Las luces del camino van pasando, como luciérnagas apresuradas que escapan de un cruel destino. Su resplandor anaranjado causa un extraño juego de luces y sombras dentro del vehículo, mientras las luces de los automóviles que pasan en dirección contraria, ayudan a formar sombras dentro del vehículo que parecen pequeños espectros.
Te ves cansada¿ por que no descansas?
Un señor, de aproximadamente 40 años, con el cabello castaño, y algunas canas aquí y allá, sonríe hacia su joven hija mientras le da una mirada cariñosa. Tiene una complexión atlética, y una sonrisa muy calida, en la que participan sus ojos, de un vivaz azul zafiro.
-Seguro papá? – Responde la joven, de rasgos delicados, largo cabello castaño y ojos azules iguales a los de su padre – no seria muy bueno si te llegas a dormir conduciendo.
- No te preocupes…descanse muy bien antes de emprender el viaje - responde el padre mientras acaricia a su hija en la cabeza. – tus hermanos ya duermen, y si no descansas apropiadamente no podrás disfrutar de tus vacaciones. Te prometo no dormirme.
-Seguro? Por que si…– dice la hija, sin poder contener un bostezo – bueno, esta bien, pero cuidado con dormirte…para cualquier cosa despiértame. – Dice echándole una mirada examinadora, a la cual su padre responde con una sonrisa – De acuerdo. Pero me iré atrás, así no te distraigo.
La joven va a acomodarse a la parte trasera del vehículo, en la maletera, evitando despertar a sus hermanos que duermen en el asiento trasero.
- Estas cómoda? – Pregunta el padre sin despegar los ojos de la carretera – si deseas, paramos y te acomodas bien.
-Me las arreglaré – responde ella, acomodando unas mantas para hacer mas confortable su lecho – tú nada mas concéntrate en que lleguemos bien. –Al terminar de acomodar las mantas se echa sobre ellas y saca un pequeño reproductor de música de su mochila. –Buenas noches – dice en voz alta mientras enciende el aparato y se coloca los auriculares.
A su vez, su padre abre la ventana para que entre aire fresco y enciende la radio a un nivel razonable.
La joven despierta con un increíble dolor de cabeza. La música sigue sonando en sus oídos, retumbando contra el silencio que reina en el lugar. Sigue en la misma posición en la que se encontraba, al dormir. Un hilillo de sangre cae desde su frente, mojando sus cabellos y abriéndose paso entre los surcos de los ojos y la nariz. Sin embargo se encuentra extraordinariamente conciente. El automóvil se encontraba detenido.
-Que paso? – Dice al tiempo que, instintivamente se pasa una mano por la herida y el rostro, se levanta y observa al interior del automóvil, que parece estar en beuans condiciones – Papá? Eduard? George? –No hay respuesta.
La joven abre la puerta trasera y sale, observa alrededor esperando encontrar a sus hermanos y a su padre en alguna pequeña posada en medio del camino, sin embargo, parece encontrarse en medio de la nada. Solo encuentra una senda con grandes árboles a los costados. Y todo parece en calma, aunque quizás demasiada. Camina hacia la parte delantera del auto, para encontrar que parece haber sido objeto de un terrible accidente. Hierros retorcidos, pedazos de vidrios rotos…hay algo de humo que sale del motor, mientras una pequeña luz anaranjada empieza a cobrar fuerza debajo del capó. El interior parece completamente destrozado, exceptuando la parte trasera, que parece haber quedado indemne.
-Que sucedió? – acaso nos accidentamos? – dice la joven en voz alta, mientras una gota de sangre cae de su frente –no debí haberme quedado dormida! – se reprende a si misma – Donde están? Que sucedió con ellos? Papá! Eduard! George! Alguien contésteme!
La joven piensa en la probabilidad de que hayan sobrevivido, debido al mal estado del vehículo. Aunque es algo baja, posiblemente siguiesen vivos, de lo contrario, hubiesen quedado dentro del vehículo – un escalofrío recorre su cuerpo, mientras trata de no pensar en lo peor – quizás salieron a pedir ayuda..o incluso vinieron por ellos.
Pero descarto esta posibilidad rápidamente, nunca la dejarían sola de haber ido en busca de ayuda, alguno se hubiese quedado con ella y si hubiesen sido rescatados, no la hubiesen dejado dentro del vehículo y menos sin alguien que se quedara a cargo de ella.
El olor a plástico quemado la saco de sus cavilaciones y unos segundos después el motor estallo con un estruendo. Rápidamente, saco un extintor que se encontraba en al parte posterior y roció el contenido sobre el motor y sus proximidades hasta que el envase quedo prácticamente vacío. El fuego se apago, aunque algo de humo aun seguía saliendo del motor. Por precaución, empezó a echar tierra adentro del motor para evitar que el fuego volviese a resurgir. El esfuerzo hizo que su cabeza del diera vueltas, mientras un goterón de sangre le manchó la camiseta al caer. Recordando su conocimiento acerca de primeros auxilios, se envolvió la cabeza con una venda que extrajo de un pequeño botiquín que encontró en la parte trasera del automóvil, y la hemorragia quedo contenida, al menos por ahora. Al observar la sangre que había quedado en su mano, sintió una especie de calor, como si su sangre la reconfortase. Aunque era algo bastante extraño, la hizo sentir mejor. La hemorragia pareció haber cesado y la cabeza había dejado de dolerle tanto.
-Debo encontrarles…deben estar cerca, solo espero que estén bien. – pensó mientras sacaba una pequeña linterna, y escribía un mensaje sobre una venda, con algo de desinfectante yodado y una ramita, diciéndoles que si regresaban, la llamasen a su celular y dejando el número anotado en caso de que alguien más lo encontrara.
Al salir, un extraño ruido, como un susurro le llegó de los árboles cercanos. Cuando volteo a ver, el susurro cesó al instante.
-Que extraño...el viento no esta soplando..- la joven apuntó con la linterna hacia el sitio – Hola? Hay alguien por allí? –no hubo respuesta – Hola?
Nada. El bosque parecía haber callado de repente, ni un grillo, un sapo o un búho se escuchaban. Incluso, la luna había desaparecido detrás de unas nubes, temerosa de lo que pudiese encontrase en aquel lugar.
