Capítulo 9. Conociendo a los Wakabayashi.

Lily, Paola y Eriko regresaban a la mansión Wakabayashi en el más absoluto silencio, el cual era tan denso que Lily tenía ganas de arrojarse del automóvil en movimiento. La causante de tan feo silencio era Paola, quien iba enfurruñada en el asiento trasero.

- Bueno, pues ya puedo decir que lo de esta noche fue un rotundo fracaso.- comentó Eriko, para tratar de cortar el silencio.

- No me digas.- Paola miró a Eriko con tanto odio que ésta optó por no volver a decir nada.

- Lo bueno fue que al menos se entendió que era una confusión... .- comentó Lily.

Paola también la miró feo a ella, pero Lily no se dio cuenta porque había clavado la mirada en el horizonte.

- ¿Por qué no te quedas esta noche con nosotras?.- preguntó Eriko a Lily.- Ya es muy noche y necesitas cambiarte esa ropa mojada cuanto antes.

- Si la que trae puesta no está mojada.- replicó una agria voz desde el asiento trasero.- La camiseta no es de ella, se nota, se la ha de haber prestado su querido Ken.

- Mira, realmente no te conozco del todo bien, pero vuelves a decir algo similar como lo de "mi querido Ken" y me parece que tendré que arrojarte por un barranco.- dijo Lily, sin dejar de mirar por la ventana.

- Ah, vamos, pero si se nota que ustedes están hechos el uno para el otro.- volvió a gritar Paola.- Se nota a leguas que se quieren mucho.

- ¿De quién estás hablando?.- preguntó Lily.- Porque si hablas de tu primo tienes razón, si hablas de Ken estás en un error muy, pero muy grande.

- ¡Cómo no!.- se mofó Paola.- Si de verdad que se nota que no pueden vivir separados.

Iba Lily a contestar cuando Eriko la detuvo con la mirada y un movimiento negativo de cabeza. Ya en la mansión, Eriko le prestó a Lily algo de ropa y ella se metió a darse una ducha.

- Vaya, ya se nos va a hacer costumbre el estar acogiendo vagabundos en la casa.- comentó Paola, sarcástica.

- ¿Qué traes en contra de Lily?.- preguntó Eriko, a quemarropa.- Ella es una chica agradable, ¿por qué te estás comportando así con ella?

- No tengo nada en contra de ella.- negó Paola, enfáticamente.- Solo que creo que es un tanto aprovechada...

- Es solo que estás celosa de ella porque Ken la toma mucho en cuenta.- contradijo Eriko.- Al menos reconócelo.

- No estoy celosa.- dijo Paola, muy enojada.- ¿Qué me puede importar si ese vagabundo quiere estar con ella?

Paola salió tan enojada que por poco rompe un florero que se encontraba en su camino. Eriko suspiró y movió la cabeza de un lado a otro.

- De verdad que las mujeres podemos ser muy tercas.- suspiró ella.

Cuando Lily salió del baño, Eriko quiso saber lo ocurrido en el campamento con Genzo y Ken, cosa que Lily le contó con pelos y señales. Cuando Lily llegó al punto en donde Ken declaró que ellos dos y Genzo estaban por hacer un trío, Eriko no pudo más y se soltó a reír a carcajadas.

- No te rías.- pidió Lily, molesta.- No fue nada gracioso el estar en ropa interior en frente de tantos hombres libidinosos.

- No te puedes quejar, al menos estabas con mi hermano y Ken no está nada mal.- Eriko no podía dejar de reírse.- La suerte que tuviste de verlo sin camisa. Lástima que no estaba ahí...

- Oh, por favor.- interrumpió Lily, con un gesto de asco.- Hablas como si el ver a Ken semidesnudo fuese algo agradable. Por cierto, ¿qué rayos se trae tu prima que anda alucinando con eso de que Ken y yo somos inseparables?

- Está celosa.- suspiró Eriko.- Es solo que no lo quiere reconocer.

- Y anda viendo moros con tranchete en todas partes.- gruñó Lily.- Porque mira que andar creyendo que yo quiero a Ken...

- ¿Me vas a decir que no quieres al que fue como tu hermano ni siquiera un poquito?.- cuestionó Eriko, incrédula.

- No, porque no es mi hermano.- negó Lily.- Solo fue alguien con quien conviví, nada más. Y no, no lo quiero, lo detesto, es odioso y molesto.

- ¿Pero no lo quieres ni tantito? No te la creo...

- Pues créemela.

- De verdad que las mujeres somos tan tercas.- sonrió Eriko.

- Pero más las Wakabayashi.- gruñó Lily.

- Touché...

- Y por cierto: ¿qué pasó contigo? ¿En dónde te metiste?.- quiso saber Lily.

- Uhm... .- Eriko suspiró.- La verdad, fui a buscar a Taro...

- Ya se me hacía que era mucha buena onda de tu parte el querer acompañarme a dejarle el paquete a Genzo.- Lily miró a Eriko con cara de "hello con tu hello".

- Ya, no te pongas así.- pidió Eriko.- El caso es que lo fui a buscar...

- ¿Y lo encontraste?

- ¿Qué si lo encontré? Claro que sí.- Eriko recordó lo que había sucedido con Taro y sonrió.- Y todo iba bien pero...

- ¿Pero?.- cuestionó Lily.

- Es solo que creo que en verdad Taro ya no me ama...

Eriko recordó las palabras que Misaki le había dicho: "No confundas el deseo con la pasión...". En el momento en el que él lo dijo, Eriko no había entendido pero después ella recordó una cosa que Taro el había dicho hacía ya mucho tiempo...

Eriko se había puesto celosa por Azumi Hayakawa. La chica parecía estar muy interesada en Misaki y eso a Eriko la desquiciaba.

- Se nota que se muere por ti.- comentó ella a él.

- Es solo mi amiga.- dijo Taro.- No te pongas celosa.

- ¿Cómo no me voy a poner celosa, cuando te ve con ojos de deseo?.- protestó Eriko, enojada.

- ¿Y te preocupas por eso?.- rió Taro.- Azumi no me desea, solo es una pasión momentánea lo que ella experimenta.

- ¿Qué no es lo mismo?.- Eriko miró a Taro con cara de "hello con tu hello".

- No, porque deseo es cuando quieres estar con alguien a quien amas.- explicó Taro.- Y pasión es cuando solo sientes atracción por alguien.

Entonces, en base a esto, Taro le había dicho a Eriko que él ya no la deseaba... Porque ya no la amaba...

- ¿Estás bien?.- preguntó Lily, trayendo de vuelta a Eriko al presente.

- Claro.- asintió Eriko, no te preocupes.

Más tarde, Lily estaba acostada en la cama de una de las habitaciones de huéspedes, pensando en Genzo. La verdad había sido que él le había gustado desde el momento en que lo vio. Él había ido a una fiesta que había organizado la joven Marie Schneider, la cual había invitado a cuanta gente famosa se encontraba en Hamburgo por esas épocas. La fiesta había resultado una extraña mezcolanza de futbolistas, basquetbolistas, actores y actrices, pintores y músicos. Fue la propia Marie quien había presentado a Genzo y a Lily.

- ¿Qué tal te la estás pasando, Lily?.- preguntó una sonriente Marie, del brazo de un joven de cabellos muy claros y ojos azules.- Te presento a Gino Fernández, mi novio.

- Mucho gusto.- sonrió Gino.

- ¿Tú eres el portero seleccionado de Italia, verdad?.- sonrió Lily.- Es un placer conocerte.

- ¿Entonces sabes de fútbol?.- Marie no se esperaba eso.- No creí que reconocieras a mi novio.

- Me gusta el fútbol.- rió Lily.- Aunque rara vez tengo oportunidad de ir a un partido.

- Bueno, supongo que es por la cantidad de entrenamientos que debes de tener.- comentó Gino.- De lo contrario no me explico como es que es usted tan excelente violinista.

- Le agradezco el comentario.- sonrió Lily.

- Sí, pero con tantas prácticas no te queda tiempo para tener vida social, ¿cierto amiga?.- intervino Marie.- Nunca he sabido que tengas novio, al menos no desde que te conozco.

- Es que no me interesa tener novio.- Lily rió.- Me importa más mi carrera.

- Ah, es que más bien no has conocido al hombre que te haga cambiar de opinión.- Marie esbozó una sonrisa misteriosa.- Pero creo que tengo por ahí al hombre perfecto para ti. Creo que, ahora que lo pienso, ustedes dos podrían congeniar muy bien...

- Eh, no, Marie, no me gustaría que... .- comenzó a decir Lily, pero la alemana la ignoró.

- Espérame aquí, Lily.- pidió Marie.- Gino, mi amor, hazle compañía un rato, por favor.

Gino y Lily vieron a Marie alejarse y se encogieron de hombros. Ambos se pusieron a charlar sobre varios temas y al poco rato Marie volvió del brazo de un hombre alto y muy apuesto, el cual iba vestido completamente de negro y que traía la misma cara de aburrimiento que Lily había tenido momentos antes.

- No, de verdad, Marie, no creo que sea buena idea.- decía el joven.

- Al menos conócela.- pidió Marie.- Solo eso te pido.

- Ah, él tiene tan pocos deseos de conocerme como yo a él.- comentó Lily a Gino.

- Deberás disculpar a Marie.- sonrió Gino.- Le encanta actuar de Cupido.

Marie y el joven llegaron con Gino y Lily, y la alemana hizo las correspondientes presentaciones.

- Genzo, te quiero presentar a Lily Del Valle.- dijo Marie.- Es una gran violinista y una buena amiga mía. Lily, él es Genzo Wakabayashi, el mejor portero de toda Alemania.

- Mucho gusto.- dijo Lily, extendiendo su mano hacia el joven al tiempo que pensaba que era realmente atractivo.

- El gusto es mío.- sonrió Genzo, tomando la mano de Lily y besándola levemente.- Había oído hablar sobre usted. Debo reconocer que jamás pensé que la famosa Lily Del Valle fuese una mujer tan joven... Ni tan bella...

Lily se ruborizó con el comentario, pero le regaló a Genzo una de sus sonrisas especiales.

- Bueno, los dejamos solos, para que se conozcan.- anunció Marie, sonriente, al tiempo que volvía a tomar el brazo de Gino.

Pero ni Lily ni Genzo la escucharon. Ambos estaban muy ocupados el uno con la otra, así que Marie se llevó a Gino de ahí.

- Te apuesto lo que quieras a que hago que esos dos se hagan pareja.- comentó Marie.

- ¿De verdad lo crees?.- cuestionó Gino.

- Sabes que yo tengo buen ojo para eso.- respondió Marie.- Y sé que esos dos harán buena química juntos.

Efectivamente, así fue. Esa noche, Lily y Genzo charlaron sobre miles de temas y mientras más pasaba el tiempo más atraídos se sentían. Sin embargo, al final de la fiesta Genzo no le pidió su número de teléfono a Lily ni tampoco ella se lo dio a él, pero una vez más Marie se encargaba de unirlos. Ella llevó a Genzo al concierto que Lily dio en Hamburgo y después Marie hizo que Lily la acompañara a uno de los partidos de él. Fue así como el amor entre ambos surgiendo, aunque ella se negaba a aceptarlo. Marie le decía que no se comportara como cobarde y que aceptara sus sentimientos, pero Lily no quería... Por supuesto que Genzo nunca quitó el dedo del renglón...

Volviendo al presente, Lily suspiró y se dio vuelta en la cama. Ya habían pasado algunos años desde entonces y Marie tampoco había dejado de insistir...

- Yo sé que tú y Genzo están hechos el uno para la otra.- eran las palabras de Marie.

"Quizás sí lo seamos", pensó Lily, antes de quedarse dormida. A las tres de la mañana, la sed la hizo despertarse y ella decidió bajar a la cocina por un vaso con agua. Lily se sorprendió cuando encontró a Paola sentada a la mesa con un vaso de leche en las manos, con la mirada perdida.

- No creí que hubiese alguien aquí.- comentó Lily.- Solo vine por un poco de agua.

- Está bien.- dijo Paola, sin mirarla.

Lily se sirvió el agua y pensó que Paola no se veía del todo bien. Se preguntó si debía preguntarle qué era lo que le pasaba.

- Creo que no nos han presentado.- comentó Lily, como quien no quiere la cosa.- Soy Lily Del Valle.

- Paola Wakabayashi.- dijo Paola, mirando a Lily por primera vez.

- Mucho gusto.- sonrió Lily. Paola no le devolvió el gesto.

Lily se sentó a la mesa, enfrente de Paola.

- Oye, quería decirte que lo de hace rato en verdad fue un accidente.- dijo Lily, después de un largo rato de silencio.- Yo solo quería entregarle el paquete pero tropecé con el maldito regador y me empapé y yo entré a la habitación para poder secarme, yo ni siquiera sabía que ése era el cuarto de ellos dos... Y los desgraciados querían que me saliera al corredor en ropa interior... Ya lo demás fue un completo desastre, pero créeme que en serio no iba a hacer nada con Genzo, mucho menos con Ken.

Paola miró a Lily a los ojos, ésta se veía tan sincera que la Wakabayashi estuvo a punto de creerle.

- O sea, te voy a ser sincera, me gusta tu primo y si hubiéramos estado solos quizás sí nos habríamos portado mal, pero con Ken nunca haría nada de eso, él no me gusta para nada, ni siquiera me agrada.

- Pero él y tú se tratan con mucha familiaridad.- objetó Paola.

- Claro, eso es porque vivimos como familia mucho tiempo.- aclaró Lily.- Pero Ken no me agrada, es como el pariente fastidioso que preferirías no tener.

- Sé lo que es eso.- sonrió Paola.- Me siento igual con respecto a Genzo...

- Pues entonces sabes como es eso.- dijo Lily.

- Supongo que sí...

Paola tomó un poco de leche mientras pensaba en lo que Lily le había dicho. Entonces, Ken la trataba tan bien solo porque habían vivido juntos...

- No sé sinceramente por qué me interesa.- comentó Paola.- ¿Pero qué era lo que ibas a darle a Genzo?

Lily rió por largo rato.

- Si te lo digo, Genzo me cuelga.- dijo ella, al fin.

- Naaa, ¿qué pudiste haberle enviado? ¿Un cerebro nuevo?.- se burló Paola.

- Si serás malvada.- gruñó Lily.

Ambas se miraron y después comenzaron a reír.

Notas:

- Como que quería hacer que este fic fuese algo parejo entre las tres parejas que planeé: Lily y Genzo, Ken y Paola, Taro y Eriko, pero sabe por qué me está gustando más para que sea un Paola-Ken. Aunque detesto a Ken con toda mi alma (ya me conocen), se me hace muy fácil escribir sobre Paola y Ken, esta pareja sí me inspira, no como Tsubasa y Sanae, que me hicieron sudar la gota gorda en "Nueve meses".