.
.
.
Hola queridos lectores
espero que les guste este nuevo capitulo, se que este no es el fic ganador pero quise regalarles este capitulo por haberme tardado tanto jejejeje
muchas gracias a todos por sus hermosos reviews no dejen de enviarme su votos para saber que fic se actualizara entre mañana y el miercoles (sera capitulo doble)
espero sus votos ;D
saludos
.
.
.
LA DECISION DE ANNIE II
LA FURIA DEL DUQUE Y LA FAMILIA ARDLEY I
El amor es algo misterioso pero a su vez algo hermoso, pero ¿Cómo saber que es el amor? ¿Qué es aquello tan hermoso que se siente? ¿Cómo tomamos la decisión tan fácil de dar todo por aquel ser amado?
¿Por qué hacerlo? ¿Cómo saber cuándo estás listo para dejar que el amor te guie? ¿Para entregarte?
El amor de tu vida ¿Cómo saber que lo es? ¿Cómo saber que la persona a la que decidiste darle todo es la que será para siempre para ti?
Todos dicen, todos opinan, todos siempre tienen reglas para esto pero ¿Cuándo escuchaste a tu corazón?
Cuando tomaste cinco minutos para escuchar lo que realmente querías, lo que amas, lo que deseas, lo que el corazón te pide a gritos.
¿Cómo hacerlo? Cuando el mundo a veces parece no querer dejarte escuchar tu corazón.
¿O tú mismo lo haces?
Quizás es una forma de autodefensa porque quizás lo que escuches no te agrade del todo.
¿A quién le gusta admitir que está equivocado?
C.G
-Dorotly por favor –Rogaba la rubia mirándola cuando salió de la cabaña
-Candy ¿Por qué lo hiciste?
-Es mi prometido –Murmuro avergonzada la rubia, no comprendía ni ella misma ¿Por qué lo hizo? Pero no se arrepentía, sentía el amor latente de Anthony en cada poro de su ser.
-Candy pero…
-Por favor
-Por favor Dorotly –Dijo Anthony acercándose a ellas, abrazo a Candy –Por favor…yo jamás le haría daño a ella, la amo por favor
Dorotly miro un momento al rubio –No lo sé, por ahora necesito que ambos suban al automóvil para ir directo a la mansión Ardley ahí está tu madre Candy
La rubia sintió sudor frio al enterarse de eso, ¿Cuánto tiempo estuvieron ahí entonces? No lo sabía, jamás había estado tan deslindada del tiempo como ahora.
-No tengas miedo amor –Susurro Anthony tomando su mano para guiarla al automóvil
-Dorotly
-Ya sube Candy –Dijo la mucama aun desconcertada
La rubia siguió a Anthony sin decir nada más.
.
.
.
Eleonor miraba ansiosamente hacia la entrada principal de la mansión de los Ardley, era ya casi las dos de la madrugada y no había ni rastro de su hija, comenzaba a inquietarse aún más.
Elroy le dijo que seguramente quedaron atorados en la cabaña que estaba más internamente en el bosque y por la lluvia no habían vuelto, mando por ellos, pero eso ya tenía al menos 30 minutos ¿Por qué tardaban?
Cuando iba a preguntarle a Elroy donde estaba la cabaña, ingreso Anthony y Candy seguidos de la mucama.
-Aquí están señora Elroy
-Gracias Dorotly –Elroy se levantó para abrazar al rubio –Gracias a dios que están bien –Miro a ambos con suspicacia y a Candy con un poco de desconfianza algo que nunca había pasado, esa mirada ella no se la había visto nunca
-Candy –Eleonor se acercó para abrazar a su hija también -¿Dónde estaban? ¿Qué paso?
-Solo tuvimos que resguardarnos de la lluvia, señora Grandchester, lamento mucho que…
-¿En la cabaña? –Pregunto Elroy con una ceja enarcada
Anthony solamente asintió
-¿Solos? –Pregunto Eleonor con algo de preocupación
-No estaban solos –Intervino Dorotly –El joven Terrence estaba con ellos
-¿Terry? –Pregunto sorprendida Eleonor -¿Esta aquí?
-Si –Dijo la mucama con calma y miro hacia detrás de ella donde un castaño ingresaba con tranquilidad también
-¿Tu estuviste con ellos Terrence?
El castaño asintió –Cuando nos atrapo estábamos cerca y Anthony pensó que era mejor que nos refugiáramos ahí, en vez de intentar volver
Eleonor parecía mas tranquila pero Elroy sospechaba ¿Quién diría la verdad?
-Bueno vámonos –Dijo Eleonor tomando a Candy –Su padre debe estar preocupado
-Si –Dijo Candy mirando a Anthony quien le sonrió
-Mañana voy a verte –Dijo sonriéndole para después depositarle un beso en la mano
Eleonor tomo a la rubia del brazo –Vamos
-Nos vemos luego señora Elroy –Dijo Eleonor al pasar a su lado
Terrence miro con severidad al rubio y en señas le dijo luego hablamos
Dorotly los acompañó automóvil, Anthony dejo escapar un poco el aire antes de sentarse en el sillón
-Bien Anthony ¿Me puedes explicar que hicieron?
Anthony miro a su tía sin entender
-Elisa vino a decirme dónde estabas con Candice
Elisa siempre tenía que ver Elisa con los problemas que siempre tenía.
La odiaba.
.
.
.
Candy miraba esperando al rubio esa mañana no había llegado y el ocaso estaba cerca, y Anthony no había ido a verla.
Terry la miro desde la entrada de la sala -¿Qué haces Candy?
-Nada –Fingió seguir leyendo
-Anthony no vino ¿Es eso no?
-No –Dijo la rubia ruborizada
-Candy, no paso nada entre ustedes ¿Verdad?
Candy no dijo nada pero se puso de pie
-Candy –La tomo del brazo
-No es algo que te importe
-¡Eres mi hermana!
-Terry no pasó nada, suéltame
Jalo su brazo para que la dejara de sujetar
-Candy por favor yo…solo quiero protegerte
-No lo hagas –Lo miro con molestia –Puedo hacerlo sola ya no soy una niña
Dio media vuelta y se fue
Terry se quedó pensando sobre todo con lo último que dijo su hermana, tendría que ir a ver a Anthony.
.
.
.
Annie miraba a su madre quien le sonreía con dulzura -¿Estas segura de esto Annie?
La pelinegra sonrió también –He aprendido de mil formas mis malas decisiones, no quiero seguir equivocándome
-¿Lo amas?
Annie miro a Archie quien estaba con su padre en el jardín
-Si mama –La miro –Me he equivocado en el pasado con el concepto del amor, pero ahora siento que estoy lista y que Archie se ganó mi corazón y se merece todo mi amor y la felicidad que yo pueda darle
-Me alegra mucho que pienses ya diferente hija –Dijo feliz la rubia
-Pero antes de casarme quiero ir a ver a Candy
-¿A Candy?
-Si, necesito pedirle perdón y a Anthony, no quiero iniciar este matrimonio con problemas o rencores, ni tampoco quiero estar alejando a mi futuro esposo de sus primos, y yo….no quiero estar lejos de… -Miro hacia abajo –De mi hermana
-¿Ya no la ves como tu…?
-¿Enemiga? –Rio por lo bajo la pelinegra –No mama
Ella sonrió en ese momento llegaron su padre y Archie.
-¿Qué les parece una boda en la maravillosa Escocia?
-Sería una gran idea ¿No? –Pregunto el señor Britter a su hija
-Claro –Sonrió de lado la joven tomando la mano de Archie –Donde tu gustes amor
Archie sonrió abrazándola
Lo veía tan feliz, tan emocionado, tan enamorado.
Al verlo su corazón latía con fuerza, al mirarlo sentía llenarse sus poros del amor tan sincero y puro que le estaba dando que ¿Cómo decirle que no?
Si esto era estar enamorada…estaba jodidamente condenada al amor por siempre de Archival Cornwall.
.
.
.
Elisa miraba al rubio empacando, su plan iba en un modo afortunadamente bueno para ella, envenenar un poco a la señora Elroy en contra de Candy había funcionado más porque, no dijo mentiras.
En esta ocasión Candy le había hecho las cosas fáciles para sus intrigas dejando en claro la verdad.
-No quiero irme así, tía
-No será para siempre hijo, solo iras a un viaje con tu tío Albert y George, regresaras en unas semanas
-Pero tía
-Tranquilo hijo, como te dije anoche, si no pasó nada lo veré en estas semanas.
Anthony sintió molestia –¿Por qué sería tan importante? Estoy comprometido con ella
-Por qué entonces confirmaría lo que me han dicho de Candice y no permitiré que te embarre en esos rumores
-Ya te dije que no
-No está a discusión
-Al menos no me mandes a América, envíame a Londres si quieres
-Lo pensare, ahora descansa
Elisa rio por lo bajo mientras se iba a su alcoba después de escuchar
.
.
.
Terry miraba hacia el cielo nocturno esperando que no hubiera pasado nada entre ellos porque el duque no perdonaría eso y él lo conocía perfectamente bien, era su padre, eso solo lo hacía peor.
Suspiro y cuando ya iba a ingresar a la casa, se dio cuenta de que alguien merodeaba por ahí
-¡¿Quién eres?! –Grito acercándose pues estaba debajo de la alcoba de su hermana -¡Hey!
Cuando llego al hombre que estaba intentando subir lo sujeto de la solapa para tirarlo al suelo, pero antes de golpearlo miro quien era…
-¿Anthony?
El rubio le miro con mirada profundamente triste, preocupada y avergonzada.
