Si tú eres un civil en el mundo shinobi tenías que reconocer que eres parte de un mundo extraño. Gente que se multiplica o que lanza fuego por la boca. O ves corriendo gente por los techado de las casa y a veces gente boca abajo en el techo. Pero los ves todos los días, así que ya se te vuelve normal y no te extraña, tanto.

Pero ver gente aparecer gente de la nada en el medio de la nada esta fuera de escala de normalidad ninja.

Claro que el campo de entrenamiento 7 estaba vacío así que nadie vio aparecer a cuatro chicos. Si hubiera habido alguien los hubiera visto chocar a todos en el aire, como si hubieran sido atraídos a un centro de gravedad, y luego caer al suelo, quedando medio atontados.

- Idiota. Que hiciste?!

- Sakura, no te enojes. Estamos bien

- Bien? Pudiste matarnos, no puedes hacer un jutsu de la nada…. Hay que investigar, estudiar y ensayar….. no se improvisan!

- Auuu eso dolio – dijo Hinata – Sa-Sakura chan, el jutsu si funciono, algo hizo,yo yo lo vi

- Que quieres decir?

- Cuando Na-Naruto kun hizo las posiciones de mano, se formó un chacra naranja…..

- Si, eso lo vi – dijo la pelirosa

- ….. que nos rodeó a todos, active mi Byakugan para ver mejor, vi una esfera de luz que flotaba frente a ustedes que parecía latir, brillo más y…. chocamos- Dijo Hinata, completamente roja y completamente segura también, de que nunca había hablado tanto frente a Naruto

- Hyuga, que hacías en nuestro campo de entrenamiento

- Que-quería entrenar a sola, Sasuke kun

- Hmh

- Ya, ya. No se pongan graves, nada paso….. vamos a comer ramen!. Hinata, quieres venir con nosotros?

- "Naruto-kun me esta invitando a comer con él!" Penso Hinata, roja como un tomate

Así partieron los cuatro genin rumbo a Ichiraku. Encabezando el minidefile iban rubio y una pelirosa discutiendo, detrás un pelinegro con cara de ami no me importa y atrás una pelimorada de cara roja.

A medida que avanzaban por las calles de Konoha, Hinata fue notando algunas cosas raras….. Negocios que no había visto, productos que no conocía, también la gente se veía diferente. Incluso el suelo de la calle se veía diferente. Por eso ella iba mirando y mirando cada vez más, hasta que al doblar en una esquina no pudo evitar dar un pequeño grito que fue notado por sus compañero.

- Hinata, que te paso? Te duele algo? Te llevo al hospital – Le pregunto su amiga. Pero Hinata se veía muy asustada, se había llevado sus dos manos para taparse la boca y sus ojos estaba abiertos a mas no poder por la impresión.

Con un esfuerzo notable logro separar una mano de su cara y señalar hacia la montaña Hokage.

Ahí no habían cuatro rostros. Habían siete.