A todo Fútbol.
Capítulo 1.- El Vagabundo.
Ambas chicas estaban sentadas a la mesa de la lujosa cocina. Una tomaba una taza de café con elegancia y la otra se dedicaba a aventarle bolitas de papel al perro que estaba echado en el suelo.
- ¿Crees que venga?.- preguntó Paola, una linda chica de cabello negro y profundos ojos verdes.
- Tiene que, si es que quiere entrar a la selección.- respondió Eriko, una atractiva mujer de ojos negros y cabello del mismo color.
- Bah, podría haberse quedado en Alemania, naturalizarse y jugar en la selección de allá…
- No seas así, Paola…
Los minutos transcurrían lentamente. Eriko Wakabayashi se terminó su café y encendió un cigarro.
- Anda tú, que si Genzo te ve haciendo eso, segurito te va a matar.- comentó Paola Wakabayashi.
- ¿Y quién le va a ir a decir?.- Eriko miró a su prima con ojos acusadores.- ¿Tú?
- No, pero John puede hacerlo.- Paola señaló al perro que estaba echado en el piso.
Eriko miró a Paola con cara de "hello con tu hello". Ya casi eran las tres. Genzo no debía tardar en llegar…
Mientras tanto, en el aeropuerto, Genzo Wakabayashi descendía del avión que lo había llevado a Japón desde Alemania. El sitio estaba lleno de reporteros y de cientos de fans que habían ido a recibir al mejor portero de Alemania. A nadie le quedaba la duda de que Genzo Wakabayashi sería el portero titular de la selección de Japón, no había nadie mejor que él…
- ¿Cómo se siente ahora que ha sido convocado a la Selección?.- preguntó un reportero al joven de gorra roja.
- De maravilla.- respondió Genzo, feliz.- Al fin realizaré mi sueño de jugar y ganar la Copa del Mundo…
Miles de chicas gritaron cuando Genzo pasó junto a ellas. Ninguna sabía que él solo tenía espacio en su corazón para una sola… Una chica que por cierto no le prestaba mucha atención. Se llamaba (adivinen) Lily Del Valle (¿qué difícil, no?) y era una famosa violinista mexicana. Genzo la había conocido en una ocasión en que ella fue a Hamburgo a dar un concierto. Y aunque desde el principio Genzo se mostró interesado, ella se notaba muy neutral. Como que nada más le importaba su carrera y nada más. Irónico, ¿no? Y pues Lily era una de las razones por la cual Genzo quería volver a Japón, ya que ella daría un concierto allá.
Sea como fuere, Genzo esperaba llegar a su lujosa mansión, en donde ya lo estarían esperando su hermana gemela y su prima hermana. Al salir del edificio del aeropuerto, el joven se encontró con un andrajoso sentado en la banqueta, un completo vagabundo. El vagabundo alzó la mirada y Genzo enarcó las cejas. El tipo lo miró con demasiada confianza.
- ¿No tiene un cigarro?.- preguntó el vagabundo.
- No.- negó Genzo.- No fumo.
- Yo tampoco.- negó el sujeto.
Genzo lo miró con cara de "hello con tu hello". Le dirigió otra mirada de extrañeza antes de marcharse del lugar. El tipo sonrió con cierta arrogancia al verlo marcharse.
- Así que tú eres Genzo Wakabayashi.- sonrió el vagabundo.- Mi gran rival…
Por su parte, al otro extremo de la ciudad, en un departamento, Lily Del Valle charlaba con Taro Misaki, otro convocado de la Selección Japonesa y el cual también era amigo suyo.
- Oye tú.- le dijo Taro a Lily.- ¿Y tu hermano no pensaba presentarse con la selección? Tengo entendido que también lo convocaron.
- No lo llames así, no es mi hermano.- replicó Lily, molesta.- Es un baboso cualquiera.
- ¡Cuánto lo quieres!.- rió Taro.- Ya ni porque crecieron juntos lo tratas bien.
- No lo quiero, menso.- gruñó Lily.- Y ni me recuerdes mi atormentada infancia al lado de ese baboso.
- Ya, no te enojes.- rió Misaki.- Solo decía...
- Yo no sabía que lo habían convocado.- comentó Lily.
- Pues sí, tu hermanito fue convocado junto con Genzo Wakabayashi y Yuzo Morisaki.
- ¡Ya te dije que él no es mi hermano!.- protestó Lily, furiosa.
- Ya, ya.- Taro volvió a reír.
- ¿Dices que Genzo también fue convocado?.- preguntó Lily, como quien no quiere la cosa.
- ¡Ajá! Te habías tardado en preguntar.- rió Taro.
- ¿Qué quisiste decir con eso?.- Lily se puso muy roja.
- Bien que lo sabes, no puedes estar mucho tiempo sin saber de tu adorado novio.- se burló Taro.
- ¡Genzo no es mi novio!.- protestó Lily, más roja aun.
- Cómo no.- Taro volvió a reír.- Y Ken no es tu hermano.
Lily suspiró, al recordar a este último. ¿En dónde rayos se había metido Ken? No era que le importara pero después de todo, ellos habían crecido juntos y pues una millonésima parte de ella se preocupaba por él…
"¿No que querías ser el portero titular de Japón?", pensó Lily. "¿En dónde rayos te metiste, Ken?".
Genzo iba llegando a su mansión en el automóvil que había rentado cuando de repente alguien se paró a media calle, justo enfrente del paso del coche. Genzo frenó en seco.
- ¡Animal!.- gritó Genzo, enojadísimo.- ¡Fíjate lo que haces, imbécil!
- Discúlpeme usted.- dijo el mono que se había parado frente al coche, que no era otro que el mismo vagabundo que Genzo había visto antes en el aeropuerto.- No me fijé por dónde iba…
- ¿Cómo es que llegó primero que yo a este lugar?.- exclamó Genzo, sorprendido y sin poder contenerse.
- Ah, pequeñas habilidades que tengo.- sonrió el hombre.- Perdone usted que lo haya asustado así, pero es que quería pedirle un pequeño favor...
- ¿Un pequeño favor?.- Genzo enarcó una ceja y se puso en guardia.
¿Acaso el sujeto había atravesado la ciudad para alcanzar a Genzo cerca de su mansión tan solo para pedirle un pequeño favor? ¿Sería acaso un secuestrador?
- Escuche, si quiere dinero se lo puedo dar.- dijo Genzo, con calma.- Pero no hay necesidad de ponerse agresivo.
- ¿Y quién se está poniendo agresivo?.- el vagabundo estaba sorprendido.- O sea, sí quiero dinero pero...
- No me iré sin oponer resistencia.- Genzo se puso tenso.- Se lo advierto.
- ¡Ey, ey, tranquilo!.- exclamó el tipo.- ¡Sí quiero dinero pero no de esa manera! No pretendo asaltarlo ni mucho menos, solo quiero un préstamo.
- ¿Un préstamo?.- Genzo estaba incrédulo. ¿Desde cuando los vagabundos pedían préstamos?
- Mire, solo quiero algo de dinero para poder comprarme algo de ropa y presentarme de manera decente al sitio a donde me quiero presentar, eso es todo.- aclaró el vagabundo.- Nada más. Se lo pagaré en cuanto me acepten.
- Uhm... .- Genzo trataba de adivinar si había trampa o no en eso.
El portero miró al otro joven de arriba abajo. El vagabundo debía tener más o menos su misma edad, era un poco más alto que él, traía una descuidada cabellera negra que le llegaba casi a media espalda y una barba de tres semanas, pero los ojos negros de él reflejaban la sinceridad de sus palabras.
- He de estar loco.- suspiró Genzo.- Pero venga conmigo, lo llevaré a mi casa.
- ¡Gracias!.- exclamó el joven.- No se arrepentirá...
- Como sea...
Genzo y el vagabundo subieron al automóvil. El primero arrancó y el segundo sonrió.
- Por cierto, no me ha dicho su nombre.- dijo el hombre.
- Usted tampoco.- replicó Genzo.- Soy Genzo Wakabayashi.
- Eso ya lo sabía.- rió el otro. Genzo lo vio con cara de "hello con tu hello".- Soy Ken Wakashimazu.
Genzo lo miró de reojo. El nombre le pareció conocido, pero no lo ubicó de momento.
(Jajajaja, Tsuki me va a matar por esto).
Cuando los jóvenes llegaron a la casa, el mayordomo, James, enarcó muchísimo las cejas. Eriko salió a todo correr y abrazó a su hermano gemelo con intensidad, aunque al poco rato tuvo que separarse, impulsada por un muy mal olor.
- ¡Guácala!.- exclamó Eriko.- ¿Desde cuando no te bañas?
- Ése no soy yo.- gruñó Genzo, mirando a su gemela con cara de "hello con tu hello".
- Este... Perdón, pero creo que ése soy yo.- rió Ken, avergonzado.- Creo que no me he bañado en al menos dos semanas.
- Eso es más que evidente.- murmuró Eriko, sin quitar su gesto de asco de la cara.- ¿Qué hace él aquí?
- Larga historia.- suspiró Genzo.- Luego te digo... Señor Wakashimazu, ella es Eriko, mi hermana gemela.
- Es un verdadero placer.- Ken besó la mano de la sorprendida y un tanto asqueada Eriko.- La verdad es que nunca había visto a una mujer de belleza tan fascinante.
- Es encantador.- musitó Eriko, sonrojada.
Genzo frunció el entrecejo. Él hizo pasar a Ken a la sala y le indicó a James que le consiguiera algo de ropa.
- Este... ¿Me permitirían darme un baño?.- preguntó Ken, campechanamente.
- Yo se lo pido, por favor.- respondió Eriko.
- ¿Cómo dice?
- Mi hermana quiere decir que por supuesto que puede hacerlo.- aclaró Genzo, conteniendo una risita.- En cuanto James le consiga algo de ropa.
- De verdad que se lo agradezco.- sonrió Ken.- Son ustedes muy amables.
Eriko miraba a Genzo con cara de "¡Qué maravilla que invites a un hombre tan galante a cenar!", pero él la ignoraba completamente. Era evidente que Ken se había ganado a Eriko con su galantería. James trajo la ropa y se la entregó a Ken.
- Y después nos puede acompañar a comer.- invitó Genzo.- Si lo desea.
- Se los agradecería mucho, también.- aceptó Ken.- De verdad que es muy amable.
James le indicó a Ken en dónde se encontraba el baño. El muchacho llegó hasta el sitio, sorprendiéndose del lujo con el cual vivía Genzo.
- No sé de que me sorprende, ya sabía yo que él vivía así.- musitó Ken.
- ¿Dijo algo, señor?.- preguntó James.
- No, nada.- respondió Ken.- Solo admiraba el lugar.
- Después de su baño lo esperamos en el comedor.- anunció James.- Se encuentra a la derecha de la sala.
- Gracias.- asintió Ken.
James se retiró y Ken abrió la puerta del baño, entró y...
Un grito se dejó oír por toda la casa.
- ¡PERVERTIDOOOOOOOOOOOO!
Genzo y Eriko subieron las escaleras a todo correr, llegaron al baño y se encontraron a Paola cubierta tan solo por una toalla y arrojándole a Ken toda clase de objetos que encontró a su alcance. El pobre muchacho ya no hallaba como protegerse de los embates de la furiosa chica.
- ¡DEPRAVADO, PERVERTIDO, ABUSIVO!.- gritaba Paola, cada vez más fúrica.
- ¡Oiga, señorita, espere por favor!.- pedía Ken, al tiempo que trataba de esquivar los ataques.- ¡Fue un accidente!
- ¡ACCIDENTE EL QUE TE VA A OCURRIR, INFELIZ!.- seguía gritando Paola.- ¡TE VAS A ARREPENTIR DE HABER ENTRADO A TRATAR DE ABUSAR DE UNA POBRE E INDEFENSA CHICA!
Eriko y Genzo trataron de contener la risa. Paola era todo, menos una pobre e indefensa chica.
- Paola, cálmate, por favor.- pidió Eriko, sosteniendo a la chica por los brazos para evitar que ella siguiera arrojándole objetos a Ken.- Fue tan solo un accidente.
- ¿Un accidente?.- exclamó Paola, más furiosa aun.- ¿Qué tiene que estar haciendo un tipo como éste espiándome en el baño?
- Ah, no, perdóneme pero nunca ha sido mi intención el espiarla en el baño, señorita.- protestó Ken, muy digno.- Yo ni siquiera sabía que usted se estaba bañando.
- Paola, no te pongas así, fue tan solo un error.- Genzo trataba de no reírse.- El joven solo quería tomar un baño.
- ¿Y porqué rayos querría un vagabundo como él tomar un baño en esta casa?.- preguntó Paola, atónita.
- Pregúntale a Genzo.- replicó Eriko.
- Larga historia.- suspiró Genzo.
- Te daré la oportunidad de que me la cuentes.- anunció Paola.- Luego de que me vista.
La muchacha cerró con violencia la puerta del baño. Ken enarcó las cejas y sonrió de una manera placentera.
- Tienes una hermana muy linda.- sonrió Ken.
- No es mi hermana, es mi prima.- gruñó Genzo, poniendo cara de "Ni se te ocurra acercártele".
Paola no tardó en salir. Ella y Eriko miraron fijamente a Genzo. Éste las llevó aparte para poder explicarles todo. Las dos muchachas miraban a Genzo con cara de querer encerrarlo en un manicomio. Ken decidió dejar que ellos discutieran y aprovechó para meterse a bañar.
- ¿Pero se te zafó un tornillo o qué?.- exclamó Paola.- ¡Puede ser un ladrón o un secuestrador!
- Sí, eso pensé yo también en un principio.- reconoció Genzo.- Pero algo me dice que él es sincero y que en verdad solo busca algo de ayuda.
- Yo no creo que sea malo.- opinó Eriko.- Tiene la facha de ser un buen muchacho al que muy seguramente le ha ido mal en las últimas semanas.
- Pero de verdad que muy mal.- gruñó Genzo.
- Fabuloso, no solo tendré que soportar tu molesta presencia sino que ahora tendré que toparme con un pervertido vagabundo.- gruñó Paola.
- No se va a quedar aquí.- contradijo Genzo.- Después de la comida le prestaré algo de dinero y se marchará.
- Eso espero.- replicó Paola.
Tanto se tardaron los tres en discutir y llegar a un acuerdo que Ken salió del baño, acabado de bañar. Se había afeitado, peinado y puesto la ropa que James le había conseguido y el cambio había sido asombroso. Ken se veía muy, pero muy decente, incluso podía decirse que se veía bastante guapo (¬¬). Los tres Wakabayashi se quedaron con la boca abierta.
- ¡Qué cambio!.- exclamó Eriko.- ¿Es el mismo que entró antes?
- No, lo han de haber cambiado por otro.- exclamó Paola, anonadada.- No creo que ese truhán que entró antes sea el mismo que acaba de salir.
Genzo miró a sus parientes con cara de "hello con tu hello".
- Gracias por la ropa, el baño y la comida.- sonrió Ken.- Y sé que será mucho abuso de mi parte, ¿pero no podrían conseguirme un lugar en dónde dormir por esta noche?
Eriko miró a Genzo con cara de "si no lo ayudas serás un desgraciado". Genzo sonrió para sus adentros. Él nunca le había hecho caso a su hermana gemela.
Notas:
- Jaja, sorpréndanse con esta historia. Espero que las fans de Ken no se molesten por este comienzo, no lo hice con el afán de denigrarlo ni mucho menos, aunque él me caiga mal no lo trataría tan mal en un fic, esperen por favor a que la historia avance antes de querer arrojarme por un barranco XD. De verdad, se van a sorprender con lo que tengo preparado para los dos porteros.
- Los personajes de Captain Tsubasa son creación de Yoichi Takahashi.
- Lily Del Valle y Eriko Wakabayashi son personajes creados por Lily de Wakabayashi.
- Paola Wakabayashi es un personaje creado por Tsuki.
- ¡Ah! Por cierto que a mí se me ocurrió la idea de ponerle una gemela a Genzo desde el año pasado, Eriko Wakabayashi debutó en el fic de "Enredo de Amor (Rivales por Accidente)", y lo digo para que nadie vaya a creer que le copié su idea de ponerle una gemela a Genzo.
