17.

Hermione había acordado ir a dormir esa noche a casa de sus papás después de la fiesta de graduación. Su nuevo departamento estaba listo. Desde hacía dos semanas había comenzado a correr la renta.

Se despidieron de su papá en la sala. A pesar de que eran casi las dos de la mañana el señor Granger aún deseaba quedarse a leer un rato y así relajarse después de la intensidad de la celebración.

Hermione se dirigió hacia su recámara tomada del brazo de su mamá.

Finalmente su progenitora se animó a preguntar mientras subían las escaleras hacia el segundo piso. -Vi a Draco. No te quitaba los ojos de encima mientras estaba bailando con otra muchacha. No creo que fuera su novia, en ningún momento la abrazó o la besó. Se me figura que te extraña, mi niña. -la señora Granger volteó a ver a su hija con ojos de amor.- Pero no se acercó a ti ¿Qué es lo que sucedió entre ustedes, Hermione?

-oh, -comenzó Hermione, bajando su mirada mientras terminaban de subir las escaleras. -preferiría no hablar mucho de eso, aún me duele. Pero creo que tienes derecho a una explicación... Mmh... -pensaba en cómo explicar lo más importante a su mamá sin llegar a un lugar donde le venciera el llanto.- Un día discutimos... Creo que fue mi culpa. Pero después de eso él se involucró con otra chica… inmediatamente, tan sólo después de una semana. Me pidió perdón, pero creo que no se me antoja vivir una vida de angustia, temiendo que en cualquier momento haya la posibilidad de que alguien se le meta entre ceja y ceja y que él no vaya a saber decir que no.

-¡Es una pena! - le dijo su mamá tomando el codo de su hija. Ya habían llegado a la puerta de la recámara de la chica, -se les veía muy felices cuando estaban juntos y hacían una pareja muy linda ¿No crees que valdría la pena darle otra oportunidad?

-No... Lo siento, ma. Me dolió tanto que creo que no estoy dispuesta a arriesgarme otra vez. -No podía darle más detalles, decirle que él se había acostado con otra mujer tan solo una semana y unos días de haberle repetido por enésima vez que iban a tener tres hijos en su matrimonio.

…..

Ya en su recámara, después de prepararse para la cama, Hermione se metió a las cobijas. Permaneció sentada, recargada en la cabecera con la luz apagada. Recordó a Draco. Se abrazó a sí misma, cerró sus ojos y vinieron a su mente momentos de tanta felicidad que había pasado a su lado.

Como desearía no haberse equivocado y haber provocado que él la engañara. Como extrañaba su cariño, su conversación, su energía, la calidez de sus abrazos, en una palabra su persona.

Había logrado evitar pensar en él ya por varias semanas, pero verlo ese día había sido tan intenso. Cerró sus ojos y supo que esa noche le iba a costar trabajo conciliar el sueño.

Se levantó de la cama, prendió la luz y fue a su closet. Colocó una silla lo más adentro del closet para después subirse a ella y poder bajar todo lo que estorbaba para finalmente sacar del rincón más lejano e inaccesible una pequeña caja de plástico.

Se sentó en el suelo y abrió la caja. Había un nudo en su garganta. Semanas atrás, después de haber terminado definitivamente con Draco le había enviado a su mamá una caja sellada conteniendo fotografías de él y ella juntos. En aquel momento no tenía la capacidad de decidir qué iba a hacer con esas fotografías. Quizás ya era hora de deshacerse de ellas. Pero había algunas de la graduación del chico. Quizás él las debería tener, tal vez le gustaría guardar algunas de ellas.

Quería observar la manera en que Draco la había mirado cuando eran novios. Comenzó a pasar las fotos de una en una.

Había una gran intensidad en su mirada. Si. Definitivamente la había amado. Tenía razón Ginny… ese día la había observado de la misma manera. Con una emoción que le hacía sentir debilidad en sus piernas.

Más ¿cuál era el caso? Ginny también tenía razón en otro punto, la oportunidad de que la engañara iba a llegar, tarde o temprano. Draco era oro molido, inteligente y hermoso, las chicas se le lanzaban a los pies. No faltaría quien se atreviera a tratar de seducirlo. Y en una relación de largo plazo se enfrentan dificultades. Tarde o temprano iban a haber problemas, iban a discutir y siempre habría alguna chica o varias dispuestas a consolarlo.

Ella no podría protegerlo de todas las tentaciones que la vida le iba a poner en su camino. Él debería ser capaz de ser firme y disciplinado en esos momentos y por lo visto no lo era.

-¡Oh Draco! Nunca te voy a poder olvidar,- dijo Hermione en voz baja mientras acariciaba una foto donde el chico tenía un brazo sobre sus hombros y después depositaba un beso en su frente. - pero me mataría que te volvieras a involucrar con alguien más... En una semana ya te estabas acostando con otra.

Cerró los ojos y recordó la última noche que había pasado con él. De repente, en su imaginación, su cuerpo se transformó en el de aquella chica y con los ojos de su mente vio a Draco haciéndole el amor a aquella. Sin pensarlo sus puños se apretaron y en uno de ellos se arruinó la última foto que había mirado. Sacudió su cabeza rápidamente mientras ya caían lágrimas por sus mejillas. Lanzó la foto hecha una bola de papel hacia la pared y con ese mismo puño golpeó la caja de plástico con el resto de las fotos. Las fotos se regaron por el piso y Hermione apoyó su cabeza en sus rodillas para seguir llorando.

….

La primera vez que la buscó después del evento de graduación fue el lunes de la siguiente semana. Dos días después de la fiesta de graduación.

Se arregló como solo él sabía hacerlo, con astucia, sabiendo claramente que ropas resaltan sus atributos naturales. Sabiendo también que, al final, una fragancia cara usada con discreta elegancia podría ser como la cereza en un pastel.

Estando de frente, se observó a sí mismo por última vez en el espejo de cuerpo completo de su recámara y ajustó el cuello de su camisa. Exhaló la tensión que sus exigencias mentales de que todo saliera bien le generaban y se giró para tomar su varita mágica de encima de la cajonera.

…..

Todo el domingo había pensado y pensado de qué manera iba a solicitar ver a su chica dentro del ministerio.

Por la mañana almorzaba un huevo estrellado con dos sausage links por un lado y un smoothie de frutas y verduras de hoja y pensaba.

Quizás sólo podía argumentar que tenía un asunto personal que tratar con ella. Pero tal vez, así ella podría negarse más fácilmente a recibir su visita.

Quizás será mejor, más seguro, inventar un pretexto, un asunto legal con el cual el necesitara ayuda. Por el cual necesitará visitar la oficina correspondiente del ministerio.

¿Pero cual? ¿Qué asunto legal era lo suficientemente creíble para ser usado?

Su empresa tenía mucho contacto con el ministerio pero era hecho a través del departamento de comercio. Solamente un par de ocasiones a lo largo de la vida de las industrias Malfoy, las disputas habían sido llevadas al departamento de justicia.

Se encontraba dando mantenimiento al jardín con la ayuda de un poco de magia y seguía pensando.

Decidió que iba a solicitar acceso al ministerio para un trámite de comercio exterior, otro más. En ese departamento tenía varios conocidos debido al trato frecuente con ellos. Ya adentro iba a, más bien, visitar el departamento de justicia. Y pediría ver a Hermione con el pretexto de que necesitaba asesoría legal.

¿De que?

Quizás no importaba. Pero quería tener todos los posibles contratiempos cubiertos.

¿Que podría usar?

Cuando por la tarde hacía pesas en el gimnasio. Continuaba pensando. Pero no solo en su problemática con su ex.

El sábado unas horas antes de la fiesta de graduación su mamá le había informado que su padre deseaba hablar con él acerca de dineros y herencias. El señor Malfoy necesitaba hablar largo y tendido con su unigénito.

Así que el siguiente fin de semana tendría que escuchar todas las demandas de su padre acerca de -no sé qué- preocupaciones referentes a sus propiedades y su único heredero.

Seguía pensando en un motivo lo suficientemente importante para visitarla.

También se preguntaba qué tanto sabría Pamela , la recepcionista del departamento de justicia, al respecto de ellos. Por supuesto que se debía de haber enterado de que habían terminado, pero ¿cuántos detalles conocería?

Les llevaría una caja de chocolates a cada una a Hermione y a Pamela. Necesitaba ganar a Pamela para su causa.

Mientras tomaba un baño de regadera terminó de idear un plan.

…..

Llegó al edificio en medio de una muy atareada mañana de un lunes londinense. Entró a la cabina roja del teléfono público y solicitó entrada a las oficinas.

Una vez dentro. Se dirigió hacia la oficina de comercio exterior. Iba a saludar rápidamente a Artemis Brown, uno de los ex compañeros de su misma casa, se decía que era pariente lejano de Lavender, era una buena oportunidad para mantener las relaciones humanas bien aceitadas.

El señor Brown, tan solo 4 años más grande que Draco pero ya casado, con un bebé y con otro en camino, le saludo con gusto y le mencionó los preparativos para el encuentro anual de quidditch a realizarse a finales de julio; al cual, por supuesto, el famoso buscador slytherin y rubio ex mortifago estaba invitado a participar. No faltaría algún equipo que lo quisiera en sus filas .

Sintiéndose confiado en sus habilidades sociales después de haber charlado y bromeando con su ex compañero y con la actitud ganadora de aquel que tiene un plan que sabe que tiene las capacidades para llevar a cabo, caminó hacia las oficinas adecuadas.

A un par de metros de la entrada se detuvo por un momento muy breve giró sus hombros hacia atrás y movió su cabeza hacia un lado y hacia el otro para liberar la tensión en su cuello.