantes tratando de esconderse por ahí y anotar el último gol antes de dejar esa institución, era tan emocionante romper las reglas.

Harry le invitó con un gesto a seguir caminando hacia una jardinera con el más exquisito diseño de flores y arbustos a unos 10 metros de la entrada al salón. Una vez ahí Harry metió sus manos en sus bolsillos y se giró para tener a Draco frente a frente.

-¿Qué haces aquí, Malfoy? ¿A que viniste?

El chico expulsó aire por su nariz mientras sonreía con ironía. -Este es un país de gente libre, no creo que tenga que darte cuentas de mi vida. Los asuntos que vine a atender son personales.

Harry mordió su labio inferior seriamente y asintió en entendimiento. -Esta bien, seamos claros. Tengo la sospecha de que estas aquí para tratar de abordar a Hermione ¿estoy acaso en lo correcto?

Antes de responder el chico rubio lo miró fijamente con seriedad. -Quizás— está bien. Si. Por eso es que estoy aquí y apreciaría que dejarás de quitarme el tiempo. Dos malditos meses he esperado para poder hablar con ella. Así que si he saciado tu curiosidad malsana te pediré que te muevas de mi camino.- finalizó el chico con un gesto de su mano indicando que se moviera.

Harry levantó su mano para pedir que se detuviera. -Ese es el pequeño problema del que quería hablar contigo. No lo hagas, Malfoy. No te atrevas a tratar de hacerle daño otra vez. Ya bastante mal le hiciste ¿Sabes que la mandaste al hospital en una crisis nerviosa?

Malfoy torció los labios y asintió con la cabeza. Si, algo me dijeron al respecto, pero nunca supe porque había parado en el hospital. Maldita mala comunicación. Por eso tengo que hablar con ella y aclarar todo. Explicarle que nada por el estilo volverá a suceder. Y… con una chingada, no es como que ella no me hubiera agredido también. -Bajo su mirada con cierta melancolía.

Harry meneó un poco su cabeza mientras desviaba su mirada por un breve instante. -No hay punto de comparación, Malfoy, una cosa son sus palabras, que quizás fueron hirientes y otra cosa es que hayas ido y te hayas acostado con otra mujer... una semana después de que te peleaste con ella.

Con el ceño fruncido él contestó: -No me acosté con esa chica, solo la besé. Muy inapropiadamente pero solo la besé y solo lo hice porque estaba bebiendo, pensé que tenía todo bajo control pero calculé mal y con el último vaso perdí la cabeza y el control. Solo fue eso, estaba tomando se me salió de las manos, ya no pensé claramente.

-¿Cómo podemos estar seguros de que no hubo nada? Parece que todo indicaba que tuviste algo más con ella.

-No, ella misma te lo puede decir. Zabini también estaba ahí, él también puede confirmarlo, de hecho él fue el que me detuvo y me dio una poción para cortarme la embriaguez y regresarme mis cinco sentidos.

-Mmm.- Harry apretó sus labios pensativo.- Quizás si tienes que hablar con ella. Pero no hoy, Malfoy. Esta noche ella es la estrella y tu sabes que lo merece, ha trabajado muy fuerte; merece celebrar. Si lo intentas hoy solo vas a echar a perder su noche. Me imagino lo que podría pasar. Primero vas a intentar acercarte, después ella te va a rechazar, vas a intentar nuevamente, la vas a terminar persiguiendo y acosando y va a terminar llorando y mientras tanto todos los ojos van estar en ustedes, Hugo se va a molestar contigo y mañana todo el circo que se arme va a estar en las fotos de ustedes que aparezcan en primeras páginas de todas las publicaciones. Rita se va encargar de investigar todo los detalles sucios de su relación y de ponerlos de la manera más retorcida para que el mundo se entere y hable mal de ustedes el día de mañana. Hermione no se merece eso. No lo hagas ahora. Déjala celebrar en paz. Ya mañana será otro día. De aquí en adelante ya no va a estar encerrada en la escuela.

-Esta bien. -Concluyó el rubio slytherin, con una mueca molesta y levantando un poco sus manos en resignación. - Puedes regresar tranquilo a tu fiesta. No voy a intentarlo esta noche. Es más, me retiraré muy pronto.- Con esto se sentó en la jardinera y desvió su mirada mientras se doblaba hacia el frente para apoyarse a codos en sus rodillas.

-Gracias, Malfoy.

-Esta bien, no tienes que agradecer, lo hago por ella.