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Hola queridos lectores
lamento mucho la demora tuve un problema emocional que me habia tumbado y apenas estoy recuperandome
pero aqui estoy y seguire
y espero que el fic les siga gustando :D
mil gracias por sus hermosos revviews y su apoyo
ya casi llega al final, por favor dejenme en sus reviews que fic les gusta mas :D
saludos cordiales
CAPITULO 54 EL AMOR DE ANTHONY II
SUSANA MARLOW I
El destino es algo complicado de entender y sobretodo ¿Cómo se debe de tomar el destino? ¿El destino existe? ¿Qué significa realmente?
En realidad el destino no es quien maneja la vida de uno mismo, son nuestras decisiones las que nos llevan al lugar en donde estamos parados pero ¿Cuando nosotros no decidimos realmente?
¿Cómo no enojarnos con el destino forjado por otros?
¿Cómo no maldecir a la vida, cuando otros decidieron la vida? Nuestro futuro…
Cuando nos hacen infelices sin haber podido decidir antes pero…
¿Qué pasa cuando la venda se cae y la luz entra al final del túnel?
En nuestras manos quedaría el destino de nuestras vidas ¿Qué se haría en ese caso?
¿Cómo tomar las riendas de lo que será el resto de nuestras vidas?
¿Cómo por una ocasión ser egoístas sin que los demás se ofendan?
Misión imposible. Pero al final estas en esta vida para ser feliz a los demás ¿O a ti?
Al final deberás elegir entre tu felicidad o la de los demás
Siempre es así
Maldita paradoja
A.B.A
La vida no había sido nada agradable conmigo, actriz famosa en el teatro, si pero con una vida tan miserable que tenía que usar el teatro como mi escapatoria a mi realidad.
Una familia disfuncional y sobretodo sin amor, era terrible que no pudiera estar con alguien nunca, mis padres no me amaron nunca, mi madre siempre fue ambiciosa y me dejo siempre sola.
Mi padre, simplemente dejo a mi madre y al momento que la dejo también me dejo a mi, no le importe en lo absoluto.
Al vivir con una mujer como lo es mi mama me volví superficial, tenía que hacerlo fingir, ser falsa como todos en la sociedad para poder sobrevivir.
Sonreír siempre ante todos los que me preguntaban si estaba bien, fingir felicidad ante mi familia, ante mi madre, fingir y seguir adelante
No sentir, no ser nada de lo que no debía ser.
Ser infeliz y sin amor de parte de nadie y solo en el teatro ser feliz y poder vivir la vida o la fantasía que desearía en la realidad, el amor, la amistad, todo.
Hasta que encontró a Albert.
Debía ser para ella, lo amaba.
Y seguramente él también la amaba.
-¿Susana quieres azúcar? –Pregunto Candy tranquilamente mientras le servía te a la rubia
-Claro
Habían platicado un rato y por lo poco que había logrado saber de esa joven era cierto, fue demasiado confiada para invitarla a su apartamento.
-¿Vives sola entonces?
Candy la miro sonriéndole –No…vivo con… -Se detuvo un segundo –Con mi esposo
-Oh… eres casada entonces
-Así es –Dijo la rubia intentando controlar sus nervios al mentir -¿Y tú?
-Tengo novio, pero no estoy casada
-Supongo que debe ser un actor también
Susana sonrió de lado –No, pero es un hombre muy importante
-¿Enserio?
-Si –Dijo tomando un sorbo del te -¿Y tu marido a que se dedica?
Candy se sonrojo –Bueno…por ahora comienza su carrera
-¿Enserio? ¿En qué?
-Intentara entrar al teatro –Dijo Candy sonriéndole –Es un fabuloso actor
-¿Es actor?
-Si
-Vaya que interesante
En ese momento se escuchó la puerta
-Debe ser él ¿no?
-Si –Candy se levantó para recibir a Terry, quien al verla sonrió dulcemente
-Hola pequeña
-Hola –Le abrazo fuertemente –Mira Terry te quiero presentar a alguien –Tomo su mano para halarlo hacia donde estaba Susana
-Susana te presento a Terrence Baker –Dijo la rubia sonriendo –Mi…esposo
-Mucho gusto –Dijo Susana extendiendo a mano –Soy Susana Marlow
-Mucho gusto
-Terry sabes Susana es actriz –Dijo la rubia tomando el brazo de Terrence emocionada
-Sí, Candy justo me estaba contando eso cuando recién llegaste
-¿Y cómo conoces a Candy? –Pregunto el castaño con desconfianza
-En realidad conozco a alguien en común con Candy, se llama Albert y por eso sabia de ella, cuando la vi en la cafetería la reconocí por los periódicos que salieron hace unos meses cuando la estaban buscando
-Vaya veo que estas bien informada –Dijo el castaño con sarcasmo
-Un poco, te digo que más por los periódicos que por otra cosa –Dijo sonriente –Pero creí que había escapado con uno de los Ardley….
Candy bajo la mirada
-No, escapo conmigo –Dijo Terrence inmediatamente –Bueno es un gusto conocerte de verdad y no quisiera ser descortés pero iré a la alcoba a cambiarme, estas en tu casa Susana
-Gracias Terrence
Candy le sonrió dulcemente para indicarle que todo estaba bien.
-Sí que es guapo tu esposo, Candy –Dijo Susana sonriéndole
"¿Cómo es posible que tenga un esposo tan guapo?" Pensó mientras miraba nuevamente a la rubia de pies a cabeza "Es tan poca cosa"
-Gracias Susana, ¿Te quedas a cenar verdad? –Pregunto amablemente
-Claro
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Anthony miraba con decisión a Albert -¿Estás de acuerdo entonces?
-Si Albert, creo que es lo mejor
-Bien Anthony entonces iniciare el proceso, necesito que vayas a la escuela pero yo no creo que San Pablo sea la mejor opción…
-Por supuesto que no, menos sabiendo que Candy está aquí en América
-Quiero decirte que ya tengo la ubicación exacta de Candy, no se encuentra ya con los Britter
-¿Ya podemos ir?
-Tranquilo Anthony, primero necesitamos ir a hablar con la tía Elroy
-Pero…
-No te preocupes no estaremos más que con ella, nadie más intervendrá y tu padre ya está enterado de donde estas pero le advertí que no te busque por ahora.
-¿Te hará caso?
-Lo hará, no en balde he estado con la tía abuela todo este tiempo
Anthony rio un poco –Bien ¿Y dónde está Candy?
-En New York, esta con Terry así que no te preocupes, no está sola, después de hablar con la tía abuela nos iremos de inmediato a la ciudad para que puedas verla y posterior haremos preparativos para su boda lo más pronto posible para que sea antes de que nazca su bebe
-Gracias Albert
-Vamos entonces, supongo que quieres hacer las cosas lo mas pronto posible para ver a Candy
-Si –Dijo Anthony sonriendo
-Bueno, andando entonces
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-Ahora la única solución es que entre en el juego mi ficha maestra –Observo a la joven que estaba en el rincón de la habitación, leyendo con tranquilidad –Pauline ven
-Si madre –La mujer azabache de ojos azules le miro con profundidad –Es hora de que vayas a conocer a la familia Ardley
-Pero dijiste que…
-Se que dije cariño pero es necesario antes de que se cometa una idiotez
-Pero es que…
-Lo harás y punto –Dijo la mujer molesta mirándola con enojo
-Bien –Dijo resignada la joven de cabello castaño obscuro y ojos azules como los de su madre.
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Annie caminaba con tranquilidad por la habitación observando por el ventanal la imagen del paraíso que tenía enfrente, el mar a lo lejos.
Se sentía por primera vez en su vida…feliz.
Por una sola vez pudo olvidar todo, todo su pasado…
Archie había sido tan dulce, tan amoroso, tan paciente y tan tierno como no lo merecía.
Sus lágrimas salieron de sus ojos.
-¿Cómo amaneciste amor?
La joven lo miro –Maravillosamente bien
Archie sonrió de lado –Me parece genial porque creo que ahora podemos ir a nadar un poco ¿No?
-Claro
La vida había pensado que había sido injusta con ella, maldijo el destino que había sido designado para ella, pero ahora se daba cuenta de que siempre tuvo el poder para hacer el cambio, para ir hacia su destrucción o hacia su felicidad.
Ir por el lado de la envidia y el odio hacia una persona que en realidad nunca le hizo daño no la iba a llevar a ningún lado en absoluto, pero jamás se dio cuenta del error.
Hasta que conoció un amor tan puro y sincero como el de Archivald y que era solamente para él.
Ahora decidía ser feliz.
Dejando atrás todo.
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-Candy esa amistad con Susana no me gusta absolutamente nada
-Terry ella es muy amable y linda conmigo, no tengo amigas aquí
-Pero ¿Por qué ella?
-Conoce a Albert, me dio un poco de confianza eso
-Albert ni siquiera te cae bien
Candy bajo la mirada
-No es eso
-Mira Candy –Suspiro –No me cayó bien y la verdad no me da buena espina que este contigo
-Terry ni siquiera la conoces –Dijo la rubia tomando a Jane del suelo
-Tampoco tú y es eso exactamente el problema
-Bueno Terry no quiero pelear
-Entonces comprende Candy, tú eres muy ingenua a veces
-Gracias Terry –Dijo con sarcasmo la rubia dando media vuelta para ir a la habitación
El castaño dejo caer su cara sobre sus brazos frustrado
-¿Por qué no entiende?
En ese momento tocaron la puerta e inmediatamente fue a ver quién era, pero nada lo había preparado para ver a la persona que estaba justo en ese momento frente a él, mirándolo con una mirada profunda y llena de melancolía
-¡¿Qué haces aquí?!
