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Hola queridos lectores

lamento la demora, espero les guste este nuevo capitulo

casi llegamos al final

:D

nos vemos abajo

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CAPITULO 42 EL DOLOR DE ALBERT


¿AMOR O SOLEDAD?


UN CAMBIO I


¿Cómo saber cuándo el amor es solo para llenar un vacío? Aquel vacío que nos ha dejado en el corazón una perdida, o la perdida de uno mismo, donde necesitamos tener a alguien no por amor, por necesidad, por sed de atención, por la desazón de la soledad.

Y cuando la desazón de la soledad se instala en el corazón de una persona se ciega creyendo que es amor cuando el peso de la realidad es más triste que la ilusión, es mejor la ilusión de creer en las estrellas que saber que estas en el suelo, o a veces en el infierno, infierno que se vuelve cuando la ausencia se hace más fuerte.

El amor y la costumbre, amor y querer, amor o soledad son líneas demasiado delgadas que con facilidad se pueden confundir cuando no se sabe realmente amar.

¿Qué es amar? ¿Qué es el amor? ¿Cómo explicar el más maravilloso y hermoso sentimiento?

Por lo que ¿Cómo saber distinguir?

A.W.A


Albert no sabía que es lo que iba pasar, estaba dando vueltas por su alcoba, por el momento había perdido, seguramente para siempre, pero eso dependía de él. Pero ahora ¿Cómo podía acercársele nuevamente?

George miraba con pena al joven que siempre cuidaba desde que había pasado lo que paso con sus padres, entendía en el fondo porque Albert se comportaba como se comportaba, por qué Candy representaba su única felicidad.

Pero no podía cegarse, no podía dejar de ver la realidad y el peso de la realidad era una que Albert no podía concebir.

Nunca pudo concebir.

Suspiro mientras se alejaba, la tía Elroy había ordenado llevárselo pero era más que obvio que el rubio no iba acceder.

Amor, en nombre del amor se pueden hacer mil cosas, pero ¿Qué de estas eran realmente validas?

En realidad ninguna.

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Anthony estaba más que furioso y no quería ni ver a su tío, solo podía recordar lo que había visto.

Albert encima de Candy, ella luchando bajo el cuerpo de su tío tratando de zafarse, este intentando besarla a la fuerza y seguramente algo más, pues cuando lo quitaron parte del vestido de la rubia que cubría sus hombros y pecho estaba deshilándose.

Eso lo cegó.

-Anthony

Elroy miraba al rubio con cierta culpabilidad, pues esa tarde había ido a hablar con ella, su nieto Archie.

-¿Qué paso tía abuela?

-Tienes permiso para visitar a Candice Grandchester, hablare con el duque –Dijo sonriendo

Anthony le devolvió la cálida sonrisa

-Gracias tía abuela ¿Enserio? –Dijo olvidándose por un momento de lo que había pasado aquella tarde.

-Si querido pero –Elroy suspiro –Quiero que hables con tu tío

El rubio dejo de sonreír para tratar de controlar su cólera, ante todo no debía olvidar que Elroy era su amada tía, quien siempre ha estado ahí con él.

-No –Susurro controlándose

-Por favor Anthony

-Tía abuela ¿Van a romper el compromiso que tenían ellos verdad?

-Por ahora si

-Lo que hizo mi tío no tiene perdón, no es de caballeros

Elroy noto el enojo que tenía el rubio

-Lo se hijo, pero también debo esperar que el duque Grandchester que decidió

-Ok, tía pero no me pidas que hable con él, porque no quiero

-Pues deberás hacerlo Anthony, porque es mi condición para dejarte ir a la casa de los Grandchester

Eso era demasiado tramposo de su tía pero por otro lado, necesitaba el apoyo por ese momento de la familia Ardley, para evitar dejar sola a Candy y sobre todo para tener la oportunidad de seguirla cortejando.

Así que con un suspiro lleno de frustración y resignación asintió con un golpe en seco.

Elroy sonrió dulcemente.

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Candy miraba con lágrimas en los ojos hacia el jardín, recordando lo que había sucedido el día anterior, no comprendía ¿Cómo llego a eso Albert? ¿Cómo pudo hacerlo? ¿Por qué?

Sintió una horrible sensación en el pecho al recordar todo.

La vergüenza también la invadió nunca…nunca se lo podría perdonar.

-Candy ¿puedo pasar? –Terrence estaba al otro lado de la puerta de la rubia.

Esta no respondió, no quería ver a nadie, en el fondo deseaba volver con la familia Britter, en el fondo deseaba ser hija adoptiva y jamás conocer a su verdadera familia, los Grandchester eran muy buenos con ella, pero a decir verdad pese a haber decidido darles la oportunidad de ganarse su amor como hija, no lograba estar en paz con ellos, ellos habían sido los que habían pedido que William Albert Ardley la frecuentara en primer lugar, aunque también ella estuvo mal al aceptar a Albert solo para complacer a su ami-enemiga y para olvidar a Anthony. Por el bien de todos.

Que tonta.

-Sé que seguramente no quieres ver a nadie en este momento –Dijo Terrence mirando la puerta esperando que lo escuchara –Pero sabes que no estás sola Candy, si quieres o necesitas hablar aquí estoy y no te preocupes nuestros padres no insistirán con el matrimonio absurdo con el señor William.

Candy miro hacia la puerta con sorpresa, su madre le había dicho lo contrario, se acercó a la puerta antes de que su hermano se fuera por completo –Terry

Le llamo cuando este se disponía a alejarse ya, dio media vuelta y le sonrió –Candy

-¿Es cierto lo que dijiste?

-Por supuesto que es cierto

-Pero mama dijo…

-Convencí a nuestro padre –Sonrió de lado

-Terry –Abrazo al castaño quien le recibió con los brazos abiertos –Gracias

-Te quiero Candy

-También yo

Michael miro la escena con odio y envidia, pese a todo no llevaba una mala relación con su hermano pero ver que había alguien más, que para él no era más que un intruso, ya que desde que aparecieron ella y Eleonor en su vida, todo su mundo se derrumbó más de lo que ya estaba.

Tenía que hacer algo a esa enemiga e intrusa en su vida, no le quitarían el único amor y cariño sincero que tenía por supuesto que no.

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Anthony miraba a Albert quien a su vez estaba mirando hacia una pequeña fotografía que tenia de Candy, sin percatarse que ya no estaba solo en aquella habitación, suspiro profundamente, estaba arrepentido de sus actos, haber intentado obligar a la rubia a que le besara y que accediera a estar en sus brazos como lo hacía con su sobrino, no había estado para nada bien, pero ¿Qué podía hacer? Los celos lo estaban matando y ahora más que nunca se sentía solo.

Sin ella, sentía que nada valía.

Anthony carraspeo

William volteó lentamente a ver a su sobrino quien estaba tenso por supuesto no había olvidado nada y si estaba ahí era por la condición de su tía abuela, nada más, no porque en realidad quisiera estar con su tío, es más, estaba esperando que se fuera de nuevo a América como su tía le propuso.

Pero sabía que no era tan fácil.

-¿Qué quieres Anthony?

-Creo que debemos hablar ¿No?

Albert no dijo nada

-Lo que hiciste no te lo perdonare y estoy seguro que Candy tampoco, es vergonzoso y una falta de respeto para los Ardley como también para los Grandchester.

-No necesito que me lo digas, soy mayor que tú y se perfectamente bien que no fue correcto

-Pues no lo parece si no, no lo habrías hecho

-La falta que cometí solamente nos incumbe a Candy y a mí, no a ti, así que dime lo que tengas que decirme y déjame solo

Anthony apretó los nudillos –También me incumbe a mí, porque no quiero que te acerques más a ella.

Albert sonrió melancólicamente –Creo que no se podrá, porque por mi falta puedo pagar y estoy dispuesto a hacerlo

-La falta no fue tan grave –Dijo Anthony ahora algo nervioso

-Eso pensaras tu pero no sabemos que piensen ellos y como hicimos un gran escándalo, yo no quiero que Candy quede manchada por mi culpa, por lo que estaré bien dispuesto a responder si es necesario, de cualquier forma mi propuesta de matrimonio seguirá en pie, te guste o no

Anthony lo tomo del brazo –No creo que…

-Una cosa es lo que nosotros creamos y otra lo que los demás piensen –Sonrió de lado –Ya te dije que pasara si me piden responder

-Pues no será así

-Anthony –Albert se soltó –Yo ahorita no te veo más que como un enemigo en el amor, así que por favor deja de buscarme porque entonces hare lo que no quiero hacer como devolverte al colegio San Pablo

-Tú no puedes…

-Si puedo

-No eres el patriarca aun, y mi padre…

-El confía más en mi criterio y en el de mi tía, si yo busco ponerte en situaciones que lo ameriten, no habrá como te puedas defender, así que no me obligues

-Albert

Anthony miro sin poder creerlo

-Nos vemos –Dijo el rubio saliendo del lugar dejando a Anthony solo y con sus pensamientos que su tío acababa de decirle, seguramente su madre Rosemary jamás imagino que esta situación pasaría que su hermano dulce y amigable de todos fuera en un futuro el enemigo de su hijo, seguramente nunca lo hubiera pensado así.


Hola queridos lectores

espero que les haya gustado

quiero proponerles algo que un lector me comento y croe que no seria mala idea

que voten por el fic que quieran que actualice y finalice primero ;D

que final les gustaria conocer ya de mis fics :D

digan que opinan sobre esto por favor :D

y sus hermosos reviews que me alientan a seguir escribiendo ;)

saludos :D