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Hola queridos lectores

perdonen por la demora pero sigo aqui y viva

ahora les tengo una propuesta

votaciones jejeje

que puedo subir un o dos capitulos mañana de su fic favorito

si puedo desde hoy lo hare desde hoy

asi que dejen sus hermosos reviews que me ayudan a seguir escribiendo jejeje

tambien me dan de comer :D

saludos


CAPITULO 46 EL PLAN DE ELISA I

LA DECISIÓN DE ANNIE I


¿Qué tan bajo debes tocar para saber que llegaste al fondo? ¿Cómo poder lograr el equilibrio de la vida? ¿Cómo lograr salir de dónde estás? ¿Cómo lograr superar lo que tú misma provocaste?

¿Arrepentimiento? ¿Quebrarse?

¿Cuándo llega? ¿Cómo sabes que es real? ¿Cómo saber que ya tienes suficiente?

La vida siempre es una constante vuelta que no sabes a donde te llevara en cualquier momento, a veces puedes estar arriba o abajo.

Son los giros del destino quienes nos ponen donde debemos estar, en el momento y lugar adecuados o en donde no debimos estar, pero ese destino propio esta en nuestras decisiones, por lo que entonces ¿Quién es quien llega a él la vida o uno?

Maldita sea.

A.B.


La lluvia caía estrepitosamente, había provocado que Elisa volviera corriendo a la mansión.

Pero aun así no pudo evitar pensar en el rubio, como corría con Candy…eso estaba muy mal, demasiado mal y quería evitarlo pero ¿Cómo?

-¿Cómo? –Decía mientras se secaba. "Esa maldita huérfana, Candice era una…"

-¿Elisa? ¿Qué haces aquí?

La joven volteo a ver a la señora Elroy quien la miraba con algo de molestia, y ¿si al menos lograba un fuerte escandalo? Al final a Annie Britter le funciono.

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Candy y Anthony reían mientras terminaban de entrar a la pequeña cabaña, propiedad de los Ardley. Era pequeña pero se veía acogedora.

-Candy estás toda empapada –Comento el rubio intentando acomodar su cabello, había intentado inútilmente cubrirla con su chaqueta, pero ahora se daba cuenta de lo inútil que había sido

-Estoy igual que tu Anthony, no te preocupes

-Es verdad –Comento el rubio mirando su propia ropa

-¿Crees…que haya toallas aquí para poder secarnos? –Pregunto la rubia, algo nerviosa por estar completamente a solas con el rubio en un lugar.

-Creo que si –Dijo el rubio sin darse cuenta de lo nerviosa que ella estaba.

Camino lentamente a una de las alcobas para posterior regresar con dos toallas limpias y secas –La tía abuela siempre tiene todo ordenado en este lugar, para que cuando alguno de nosotros quiera estar solo pueda venir aquí y pensar.

-Ya veo –Comento la joven tranquilamente

-Oye y…¿te gustaría que prendiera la chimenea? Hace algo de frio ¿no?

-Claro ¿te ayudo?

-No…. –Anthony le sonrió dulcemente mientras se acercaba al lugar –Es fácil, no te preocupes

-Bien

Anthony tardo tan solo unos minutos en encenderla –Ven Candy acércate al fuego

La rubia asintió y tranquilamente camino hasta donde se encontraba el rubio, para sentarse a su lado.

-¿Tienes frio? –Pregunto al verla temblar

-Solo un poco –Comento tranquilamente –No te apures, no es nada

Anthony paso un brazo sobre la espalda de ella –Claro que me preocupo…eres mi prometida

Candy se sonrojo levemente

-Quiero ser tu cobija de amor que pueda cubrirte con ese amor de cualquier cosa que te aflija, ser tu apoyo y tu seguridad, quiero ser todo lo que necesitas Candy para ser feliz, amarte, adorarte, cuidarte, apoyarte y sobretodo ser la persona que te haga tener esa maravillosa sonrisa que siempre tienes en tu rostro.

Candy lo miro sonriéndole tiernamente –Gracias, yo…también quiero ser todo Anthony, quiero apoyarte y amarte, cuidarte y estar a tu lado siempre

Anthony cerro la distancia para juntar sus labios sobre los de ella, estaba realmente hermosa, su cabello aun húmedo cayendo a sus hombros y algunos que otros en su rostro pegados por la humedad, sus mejillas sonrojadas y sus labios rosados y carnosos.

Candy por un minuto no supo cómo reaccionar ante la acción del joven pero eso se le olvido en cuanto el néctar de los labios de Anthony la embriagaba por completo.

El rubio dejando salir su instinto comenzó a acariciar los hombros de la joven y comenzó a bajar lentamente hasta llegar a los antebrazos para después pasarlos a la cintura de la chica, quien se sobresaltó un poco.

-Candy yo… -Se sonrojo

-Perdón, yo no…es decir yo…

-Lo lamento –Susurro el joven algo avergonzado –Es solo que yo…me…me vuelves loco….Candy

La joven se sonrojo

-Te deseo y sé que no es correcto pero… -Susurro el rubio

-También yo…

-Candy ¿Enserio?

La rubia bajo la mirada avergonzada pero Anthony la levanto del mentón –Por favor entre nosotros…no quiero que tengas vergüenza

-Es solo que…como dices…no es un pensamiento sano

-Pero aquí no hay nadie, solo nosotros y…nadie se enterara ¿No?

La rubia asintió –Por supuesto

-Candy yo… -Le di un suave y casto beso –Ya quiero que seamos esposos

Candy tembló un poco pero le sonreía

-¿Tienes frio aun?

-Si…i

-Creo que ya sé que te ayudara –Se levantó el rubio tranquilo

Tomo una botella de la cocineta que había junto con algo de queso que encontró en el lugar. Sabía que la tía abuela había abastecido el lugar porque últimamente él no llegaba a la mansión, se la pasaba ahí para poder estar tranquilo y sin ver a su tío Albert, pese a que supuestamente ya se había ido aun no quería volver a la mansión

Pero tarde o temprano lo haría.

Pero por ahora no quería pensar.

No quería preocuparse

No quería imaginar que pasaría mañana.

Solamente quería estar con ella.

-Mira Candy –Sirvió un poco de la botella en una pequeña copa para entregársela a la joven

-Gracias –Dijo ella tomándola y dándole un sorbo -¿Es vino?

Anthony asintió

-Casi no bebo... –Dijo pensativa –Espero que no se me suba –Dijo riendo

-No te preocupes princesa, estoy yo aquí y nada te pasara

Candy sonrió dulcemente mientras le daba otro sorbito más, en realidad el sabor era reconfortante para ella, que habían estado bajo la lluvia, además ¿Qué podría pasar?

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Albert miraba con fastidio a la pelirroja que tenía colgada de su brazo.

-Fue una gran coincidencia habernos encontrado otra vez ¿No lo crees Albert?

-No…la verdad no lo creo

-No pensé que te gustara tanto Chicago como para andar solo por ahí

-Mi familia está en Europa yo solo vine a pasar una temporada aquí

-Oh, vaya ¿En dónde están exactamente?

-No tengo porque decírtelo

-Vaya pero que serio eres

-Si…creo que no soy buena compañía será mejor que no estés conmigo

-Yo puedo quitarte ese mal humor

-No lo creo –Susurro el rubio pero antes de poder reaccionar, Susana se lanzó sobre de él para besarlo

Quedo impresionado y estático, sin saber que decir o hacer.

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Candy reía divertida mientras caían nuevamente en la alfombra al lado del calor de la chimenea.

Anthony estaba sobre de ella.

-Te amo

-También yo

De repente el rubio la miro con amor y seriedad, estaba como terminando de convencerse de lo que haría.

Por fin lo decidió

La beso

Pero el beso fue más prolongado y más apasionado que otras veces, se sentía como si el rubio estuviera sediento y parecía que la rubia fuera su fuente para saciarla.

Candy lo abrazo del cuello besándolo también con intensidad, se sentía más libre como si el vino le ayudara a olvidar tantos prejuicios y solo existiera el amor que sentía, tan intenso como el del rubio hacia ella.

Anthony comenzó a bajar sus besos hacia el cuello de la rubia, ella seguía besándolo en la mejilla también para bajar hacia el cuello del rubio y posterior sus orejas.

El rubio sintió la necesidad de explorar mas allá, por lo que comenzó a deshacerse de la ropa de la rubia, ella se estremeció un poco al sentir la piel con su piel, pero sentía que podía fundirse en ese mismo instante con Anthony y no le importaría.

Candy sintió como el rubio deshacía el amarre de su corset, ella hiperventilo un momento antes de sentir la mano del rubio recorrer sus piernas.

-Anthony…

-Te amo –Repitió el rubio besándola nuevamente.

Candy se perdió en el aroma del rubio.

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-Buenas noches señora Elroy –Saludaba Eleonor

-Buenas noches señora Grandchester

-Busco a Candy, no ha vuelto a casa, suponíamos que por la lluvia se había refugiado quizás aquí.

Elroy miro hacia detrás de ella donde Elisa la miraba con seriedad y como diciendo, te lo dije.

-No…no está aquí

-Oh dios

En ese momento volvió a soltarse la lluvia fuertemente

-Iré a ver si volvió a casa ya

-Señora Grandchester no se puede ir así con esta lluvia, esperemos que pase y mandare a alguien a buscarlos ¿Si?

-Creo que tiene razón

Ambas mujeres pasaron al salón para esperar que la lluvia pasara pronto.

Eleonor estaba realmente preocupada además de que ya era tarde, la lluvia se había impuesto fuertemente en la ciudad y parecía no tener intención de irse.

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Anthony miraba el cuerpo desnudo de su amada novia, mientras la besaba dulcemente, Candy estaba sonrojada pero de igual forma miraba el cuerpo desnudo de su amado.

-Te amo –Susurro la rubia cuando él la volvió a besar suavemente

-Anthony –Dijo la rubia besando con más pasión a su amado

El rubio intento ingresar a la intimidad de la rubia, ella se tensó un poco pero trato de respirar para relajarse.

-¿Te…duele? –Pregunto preocupado

Candy le beso nuevamente

-Estoy bien

Anthony le devolvió el beso para después convertirse en uno mas apasionado, tomando las caderas de la rubia, acariciándola para relajarla un poco mas.

Ambos sentían su amor y se dejaban guiar por este, mientras la noche avanzaba, siendo testigo de su amor la luna.

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Elroy envió a Dorotly a ver si sus sospechas eran verdad. Ya pasaba de la media noche

Cuando la mucama ingreso a la cabaña, encontró lo que menos esperaba.

-¡¿Señorita Candy?!