En la oficina del Hokage se veían cosas raras y se decidían cosas terribles. Pero no era común que se vieran cosas como estas. Cuatro genin de rodillas y medios estrangulados, y uno de ellos desmayado.
- Naruto, sabes que esta pasando?
- Ni idea Shikamaru, y tu?
- Si supiera no estaría preguntando no crees?
Ante el ridículo dialogo la pelirosa no pudo evitar voltear los ojos
- Valla, son buenos henge – mientras pinchaba la mejilla de la pelirosa y luego la de la peliazul, quien parecía estar hirviendo - No creas que te voy a tocar, imitador de Sasuke
- Mmhhhhmm
- Mira Shikamaru, hasta imita sus gruñidos….. lo reconozco buen trabajo.
- Naruto, la Sakura quiere hablar
- Déjala veamos que misión le dieron
- No es una misión lo que paso fue que…
Y de ahí Sakura comenzó a contar lo que les había pasado en la ultima hora. Cuando termino, los dos adultos se miraron con cara de "eso puede pasar" y "no lo se". Naruto, camino hacia su escritorio y tomo el teléfono y apretó uno de los botones.
- Habla el hokage, puedes decirle a Ino Yamanaka que venga a la oficina, dígale que es urgente…. Gracias
Sakura no lo entendía. Porque llamar a Ino? Acaso ella podía reconocerla mejor que él, que era su compañero de equipo?
- Bien pensado Naruto, que Ino les lea la mente y después se los entregamos a Ibiki
Con eso se produjeron dos reacciones. Una de los chicos, miedo o terror de solo recordar al temible instructor del examen chunin y la otra, más tranquila, de Naruto, al darse cuenta de algo.
- Sabes Shikamaru, hay otra forma de saber si están o no mintiendo… Libera la mano derecha de mi imitador.
Tras cumplir la orden, la mano del imitador colgaba a su lado, mientras seguía inconsciente. El hokage tomo la mano, cerro su puño y la hizo chocar con su propio puño. De inmediato Naruto se encontró en la ya casi olvidada alcantarilla y en forma automática se acercó a la jaula desde la que se escuchaba una ruidosa respiración.
- Esto es increíble e imposible.
- Quien eres humano? – una voz profunda y animal se escuchó, mientras una cara naranja y peluda se acercaba a los barrotes
- Ku-kurama?
El zorro enjaulado miro desconfiado al hombre joven tan diferente y tan igual a la vez al niño que era su carcelero
- Como sabes mi nombre
- Yo se lo dije – la misma voz se escuchó, pero en vez de salir desde adentro de la jaula, se vino desde atrás de Naruto, libre.
