(...)

La ceremonia de ingreso para las nuevas alumnas estaba a punto de iniciar. Las maestras recién estaban llegando a la plataforma donde estaba el podio, donde la directora Holbrooke daría su discurso de bienvenida. Mientras que las alumnas de nuevo ingreso, también empezaban a tomar sus asientos en el auditorio.

Izuku estaba recargado en una pared cercana a la plataforma, donde podía escuchar el discurso de la directora, pero a la vez podía no llamar la atención innecesariamente. Después de todo, su nuevo periodo escolar seria mencionado en los anuncios y eso traería demasiada intención de por sí.

En lo que iniciaba la ceremonia, no podía evitar preocuparse por que la maestra Úrsula no se encontraba entre las maestras. La última vez que la vio, dijo que tenía que ocuparse de un asunto de unas nuevas alumnas, lo raro es que se tardó más de lo debido, en atender ese tipo de casos usuales. También había otra persona de la cual se preocupaba que no llegara a tiempo para la ceremonia, su compañero igualmente varón llamado Shigaraki.

-¿Dónde estás idiota?... -Se expresó el chico con molestia.

(...)

Mientras tanto, el susodicho Shigaraki se encontraba en los jardines de la escuela, justamente sentado y recargado detrás de una jardinera. Mientras veía con detenimiento un pequeño pájaro azul sosteniéndose en uno de sus dedos. El mismo hacia su característico sonido suave y agradable a los oídos.

"Supongo que no me tienes miedo..."-Se dijo así mismo en sus pensamientos.

El dedo que sostenía ese pajarito era piel de dragón de fuego chino, convertida en lo que serían un par de guantes ligeros. Él sabía que destino depararía al animal si llegara alguna vez a tocar su piel. A veces se preguntaba que se sentiría sentir el tacto de las cosas, pero sabía que solamente era un capricho suyo, uno que podía lastimar a todo ser vivo que entrara en contacto con él. Realmente el jamás tuvo opción desde el comienzo.

-tsk...-Se expresó con molestia.

No pudo evitar recordar el día que despertó en las mazmorras.

Recordaba la horrible sensación al despertar. La dura sed que lo torturaba, la jaqueca pulsante, y que sus ojos no se adaptaban por esa lámpara colgado en el techo.

Luego, la sensación de estar encadenado lo asustaba más. Estaba en pánico, él no sabía qué hacer. No recordaba por qué estaba ahí. Quería liberarse, pero era inútil, era acero con ligeras muescas brillantes de color dorado. Estaba atado de manos y pies. Además de también tener uno al cuello que le impedía levantarse completamente.

El lugar era un poco espacioso, tenía una puerta metálica de gran grosor que era la única salida del cuarto. Además de su cama, tenía algunos servicios básicos como un baño y una mesa para la comida.

No tardó mucho en gritar por la desesperación. Aunque la garganta seca le estaba empezando a cobrar factura ya que su voz se estaba apagando.

De repente, unos hombres, vestidos al parecer de médicos entraron a su celda y se acercaron a la cama, en la cual estaba encadenado. Estos tenían capas de color morado. También portaban una máscara de gas, que les quitaba identidad.

Ellos parecían hablarle, pero era un idioma que el no dominaba o desconocía. Al parecer ellos tampoco le podían entender, ya que el intento expresar su desesperación al querer ser liberado.

-Ayuda... No sé por qué estoy aquí, necesito que me ayuden ¿Por qué estoy aquí? - El repetía lo mismo una y otra vez. Tratando de por lo menos que aquellos hombres lo entendieran.

De repente, esos hombres se acercaron para poder liberarlo momentáneamente. Eso lo alivio, un poco, pero después vio que le iban a poner otras cadenas. En esta situación, era de esperar que probablemente lo iban a trasladar a otro lugar, por su instinto de supervivencia tenía que hacer algo.

No pudo evitar empujar al otro sujeto con un codazo. Para luego correr y evitar a los demás que lo observaban detenidamente.

Pero uno abalanzó en contra del, Shigaraki, con sus manos desnudas agarro uno de sus brazos para defenderse.

El resultado fue catastrófico. Ya que, en cuestión de segundos, gran parte de su brazo izquierdo se convirtió en una mezcla de sangre y ceniza.

El hombre no podía evitar gritar de dolor y desesperación.

-Lo siento, yo…. no quería-Dijo Shigaraki horrorizado por lo que acababa de presenciar.

Sin previo aviso otro hombre, saco de una especie de un bolsillo especial un pedazo de madera y lo apunto hacia él.

Todos los demás copiaron su acción. Mientras que los otros lo imitaron. Unos pocos empezaron a auxiliar a aquel hombre.

Shigaraki estaba confundido y no sabía qué hacer.

El hombre que tenía enfrente no tardó mucho en mencionar una palabra con una voz de tono alto.

- [Desmaius]

De repente, una luz vino directo de aquel pedazo de madera hacia justamente el. El impacto fue tal que logro elevarlo unos segundos unos centímetros al aire para quedar completamente en el suelo. Después de eso, no recobro la conciencia hasta después.

Fue lo último que recordó de su primer día aquí.

De repente, un hechizo de aparición se hizo presente cerca de la ubicación de Shigaraki. Es un método que utilizan los magos para transportarse de un lugar a otro. Para poder realizarlo hay que enfocar en la mente el lugar deseado y automáticamente la persona aparecerá en el lugar. Es un método efectivo para poder llegar de una ubicación a otra más lejana, sin problema alguno. Usualmente se deja una estela momentánea de luz.

No había muchas personas lograran dominarlo completamente ya que las líneas de Ley son sumamente complicadas de utilizar.

Shigaraki sabía que no tenía que deducir mucho quién era la persona que hizo ese hechizo en los jardines.

Después de despedirse propiamente del pequeño pájaro. Se acercó a unos cuantos metros de dónde se hizo presente el hechizo y era nada menos que su profesora, Chariot o como le gusta que le digan, Úrsula.

-Maestra, ¿qué hace usted aquí?

Su maestra estaba apenas reincorporándose luego del hechizo. Los síntomas de los efectos secundarios le estaban afectando un poco.

"¿Por qué no está allá?" Pensó Shigaraki.

Ella debería estar en la ceremonia de ingreso. Cosa que el no quería asistir.

-No hay tiempo Shigaraki, ella ya va a llegar aquí….

De repente, ella paso de su lado, corriendo.

- ¿Quien?

-Una niña, la que necesito que me ayuden a encontrarla….

(...)

La ceremonia ya había iniciado, la profesora Holbrooke estaba empezando su discurso de apertura. Izuku estaba atento a sus palabras, mientras que estaba molesto por qué no sabía nada aún de su compañero y su maestra.

-Joder, la ceremonia ya inició- Se expresó Izuku molesto.

De repente, la ceremonia fue interrumpida por un pequeño portal de Ley, que se abrió en medio del auditorio. Para que tres chicas lo atravesaran para llegar a caerse al suelo.

-¿Qué demonios?, cómo pudieron burlar a los Aurores?

Dijo perplejo Izuku al ver cómo llegaron de imprevisto tres chicas, con la pinta que eran alumnas de ahí.

Una de ellas, logro reincorporarse para luego soltar una risa y gritar emocionada que lo había hecho. Incluso, mencionar que salió con vida de un evento que todos ignoraban.

Lo que más se le hizo extraño a él, a parte de su actitud. Era el centro mágico que ella portaba en la mano.

Continuara...