Disclaimer: Los personajes le pertenecen a sus respectivos dueños (J.K.Rowling y editoriales). Yo solo los uso para este fic por que me encantan estos personajes y dejar en espera sus vidas hasta que se publique el séptimo libro me parece irracional.

Advertencias: Spoilers del 6to libro (si no lo has leído detente aquí: te lo recomiendo); Slash (homofobos: adiós).

Esta historia ronda en mi cabeza desde que terminé el 6to libro. Que mala es Jo con Draco, pero da pie a esta historia:


Redemption

Capitulo 2

El repiqueteo del elevador era enfermizo, pero al menos así se rompía ese muy incomodo silencio.

-El juicio será en la sala del tribunal número diez. Creo que no debo molestarme en preguntar si sabes donde está, no creo que ya lo hayas olvidado.- hizo un falso gesto mortificado – no fue agradable ¿cierto?

Harry trataba de mantener la expresión de neutralidad educada, pero por dentro no sabía si lanzarle una maldición o soltarse a reír. Scrimgeour parecía hacer desesperados intentos para no asfixiarlo….

-No, supongo que no. Otro de mis amistosos encuentros con el ministerio….- dijo vagamente - Pero creo que siempre salgo bien parado¿no lo cree?- Scrimgeour le lanzó una mirada asesina.

-Tienes 20 minutos- murmuró deteniendo el ascensor en el Atrio- no te retrases.

Harry salió del ascensor y trató de encontrar con la vista a Tonks, Ron y Hermione, pero había demasiada gente reunida allí así que caminó para tratar de encontrarlos.

Reparó en que todo rastro de la fuente que estaba a mitad del atrio había sido retirado, dejando simplemente un espacio en medio que no tenía duela de madera. Se acercó hasta donde estaba el mago de seguridad que parecía a punto de enloquecer: había tanta gente allí que tenía a más de una docena de magos y brujas formados esperando para hacer la inspección de varitas. Pero no había ni rastro de su escolta.

!Mamí, es Harry Potter!

Harry se dio la vuelta y observó a la niñita de unos 7 años que estaba cerca de él, sujeta de la mano de su madre. Ella lo miraba con los ojos como platos, pero completamente inmóvil. Su madre seguía escuchando tranquilamente con el guardia de seguridad que le leía los datos de su varita.

!En serio es Él!Me está mirando!

Harry simplemente le sonrió a la pequeña y se alejo lo más rápido que pudo antes de que ella pudiera decirle a su madre y se armara el revuelo.

Odiaba eso. Por alguna razón, poco después de regresar con los Dursley se dio cuenta de que ahora a veces era capaz de escuchar cosas que no debía, cosas que no eran precisamente dichas. Dudley era el que a menudo transmitía esa clase de pensamientos, generalmente amenazas en su contra no dichas a sabiendas de que Harry podría volverlo una gelatina si quería. Así fue como se percató de que solo escuchaba los pensamientos que desesperadamente trataban de salir de alguna mente, cosas que anhelas gritar a todo pulmón pero que no puedes. Por fortuna casi siempre la gente tenía control de sus pensamientos…

-Con que aquí estás Potter.- Era Ojoloco Moody. Se habían visto muy poco desde el fin de curso.- pensé que el viejo Scrimgeour te retendría más tiempo.

-Hola. Ah… tuvo un asunto que atender. Iré con él, solo estaba buscando a Ron…

-Ellos no están aquí, Harry- dijo Arthur Weasley que llegó sacudiéndose la túnica- hubo un problema con el carné de aparición de Ron, y fueron a corregirlo. Le pusieron Roonil Wazlib, alegando que eso decía en su solicitud-suspiró- en fin... ¿ya terminaste tu asunto con el ministro?

-No, en realidad me pidió que lo acompañara a un juicio dentro de unos minutos…

-El juicio del hijo de Malfoy¿no?- gruño Ojoloco- Vaya parece que esto será bastante público, Arthur.

Harry los miró a ambos con perplejidad.

-Nosotros también fuimos invitados a asistir- aclaró el señor Weasley- después de todo es el primer mortífago juzgado desde lo del departamento de misterios, claro que hay que hacer gala – miró su reloj- deberíamos ir bajando. Por desgracia nos perderemos la ceremonia

Los tres comenzaron a caminar al ascensor rodeando a la multitud que, Harry notó, se estaba conglomerando en el atrio.

-¿Que ceremonia?- preguntó Harry

-Van a hacer una ceremonia conmemorativa a Dumbledore- pulsó el botón del ascensor- y aprovecharán para colocar una estatua suya en donde estaba la anterior- señaló el hueco central en el piso.

Se quedaron en silencio. Harry estaba contrariado. Ya había pasado mes y medio después de la muerte del profesor Dumbledore, pero aún no podía hacerse a la idea. Le parecía que con solo ir a Hogwarts lo encontraría allí, en su oficina, mirando por una ventana o dándole de comer a Fawkes. Y el hecho es que aunque todo el mundo le recordaba que él ya no estaba, Harry no lo sentía tan lejos.

El elevador llegó y los tres entraron. Solo debieron bajar un piso para encontrarse con el pasillo que llevaba al departamento de misterios. Bajaron las escaleras de la izquierda y siguieron por el pasillo que llevaba a la sala donde el Wizengamot se reunía ya para el juicio.

La sala continuaba como Harry la recordaba, los asientos del consejo pegados a la pared por tamaños, mirando hacia la solitaria silla central. Se habían colocado sillas en las paredes laterales, y un viejo mago indicaba a los "invitados" que tomaran asiento.

Harry se sentó entre Ojoloco y el señor Weasley mientras la sala se iba llenando. Muchos magos saludaban al señor Weasley pero solo unos cuantos saludaban a Ojoloco, casi todos aurores, según le pareció a Harry. Era evidente que a Moody se le había invitado para ganarse a los más recelosos en el ministerio: los aurores más viejos.

Unos minutos después y con la sala completamente llena, entró Rufus Scrimgeour. Tras él entró Percy Weasley, cargando una pila de pergaminos.

-Esto será muy largo- le susurró Moody a Harry- tendremos suerte si ésta semana se hace alguna sentencia.

-¿Por qué?- pregunto Harry, mientras el ministro se detenía en la puerta, dándole instrucciones al mago que la custodiaba.

-Es el primer mortífago confeso que cae por aquí – contestó el señor Weasley- Le tratarán de achacar todos los delitos que ha habido desde que no se juzga a nadie. Kingsley ya leyó su expediente.

-Incluso tienen una lista-Moody le señaló a Percy- hay muchos que obviamente no cometió, pero tratarán de echarle la culpa de todo. – sonrió con su boca torcida – lo gracioso es que seguramente no ha hecho nada.

-Si… Dumbledore creía eso- murmuró Harry para sí.

El ministro terminó de resolver su asunto con el mago de la puerta y se adentró en la sala. A medio camino hacia su silla se detuvo y miró a su alrededor buscando… hasta toparse con Harry. Le hizo una seña, indicándole que le acompañara. Harry no quería moverse.

-Será mejor que vayas –le dijo Moody dándole una palada en el hombro.

Harry se levantó y siguió Scrimgeour. Resultó que en lo alto había un banco disponible: junto al suyo. Obviamente le hizo sentarse allí. Muchos de los invitados lo miraron. El se encogió lo más que pudo.

-Bien –comenzó el ministro – como todos saben esta reunión del Wizengamot e invitados- los señaló con la mano haciendo una sonrisa cortés- se hace con el fin de juzgar al mortífago capturado hace un par de días.

"Al mortífago que se entregó hace un par de días" pensó Harry

-Se le recuerda al honorable Wizengamot que se deben escuchar todos los testimonios y presentarse todas las pruebas antes de emitir un veredicto.- dijo con voz aburrida – Traigan al acusado.

La pesada puerta de la sala se abrió dejando pasar a una compacta escolta de aurores. Por sus largas túnicas oscuras no parecían muy diferentes de los anteriores guardias de Azkaban. El grupo se acercó a la silla, la cual rodearon. A pesar de que Harry se encontraba bastante en alto no alcanzaba a distinguir nada de lo que estuvieran haciendo.

Lentamente, la media docena de magos fue saliendo por la puerta. Al final solo quedó una figura sentada en la silla, sin moverse. Antes de salir, el último Auror le quitó la capucha que le tapaba el rostro y su característico cabello rubio.

- Muy bien, comencemos- dijo el ministro, y comenzó a leer un pergamino- Siendo hoy jueves 8 de agosto, se presenta ante este consejo al acusado… Draco Lucius Malfoy, quien ha confesado haber estado implicado en actividades al servicio del mago oscuro conocido como "El que no debe ser Nombrado". El objetivo de la presente audiencia es especificar los crímenes cometidos por el anteriormente nombrado.- Scrimgeour dejó de leer y lanzó el pergamino en dirección a Percy. – Así que…. ¿usted es Draco Malfoy, no es así?- empezó a preguntar con desagrado.

Malfoy ni siquiera se había movido desde que lo acomodaron en la silla, con las cadenas rodeándole las muñecas. Tal acción parecía francamente absurda: se veía demasiado débil y completamente ajeno a lo que le estaba pasando. Ni siquiera levantó la vista del suelo cuando murmuró un "si" derrotado.

-¿Es cierto que confesaste, en presencia de los aurores que te llevaron de primera instancia a la prisión de Azkaban, que eres un seguidor del que "no debe ser nombrado", conocido comúnmente como Mortífago?

-Si… lo fui.- murmuró Draco. Varios alrededor de Harry comenzaron a tomar apuntes, además de Percy, más abajo.

-¿Fue? o… ¿es? un mortífago

Malfoy levantó la cabeza un poco. Y la sacudió.

-No puedes dejar de ser… no se puede… renunciar- respondió con voz ahogada y completamente perdida.

-Exacto- dijo Scrimgeour con voz triunfante- los mortífagos nunca dejan de serlo.- murmuró con crueldad- Continuemos… eh….- tomó el primer pergamino del montoncito que había junto a el – tenemos conocimiento de que dejó de ser visto desde unas semanas antes de terminar el curso del Colegio Hogwarts en el cual estaba usted interno. Particularmente después de los sucesos que… bueno… de lo que aconteció en el Colegio.- claramente lo último que quería el ministro era que se trajera a discusión la muerte del mago más poderoso de los últimos tiempos -¿es correcto que usted salió del colegio en esa fecha concreta?

-Cuando ellos entraron… yo me fui con ellos-comentó Malfoy

-De acuerdo, tomaremos eso como un si- sonrió- ¿deberíamos suponer también que fue el responsable de que ellos entraran?

Harry estaba atónito. Se notaba claramente que el "espíritu auror" le estaba saliendo a Rufus Scrimgeour. Hacía las preguntas correctas, con lógica y deduciendo correctamente, muy diferente a la forma en que Fudge sacaba la información. Eso, o tenía fuentes muy bien enteradas.

-Tuve que dejarlos… les ayudé a entrar, por que…

-¿Por qué…¿Qué? – con burla.

Draco dirigió su vista hacía arriba por primera vez en lo que llevaban de interrogatorio. Harry frunció el entrecejo y se encogió aún más. Solo lo había visto así de demacrado y patéticamente vulnerable una vez: cuando lo había encontrado en el baño llorando, en compañía de Myrtle. Y, como esa vez, se quedó un poco… demasiado en shock.

-Tuve que hacerlo.- respondió

-¿Alegarás que estabas bajo la maldición imperius¿Una poción¿Un voto irrompible?- preguntó un mago de cara seria sentado a la derecha de Harry.

-No… yo….

-¿O tenías a alguien que te obligara en forma física dentro de colegio?- preguntó una bruja anciana que estaba sentada en la primera fila.

-No, ellos… me amenazaron.

Gran parte de la concurrencia en los bancos se lanzaron miradas burlonas. Evidentemente no creían que una amenaza fuera del todo grave.

-Te amenazaron, eh¿Qué clase de amenaza?

Malfoy levantó la cabeza con los ojos cerrados. Respiraba profundamente intentando calmarse. Abrió la boca pero no dijo nada y la volvió a cerrar.

Sáquenme de aquí... No hice nada…. No quiero seguir con esto…

Harry concentró toda su atención en él, quería escuchar más, pero no pudo hacerlo.

Se escuchó un grito en la parte de afuera de la sala. Inmediatamente todos tomaron sus varitas y las apuntaron hacia la puerta, pero no se oyó más movimiento. Unos segundos de conmoción después, uno de los aurores que flanqueaban la puerta se puso tras ella y la abrió.

Y allí, tirado en el piso y cubriéndose los ojos, estaba el mago con el que Scrimgeour había hablado al entrar. Al parecer había sido atacado por la basta nube de memorandums que entraron rápidamente tras abrir la puerta.

Los aviones de papel comenzaron a ir directo a sus destinatarios. Pocas personas en la sala no habían recibido al menos uno.

Al ministro le llegaron al menos 20, que trataban de ser leídos antes que los otros y se estrellaban en su cabeza, atorándose en su melena. Harry pudo ver que todos miraban preocupados sus respectivos mensajes, y otros comenzaban a recoger sus cosas apresuradamente.

Alcanzó a leer un papelillo que, tras ser aplastado, Scrimgeour había dejado en la mesa frente a él.

Ministro:

Se informa que en la comunidad de Wernam, Birmingham

se han registrado disturbios causados por una horda de criaturas diversas.

Favor de presentarse al cuartel general de inmediato.

Mirando a su alrededor se dio cuenta de muchos eran requeridos por lo mismo en sus respectivas oficinas. Debía haber sido un asunto bastante serio.

-Esta bien, en vista…. SILENCIO!- la gente en la habitación dejó de reunir sus cosas- En vista de la situación que se ha presentado, deberemos dejar esta sesión suspendida hasta que las condiciones dispongan. Se les informará a todos la nueva fecha. Pueden retirarse – pero antes de que lo dijera ya había gente saliendo por la puerta.

Todos comenzaron a abandonar la sala, pasando al lado de Malfoy, ignorándolo. Por su parte el volvió a su actitud anterior: inmóvil, mirando un punto perdido en el piso.

-Ministro –pregunto Harry – ¿que harán con él mientras tanto?

El aludido hizo una pausa en la recolección de papeles para lanzarle su clásica mirada disgustada y masculló

–Las salas contiguas son celdas puede permanecer allí hasta un par de días.- se incorporó y le puso los pergaminos en los brazos a Percy- Supongo que debes irte, así que no te entretengo. Y también supongo que te veré para la continuación de esto. – señaló a Malfoy con la cabeza.

-Supongo que si.- Harry sonrió.

Scrimgeour bajó del área del consejo y se fue, con Percy tras él. Harry bajó también y trató de divisar al señor Weasley, pero no lo encontró. Moody estaba hablando con el auror de cara dura que había hablado en el interrogatorio.

Los aurores que llegaron custodiando a Malfoy entraron cuando la sala estaba ya casi vacía. Le quitaron las cadenas de las muñecas, le pusieron de nuevo la capucha y prácticamente lo arrastraron fuera de la sala.

Harry volteó a ver a Moody… quien no le estaba prestando atención, ni siquiera con el ojo mágico. Y antes de poder meditarlo bien, ya tenía la pequeña mochila que llevaba colgando del hombro y la capa invisible en la mano.


Notas:

Mis disculpas por la demora en actualizar. Como suele pasarme escribo el capitulo uno y me salto al tercero o al cuarto: se me dificulta mucho escribir el segundo capítulo, ignoro la razón.

Gracias a las personas que han dejado review: Eris, w0w, Alega Sumino-Sham y Liwk.

Por cierto: se supone que empieza una semana después del cumpleaños de Harry (osea a principios de agosto)

¿Les gustan los capítulos de este largo?

Prometo tardar menos en subir el siguiente. n.n

Gracias a mi Beta.