CAPITULO 25 LOS CELOS DE ANNIE I


¿Hasta dónde pueden llegar los celos de las personas? La verdad es que no tiene límites en muchas ocasiones la maldad de las personas, y por eso en ocasiones es mejor indagar por el pasado de las personas para poder saber exactamente qué es lo que paso o que fue lo que hizo que la persona pudiera tener todos esos sentimientos negativos contra las demás personas o en específico con una.

A veces los celos son tomados por los padres de manera sin importancia y como cosas de niños, que no importa porque solo son celos de hermanos, la verdad es que no se ponen a pensar que en ocasiones comentarios o demostraciones más afectivas por el otro hermano, pueden ocasionar unos celos incomprensivos y sin control contra la otra persona que puede detonar más y más molestia conforme se crezca.

Es aquí donde los padres cometen un grave error pero no se dan cuenta, a veces nunca o a veces cuando el daño es irreparable para ambas partes, pero ¿Qué es lo que piensan que puede detonarlo? ¿Alguna vez lo han sentido? Claro que si somos humanos y alguna vez en nuestra vida y sobretodo con hermanos hemos sentido envidia o celos, porque la otra persona recibí más atención que nosotros, porque los padres lo aman más o porque todo el mundo tiene puesto los ojos en ellos más que en nosotros mismos.

En lo personal he aprendido que los celos son malos y consumen el alma lentamente y que siempre nos aman a su manera extraña de demostrar los padres pero que jamás debemos compararnos con los demás pues cada quien es único y especial y nos aman de manera diferente que a los demás porque somos distintos y eso nos hace especiales.

C.G.B


Una joven pelinegra estaba llegando ya a la gran mansión donde se supone estaba su hermana, donde estaría por enfrentarla para poder darle la noticia terrible que le habían dado a ella, hace ya unos días.

-Lo lamento Candy –Murmuro mientras tocaba la puerta y dejaba asomar una sonrisa burlona.

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Aquel era un día nubloso y lluvioso, mientras la familia Ardley se reunía en la mansión de Lakewood un rubio de ojos azules se encontraba en New York tratando de reunir las fuerzas necesarias para poder explicarle a Candy sobre lo ocurrido ya hace tres días.

Llego a la puerta y entonces suspirando toco la puerta pero…

-¡Basta Annie!

-Es la verdad Candy, él ha muerto ¿Te queda claro?

Se abrió la puerta de par en par y Terrence tomaba del brazo a Annie para que saliera

-¡Lárgate maldita arpía!

Annie comenzaba a sentirse colérica pero los jóvenes se detuvieron un poco al notar a Albert afuera de la puerta con la mano a punto de tocar.

-¿Albert?

-Albert puede decirles que es verdad

Terrence miro a Albert como esperando que le diera una explicación

-¿Albert? –Candy quien también se había acercado a los otros dos, le miro suplicantemente, deseaba que toda fuera una maldita mentira de Annie lo deseaba con todas sus fuerzas.

-¿Qué es lo que ocurre? –Pregunto el rubio algo confuso pero con el mal presentimiento al ver a la pelinegra ahí

-Esta mentirosa está inventando que Anthony murió –Dijo Terrence soltándola bruscamente y con llamas en los ojos, le hizo daño a su hermana mintiéndole y ahora le estaba haciendo más daño y daño a él, diciendo que Anthony su hermano….no era una más cruel mentira

El rubio evadió la mirada de los verde esmeralda que le buscaban como tratando de encontrar en sus ojos la verdad de todo lo que estaba pasando –Yo…

-Albert –Murmuro Candy sin poder creerlo

-¿Porque viniste Annie? Te dije que yo me encargaría de explicarles –Dijo el rubio molesto mirando a la pelinegra quien no se intimido

-Es mi hermana ¿Lo olvidas? Merecía saberlo lo antes posible

-No era el modo –Dijo Terrence –Tu forma de decirlo era casi exigiéndole que lo olvidara

-Porque no me gusta ver a mi hermana mal –Dijo poniendo cara de borrego a medio morir

-Pero… ¿Qué fue…? Anthony –Susurro la joven sin poder completar la frase

-Anthony se había ido a Lakewood, porque supo que Annie llegaría –Dijo fríamente provocando la sorpresa de todos y sobre todo de la pelinegra quien al escucharlo sintió su corazón partir en dos –El no deseaba verla y entonces decidió irse a nuestra mansión de Lakewood unos días pero volvería para verte Candy pero…hubo un accidente y aun…no sabemos nada de él

La pequeña sintió que todo le daba vueltas, aquello no lo esperaba y menos que todo fuera verdad y que nadie supiera nada de Anthony ni siquiera si vivía o moría era peor, peor que saberlo muerto.

-¡Candy!

Terrence la sujetó antes de que tocara el suelo, la tomo en sus brazos acunándola para llevarla dentro de la mansión Grandchester, seguido por el rubio.

-Mejor vete Annie –Añadió antes de ingresar y cerrar la puerta, dejando a la joven más molesta que nunca.

Era injusto, primero tuvo el amor de Anthony, después Terrence y aun después de que ambos sabían que eran hermanos parecía que se querían más o que él la quería más, eso no era justo y ahora Albert también, el patriarca de los Ardley y además rico estaba del lado de Candy, no podía ser posible ¿porque todo para ella? Incluso sus padres aún estaban tan tristes por la separación de ellos con Candy que ni siquiera notaron o les importo que ella hiciera un viaje de Europa para América, todo un viaje por el océano para llegar, ¿Por qué todo era Candy? Bien pero ahora ya no tendría lo que ella más quiso.

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-¿Qué fue lo que ocurrió Terrence? –Pregunto el rubio una vez que posaron a la joven en su cama para que descansara, los duques no se encontraban en la mansión por lo que no hubo problema alguno, Terry estaba acostumbrado a estar solo pues su padre siempre había sido así y Michelle no se quedaba a atrás.

-Bueno pues… -Comenzó a relatar todo.

FLASH BACK

Candy y él se encontraban sentados almorzando algo, mientras platicaban amenamente y el trataba de hacerle ver que ella ya no estaría sola nunca más pues ahora lo tenía a él y siempre estaría el para ella, cuando uno de los sirvientes les interrumpió.

-Señorita, la buscan

-¿Quién es? –Pregunto la joven pensando en cierto rubio que no había podido quitarse de la mente desde la madrugada con esa punzada en el pecho sin saber porque.

-Me dice que es su hermana –Dijo la servidumbre algo extrañada por la situación, Candy de inmediato lo supo y decidió enfrentarse de una buena vez con su hermana, había asuntos "pendientes" entre ellas.

-Hazla pasar por favor, enseguida voy –Ordeno la joven respirando profundamente para armarse de valor

-Iré contigo

-No, Terry esto es algo que debo de hacer yo sola –Dijo mirándole seriamente

-Aun así estaré cerca –Dijo el joven para dejarla tranquila y haciéndole saber que no interferiría ni estaría ahí con ella, pero claro le mintió

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Se colocó detrás del marco que daba al gran salón de la mansión donde pudo apreciar toda la conversación de ambas jóvenes.

-¿Qué haces aquí, Annie? –Pregunto con toda la frialdad posible que pudo la rubia

Annie sonrió –Vaya…no esperaba un recibimiento así de tu parte, Candy

-No tendrás otro –Murmuro molesta

-¿Porque tan molesta, Candy?

-¿Y todavía lo preguntas? –Dijo la joven con un tono de reproche

-No tengo la menor idea del porque tu molestia, yo venía a darte una muy triste noticia

-No quiero escucharte, mejor dime ¿Porque Annie?

-¿Porque qué?

-¿Porque me mentiste? ¿Cuál era tu fin?

La pelinegra solo le sonrió con burla mientras pensaba en la respuesta –La verdad ¿Cierto?

-Si

-Porque no te soporto –Soltó al fin la joven mirándole con dureza

Entonces Terrence decidió que era momento de salir pero lo que vio no lo podía creer, Candy estaba al borde de las lágrimas y había abofeteado a su hermana.

La pelinegra tardo unos instantes en entender lo que había ocurrido y cuando decidió devolverle el golpe, Terrence ya estaba ahí, deteniéndole la mano.

-Ni siquiera lo pienses –Murmuro Terrence empujándole bruscamente provocando que la pelinegra tropezara con sus propios pies, pero logro mantenerse de pie.

-¿Cómo cambian las cosas verdad, Terrence? Ahora que lo mencionas Candy, la idea era que siguieras conviviendo con él y que terminaras por caer en sus redes amorosas y así sufrieras aún más cuando supieras que en verdad era tu hermano –Sonrió ampliamente –También porque no deseaba verte cerca de Anthony

El joven quedo impactado al igual que la rubia al escuchar que ella decía todo como si fuera una pequeña travesura de niños.

-¿Por…que?

-¿Es obvio no? –Interrumpió Terrence mirando con dureza a la joven quien pese a que no se intimidaba tan fácil, sintió un poco de miedo al verle los ojos zafiros del castaño que la miraban con desprecio –Quería quedarse con Tony –"Pobre de mi hermano, todavía yo le agregue más leña al fuego en sus desgracias, ahora entiendo porque nunca se acercaba a ella, era su presentimiento de que esta niña no es buena" pensaba

Candy miraba a Annie en búsqueda de que todo fuera una falsa, no era posible que su hermana, su mejor amiga o a quien consideraba como tal, la hubiera traicionado, le hubiera tratado de hacer daño, daños irreparables en su vida, no podía creer que ahora fuera su peor enemiga, una….Ami-enemiga que siempre tuvo…toda su vida.

-Pero…

-Es porque todo siempre tu…tu siempre te interfieres en lo que yo deseo y quiero –Dijo algo nerviosa pues, en un principio iba a decir algo que no –Siempre…pero ya no, si no tengo lo que quiero ¿Porque tu si? –Añadió mirándole sonriente

-Nunca fue mi intención que te sintieras así –Dijo sintiendo un escalofrió ante la sonrisa burlona de su hermana.

-Ya no importa

-Lamento mucho que me veas de una mala forma, Annie

-No es solo eso –Murmuro pero después cambio su semblante a uno triste –Vine a decirte que Anthony murió

-¡¿Qué?!

Candy no dijo nada, pero escucho el grito sorprendido del castaño, quien no creía ni una sola palabra.

-Murió

-No es verdad –Murmuro la rubia molesta

-Es la verdad Candy, está muerto ¿Entendiste?

-¡Basta Annie!

Terrence entonces la tomó con mayor fuerza de lo que debió para alejarla de Candy, pues la pelinegra estaba por zarandearla y repetirle aquellas crueles palabras, sabía que esa era su intención y no lo permitiría.

END FLASH BACK

-Lo demás ya lo sabes, Albert

-Entiendo, pero quiero que sepas, Terry –Dijo el rubio mirándole –Anthony no está muerto hasta que no aparezca su cadáver –Dijo provocándole escalofrió al castaño pero entendiendo a que punto estaba tratando de llegar el rubio, así que asintió

Unos minutos más de silencio, cada uno sumergido en sus pensamientos hasta que una débil voz les interrumpió.

-¿Cómo te sientes Candy? –Pregunto rápidamente Terrence

-Mal… -Murmuro con lágrimas en los ojos

-No está muerto, Candy –Dijo Albert tratando de convencerla y convencerse a si mismo –Solo…no lo encontramos –Dijo triste y sintiéndose estúpido por tratar de darle consuelo de aquella forma tan débil.

-Lo hallaremos –Dijo Terrence

Pero la rubia solo se volteo sobre su cama –Quiero estar sola –Murmuro mientras lloraba en silencio

-Bien

-Nos vemos después, Candy –Albert se despidió de ella, dándole un beso cálido en su cabeza.

-Vendré en un rato –Dijo Terrence –Descansa

Ambos salieron y entonces la joven dejo escapar un pequeño sollozo, sabía que no debía perder las esperanzas y que Anthony estaba vivo y seguramente volvería en cualquier momento pero lo que dijo Annie, aquello seguramente significaba algo y es que ya no podía sorprenderse de lo que hubiera o estuviera haciendo su Ami-enemiga, quien pese a todo espera que cambiara por su bien, pero en lo que respectaba con ella, no sabía…no creía que tal vez fuera…algún día a perdonarla.

-Anthony –Murmuro triste, mientras la soledad la envolvía y la noche era testigo del gran dolor que aquella joven sentía y que no pensó sentir al enterarse de la desaparición del rubio.

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En aquel oscuro cuarto se encontraba un joven rubio, junto a un joven castaño quien le miraba con desprecio pero a la vez su conciencia le decía que aquello no era correcto pero ¿Qué hacer? Su amor por ella lo cegaba y le hacía ir mas debajo de lo que pensó alguna vez que llegaría.

-Candy… -Murmuro el joven mientras abría los ojos –Candy –Repitió

-Vaya pese a todo no creo que dejes de pensar en ella –Menciono el joven algo melancólico y a la vez con envidia, pues sabía que Candy también le estaría llamando ya a esas horas, preguntándose donde estaría.

"A ti si te corresponden y a mí no" pensó molesto mirando por la ventana

El rubio termino de enfocar el techo y comenzó a mirar por algunos lados, preguntándose ¿Dónde rayos estaba? ¿Qué era lo que paso? -¿Dónde estoy? –Pregunto a la nada, pero en ese momento.

-Veo que ha despertado –Dijo una voz de mujer –Bien manos a la obra

Anthony sintió un pequeño escalofrió al escuchar quien le respondió con un "bien" a la mujer, no podía creerlo, ese era… ¡¿Archie?!


Hola queridos lectores

disculpen no me convencia el capitulo, pero creo que quedo mucho mejor jejeje y es largo bueno eso digo yo jejejej

esten pendientes en un rato mas subire un pequeño fic respecto a las vidas de nuestros protagonistas cuando eran niños ;D

espero que este les guste y en efecto gano nuevamente ami-enemigas pero tambien tratare de actualizar las demas ;D

lindo inicio de semana ;D

saludos