Durmiendo en clase.

"-Yoh, quiero que sepas la verdad…"

"-Ya la sé, sé que me sigues amando tanto como yo a ti."

"-Entonces, ¿Queda olvidado todo ese asunto de Hao?"

"-Sí, todo queda olvidado. Ahora más que nunca me doy cuenta del error que cometí al dejarte. Perdóname por favor."

"-Te amo Yoh."

"-Y yo a ti…"

"Kyouyama… "

"Kyouyama…."

"Kyouyama…."

-¡Kyouyama, DESPIÉRTA!

Tenía que ser así, tenía que ser sólo un sueño. No tiene nada de malo quedarse dormida y soñar con algo bonito, o mejor dicho, con algo MUY bonito pero quedarse dormida a mitad de una clase…

Fue verdaderamente bochornoso que todos mis compañeros de clase me vieran durmiendo pero no pude evitar cerrar los ojos y pensar un momento aunque no me di cuenta cuando mis pensamientos se convirtieron en sueños.

-Nunca me lo imaginé de ti Anna…- Me repetía constantemente Jun en el descanso como si fuera la primera estudiante del universo a la que le pasara eso.

-Sinceramente, Jun, creo que exageras.-Dije en tono cortante para cambiar de tema de una vez por todas.

-Está bien, ya no te hablaré más de eso, ahora dime, ¿Hablaste con Yoh?

Sólo asentí, todavía me dolía recordar la pequeña plática con Asakura.

-¿Y bien? ¿Me vas a decir?

-Sí, claro que te lo voy a contar, pero no ahora, tenemos que ir a clases.

-----O-----

Estábamos escondidos en el baño mis amigos Horo, Lyzerg y yo. Todos los demás alumnos de la escuela estaban tomando clases (como siempre) pero nosotros estábamos tomando un descanso (como siempre). Horo y Lyzerg hablaban animadamente y yo sólo pensaba en la pequeña, pero muy conflictiva conversación que había tenido con mi ex novia Anna. Por más que me decía a mí mismo que todo estaba bien con ella, mi memoria y mi sentido común me respondían que no era cierto: nada estaba bien con ella.

-¿En qué piensas Romeo? –Me preguntó Lyzerg burlándose de mi gusto por la que para mí, era la mejor obra de Shakespeare.

-En Anna. –Confesé. Mis dos amigos se sentaron delante de mí para escuchar, por fin, el relato de la angustiosa plática que había sostenido con la rubia.

No sabía cómo empezar. Lyzerg y Horo me miraban expectantes y las palabras no salían de mi boca. Al percatarse de eso, el inglés tuvo una idea para hacerme las cosas más fáciles:

-¿Cuándo hablaste con ella?- Preguntó

-Hace dos días. Su amiga Tao Jun nos organizó una cita en el parque.

-¿Tao? Ese apellido se me hace familiar… -Comentó Horo cuando Lyzerg se disponía a hacer otra pregunta.

-Sí, es hermana de Tao Ren.- Diethel contestó por mí. -¿Qué te dijo cuando te vio?

-Nada, de hecho ninguno de los dos se atrevía a decir algo, así que Jun empezó todo.

-¿Y? ¡Ve directo al grano!-Gritó Horo enfadado

-Bueno, hablamos de… -Pensé un poco antes de seguir. -… Hao. Anna me dijo que entre mi hermano y ella nunca había pasado nada, pero como le dije que no le creía, comenzó a gritarme y se fue.

-Entonces no le crees.

-Mmm, no del todo. Le creo que no sean novios, pero no creo que no haya pasado nada entre ellos.

-Yo creo que deberías hablar con ella de nuevo. No puedes huir siempre de la verdad, Yoh.- Dijo Lyzerg. – No conozco a Anna y tampoco a Hao pero sé que Hao es capaz de todo por ganarte.

-Tienes razón. No creí que fueras tan inteligente…

----o----

Llegué a la escuela de Kyouyama cuando ya estaban saliendo de clases. Sabía que iba a ser muy difícil encontrarla entre toda esa bola de gente, pero aún así, caminé mirando a cada una de las chicas que habían ahí. Ninguna era Anna, todas eran opacas, no resaltaban, no llamaban la atención. De repente, al voltear a la izquierda, vi a una chica de cabellos rubios golpeando con fuerza a un chico. El tipo sólo lloriqueaba rogándole a Anna que se detuviera. Cuando por fin Anna se cansó, respiró profundo y con toda la tranquilidad del mundo dijo:

-Quiero que jamás te vuelvas a burlar de mí, ¿entiendes? Ahora ve a llorar como la niña que eres.

Algo dentro de mí me decía que mi destino era acabar como el recién golpeado.

Me acerqué lentamente hacia la rubia que parecía esperar a alguien. Cuando estuve a menos de treinta centímetros detrás de ella, toqué suavemente su hombro para que se percatara de mi presencia. Rápidamente volteó y caminó a un lado de mí ignorándome. La seguí.

-Vete de aquí, ¿No ves que todos te miran?

-Sí, ya sé. Y no los culpo. Soy muy guapo.

-Arrogante. ¿No deberías estar en la escuela?

-No, los maestros me adoran, sólo tuve que fingir un desmayo y me mandaron a casa.

Anna caminaba cada vez más rápido. Por mí no había problema, pero ella se empezaba a cansar. Estábamos a punto de llegar a su casa cuando de lejos vi a un ser casi igual a mí. Comprendí quién era y abracé a Anna. Ella todavía no había visto a mi hermano.

Anna trataba de zafarse de mí, pero como yo soy mucho más fuerte y ella ya estaba agotada, cedió a mi abrazo y caminamos juntos otro tramo.

En ese momento, Yoh volteó, pero ya era demasiado tarde para que Kyouyama quitara mi brazo de encima…

Continuará.

Hola, espero que les haya gustado este capítulo. Traté de hacerlo un poco más largo de lo habitual para que luego no haya reclamos. Aún así, si no les gustó o algo, háganmelo saber y déjenme un review por favor!