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Los personajes de Candy, no me pertenecen

Este fic esta hecho sin fines de lucro.

Los personajes de Ben, Jane, Emma, Jenny, Raquel, Johnny, Michelle y Michael, son totalmente inventados por mi y ajenos a la serie.

Disfruten el capitulo

Nos vemos abajo ;D


UN NUEVO COMIENZO I


A veces es bueno comenzar de nuevo, en otro lado, en un lugar diferente, con otras personas, pero sobretodo con la gente que te apoya y te ama, como es la familia o como debía de ser aunque no siempre es así, a veces la familia no es con la que nacemos, es la que elegimos o en ocasiones nos damos cuenta de verdades, verdades que lastiman pero al final todos deberíamos saber que la verdad sale a la luz, que es imposible tapar con un dedo el sol, que es imposible mantener secretos.

La confianza es la base de toda relación, relaciones amorosas, familiares, amistades, etc. La confianza es importante para cualquier relación y comunicación sana entre los seres humanos, mientras no haya confianza no puede haber relación alguna.

La maldad o envidia de la gente solo te lleva a no confiar en nadie y que nadie confié en ti, te lleva a quedarte sola cuando el teatro se te cae, te puede llevar incluso a la amargura y locura, esa ansiedad y necesidad de hacer daño a los demás por dolores y problemas pasados que tengas y si no sacas jamás serás libre.

G.B.


Nos encontrábamos camino a Londres, miraba por el barco el mar, aquel mar tan inmenso y majestuoso como el dolor que tenía conmigo, recordaba aun, como Anthony había ido todavía hasta la mansión Grandchester, se despedía de mi pero que no era un adiós…

Mire mi mano, el anillo aun lo llevaba en el dedo donde Anthony lo había colocado, cada vez que lo miraba me sonrojaba pero pese a todo no podía quitarlo.

Terrence también parecía afectado pero sabía bien donde estaba, cuando por enésima vez me pregunto mi padre, Anthony le había dado el caballo que hace años había sido su obsequio, un primer cumpleaños que pasaron juntos según me platico Terrence y Anthony parecía afectado cuando se lo dio por los recuerdos en su mente, aunque nadie puede saber realmente que pensaba.

-Anthony –Suspire sintiendo la brisa rosar mi rostro con gran alegría, cuando escuche pasos de alguien que se acercaba al lugar donde estábamos mi padre y yo, él estaba más ocupado leyendo y yo podía darme el lujo de sumirme en mis pensamientos pero entonces.

-Hola Candy

Mire al rubio que estaba frente a mí, sorprendida, pero su sonrisa amable me termino contagiando y le devolví una sonrisa más grande que la que yo misma esperaba.

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Annie se encontraba en la mansión Ardley algo desesperada, sus padres y el padre de Anthony llevaban una hora dentro del estudio hablando y Anthony ni siquiera estaba ahí, sabía que había salido de la mansión de los Grandchester hace días pero ¿entonces porque no ha vuelto?

-Hola –Saludo una pequeña niña de siete años rubia de ojos azules tan azules como los de Anthony, entonces se sorprendió, no sabía que Anthony tenía hermano o primos parecidos a él.

-Hola –No estaba muy segura de donde salió esa pequeña niña -¿Quién eres?

-Me llamo…

-¡¿Jane?! –Escucho un grito desde la entrada y entonces vio a Anthony, se puso de pie inmediatamente pero antes de que pudiera avanzar la pequeña niña ya había llegado a Anthony.

-¡Anthony!

El la abrazo fuertemente y ella comenzó a besarlo, Annie estaba más que celosa.

-¿Anthony?

El rubio se dio cuenta de la presencia de Annie y la miro con mala cara –Ella es Jane, mi hermanita

-No sabía que tuvieras hermanos –Annie estaba sorprendida por ello, tal vez en alguna de las muchas cartas que le envió a Candy, decía algo pero la mayoría fue tirada sin leer siquiera, al menos ella no.

-No es de tu incumbencia

-Vaya, vaya, Anthony no has cambiado –Intervino una voz de mujer, que salió de entre las sombras sonriendo burlonamente

-Hola Raquel –Saludo secamente el rubio

-¿Quién es? –Annie miraba con desconfianza a esa joven que era más o menos de su edad.

-Mi hermanastra

-Estas mejor que cuando eras niño Anthony, por cierto mi madre te manda saludos

-¿No vino?

-A la mansión no, solo Jane y yo.

Jane tomo fuertemente de la mano a Anthony quien le dio un pequeño apretón para que no se preocupara –Bien, con permiso –La llevo lejos de ahí para poder platicar con ella, después de todo era mucho, mucho tiempo sin saber de ella. Exactamente hace año y medio.

Una vez a solas en la habitación del rubio, Jane comenzó a sollozar en mis brazos como alguna vez o varias llore en los brazos de Terry, sentía un pequeño dejavu al tenerla así, ella murmuraba cosas pero con el llanto no se le entendían bien del todo.

-Jane ¿Qué ocurre pequeña?

-Ant…Anthony –Me sujeto nuevamente –Te extraño tanto, creí que…mi mama…dijo que…

-Vamos hermosa, necesito que te calmes y me cuentes todo –Dijo el rubio mirando a su hermana con paciencia y amor

-Bien…bueno –Comenzó a platicarme todo lo que me había perdido desde que Emma decidió que se fueran a vivir lejos de Londres y de mí, solo apretaba los puños, molesto, ahora entendía lo que Terrence sintió al ver que yo sufría, comprendí también que su molestia por ver sufrir a Candy era de lo más normal.

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De regreso al barco que va directo a Europa, se encontraba la familia Grandchester cenando con un invitado especial que Candy se encontró.

-Así que vas de regreso a Londres por negocios, Albert

-Si en efecto Terry

-Qué casualidad que nos encontráramos todos, ¿no?

-Tienes razón Candy, es una gran casualidad

Richard miro a Albert como analizándolo y miraba a su pequeña hija, ella se veía feliz con su compañía aquello podría ser simplemente bueno.

-Albert ¿Puedo hablar contigo después? Tal vez tenga unos negocios que te interesen

-Claro, señor Grandchester

-Por favor, dime Richard

-De acuerdo Richard

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En la mansión Ardley nuevamente.

-¡No lo hare, padre!

-Anthony por favor, cometiste un error y los padres de Annie exigen que le cumplas

-¡Ella no era doncella!

Una abofeteada y un grito -¡No papa! –Jane se puso al lado de su hermano

-Jane vete de aquí

-¡No!

-¡No me hagas enojar Jane!

-Basta papa –Se acercó a la altura de su hermana –Por favor Jane ve a mi cuarto

-Te lastimo –Dijo sacando su pañuelo para limpiar el hilito de sangre que salió de su boca

-Gracias… -Murmuro después de la plática que tuvo con ella, no creyó que…

-Te hare caso a ti, Anthony, no me voy porque tú lo digas padre –Salió dejándonos solos

-Anthony no debiste decir eso enfrente de tu hermana

-¿Por qué?

-Porque es una niña y será una señorita y…

-Menos aún me casare con una cualquiera

-Anthony…

-¡No papa, no me casare por obligación con Annie Britter y si insistes tendré que irme!

-¡Si te vas te olvidas de esta familia y de tu apellido!

Anthony lo mira con odio y coraje

-Te odio

Eleazar mira sin poder creer lo que el rubio le está diciendo por lo que Anthony continúa

-Te odio y te odiare por siempre, papa, no estuviste ahí cuando era niño y no entendía porque mama no estaba –Sus ojos se llenaron de lágrimas –No estuviste cuando Emma me pegaba y castigaba por culpa de Raquel y Johnny, no estuviste cuando ella me lastimo y fui dar al hospital, nunca ¡Nunca! Has estado para mí, en mis cumpleaños, en días importantes, solo era más importante los negocios, un día llegas y dices que haremos una nueva familia, pero ¡Solo pensabas en ti, eres un egoísta, no por querer ser feliz si no por solo pensar en ti y no pensar en mí, en tu hijo y lo mismo hiciste con Jane!

-A…Anthony –Tartamudeo Eleazar

-Ese día me lastime porque Johnny, ese joven que no es tu hijo trato de abusar de mi hermana –Antes no lo entendía porque era un niño pero ahora después de todo lo que ha estudiado y las pláticas que tuvo con Terrence, sabía bien lo que había pasado, ya no era un niño.

-¿Qué…?

-Me iré papa y no te preocupes, quédate con tu herencia, tu dinero y tu apellido, no lo necesito

-Anthony –Le llamo pero el rubio no hizo caso y salió rápidamente de la habitación, miro a su hermana ¿La abandonaría de nuevo? Estiro la mano hacia Jane, tal vez esto era una locura -¡¿Qué haces?! –Jane la tomo sin dudar

-¡No la dejare para que sigan arruinándole su vida!

-¡Anthony!

El rubio jalo a su hermana para salir de la mansión lo más rápido posible que pudiera, sabía que era una locura y que aquello era de locos, pero también comprendió lo que Terrence le trataba de hacer ver, en ese momento Jane la necesitaba, desde que se fue a San pablo y dejo de verla le llamaba, lo necesitaba y el…el no estuvo ahí para defenderla y ahora…solo se le ocurrió huir con su pequeña hermana de siete años, que locura, solo esperaba que la tía abuela lo apoyara.

Eso lo vería después, cuando estuvieran en la mansión de Chicago, lejos de Lakewood donde estaban los Britter, donde estaba el veneno de Annie, donde dejo a su padre gritando desesperado al verlo partir y al ver a su hija seguirlo.

No le importaba, mientras Anthony corría con su hermana al lado, podía notar ese sentimiento de libertad al decir la verdad, pese a no tenerle ya nada de confianza a su padre, pudo decirle las verdades que necesitaba salir del alma y así poder liberarse de todo sentimiento oculto en su interior, aquello le dio la fuerza para huir, sentía las gotas de la lluvia que se había hecho presente, caer por su rostro lo cual ayudaba a sentirse más vivo que nunca.

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En el barco.

Se encontraban dos personas platicando en un camarote, un rubio algo confundido y aturdido por lo que le acaban de proponer no era precisamente un negocio, al menos no se veía de esa forma, los negocios son venta o compra de algún objeto, esto era más delicado e importante como el duque le había comentado al finalizar la cena y después de que sus hijos se fueran a sus respectivos camarotes.

-¿Qué…que está diciendo?

-No digo que hoy, mañana o pasado, debe ser a su tiempo y usted debe enamorarla, Albert

-Pero…ella ama a…

-Si ya sé que está enamorada de otro, pero es joven, ella puede olvidar y volverse a enamorar, no hay nada que la ate a ese joven, además –Mira el retrato que tenía en su camarote donde Candy sonreía –Ya no quiero verla sufrir aunque ella, crea que no me doy cuenta, si me doy cuenta y no quiero que sufra mas

-No puedo creer que me pida esto –Estaba desconcertado y hasta cierto punto enojado por estar involucrado en todo esto

-No es nada malo pedirle que enamore a Candy, Albert, solo es un poco mayor que ella pero ella es hermosa y será una excelente esposa y madre –Albert se sonroja –Piénselo no quiero presionarlo, solo quiero que sea feliz y si usted siente algo por ella pues…creo que es mejor ¿No cree?

Albert se queda callado sin poder saber realmente que decir, aquello lo tomo por sorpresa y solo escucha los truenos relampaguear en el cielo, no podía creer encontrarse en esa situación y con cada trueno es un brinco en el corazón al pensar en el dolor que podría causarle a más de una persona si accediera a la propuesta del duque y sobretodo en convertirse en el peor enemigo de su propio sobrino.

"No puedo…no….no quiero ser un ami-enemigo mas de Anthony, una piedra mas en su camino, un dolor mas para el, no...no puedo...no debo poner los ojos en ella, aunque...para ser honesto...siempre, pero no...no" pensaba el rubio una y otra vez atormentándose mientras la marea de mar parecía sentir lo que él estaba sintiendo, los truenos parecían acompañar también su dolor, su desesperación y confusión.


Hola queridos lectores

lamento mucho la demora de verdad, he estado muy mal tanto en lo laboral como en lo personal y algo cansada por enfermedad aun del estomago jejeje mi colitis de repente no me deja :'( no me deja vivir en paz :'( bueno pero aqui les dejo un nuevo capitulo de esta historia

estoy de rapido asi que perdonen por no responder a todos los reviews uno a uno pero lo hare

de cualquier forma muchas gracias por leer mi nuevo fic, estoy tratando de actualizar los demas ¿creen que lo logre? veamos cuantos puedo aactualizar en dos horas casi tres jejeje

saludos