Capítulo 8. Corazones tristes.
Paola no podía creer lo que veía. Genzo y Ken estaban sin camisa y Lily estaba en ropa interior, en una habitación que estaba en la semipenumbra.
- ¿Se puede saber qué es lo que estaban haciendo?.- preguntó ella, muy seria.
- Jaja, ¿qué no es obvio?- rió Ishizaki.- Es de lo más evidente...
- No es lo que ustedes se imaginan.- dijo Genzo, tratando de conservarse tranquilo.- Es solo el producto de una serie de increíbles consecuencias...
- Sí, eso es verdad.- apoyó Lily.- De verdad que todo han sido consecuencias...
- ¿Por qué se empeñan en negarlo?.- preguntó Ken, conteniendo una sonrisita.- ¿Qué tiene de malo que todos se enteren que estábamos a punto de hacer un trío?
Genzo, Lily, Paola, y el resto de los metiches miraron a Ken con la boca abierta.
- ¡Eso no es cierto!.- protestaron Genzo y Lily al unísono.
- ¿Qué nos ganamos con negarlo?.- Ken apenas y se podía aguantar la risa.- Ya nos cacharon en la movida...
- ¡Deja de decir mentiras!.- gritaron Genzo y Lily, indignados.
- Esto es inaudito.- comentó Paola, enojada.- Es increíble, nunca pensé que fuese pariente de un cochino pervertido...
- ¡Paola!.- gritó Genzo, enojado.- Eso no es verdad y lo sabes.
- Yo lo único que sé es que te encuentro semidesnudo junto con ese vagabundo y una chica en ropa interior.- Paola se dirigió a los demás.- ¿O ustedes que opinan? Tomen nota del estado en el que se encuentra Lily.
Urabe miró de arriba abajo a Lily, quien se seguía cubriendo con la almohada, aunque ésta no tapaba mucho en sí.
- Muy bien.- comentó Urabe, con voz ronca.
- ¡Oye!.- exclamó Genzo, enojado.- ¡Cuidado con lo que le dices a mi novia!
- ¿Cómo dices?.- preguntó Lily, sorprendida.
- No, que está muy bien que tomemos nota... .- corrigió Urabe, poniéndose colorado.
Paola miró a Ken a los ojos, y a éste se le quitaron los deseos de seguir bromeando...
- Nada de lo que dije es cierto.- comenzó a decir Ken, pero Paola no lo escuchó ya que ella se dio la vuelta y salió a todo correr.
- Buena la hiciste.- gruñó Genzo.
Lily se quería morir. De verdad que todo había resultado en desastre. Lily sí había tropezado con el regador cuando ella y Eriko buscaban la manera de entrar a las habitaciones. Eriko había tenido mejor suerte y consiguió entrar a un cuarto, pero Lily había tropezado con el endemoniado regador y había entrado a secarse al primer cuarto al que pudo entrar... Y de pronto, alguien se apiadó de ella y de los dos pobres porteros que estaban tan apenados como ella.
- Ya es suficiente.- comentó Hikaru Matsuyama.- No sabemos si esto en verdad fue producto de la coincidencia o ellos estaban a punto de tener una orgía, pero sea como fuere, por respeto a la dama debemos retirarnos sin decir nada.
- Matsuyama tiene razón.- comentó Kazuki.- Vámonos ya de aquí.
- Y más nos vale no decirle al entrenador Gamo nada sobre esto.- dijo Tsubasa.- Que quede entre nosotros, no ganamos nada con delatar a nuestros compañeros.
- Muchas gracias.- Lily sonrió de una manera muy especial.- De verdad que ustedes son unos verdaderos caballeros.
Matsuyama, Kazuki y Tsubasa no pudieron evitar el sentirse un tanto avergonzados. Todos los demás estuvieron de acuerdo con sus tres compañeros y comenzaron a marcharse a sus habitaciones. Urabe intentó echarle otro buen vistazo disimulado a Lily, pero Genzo puso una mirada tan acre que el joven desistió de su intento.
- Sálganse ustedes también.- ordenó Lily a Genzo y Ken.
- ¿Qué dices?.- protestó Ken.- Ésta es nuestra habitación.
- Vámonos, Wakashimazu.- le dijo Genzo a Ken, tomándolo por un brazo.
- ¿Pero por qué?.- preguntó Ken, indignado.- Ella es la intrusa.
- Debemos dejar que Lily se vista.- respondió Genzo.- Puedes tomar una de mis playeras para que no te vuelvas a poner la blusa mojada.
- Gracias.- sonrió Lily.
- No tenemos por qué salirnos.- protestó Ken.- Se puede vestir enfrente de nosotros.
Genzo y Lily lo miraron con cara de "hello con tu hello".
- Uh, no aguantan ni una broma... .- gruñó Ken, al tiempo que salía de la habitación.
- Suerte que tuviste que estuviera Ken aquí.- le comentó Genzo a Lily.- Porque si hubiéramos estado solos no te me habrías ido viva.
- Tu prima tiene razón: eres un pervertido.- dijo Lily, con una gran sonrisota que demostraba que no le había molestado en absoluto el comentario.
- Ni siquiera intentes propasarte con mi hermana.- Esta vez fue Ken quien tomó a Genzo por el brazo.
- No soy tu hermana, baboso.- protestó Lily.
- Pues como si lo fueras.- replicó Ken.- Ya vámonos, Wakabayashi.
Ambos porteros salieron, y Lily no pudo evitar el esbozar otra sonrisa.
Ahora sí. ¿Quieren saber qué pasó con Taro? Bueno, pues Eriko consiguió entrar primero a las habitaciones, como ya se los había dicho. La primera habitación a la que la chica entró fue a la que compartían Shun Nitta y Singo Aoi, motivo por el cual este último la había visto entrar. Eriko fue lo suficientemente veloz como para que ninguno de los dos muchachos pudiera darle alcance, pero no lo suficientemente hábil como para evitar que alguien más la viera... Aunque eso no le molestó en lo más mínimo...
- ¿Eriko?.- preguntó Taro Misaki, muy sorprendido.- ¿Qué estás haciendo aquí?
- Vine a... .- Eriko se interrumpió a media frase.
Ella escuchó que alguien iba por el corredor hacia donde ellos estaban. Taro se encontraba parado detrás de la puerta abierta de la que ella supuso que era su habitación, así que Eriko lo empujó hacia dentro y cerró la puerta con llave. La joven escuchó que las voces se perdían por el corredor. No había nadie más en el cuarto que Taro y Eriko. Afortunadamente, Tsubasa había estado entrenando.
- ¿Qué haces aquí?.- Taro repitió la pregunta.
- Vine a verte.- Eriko por fin dio la respuesta completa.
- ¿A mí?.- Taro se sorprendió.
- No, nada más lo dije por decir.- Eriko puso cara de "hello con tu hello".- Por supuesto que vine a verte a ti.
- ¿Y cuál es el motivo de tu visita?.- preguntó Misaki, muy serio.
Eriko lo miró por varios minutos. Él se veía endemoniadamente tierno, con el cabello claro un tanto revuelto, como el de un niño, sus ojos estaban llenos de curiosidad y tenía une ligera media sonrisa que dejaba cuán feliz lo ponía el ver a Eriko. Taro, por su parte, miró a la bellísima chica que estaba parada frente a él, con su suave y brillante cabello negro cayéndole por la espalda, sus ojos oscuros brillantes y levemente humedecidos por las lágrimas...
(En serio, debería dedicarme a escribir cursis novelas románticas. Creo que ganaría más dinero que el que me pagan por ser médico ¬¬).
- ¿Y bien?.- insistió Taro.- ¿Qué haces aquí? Sabes que no puedes entrar como si...
Pero Eriko no lo dejó terminar. Ella se le dejó ir y lo besó apasionadamente. Taro, momentáneamente, se sintió muy sorprendido, pero pronto recordó lo que era besar a Eriko... Ambos cayeron sobre la cama de Tsubasa, sin dejar de besarse y abrazarse y la cosa comenzó a subir de tono...
Obviamente, ninguno de los dos escuchó el escándalo que se hizo por lo de Ken, Lily y Genzo.
Taro comenzó a sentir que si no se detenía iba a llegar a un punto en el que ya no podría controlarse. Pero a Eriko eso no parecía importarle... Y sin embargo, algo lo detuvo a él.
- Basta.- dijo Taro, separándose de Eriko.- Esto no puede seguir.
Él se sorprendió de lo ronca que se escuchó la voz, producto de la pasión que había estado por desbordarse.
- ¿Qué sucede?.- preguntó Eriko, con la voz tan ronca como la de él.
- No podemos seguir.- dijo Taro, levantándose de la cama.
- ¿Por qué no? Sé que lo deseas tanto como yo...
Taro movió la cabeza de un lado a otro.
- No confundas la pasión con el deseo.- murmuró Taro, en voz baja.
Él le dio la espalda a ella. Eriko comprendió el mensaje y se levantó de la cama, acomodándose la ropa.
- Qué lástima... .- murmuró Eriko, triste.- Pero es mi culpa...
Ella se marchó, derrotada. Cuando cerró la puerta, Taro se dejó caer en su cama, apesadumbrado. Peor que el casi dejarse llevar por la pasión fue el descubrir que él aun seguía queriendo a Eriko...
Ella aprovechó el escándalo de los otros tres para salir de las habitaciones sin que nadie la viera y decidió el esperar a Lily en el automóvil, pero su sorpresa fue el encontrarse a Paola sentada a pleno campo de fútbol.
- ¿Qué haces aquí?.- preguntó Eriko a su prima, sorprendida.
- Las seguí.- confesó Paola, con un gruñido.- Y me arrepiento.
- Eso te pasa por ser tan metiche.- suspiró Eriko.- ¿Pero por qué te arrepientes?
- Porque acabo de descubrir que el único hombre que pensé que podría ser diferente a los demás resultó ser un estúpido, como todos los demás...
Eriko no dijo nada. Había escuchado suficientes comentarios de los demás antes de huir como para enterarse de que habían cachado a Ken, Genzo y Lily semidesnudos y en la misma habitación.
- No creo que estés hablando de Genzo.- murmuró Eriko, con suavidad.
- A mi primo nunca se le va a quitar lo idiota.- gruñó Paola.
- Y a ti nunca se te va a quitar lo terca.- replicó Eriko.- Pero dejarías de ser una Wakabayashi.
Paola ya no respondió. En ese momento, para bien o para mal, Lily alcanzó a Paola y a Eriko. La mexicana iba vestida con una de las playeras de Genzo, a la cual le había hecho un nudo a nivel de la cintura dejando descubierto el ombligo, y llevaba aun los pantalones de mezclilla empapados, igual que la blusa que ella traía en la mano.
- ¿Decidiste, de pura casualidad, tomar una ducha vestida?.- preguntó Eriko, con una risita.- Espero que al menos no la hayas tomado sola...
- No, claro que no lo hizo sola.- contestó Paola, muy enojada y levantándose de un brinco.- Me parece que Genzo y ese vagabundo la acompañaron.
Paola echó a andar muy enojada. Eriko y Lily la miraron con cierta sorpresa.
- ¿Es verdad lo que ella dice?.- preguntó Eriko a Lily, algo seria.
- Claro que no.- negó Lily, enfáticamente.- El solo imaginarme a Ken desnudo hace que me entren unas ganas horribles de vomitar, aunque el imaginarme a Genzo desnudo hace que me den cosquillas en una zona de mi cuerpo que no puedo mencionar en voz alta.
- Gracias por decirme que mi hermano gemelo te enciende.- replicó Eriko, haciendo una mueca.- Algo digno de imaginarse...
Eriko y Lily soltaron una carcajada. Lily miró la espalda iracunda de Paola y suspiró.
- ¿Es idea mía o no le agrado a tu prima?.- preguntó Lily a Eriko.
- Paola no suele ser del tipo amable.- respondió Eriko.- Aunque también puede influir el hecho de que no te la han presentado aun...
- Pues espero que sea solo eso... .- musitó Lily.
Pero no era solo eso por lo cual Paola prefería no saber nada de Lily. Había otra cosa involucrada... Mejor dicho, otra persona...
Notas:
- Jaja, ¿han notado que la Wakabayashi que no tolera a Lily en este fic es Paola? XD. Y pues miren que me parece raro hacer que Eriko y Lily se lleven bien...
