.
.
.
Hola queridos lectores si sigo viva jejeje
perdonen por la demora pero aqui les dejo un nuevo y largo capitulo espero que les guste :D
CAPITULO 39 ESCUCHA EL CORAZON
CAPITULO 39 LA DECISION DE CANDY II
La vida es solo una, las decisiones hechas son propias, uno mismo decide si enfrentar la adversidad o los obstáculos que la misma vida decide ponernos, la fe es una lucha que se debe combatir día a día para poder alcanzarla, ya que es complicado entre tantos feroces momentos llenos de tormentosas lluvias poder lograr mantenerse en pie pero combatir con el amor a tu lado puede provocar que toda adversidad sea más liviana y llevadera pero ¿Qué decidirías entre la familia y el corazón? ¿Qué esta correcto? ¿Seguir leyes y normas impuestas por el hombre, padres, amigos, sociedad? ¿Rangos sociales, políticos y religiosos? ¿Dónde quedamos entonces? ¿Dónde queda el corazón? ¿Dónde queda la pasión y lo que nos debería hacer feliz? ¿Dónde quedamos con todo esto?
Al final seremos parte de la nada, del universo, hoy es un momento, hoy podemos arriesgarnos, luchar por lo que nos hace feliz, vivir para disfrutar logrando lo que soñamos alguna vez ¿Qué es la vida sin luchar o arriesgar para alcanzar? ¿Qué es la vida sin sueños y solo siendo algo más en el mundo como todos? La vida así no es vida, es nada, la vida sin sueños es nada, la vida sin fe no es nada…pero la vida con esto y siendo quien quiere ser y soñar, puede ser todo.
El momento es hoy…mañana puede ser muy tarde, no dejes de soñar hoy porque mañana no sabremos si volverás a despertar en este universo…
C.G.
Anthony no podía creer lo que estaba pasando en ese momento solamente importaba el hecho de que los labios de Candy estaban sobre los de él, los estaba saboreando como nunca, las gotas de lágrimas que ella había derramado segundos antes aún estaban frescas en su cálido rostro mientras trataba de corresponderle acariciándola con delicadeza y dulzura a la vez, esto era como estar en el paraíso, venia destrozado por el trabajo que tuvo que hacer en aquella tienda pero ahora nada importaba.
Candy se puso un poco rígida después de que el colocara la mano en la cintura de ella para atraerla, tal vez fue algo que no debió ser pero la sangre en sus venas estaba ardiendo y necesitaba demostrarle a la rubia que…
-Te amo –Susurro Anthony en sus labios provocando que la joven despertado de su letargo, en algún momento había pensado que estaba soñando despierta como normalmente había sucedido cuando creyó haber visto a Anthony en sus pensamientos, pero esto no era un pensamiento, una fantasía, un sueño ni nada que se le parezca.
Era real…
-Anthony… -Se separó abruptamente del rubio quien le miro confundido -¿Qué…? ¿Qué? Bueno yo… ¿Qué haces aquí…? ¿Cómo es que…?
-¡Candy! –Escucho el grito de Albert cerca, Anthony tomo la mano de la rubia, no quería perder esta oportunidad de poder estar un momento con ella después de esas semanas separados.
-Ven conmigo –La sujeto con fuerza halándola hacia el lado opuesto de la mansión Grandchester, dudo un segundo la rubia en si seguirlo pero estaba algo cansada de ser una Grandchester, cansada de las prioridades y lo que debía sacrificar por un título noble en Inglaterra, cansada con sus padres ¿Quién lo diría? La ironía de la vida cuando no tenía padres añoraba unos, tuvo los mejores sustitutos de padres que hubiera querido (Grace y Peter Britter) no eran sus padres biológicos pero ella siempre sintió que lo eran, conoció a sus verdaderos padres pero sentía que eran sus peores enemigos, encargándose de que su felicidad no fuera…ami-enemigos peores que sus padres en ese momento no podía tener.
Así que tomo la decisión como se debe de tomar, sin pensarlo, sin razonar, sin hacer caso a lo obvio de esa decisión que tomaría…siguió a Anthony como si su vida dependiera de ello.
.
.
.
Albert veía a la rubia correr detrás de otra persona que al principio no reconoció, aunque Terrence quien había seguido al rubio supo de inmediato quien era, cuando el futuro matriarca de los Ardley se dio cuenta, él lo miro.
-Ni se te ocurra decir algo –Murmuro seriamente el castaño –Anthony es inocente y está sufriendo por algo que no hizo, jamás faltaría de ese modo a su honor y no por el nombre de la familia a la que pertenece si no porque Anthony jamás haría eso con un pequeño inocente si supiera que es suyo.
-¿Pero si hacer que la prometida de su tío se vaya con él?
-Solo quiere platicar con ella –Dijo Terrence sorprendido por el brillo reluciente y obscuro en los ojos de Albert, lo conocía desde hace años como Anthony jamás había visto ese iris oscuro en sus ojos.
-Albert sabes que Anthony la ama desde…
-Si lo sé –Dijo empuñando sus manos a los costados –Pero será mi esposa y ya no está a discusión
-Albert
-Sabes que no hay nada que hacer, el compromiso está hecho y a diferencia de mi sobrino yo puedo darle una vida sin preocupaciones, carencias y sobretodo sin problemas con otra persona que dice tener un hijo mío. Yo no tengo ese problema
Terry enfureció en ese punto -¿Así que dejas que tu propio sobrino, hijo de tu única hermana se hunda en el lodo con tal de salirte con la tuya, eh? Vaya y yo que pensé que el ilustre Albert William Ardley era honesto.
-En la guerra y en el amor…
-Si todo se vale –Terrence se acercó un poco más –Veremos si ganas porque Candy muy a tu pesar es mi hermana, si tal vez antes no lo veía así y aunque no la viera como tal no caería tan bajo como tu porque antes que nada está la felicidad de Candy y hace tiempo supe que no era yo…ahora tengo mucho más derecho que cualquiera de ustedes ella es mi hermana y sobretodo Anthony también es mi hermano así que no te metas con ellos porque sabes que ahí estaré yo también.
Albert se relajó un momento –Yo no pienso hacer nada en contra de Anthony, es mi sobrino pero si intenta alejar a la mujer que amo tendré que actuar
-Ella no te ama…
-Tal vez no como a mi sobrino, pero sé que le gusto y sé que me puede amar –Dijo seguro el rubio –Por cierto sé que Anthony nunca está solo, te volviste su sombra y me lo arrebataste hace años, Grandchester así que si nunca olvido eso, porque yo me quede solo
Avanzo hacia la mansión -¿Dirás…?
-Diré a Candy que mañana temprano vendré por ella, para ponerle fecha a la boda –Dijo interrumpiéndolo –Quiero regresar a América lo más pronto posible y sé que tus padres no tendrán objeción, ya que aún estas tú para asumir el titulo ya lo habíamos platicado el día que me concedieron la mano de tu hermana, nos vemos luego.
"Seguro que también por eso decidieron mantenernos lejos" pensó Terrence mientras se encaminaba hacia donde se fueron a esconder los rubios –Querían que Candy pasara más tiempo a solas con Albert –Susurro entendiendo a sus padres, a la vez de odiarlos.
.
.
.
Anthony corrió hasta llegar a la pequeña colina cerca de los linderos apartados de la mansión Grandchester que Anthony conocía a la perfección su vida fue Londres y Escocia no era la excepción paso mucho tiempo en aquella casa que ahora no le serían las puertas abiertas porque todos creían que él había sido capaz de dejar a Annie, quien era no más que una mentirosa pero en ese momento no era el indicado para pensar en eso.
Sintió la calidez de la mano de la rubia quien le envolvía también desde que decidió correr con él, eso le hizo tener más esperanzas, ya que no corrió cuando su tío grito lo cual quería decir que no lo amaba.
-¿Es hermoso no? –Pregunto Anthony sonriente mirando el paisaje.
Candy se recargo en el gran árbol que estaba al pie de la montaña tratando de recuperar un poco el aliento pero con el corazón a mil mirando al horizonte sintiéndose por una vez en mucho tiempo feliz y viva.
-Por supuesto –Ella también le sonrió dulcemente -¿Habías estado aquí antes? –Pregunto ella sabiendo que la respuesta era que sí, aunque sus miles de cartas que el rubio envió a lo largo de que su familia se fuera a Escocia no había podido responder, no impidió que las leyera aunque eso ya formaba parte del pasado, había aprendido a no confiar en todo en su hermana aunque ya era tarde en realidad, su ami-enemiga se encargaba de eso y con la promesa y la mentira trataba de aliarse la pregunta era aquí.
¿Lo permitirá?
¿Qué otra cosa podía hacer?
Tampoco quería que…
-Si he estado aquí cuando era más pequeño con mi hermano
-Terrence –Susurro la rubia
-Sí, Terry, mi gran amigo y hermano
La rubia sonrió tiernamente –Ahora también es mi hermano –Dijo riendo un poco
-Espero que no te pongas celosa, pequeña princesa por que considere a tu hermano mi hermano
-No –Dijo sonriendo –Al contrario me alegra que se lleven bien
-Candy –Anthony la tomo de ambas manos –Necesito preguntarte algo y…
-¿Qué ocurre? –Dijo la rubia sin comprender
-¿Albert y tu…?
-¡Candy! –Terrence llego a donde estaban – ¿Qué es lo que estabas pensando? –Pregunto acercándose a la rubia quien lo miro con una sonrisa de disculpa
-Perdón
-Albert está molesto y…
-Ahora no me importa eso Terry –Dijo la rubia sorprendiéndolo –Por una sola vez no quiero pensar en nadie más que en mi –Suspiro, mirando a Anthony –Si Albert está cerca de mi es porque la familia Ardley y sobretodo los Grandchester están de acuerdo en unirse y como Albert es el heredero directo de la fortuna Ardley pensaron que es mejor que me case con él.
-¿Y tú?
-En este momento no importa mucho lo que…
-¡Claro que importa! –Anthony y Terrence se miraron cuando ambos gritaron aquella frase, para después sonreír, Candy también sonrió con ellos después de unos segundos antes de dejarse caer en el árbol
La vista era simplemente perfecta, el sol ocultándose en el horizonte dando los pequeños rayos de sol tornándose de color amarillo y anaranjado en perfecta sintonía con el cielo, las nubes despejando el cielo para que pronto comenzaran a salir las estrellas, el pastizal a su alrededor de color verde intenso indicador del verano en su apogeo, las flores sonrientes tratando de tomar las ultimas gotas de rayos antes de que la noche las acogiera en su manto, los animales corriendo divertidos de aquí a allá, para disfrutar los últimos minutos del día.
La brisa abrazadora llenando el aroma de la naturaleza en sus pulmones, haciéndola sentir más relajada, tranquila y en plena paz algo que días atrás no había podido.
-Hace mucho que no tengo un momento así por favor no me hagas regresar a casa ahora
Terry la miro con ternura y no dijo nada simplemente se alejó un poco para sentarse del otro lado de la colina, tratando de dar un poco de espacio a los rubios, sus hermanos.
Sonrió para sí mismo ante este pensamiento.
Anthony se acercó a la rubia cuando vio que Terrence se alejaba, agradeciéndole mentalmente y también pidiéndole perdón por lo que iba a hacer pero era necesario, le volvería a ofrecer a la rubia lo que semanas atrás había hecho antes de abandonar la mansión de los Ardley –Candy –Murmuro al tiempo que se sentaba –Lo que dije ese día…
-Lo se Anthony no lo he olvidado –Candy metió la mano cerca de su pecho para sacar una cadena de oro donde después de ver minuciosamente estaba ahí…el anillo que había dado esa noche.
Anthony sonrió tiernamente mientras acariciaba el anillo que estaba colgando de la mano de la rubia quien sostenía con delicadeza la cadena.
-¿Entonces…?
-Claro que aceptaría encantada –Susurro la rubia sonriente –Pero –Su sonrisa se borró pero de inmediato Anthony le tomo la mano con dulzura
-Vámonos
-¿Qué?
-Candy, vámonos juntos lejos –La rubia abrió más los ojos por la sorpresa -¿A qué te quedas? ¿Eres feliz? ¿Serás feliz? ¿Lo serás con alguien que no amas?
Anthony tenía razón pero ella había crecido de una manera diferente y ¿dejar a la familia? No era algo que podía decidir a la ligera pero…
Sus padres que siempre lo fueron para ella ya no estaban ahí, estaban con Annie quien los necesitaba más que nunca.
Tenía a sus verdaderos padres que eso y no tener pensaba que era lo mismo, pues no estaban bien en su actuar solo pensando "que era lo mejor para ella" pero ¿Quién mejor que ella para saber qué era lo mejor?
¿Por qué no enfrentar bien la situación? El que nada debe nada teme….
Miro a Anthony por un segundo antes de responder -¿Por qué no te quedas a mi lado a enfrentar todo?
Anthony sonrió tristemente ante esta respuesta -¿Es muy importante para ti que este aquí?
-Si –Susurro la rubia
Anthony bajo la cabeza triste –Candy lamentablemente ahora no puedo pensar solo en mi…Jane también está en mi vida y una vez la deje de lado por culpa de mi padre pero esta vez…esta vez no puedo hacerlo…ella no estaba bien con ellos ahora…
-Lo entiendo Anthony pero… -Suspiro Candy levantándose –No me gusta huir cuando no tenemos nada que esconder o por que huir ¿Cierto? –Pregunto enarcando una ceja mirándolo con seriedad
-¿Sigues creyendo que él bebe de Annie es mío?
-Solo digo que si…
-Para ti eso es lo importante ¿No?
-Anthony si eres inocente se sabrá cuando él bebe nazca y…
-¿Me vas a esperar y soportar todo lo que se vendrá si vuelvo? –Pregunto molesto
-Es mejor que vivir lejos de todos ocultando el amor que nos tenemos
Anthony medio sonrió ante lo que dijo pero seguía molesto ¿Tanto importaba? –Solo así ¿eh?
-Es solo que…
-Lo intentaría mil veces por ti pero si no funciona esas mil veces ¿Seguirías insistiendo en eso?
¿Lo haría? Por supuesto que no…ella lo único que deseaba era ser feliz, pero también que los demás lo fueran, el abandonar a Albert de esa forma no creía que el rubio lo merecía finalmente se portaba bien con ella, dejar a sus padres de forma tan repentina tampoco se le hacía muy justo cuando lo que buscaban era que fuera feliz con lo que la podía hacer feliz en ese momento pero tampoco se le hacía justo ¿Qué es la justicia? ¿Quién decide que es bueno y que no lo es? ¿Qué decisión tomar cuando la vida te pone tantas piedras en el camino? Anthony tenia razón en muchas cosas y odiaba y amaba a la vez eso…sabía que tenía razón pero en cierto modo no quería dejar a su familia sobretodo Terrence, sabía que irse era alejarse de él y no lo quería de ese modo pero también sabía que Anthony estaba en la misma posición con Jane.
¿Qué hacer? La toma de decisiones siempre es decisión tras decisión, la vida es una ruleta de es un ahora o se te va a la siguiente y así vas dando vueltas por la vida tratando de tomar el mejor camino a la cima ¿si dice que no, sería feliz? ¿Si dice que sí, lo seria?
Suspiro desesperada pero antes de responder Terrence le hablo para que ambos se fueran de regreso a la mansión.
Anthony le miro tiernamente –Ve mi princesa, después te busco, creo que ambos debemos pensar muchas cosas ¿No?
Candy asintió pero antes de irse con Terrence regreso hacia Anthony para abrazarlo tomándolo de sorpresa pero correspondió gustoso unos segundos después –Sea cual sea lo que pase quiero que ambos tomemos la decisión –Miro intensamente al rubio quien le miraba –Mi decisión es que quiero ser feliz Anthony y esa felicidad está completa solo si tu estas en mi vida, si decidimos irnos lo hare, me iré al fin del mundo contigo si es necesario, ¿Dónde y a qué hora nos vamos?
Terrence miraba la escena preocupado y sorprendido, miro a Tony quien le miraba entre avergonzado por esa osadía y a la vez pidiéndole permiso, Terrence solamente atino a sonreírle tímidamente indicándole que lo único que deseaba era verlos felices.
-Mañana al mediodía mi pequeña pecosa –Candy sonrió dulcemente
-Aquí estaré
-Bien –Dijo Anthony quien ya planeaba que haría con el dinero que había ganado ese día –Nos iremos lejos, hermosa
-Hasta mañana –Susurro al tiempo que le daba un beso tímido y cálido en su mejilla, eso hizo que el corazón de Anthony acelerara como loco y buscara rozar levemente sus labios tiernos y dulces, provocando el sonrojo
-Bueno Romeo debo llevármela, nos vemos mañana –Tomo a Candy de la mano para guiarla de regreso a casa
Esta solo siguió a su hermano pero su mente y corazón estaban con Anthony quien solo miro embalsamado como su amada se iba con su hermano se sentía pleno, completo y feliz por fin.
.
.
.
Al día siguiente la rubia estaba despierta desde temprano, había empacado ya algunas cosas, ya que solo llevaría una maleta, no necesitaba realmente más, solo eso y el amor que le profesaba su corazón al rubio, estaba tan feliz, sintió la cadena deslizarse por el cuello, mientras buscaba su anillo de compromiso, mirándolo embalsamada que no se percató que su mama había ingresado a la habitación hasta que…
-¿Qué haces Candy?
Inmediatamente ella guardo su anillo dentro de la ropa
-Nada…arreglo –Mintió
Eleonor enarco una ceja -¿A si? Y… ¿Por qué tus joyas no están? –Pregunto mirando el alhajero
Candy comenzó a sudar un poco ante esto sin saber que hacer…
-Yo…
-¿Te ibas a ir? –Dijo Eleonor perspicaz
-No me quiero convertir en una duquesa –Ya no tenía sentido mentir –Y si me iba a ir es porque ya no aguanto este encierro ni las decisiones que me quieren imponer, mama
-Es por tu bien
-No lo es
-Candy…
-No soy feliz ¿entiendes Eleonor? Tú y Richard no han entendido lo que es ser padres, no son dueños de mi vida ni de la de Terry, solo son nuestros padres no amos, no confundan eso.
-Candy…
-Te has vuelto como el duque, solo porque te casaras con el ¿Por qué lo harás?
-Yo ame a tu padre y…
-Te abandono y además te quito la oportunidad de tenerme contigo y también a Terrence ¿aún le puedes amar?
-Ambos fuimos jóvenes nos equivocamos mucho pero…creo que podríamos formar una familia como debe ser con ustedes y por ustedes.
-Si te quieres casar con él por mí no lo hagas, eso no me hará feliz, prefiero unos padres separados y felices que aparentar ante la sociedad una familia feliz cuando no lo es
-Eres muy joven aun pequeña, lo único que queremos es tu felicidad.
-Entonces déjenme ir o… -Se acercó a Eleonor –Déjenme ver a Anthony
-¡¿Qué?! Ese joven que dejo a tu hermana, no por supuesto que no
-Mama el…
-No me importa que… -Miro a su hija con impresión -¿Te ibas a ir con el verdad?
-No yo…
-Claro que si no me puedes engañar Candy, huir no es la solución cuando tu padre lo hizo mira lo que paso y al final solo sufrirás y sufrirán tus hijos y…puedes hacer…lo que…
-¿El hizo? Jamás
-Pues no te iras y es mi última palabra –Dio media vuelta –Vamos Albert te espera
-No quiero verlo
-Candy no pregunte, baja y se cortes con él, tiene algo que decirnos
-Pero…
-¿Candy?
-Papa –Susurro la rubia mirando quien se asomaba por su puerta, ahora si estaría algo complicado zafarse ese día de ellos, resignada camino hacia la puerta, esperaba que Anthony aguardara por ella, si no entendían ella ya no estaba dispuesta a callarse, debían entender que su felicidad es primero.
.
.
.
Anthony miraba con dulzura a Jane mientras esta jugaba tranquilamente con los hermanos de Flammy, quien se alistaba para irse, el también ya tenía las maletas hechas para irse en cuanto fuera el momento, Jane se iría con ellos por supuesto y como era debido quería tener tiempo que pudiera con sus amigos.
Terrence llego en ese momento sin esperar a que bajara del caballo se acercó a él.
-Terry, ¿Qué paso? ¿Es Candy? ¿Está bien…ella?
-Hubo un pequeño contratiempo y ella ahora está en la mansión pero esta… -Miro a su hermano con sincera vergüenza por lo que diría –Esta con Albert.
Anthony lo miro sin comprender y con un poco de molestia pero antes de que pudiera comenzar su ira fluir, Terrence le relato lo que había escuchado decir Albert a su padre.
En el relato Anthony solo pudo apretar sus puños, maldiciendo internamente tener una conexión de sangre con Albert.
.
.
.
Candy miraba sorprendida al rubio lo que había escuchado no lo podía creer o más bien no lo quería creer ¿Cómo es que…?
-¿Candy?
Ella no decía nada pero miraba con algo de molestia a su padre y madre, no podía creer que… -No –Susurro débilmente
-Bueno la boda podríamos programarla en…
-Papa he dicho que no quiero casarme con… -Miro a Albert con pena –No puedo
-¿Por qué no Candy? –Pregunto su madre molesta
-Porque yo no lo… -Albert miraba atento a la rubia sin poder creerlo, un momento de haberlo visto y ya había cambiado todo, todo por culpa de su sobrino
-Candy yo creo que…
-Albert debiste preguntarme primero a mí antes que a mi padre para evitar…esto
Albert la tomo de la mano –Podríamos formar una linda familia y…
-Es que yo no… no te quiero de ese modo perdóname
-Son novios ¿Cómo es que no lo quieres de ese modo? –Pregunto su Richard
-Sentí…mucha presión –Bajo la cabeza avergonzada
-Creo que solo necesitas tiempo cariño –Dijo su madre
Candy le fulmino con la mirada negándole con la misma pero ella solo le miro con tranquilidad y dulzura tratando de infundirle el valor necesario o la presión necesaria para que accediera al compromiso ya casi hecho con Albert Ardley.
En ese momento y antes de que algo más pasara, alguien irrumpió en la habitación y sintió que el mundo se le venía abajo cuando vio frente a ella a su hermano y a…
-¿Qué hace aquí ese muchacho? –Pregunto molesto Richard Grandchester
-Anthony –Albert solo la miro cuando susurro el nombre de su sobrino, con molestia lo miro a él, retándolo y enfrentando por primera vez un enemigo en el amor, ya que no lo había tenido, lo irónico de la vida era que su propio sobrino se volvió su enemigo (ami-enemigo) aunque nunca hubieran sido como tal la relación más estrecha del mundo ambos se amaban y respetaban pero ahora.
Los celos no se harían esperar estaban ambos molestos, celosos, impotentes, desafiantes y tratando de ganar el amor de la persona que los miraba con angustia.
-Estoy aquí para enfrentar mis problemas –Miro a Albert y después a Candy –Y luchar por el amor
Terrence miraba a su madre tratando de que no interviniera ya que debían comprender que Candy era quien tomaría la decisión, su decisión debía ser respetada y apoyada como la familia que eran o querían ser.
-Pero Candy se comprometerá conmigo Anthony, además tú debes responder por tus actos con Annie.
-Yo no tengo ni tuve nada que ver con Annie Britter
-Aun así…
Candy solo miraba al rubio y vio su mirada decidida, llena de dulzura y calidez infundiéndole la fortaleza que necesitaba.
Escucho la voz de Annie pero la ignoro, su tonta promesa irrompible la estaba haciendo infeliz a ella, no podía, ya no podía más, quería tener la oportunidad de vivir, de vivir como cualquier jovencita de su edad, vivir un romance sano donde quería estar no donde debía, el deber y el querer no es lo mismo y el deber debía acabar ya, no debía nada a Annie, a los Britter, ni menos a sus padres, solo se debía la felicidad a ella misma y le debía esa felicidad a Albert al final se hizo esperanzas por su culpa pero solo lo haría siendo sincera.
Soltó su mano para después ante la mirada sorprendida de este rubio y de sus padres se acercaba a Anthony y tomaba su mano entre la suya y sonreía dulcemente –Mi decisión es solo ser feliz –Repitió como la otra vez. –Aunque no estén de acuerdo no deseo casarme ahora con nadie –Miro con algo de pena a Anthony pero este solo sonreía –Pero quiero vivir con felicidad y respeto, si no, no funcionara nada.
Nadie dijo nada ya que en ese momento se escuchó un pequeño grito seguido de un golpe seco, inmediatamente fueron a revisar y vieron a Annie Britter tirada en el suelo…
Candy sintió que el corazón se le congelaba, ¿Cuánto había escuchado? Se sintió ahora peor que antes, pero la decision y las consecuencias ya yacían ahí junto a su ami-enemiga eterna.
Hola queridos lectores
espero que este nuevo capitulo les haya gustado
toda esta tarde noche eso es lo que planeo hasta ahorita estare subiendo los capitulos que ya tengo hechos de mis fics
asi es que espero que los disfruten mucho :D
mil gracias por su espera, su paciencia, comprension y sobretodo por sus hermosos reviews apoyo y cariño
espero sus comentarios y diganme ¿que fic les gustaria que tuviera actualizacion diaria?
saludos
