Capítulo 7. Cara a cara.

Cuando Ken pasó junto a Genzo, el primero esbozó una sonrisa un tanto maligna.

- ¡Qué coincidencia que nos encontremos aquí!.- exclamó Ken, fingiendo inocencia.

- ¡Qué hipócrita eres!.- respondió Genzo, con una mueca amarga.

La mayoría de los seleccionados tenían curiosidad de ver al vagabundo jugar. A muchos el nombre les resonaba en la mente.

- ¿Ken Wakashimazu?.- exclamó Teppei Kisugi.- Como que recuerdo ese nombre...

- Yo también.- asintió Hajime Taki.

- Él fue el portero del Toho cuando jugamos la final del Tercer Campeonato Nacional de Secundaria.- respondió Tsubasa Ozhora.

- ¡Ah!.- exclamó Mamoru Izawa.- Ya lo recuerdo. Era buen portero, aunque no tan bueno como nuestro capitán.

Genzo sonrió para sus adentros. Al menos sus amigos seguían creyendo en él. Y de pronto, Genzo recordó por qué también le pareció conocido el nombre de Ken Wakashimazu. Se habían enfrentado en la final del Campeonato Nacional de Primarias, hacía tantos años.

- Era buen portero, sí.- asintió Tsubasa, pensativo.- Lástima que no se supo más de él en un buen de años...

- ¿Qué le habrá pasado?.- preguntó Ryo Ishizaki, con curiosidad.

- Se convirtió en vagabundo.- comentó Genzo, más para sí mismo que para alguien más.

Y pronto comenzó el enfrentamiento. Se formaron dos equipos de 11 jugadores y Genzo se quedó en un equipo y Ken en otro. Pronto, se hizo evidente la estupenda capacidad de ambos arqueros, Genzo era estupendo y tenía una gran técnica, aunque Ken tenía une stilo bastante espectacular debido al kárate.

- Tenemos un par de excelentes porteros.- comentó el entrenador Gamo.- Cinta hizo un gran trabajo al convocarlos a ambos.

- Sí, es verdad.- asintió Tamotsu, el asistente del entrenador.

Durante una pausa, después de que Tsubasa intentó anotarle a Ken, Kojiro Hyuga se acercó a Ken con una sonrisa en el rostro.

- Años sin verte, amigo.- dijo Hyuga.- ¿En dónde te habías metido?

- Vaya, me recuerdas.- sonrió Ken.- Pensé que la fama había hecho que te olvidaras de mí.

- No digas estupideces.- replicó Hyuga.- Nunca me olvidaría de un gran amigo. Pero en verdad, ¿qué pasó contigo?

- Anduve rodando por ahí, como una moneda.- musitó Ken.- Viviendo en la permanente mala suerte.

- Aun no puedo creer que hayas abandonado todo por una estúpida superstición.- Hyuga sonrió con tristeza.

- No es una estúpida superstición.- replicó Ken.- Ofendí a mis antepasados al desobedecer a mi padre y por eso estoy así.

- ¿Y por qué, si crees que jugar al fútbol es una ofensa de tus antepasados, estás aquí?.- preguntó Hyuga, mordaz.

Ken solo sonrió, para evitar dar una respuesta a algo que evidentemente no tenía respuesta. El partido se reanudó. Tsubasa intentó anotar una y otra vez, pero Ken detuvo todos los tiros.

- Vaya.- sonrió Ishizaki, de manera burlona.- Creo que tu puesto de portero titular está en peligro.

Genzo esbozó una mueca sarcástica. Nadie iba a quitarle su puesto de portero titular. Nadie.

Conforme el entrenamiento avanzaba, la habilidad de los dos porteros iba haciéndose cada vez más evidente. Ken se lucía, más que nada, pero las atajadas de Genzo eran perfectas. A todos les costaba trabajo el decidir quién podría ser el portero titular. Al final, el entrenador Gamo los reunió a todos.

- Lo hicieron muy bien.- comentó Gamo.- Se nota que todos han estado practicando arduamente, aunque ya desde ahora podría decir quiénes serían los titulares.

- ¿Ya tan pronto?.- exclamó Tsubasa, sorprendido.

- Sí, con excepción hecha de los porteros.- respondió Gamo.- Será difícil decidirme por uno.

Taro se acercó a Genzo y le puso una mano sobre la espalda.

- La vas a tener muy difícil.- comentó Taro.- Ken es realmente muy bueno.

- Lo sé.- sonrió Genzo.- Pero eso me agrada, el tener competencia. No sería divertido si me dieran la titularidad tan fácilmente.

Taro sonrió y Ken, quien estaba escuchando cual metiche que es, también lo hizo.

- Será de lo más interesante.- musitó Ken, por lo bajo.- Te acepto el reto.

Y sin embargo, al finalizar el entrenamiento, Genzo no le dirigió la palabra a Ken. Éste, un tanto sorprendido, decidió preguntarle el por qué.

- ¿Ya de repente olvidaste que me conoces?.- preguntó Ken.

- No hablo con aprovechados.- replicó Genzo, secamente.- No me gusta entablar conversación con personas que se aprovechan de la gente para conseguir hospedaje y comida gratis.

- Oye, yo no soy de ésos.- protestó Ken, dolido.

- ¿Ah, entonces te quedó el saco?.- replicó Genzo, mordaz.- Es increíble que haya caído en la trampa de que eras una persona necesitada de ayuda, cuando en realidad solo querías que alguien te mantuviera mientras comenzaban los entrenamientos de la selección.

- Confieso que no debí haberte mentido.- aceptó Ken.- Pero quería conocer tu estilo de juego.

- Y además de todo, espía.- bufó Genzo.- Qué me podía esperar de un vagabundo... Y por cierto, más te vale que te alejes de Paola. Ella se merece algo mejor que un trotamundos embustero.

Y sin decir nada más, Genzo se dio la vuelta y se marchó. Ken se quedó mudo y dejó que Wakabayashi se fuera, ya que él sabía que en parte el otro tenía razón ya que no estuvo del todo bien por parte de Wakashimazu el hecho de no decirle a Genzo que era otro convocado a la selección. (Sonó a trabalenguas XD).

Mientras tanto, en la mansión Wakabayashi, Eriko se paseaba de un lado a otro como perro enjaulado. Mine, el ama de llaves, la contemplaba sin decir nada.

- Ay. señorita Eriko, ya debería de dejar de hacerse tonta.- musitó Mine, con un suspiro.

- ¿De qué hablas, Mine?.- Eriko cortó su paseo incansable y miró a la mujer.

- Pues de Taro Misaki, ¿de quién más?.- respondió Mine.- Se nota que otra vez la volvió a trastornar.

- No sé de qué hablas.- Eriko se hizo la muy digna.- Entre Taro y yo ya no hay nada...

- No dije que entre ustedes hubiese algo.- replicó Mine.- Solo dije que usted lo sigue amando.

Sí, era cierto, Eriko seguía queriendo a Taro. Pero, ¿de qué le servía?

- Es inútil el negarlo.- suspiró Eriko, sentándose a la mesa.- Pero es más inútil el dejar de quererlo...

- ¿Por qué no se lo dice?.- sugirió Mine.- Aun no es tarde...

- Claro que es muy tarde.- contradijo Eriko, muy triste.- Muy seguramente, Taro ya no me ama...

- No diga eso.- replicó Mine.- Eso no es verdad y usted lo sabe. Taro es su langosta.

- ¿Mi qué?.- se sorprendió Eriko.

- Su langosta.- repitió Mine, con una sonrisa.- Las langostas solo eligen una pareja para toda la vida, ¿lo sabía? Y Taro Misaki es su langosta, eso se hizo obvio desde que ustedes se conocieron.

¡Qué tonterías estaba diciendo Mine! Pero Eriko, muy en el fondo, sabía que ella tenía razón. En ese momento sonó el timbre y Mine se levantó a abrir. Era Lily, quien había ido a la mansión Wakabayashi a dejar un paquete para Genzo.

- ¿Quién es, Mine?.- preguntó Eriko, llegando a la entrada.

- Hola, Eriko.- saludó Lily.- Solo vine a dejarle esto a Genzo.

- ¡Hola, Lily!.- saludó Eriko, muy sonriente.- Genzo no está, ¿no sabías que hoy comenzarían los entrenamientos de la selección?

- Sí, sí lo sabía.- asintió Lily.- Es solo que decidí aprovechar que pasaba por aquí para dejarle esto, ya él lo verá cuando pueda.

Eriko pensó en algo. Taro estaría con Genzo en el campo de concentración de la selección...

- ¿Y por qué esperar tanto?.- sonrió Eriko.- ¿Cuándo puedes ir a dejárselo hoy mismo?

- ¿Al campamento?.- Lily se sorprendió.- Pero no creo que me dejen entrar...

- Por supuesto que dejarán entrar a una reconocida actriz ganadora de un Óscar y a la mejor y más joven violinista a nivel mundial.- Eriko no dejó de sonreír.

- ¿Cómo dices?.- exclamó Lily.- ¿Vas a ir conmigo?

- Claro.- asintió Eriko.

Lily sabía que su cuñada tramada algo, pero de momento no le tomó importancia ya que a ella la ayudaría a ver a Genzo. Paola escuchó todo desde las escaleras (miren qué metiche se ha vuelto, ya se parece a Ken XD) y frunció el entrecejo. Ya sabía de antemano que su prima nunca tramaba cosas buenas y pues la tal Lily parecía ser el tipo de chica que seguiría sus locuras...

- ¿Vamos entonces?.- invitó Eriko a Lily.

- No lo sé... .- ella aun dudaba.

- Oh, vamos, yo sé que te mueres de ganas de ver a mi gemelo.- insistió Eriko, insinuante.

Al final, después de una no tan larga labor de convencimiento, Lily aceptó. Ella y Eriko se dirigieron al campo de la selección japonesa. Ya en la entrada, Eriko sedujo con su mirada y sonrisa a los guardias de seguridad, al tiempo que Lily ponía su carita de niña inocente.

- No nos tardaremos.- decía Eriko.- De seguro nos reconocen, yo soy Eriko Wakabayashi y ella es Lily Del Valle y solo queremos ver a mi hermano. ¿Acaso no nos reconocen?

- Claro que sí.- sonrieron los guardias.- Pero aun así no podemos...

- Por favor, solo queremos dejar este paquete...

Después de mucho insistir, Eriko y Lily convencieron a los guardias. Ambas chicas atravesaron los campos y jardines que las separaban de las habitaciones de los jugadores. Pronto, la noche cayó y se hizo oscuro, lo que le dio la ventaja a ambas polizonas. Por su parte, Genzo estaba haciendo coraje en su interior, ya que por alguna mala jugada del destino, él y Ken compartirían la misma habitación.

- Es nuestro destino.- rió Ken, al tiempo que se dejaba caer en su cama.- Seremos buenos compañeros de habitación.

Genzo no dijo nada, solo miró a Ken con enojo.

- Oye, de verdad siento no haberte dicho nada.- comentó Ken.- No sé, temí que si te decía quién era o por qué estaba aquí, no querrías admitirme en tu casa.

- ¿Y por qué motivo me escogiste a mí?.- preguntó Genzo, enojado.- Te hubieras ido con algún otro seleccionado a fregarle la existencia.

- Pero yo quería conocer a uno de los porteros.- replicó Ken.

- Pues ahí está Morisaki.- replicó Genzo.

- Pero él no es tan buen portero como tú.- contradijo Ken.- Ni tampoco tiene una prima tan linda...

- Aléjate de Paola.- amenazó Genzo.

- Ya, no te preocupes.- musitó Ken.- Tienes razón en lo que dijiste: ella se merece a alguien mejor que yo.

Genzo no dijo nada, se sintió un poco mal por Ken. Wakabayashi se dejó caer en la cama y se puso las manos detrás de la cabeza.

- Me gustará competir contigo por el puesto de titular.- comentó Ken, después de un rato.- Me agradará vencerte.

- Ni lo pienses.- replicó Genzo.

Ambos porteros se voltearon a ver y sonrieron. Habían aceptado el reto. De pronto, comenzaron a escucharse muchos ruidos en los pasillos. Genzo y Ken se levantaron y se asomaron a ver lo que ocurría. Ishizaki y Urabe pasaron a todo correr, gritando como idiotas.

- ¿Qué sucede?.- Genzo los detuvo.

- Hay una chica en el campamento.- contestó Ryo.- Y no sabemos en donde se ha metido, pero Aoi la ha visto entrar y dice que está buenísima.

- ¡Quizás es una fan!.- exclamó Urabe.- ¡De ésas que se quieren acostar con los jugadores tan solo porque son famosos!

Genzo puso cara de "hello con tu hello", al tiempo que Ken soltaba una carcajada. Ambos porteros no pudieron contener la curiosidad y siguieron a los otros dos en la búsqueda de la fuente del escándalo. Después de mucho investigar, se pudo comprobar que efectivamente no solo había una chica en el campamento, sino dos, pero nadie sabía en donde estaban. Y sin embargo, nadie era lo suficientemente inteligente como para darse cuenta de que Taro Misaki era el único que no se encontraba presente...

Pero bueno, luego les contaré qué pasó con Taro. Por ahora volvamos con Ken y Genzo. Ambos regresaron a su habitación cuando se cansaron de tanto chismorreo. Sin embargo, al regresar se dieron cuenta de que las luces estaban apagadas.

- ¡Qué raro!.- exclamó Genzo.- Juraría que las dejé encendidas.

- Huele raro aquí.- comentó Ken.- Como a Chanel No. 5.

- ¿No se habrá metido aquí la muchacha?.- preguntó Genzo.

- Quizás.- asintió Ken.- Voy a encender la luz.

- ¡No lo hagan!.- gritó una voz femenina, algo asustada.

Genzo y Ken se quedaron atónitos.

- Qué gay hablaste.- bromeó Ken.

- Si serás idiota.- bufó Genzo.- No fui yo.

- Encenderé la luz.

- ¡NO!

Pero Ken ya había accionado el interruptor, y lo que éste y Genzo vieron fue a Lily... En ropa interior... La chica se tapaba, muy avergonzada, con una almohada.

- ¿Qué haces aquí?.- exclamó Genzo, sorprendido.

- ¡Anda la osa!.- Ken soltó una carcajada.- ¿Qué no es obvio? ¡Vino a seducirte!

- ¡Claro que no!.- protestó Lily, poniéndose muy colorada.

- ¿Y por qué motivo entonces estás aquí en ropa interior?

- ¡Pues porque tropecé con un maldito regador y me empapé toda, y entré a aquí aprovechando que estaba vacía la habitación! ¡Yo ni siquiera sabía que ésta era la habitación de ustedes dos!

- Pues tendrás que irte.- dijo Ken.- No te puedes quedar aquí.

- ¿Estás loco? ¡Estoy en ropa interior!.- protestó Lily, buscando a Genzo con la mirada en busca de ayuda.

- Pues estoy de acuerdo.- dijo Genzo, para gran desgracia de Lily.- Si te encuentran aquí, se armará un gran lío.

Paola había llegado al campamento, pues se decidió ir a seguir al par de locas que habían ido primero que ella. Paola también convenció a los guardias, solo que ella se fue a buscar a Kazuki Sorimachi, el cual encontró en el chismorreo con el resto. De pronto, todos comenzaron a escuchar muchos gritos provenientes del cuarto de Ken y Genzo y hacia allá se dirigieron todos.

- ¡Suéltame, aprovechado!.- escucharon todos que gritaba Lily.- ¡Abusivo!

- ¡Es lo mejor, debemos hacerlo ahora que nadie nos verá!.- gritó Genzo.

Paola enarcó mucho las cejas al escuchar esto, y los demás se quedaron atónitos.

- ¡Suéltame, no quiero hacerlo!.- gritó Lily.

- ¡Pero yo sí!.- replicó Genzo.- ¡Es lo mejor! ¡Ken, ayúdame!

Todos ahogaron un grito al escuchar que Genzo quería que Ken lo ayudara con Lily.

- ¡Entre los dos será mejor!.- gritó Ken.- ¡No podrás con nosotros, Lily!

Paola no pudo más y abrió la puerta. Y se encontró a Genzo y Ken en pantalones deportivos, sin camisa, y a Lily en paños menores...

Notas:

- Lo de la langosta lo dijo Phoebe Buffay (Lisa Kudrow), personaje de la serie de televisión "Friends".

- Jaja, como se dieron cuenta, en este fic Eriko y Lily no son "Rivales por Accidente" XD.

- Chanel No. 5 es el perfume que usa Lily (mi favorito ^^)