Disclaimer: Los personajes no son míos, son de Naoko y solo los uso para mis fines malévolos que no me dejan ni un peso. Gracias.

Cena de Navidad.

-Pues verás, dos hombres entraron a un bar y uno de ellos dijo...

-¡Déjate de tonterías Jedite! No estoy para tus bromas- refunfuñó el rubio de cabellos color de miel mientras bebía de un sorbo su trago.

Ambos hombres estaban sentados a la barra del único bar abierto en la zona. Cuando lo vieron, pensaron que era clandestino pero el fin justificaba los medios, perderse en el alcohol para olvidar las penas que los aquejaban era suficiente razón para entrar a un lugar llamado "El reino oscuro" por segunda ocasión en sus múltiples vidas.

-¿Tan mal estuvo? -preguntó el rubio en cuanto el cantinero volvió a llenar su vaso, Zoycite lo miró de reojo y asintió con la cabeza.

-Me gritó, y mi chica nunca grita.

Jedite se sorprendió, pero a la vez no pudo contener una risita molesta que sobresaltó a su compañero.

-No deberías burlarte, escuchamos a Rei varias cuadras a la redonda.

-Bueno, pero mi mujer me grita todo el tiempo, ya ni la escucho—se burló el oji azul.

-Y por eso es que somos dos estúpidos sentados en un bar.

El cantinero no pudo evitar sonreír ante el comentario. Conocía a esos hombres y a sus mujeres desde que iban a la escuela secundaria. Así que se apiadó de ellos y les sirvió otra copa, cortesía de la casa. Se sirvió una y brindaron los tres.

-¿Crees que nos perdonen? -preguntó Zoycite después de un tiempo de incómodo silencio-. Se veían tan molestas, podría asegurar que Mako-chan estaba por llorar.

-Bueno, pero Neflyte y Kunzite están ahí conteniendo la emergencia, ellos vendrán pronto por nosotros todo estará...

-¡Aquí están, par de idiotas!

Por la puerta del bar, que se azotó hasta dar con la pared, Neflyte entró seguido de Kunzite. Los dos venían vestidos para la cena, con un elegante traje negro y camisa blanca. Resaltaba en especial la corbata del platinado que traía impresos muchos árboles navideños, asunto que no pasó desapercibido por Jedite pero decidió guardar su comentario en visto de la furia a punto de salir por los ojos del castaño, cuya corbata azul, lograba resaltar la ligera pigmentación del mismo tono en sus ojos.

-¡Yo no fui! -dijo el ojiverde poniéndose de pie, antes que los dos mayores llegaran a su encuentro.

-Mako no lloró solo porque Minako la ha convencido que se le corría el maquillaje, pero voy a tomarlos a cada uno y los despellejaré vivos, ¿Entendieron? -gruñó-. ¡Cantinero, un trago!

Kunzite hizo una seña para indicarle al dependiente que serían dos los vasos. De inmediato, el rubio se agachó a buscarlos y los sirvió de la misma botella.

-Te juro que no he sido yo, cuando escuché el sonido corrí de inmediato—dijo Jedite mientras ponía un brazo sobre el hombro de su amigo para calmarlo-, entré y el infierno se había desatado.

-¡Tampoco fui yo! Estaba en el pasillo cuando el estruendo me hizo acudir al salón-agregó Zoycite.

-Encontraron tu balón ponchado donde debía estar el árbol-interrumpió Kunzite después de dar un trago a la bebida.

-¡Puedo explicarlo! Díganle a Mako, yo hablaré con ella.

Neflyte dejó con fuerza su vaso sobre la barra, el cantinero entendió aquella milenaria señal y sirvió de nuevo. Esta vez, con un poco más de amabilidad, le agradeció la bebida y alzó la vista para verlo. Era un chico joven, pero extrañamente familiar.

-No podemos hacer eso, Nef y yo intentamos calmarlas, pero...

-¿Cómo les fue?

-Estamos aquí, ¿No?

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Media hora después, los cuatro estaban sentados en hilera a la barra, con una nueva ronda en sus manos. La botella iba a la mitad e incluso, el joven cantinero había optado por beber de lleno con ellos, después de todo eran los únicos clientes de la noche.

Fue así que se enteró que esta Navidad, Mako-chan, a quien él llamaba respetuosamente Makoto senpai, había convencido a todos de celebrar la festividad como solía hacerse en América, para hacer sentir un poco más en casa a Neflyte, el rabioso castaño sentado entre el platinado y el rubio de ojos azules.

Todos aceptaron y ella personalmente, se dedicó por una semana a decorar la casa del susodicho, preparar la cena y explicar la tradición a todos, que incluía un hermoso y frondoso árbol decorado de arriba abajo. Sobre él, una estrella escarchada hecha a mano y debajo, una impresionante cantidad de obsequios que todos habían llevado para repartir. Algo en definitiva muy diferente a la acostumbrada cita romántica que solía ser la Navidad en Japón.

Pero hubo un grave accidente. Mientras la anfitriona y el resto de las chicas estaban en una de las habitaciones terminando de arreglarse, se escuchó un fuerte estruendo seguido del intenso sonido que hace el cristal al romperse. Corrieron escaleras abajo y al llegar a la sala, donde habían dispuesto todo para la celebración, el hermoso árbol yacía sobre la enorme mesa previamente equipada con platos, copas y cubertería, que ahora estaban destrozados y regados por todos lados. No suficiente con eso, la cena ya estaba puesta en el centro y la misma había volado en diferentes direcciones, de manera que el pavo que había sido empezado a preparar desde el día anterior y que hizo babear a todos con el aroma, había llegado misteriosamente hasta el pie de la chimenea, le faltaba un pedazo y el resto se había quemado al quedar atorado en las guardas de la misma.

Cuando las chicas terminaron de ver el desastre en que aquello se había convertido, su atención se fijó en los cuatro hombres que ya estaban en la habitación cuando ellas llegaron, cada uno en un extremo y cada uno, con un motivo y una oportunidad.

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POV Zoycite.

¡No pude haber sido yo, es injusto! Aunque bueno, ciertamente me habían advertido que dejara de jugar con el balón por la casa. Amy me lo dijo varias veces, Rei también, incluso Usagi me lo sugirió después que accidentalmente le dí a un jarrón que atrapó ella de puro milagro.

Pero recuerdo muy bien lo que pasó. Estaba jugando con Chibiusa en el pasillo y le arroje la pelota, ella se asustó y se movió y el balón entró a la sala. La niña salió corriendo y yo tuve que ir por él. Al principio me asusté que pudiera haber tirado algo, pero no lo había arrojado tan fuerte, aunque si logré que entrara debajo del árbol y se mezclara con los demás regalos.

Tuve que meterme a hurtadillas bajo esa cosa llena de esferas y bueno, ya había bebido ponche y quizá rompí una. Pero la moví y la puse detrás de otro de los adornos. ¡No pueden enojarse por eso!

Recuerdo que me asusté por qué escuché los pasos de alguien que se acercaba rápidamente. Me encogí un poco, porque como atleta tengo buena elasticidad y logré ocultarme detrás de un enorme obsequio. ¡Era para mí! De parte de Amy-chan, estoy seguro que debía ser el equipo de hockey sobre hielo y...

-¡Enfócate idiota!

-¡Cuánto estrés, deberías ir conmigo a jugar hockey algún día para que te relajes Nef! -le respondo al energúmeno que está a punto de fulminarme. Sonrío vagamente, pero tiene razón, debo continuar mi defensa.

Pues bueno, era Mamoru. Entró inquieto buscando algo por los rincones, incluso miró en mi dirección y lo pude ver arqueando una ceja, aunque estoy seguro que no logró verme, ¡Soy el rey del camuflaje!

-Seguro... - dice Jedite pero decido ignorarlo.

Se tardó un poco más, así que cuando salió de la sala me arrastré entre los obsequios y las ramas bajas. Fue más complicado salir que entrar de hecho. ¡Mako-chan hizo un excelente trabajo! Desde debajo del árbol pude ver lo hermoso que estaba la mesa y la sala en general, incluso este suéter que Amy me hizo usar dejó de verse ridículo y me pareció hasta festivo.

-El ridículo eres tú- me dice Kunzite. Quisiera responderle algo sobre su corbata, pero aún hay más que debo decir y aunque a veces le temo a la pequeña y adorable mujer dueña de mi corazón, le temo más a mi comandante.

Bueno, salí y al levantarme creo haber golpeado algunos regalos. Uno de ellos hizo un extraño sonido y me asusté. Así que salí de ahí de prisa, ya descubriría más tarde si lo rompí o no.

-¿Y dejaste el balón?

¡Pues sí! Les digo que me asusté porque creí haber roto un obsequio además de la esfera. Además, escuché unos golpecitos en el suelo y creí que era Chibiusa que venía. No quería que me encontrara bajo el árbol, si ella quería meterse podía lastimarse.

-Ahí lo tienes, has sido tú pedazo de inútil-dice Neflyte pero Kunzite lo detiene antes que pueda ponerse en pie y lo regresa al asiento.

¡Lo único que me ubica en la escena del crimen es el balón olvidado! Pero yo salí de ahí y todo estaba en su lugar. Todavía entré al baño antes del accidente... ¡Eso es! ¡Te vi a ti antes de entrar al baño e ibas rumbo a la sala!

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POV Jedite.

- ¡Eso es! ¡Te vi a ti antes de entrar al baño e ibas rumbo a la sala! -dice Zoy y me señala. La mirada de todos se centra en mí y apenas logro pasar mi trago antes de sentirme apuñalado por la mala vibra de Neflyte. ¡Como si el no tuviera razones para ser señalado de ser el terrorista!

"¡Ey, ey!" les digo antes que cualquier cosa pase, después de todo la botella ya va poco menos de la mitad y los ánimos están caldeados. "Más te vale que te retractes o haré que te tragues ese estúpido suéter!"

Todos sueltan una carcajada, incluido el chico de la barra. Me agrada, se parece a mi ciertamente, pero sus ojos son verdes y …. ¡Rayos yo lo he visto antes! Pero, ¿Dónde?

-Tranquilos señores, dejen hablar a su amigo—dice el cantinero y todos lo miramos extrañados. El joven se sonroja y parece retroceder un poco, pero entonces Zoycite baja torpemente su vaso y presiona sin querer, la sobresaliente nariz del horrendo reno de su horrendo suéter. Este se enciende rojo como un botón de autodestrucción y todos volvemos a reír, incluso él. ¡Amo a estos idiotas!

"Pues bien, sí. Me topé a Zoy cuando este entraba al baño. Iba a la sala a ver el árbol y la chimenea, Rei me hizo colocar ahí los obsequios que compró y no pude verlos antes que los envolviera. Así que, siendo todo eso nuevo para mí, decidí aventurarme un poco y tratar de descubrir cual sería el mío y que me habían dado. ¡Soy curioso, lo saben!"

"Iba directo al árbol cuando me llamó la atención que la mesa estaba puesta y yo moría de hambre. Los últimos días hemos estado a base de galletas de arroz y té. Rei dice que está pasada de peso y quería verse espectacular en ese vestido rojo tan bello que compró... ¡Morirán si le cuentan a alguien que les dije que estaba a dieta! Ella misma me advirtió no decirlo."

Solo con mirarlos puedo notar que todos saben de lo que hablo, seguro las demás estuvieron bajo el mismo régimen, no es que lo necesiten obviamente, pero esas chicas son así. Bastó cruzar miradas con ellos para entenderlo, tenemos el maldito estómago vacío y ahora estamos bebiendo, ¡Excelente decisión! Los cuatro suspiramos y decido entonces volver a mi declaración. Estoy por empezar cuando noto que el chico sirve un platón con semillas y de ser odiado por todos ha pasado a ser nuestro héroe... ¡Larga vida al chico del alcohol y la comida!

"Decía. Me acerqué a la mesa y pellizqué ¡Sí, yo lo pellizqué! El puré de papá que estaba en uno de los refractarios. Tomé un pan que tenía algo untado y le puse puré... ¡Oh gloria! Pude morir envenenado con eso y hubiese muerto feliz. No entiendo como con esa comida no has subido de peso mi estimado." Neflyte sonríe ante el cumplido y conociéndolo, que lo hago, adivino lo que dirá.

-Porqué, así como me alimenta me hace ejercitarme—dice con malicia y todos brindamos por ello, nadie pide más detalles.

"¡Pero solo eso! Sabía que Mako-chan notaría que tomé algo de comida, así que traté de arreglarlo lo mejor posible. Luego tomé otro pan y fui directo al árbol, puede que haya derramado un poco de gravy en la alfombra."

-¿Puede?

"¡Puede! ¡Lo hice! ¡Pero en definitivo, yo no tiré el árbol!" grito y aun así parecen no creerme. "Agarré algunos regalos buscando el mío, pero Rei-chan se aferra a escribir los nombres con los caracteres especiales y yo sigo aprendiendo, así que no pude encontrar el que andaba buscando. Luego, al fondo vi el balón de Zoy, supuse que había tenido la misma idea que yo. Como sabía que las chicas se molestarían si lo encontraban entre los regalos y puesto que él me cubrió con Rei cuando por error apagué las velas de la sala de oraciones y me ayudó a encenderlas todas, tomé el balón y estaba por salir cuando escuché que alguien venía."

-¿Quién era?

"Mamoru. ¿Por cierto, dónde está él?

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Como si hubiese sido invocado, el moreno de ojos azules irrumpió en el bar. Pareció un poco asombrado de ver a sus cuatro hombres sentados a la barra, pero rápido se recompuso y sonrió un tanto aliviado.

-¿Te enviaron a buscarnos? -preguntó Zoycite esperanzado en volver a la casa, pero el ojiazul negó con la cabeza.

-Aquello es el infierno. Salí de ahí en cuanto Mako-chan empezó a expulsarnos a todos de la cocina. No están para saberlo, pero lo poco rescatable Usagi lo quemó en la estufa y Mina se ha cortado un dedo. ¡Nada grave! -se apresuró a agregar cuando vio la mirada de Kunzite fijarse en él-. Pero Rei y Mako... mis amigos... ustedes dos están muertos—agregó, no hubo necesidad de señalar a los futuros difuntos.

-¿Qué te sirvo Mamoru senpai?

-Lo mismo que a ellos Assanuma, gracias.

Neflyte miró al cantinero, ahora sabía quién era y porque le resultaba tan familiar.

-Pues bueno, les contaba que te vi entrar en la sala buscando algo, ¿Qué buscabas?

-¿Me viste? -preguntó Mamoru un tanto alterado-. Pero yo no te vi.

-Bueno, eso fue porque me oculté debajo de la mesa. Creí que eras una de las chicas y no había arreglado bien la comida que tomé, no quería que me gritaran.

-Ya veo.

-Bueno, ¿Pero que buscabas?

-Chibiusa perdió a Lunapee—dijo sin más y todos entendieron, eso era pan de cada día entre el grupo.

-Bueno, bueno... pero cuando llegué a la cocina en busca de más pan para reponer el que me comí ahí estaba Kunzite y aun no se escuchaba el ruido del árbol cayendo. ¡Así es que no fui yo! ¡Ahí tienen caballeros! -gritó Jedite mientras azotaba con moderada fuerza su puño en la mesa.

Assanuma sirvió seis vasos más, la botella se vació en esa ronda, pero sin necesidad de instrucción una nueva apareció de debajo de la mesa.

-Bueno, supongo que es mi turno de defenderme.

-¡Por supuesto! Andabas demasiado curioso moviendo cosas de un lado a otro, ¿Qué tienes que decir a tu favor? -preguntó Zoy con picardía en sus ojos.

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POV Kunzite

"Bien, ¿Por dónde comenzaré? … Bueno, ciertamente celebrar la Navidad de esta manera me es algo confusa. Un grupo de gente se reúne a cenar alrededor de un árbol que tiene colgado una cantidad increíble de cosas brillantes y fácilmente quebradizas. Comen hasta reventar, ¡Qué para nada me quejo! La comida de Mako-chan es deliciosa, Mina tenía pensado cocinar hasta antes de la invitación y debo decir que fui salvado por un ángel."

-¡Salud por eso! -y los seis hombres brindaron.

"Debo decir que la decoración me pareció magnífica. Cada detalle estaba tan bien cuidado. Lo que más me impresionó fue lo basto de la cena y el simbolismo de cada platillo. Además, también tenía hambre, Minako es la reina de las dietas y durante toda la semana me trajo a puro arroz y agua, la cocina fue una tentación enorme que no pude resistir."

-¿Y me vas a decir que no fuiste a la sala? -pregunta Neflyte con una ceja enarcada. No necesito mentir, él sabe que estuve ahí y yo sé que lo sabe.

"Vi a Mamoru entrar y salir varias veces en busca de algo. Pero estabas tan sumergido que, aunque traté de llamar tu atención no volteaste. Entonces iba tras de ti cuando noté a Zoy debajo del árbol. Iba a acercarme, pero un ruido vino de la entrada, como un gruñido. Dejé a Zoycite con la esperanza que no hiciera ninguna estupidez y fui a ver la puerta. Chibiusa estaba ahí con Neflyte, jugando a las escondidas."

-Bueno, ella fue quien escondió unos muérdagos, yo los buscaba. No cuenta como jugar.

"Entiendo. Luego volví sobre mis pasos y entré de nuevo a la sala, solo para descubrir a Jedite bajo la mesa."

-¡Mientes! ¡Yo no te vi entrar!

"Por qué a diferencia de ti, yo soy sigiloso." Debo recordar que apenas acaben las fiestas hay que retomar los entrenamientos. La vida en pareja nos ha hecho algo lentos. "Vi el desastre que hiciste en la mesa, la mancha sobre la alfombra y la notoria falta de puré en la cacerola. Las chicas bajarían pronto y prometí a Mako-chan y Rei-chan que los mantendría a raya. ¡Si no me hubiera distraído por los juegos de Chibiusa no habrías podido tocar la comida! Así que supongo que tuve primero la idea de cubrir el faltante con la comida que quedaba en el horno."

-Bueno, bueno... pero saliste de la cocina llevando el pavo y después se escuchó la bomba explotar.

"Recibí un mensaje de Mako pidiéndome el favor de llevar el pavo a la mesa. Me lo pidió a mí por no confiar en ustedes y le doy razón ciertamente. Pero llegué con el y lo coloqué a la mesa, luego terminé de acomodar lo que Jedite había deshecho y estaba por irme cuando vi los regalos corridos hacía un lado, donde supongo que solo los aventaron para salir bajo el árbol. Naturalmente tuve que acomodarlos. Cuando salí de la sala todo estaba bien, me topé a Mamoru en el corredor que daba al patio, con la pequeña dama en los brazos y entonces escuchamos el golpe."

-¿Eso es cierto? -pregunta Neflyte a Mamoru y él asiente.

-Lo es. Me llevé a la niña a otro cuarto cuando se escuchó el desastre a petición de Kunzite.

"¡Pudo ser un youma! " Esa es mi defensa y nada me sacará de ahí. "Corrí a la habitación y fui el primero en llegar, después de Neflyte"

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POV Neflyte

-¡Pudo ser un youma!. Corrí a la habitación y fui el primero en llegar, después de Neflyte.

"Idiotas" les digo mientras siento como todas las miradas se centran en mí. Le hago la seña oficial de "más por favor" a este tal Assanuma, el presidente del club de fans de mi hermosa mujer. ¡Como disfruto torturándolo un poco solo con verlo un tanto amenazante! Me cae bien.

-Parecías un loco allá afuera—dice Zoycite mientras veo mi vaso llenarse y sonrío para mí. Ya me veo dando explicaciones sin sentido.

"Era mi maldita fiesta, ¿Saben? "exclamo molesto y bebo un poco. "Mi mujer organizó todo para que yo pudiera pasar una Navidad como en la casa en la que nací. Para ella y obviamente para mí era importante que todo estuviera perfecto, y no tanto por mí, pero ella estaba tan ilusionada con todo y estuvo investigando tanto y haciendo tantas manualidades, que me alegraba solo de verla. ¡Si solo hubiéramos sido ella y yo era suficiente!."

Puedo ver que quizá me excedí un poco con el comentario. Todos desvían la mirada a sus vasos y siento una punzada de arrepentimiento correr por mis venas, sé que no ha sido su intención arruinar el festejo, pero lidiar con el rostro triste y desolado de Makoto me hace perder la mesura en estos momentos.

"Aprecio que hayan venido, en verdad. Las costumbres orientales son nuevas para mí y cometo errores todavía. Por eso me era tan importante que todo saliera bien esta noche para Mako-chan, ¡Se esmeró demasiado!"

-Quizá haya algo que podamos hacer—dice Jedite poniendo su mano en mi hombro.

-Intentamos arreglarlo con magia, pero se opusieron, dijeron que no era lo mismo. Realmente están molestas—agrega Kunzite, el licor se mese en su vaso mientras lo remueve nostálgico.

"No comprendo que pasó. Revisé la casa de arriba abajo por un ruido extraño, pero no había nada. Luego fui a la sala, vi a Zoy meterse bajo el árbol y estaba por sacarlo cuando escuché que Mako me llamaba. Subí a llevarle el bolso a Usagi que lo había dejado en el recibidor, ahí estaba Kunzite viendo una guirnalda..."

-¿Qué es eso?

"La rueda con flores que está colgada en la entrada" le respondo y él asiente sorprendido. "Luego vi bajar a Mamoru por las escaleras, me preguntó si todo estaba bien. Supongo que viste mi cara de preocupación por Zoy, "digo y asiente... ¡Así fueran siempre de cooperativos! Volví a la sala, pero ya no estaba nadie bajo el árbol, sin embargo, los regalos estaban mal acomodados, a pesar que parecían haber sido movidos para verse bien, pero Mako tenía una regla estricta de dejar los más pequeños enfrente y ahora estaban revueltos. Así que los acomodé, no quería que se dieran cuenta que andaban ahí curioseando. Ella lo nota, ¿Saben?"

-¡Vaya que lo notan! -susurran todos al mismo tiempo. ¡Que mujeres las nuestras!

"Total, acomodé de vuelta los regalos y luego vi el pavo y la comida. ¡También estaban movidos! Así que los puse donde ella planeó que debían estar e iba camino a la cocina porque... ¡Pues yo también moría de hambre! Pero volví a escuchar este raro ruido en las escaleras. Como ya había encontrado a Chibiusa jugando con los muérdagos, pensé que estaría jugando con las escaleras y eso era peligroso, así que fui a ver y justo iba a media escalinata cuando escuché el estruendo"

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La segunda botella se vació en menos tiempo de lo esperado. Después de que cada uno diera su versión de los hechos, la siguiente media hora se fue en suspiros y vagas ideas lanzadas al aire de como contentar a las fúricas mujeres.

La última gota de la desafortunada botella cayó en el vaso de Assanuma y a sabiendas que todos debían retirarse después de ese brindis, alzaron sus vasos y ofrecieron el trago a la deidad que tuviera el valor de sacarlos de semejante embrollo.

Cuando los vasos volvieron a la barra, la puerta del bar se abrió, como solo a ellos pudiera pasarles.

-¡Hasta que los encontramos! -dijo Mina sonriente, a su lado Amy entraba cargando un par de bolsas de papel.

-¡Amy-chan! -saludó un Zoycite que estaba ligeramente pasado de copas, por fortuna el alcohol no los afectaba tanto como a cualquier otro humano.

Un par de segundos después, por la puerta entraron Usagi, Rei y Makoto, ésta última llamó la atención de todos los chicos, quienes bajaron la mirada ante la oscultación de sus orbes verdes.

-¿Por qué diablos no responden sus celulares? - cuestionó Rei molesta, los brazos cruzados al frente alertaron a todos.

-¡Lo siento Rei-san, la señal en el bar es mala! -se apresuró a decir Assanuma a la vez que todos revisaban sus móviles. El rubio retrocedió después de la mirada asesina de algunos de ellos que le exigían saber porque no había dicho eso en cuanto llegaron.

-¡Bueno, no pudimos salvar gran cosa, pero levantamos el árbol y fuimos a comprar pollo frito! -gritó Usagí con alegría-. Por suerte Mako-chan conoce un lugar que le guardó un poco.

-Tuve que quemar algunos favores por esto.

-¡Mako-chan! Lo sentimos tanto, en realidad no sabemos que pasó-intervino Kunzite poniéndose de pie y haciendo una reverencia. Mina sonrió contenta con el gesto y corrió hacia su novio para tomarlo del brazo.

-¡Tranquilo, sabemos que no fuiste tú! -dijo-. Y no importa quien haya sido, solo no vuelvan a hacerlo. ¡Es hora de cenar!

-¡Vamos Zoycite! -invitó Amy. El rubio se puso de pie y a propósito, encendió la nariz del reno de su suéter. La chica se ruborizó-. Pero debes dejar de jugar con el balón dentro de la casa, ¿De acuerdo?

-¡Como ordenes mi amor!

Kunzite y Zoycite tomaron a sus chicas del brazo y salieron del bar, agradecidos de estar de nuevo con ellas. En la barra Jedite, Neflyte, Mamoru y Assanuma observaban todo en silencio.

-No habrá pavo pero, ¿Qué tal el pollo frito? -preguntó Makoto. Neflyte sonrío dulcemente y se puso en pie, caminando hacia ella.

-No me importa si no hay nada mientras estés tú, mi amor. -El castaño tomó las manos de la chica que ya estaba ruborizada y le plantó un beso dulce y profundo en los labios, ante la mirada perdida de Jedite y compañía. Cuando al fin se separaron, Neflyte miró a su amigo en la barra y Makoto a Rei, que seguía con el ceño fruncido. -¡Vamos Rei-chan, es Navidad!

Rei bufó un poco, aventando un mechón de su cabello que vagaba por su rostro. Miró severamente al rubio en la barra que ponía su mejor sonrisa y sus ojos de cordero extraviado. Ella no podía resistirse a tanto, así que bajó los brazos y sonrío-. Vamos tonto, ¿No creerás que voy a dejarte aquí solo?

Jedite pegó un brinco y en tres pasos llegó a ella. Los cuatro salieron del bar dejando a Mamoru y Assanuma solos en la barra.

-¿Van a quedarse ahí? Hay suficiente pollo para todos, ¿Quieres acompañarnos Assanuma? -preguntó Usagi sonriente y entusiasmada.

-Si no hay problema, ¡Me encantaría! -dijo el rubio. Luego miró a Mamoru quien confirmó la invitación.

-Iremos en un momento, Usagi adelántate, ayudaré a Assanuma a cerrar.

La chica asintió y se fue del bar.

En cuanto se vieron solos, Assanuma miró a Mamoru con reproche.

-Mamoru senpai, ¿Qué quiere que haga con ...como dijo?

-Se llama Lunapee.

-Es que yo... -comenzó el rubio, pero el oji azul se llevó un dedo a los labios en señal de silencio.

-Solo será esta noche. Es más, después de cenar te llevaré a casa y pasaremos por ella.

-Mamoru senpai...

-¡Vamos Assanuma! ¿Qué no ves lo que hizo esta noche en la casa de Neflyte? ¡Si descubren que le compré un perro a Chibiusa y que se me escapó, luego siguió el balón de Zoycite hasta las escaleras y de regreso. Entró a la sala, tiró el árbol, ponchó el balón, se robó el pavo que cayó en la chimenea e hizo un agujero en el plantío de rosas de Mako-chan van a matarme! Apenas alcancé a llegar antes que Jed y Zoy y salir por la puerta de atrás para que no me vieran.

-¿Qué harás cuando los chicos sepan que fuiste tú?

-¿Los chicos? -preguntó Mamoru antes de soltar una sonora carcajada-. ¡Deja que las chicas sepan, ahí si que estaré acabado!

FIN.

Bueno... un agradecimiento a todos aquellos que pasen a leer este fic. Es algo cortito pero lo imaginé desde el mes pasado y me dije... ¡Vamos a hacerlo!

¡Un abrazo a todos y felices fiestas!

Aracox.