Capítulo 12. La Decisión.

El campamento estaba en silencio. Todos dormían, bueno, casi todos... Ken estaba acostado en su cama, sintiéndose chinche. Genzo Wakabayashi le había quitado al final el puesto de portero titular. Paola Wakabayashi lo había rechazado. Los Wakabayashi lo habían arruinado...

Bueno, no, eso era demasiado. No lo habían arruinado, pero sí le habían dado dos golpes bastante duros...

"No sé que estoy haciendo aquí", pensó Ken, mirando el techo de la habitación. "De nada sirvió mi esfuerzo... Fue una tontería el creer que un vagabundo como yo pudiera ganarle al gran Genzo Wakabayashi... No es nada justo".

Ken se encontraba con esos sentimientos de inferioridad, y mientras más trataba de sacárselos de la mente, más se le metían...

Hyuga había hecho todo lo posible para animarlo. Le había dicho que aunque Wakabayashi había ganado la titularidad, no sería algo permanente y que en cualquier momento Ken podría quitársela, y también le dijo que no se preocupara por Paola, pero Ken no lo escuchaba... Él solo sabía que había fracasado en todo lo que se había propuesto...

Ken recordó la noche en que entraron a robar al dojo. El padre de Ken estaba hospitalizado por la neumonía, y la policía había interrogado arduamente a los señores Del Valle, a los cuales aun no se les pasaba el susto. Ken se había subido a la azotea, para tratar de analizar los hechos ocurridos en los últimos días. La desgracia se cernía sobre ellos y las cosas iban empeorando...

- Creí que solo yo tenía la costumbre de subirme a la azotea a aullarle a la Luna.- comentó Lily, sentándose a un lado de é.

- Todo esto fue mi culpa.- comentó Ken, sin dejar de mirar hacia el astro brillante que los miraba desde el cielo.

- Claro que no lo fue.- replicó Lily.- No es tu culpa que los ladrones hayan conseguido romper todos los candados. Además, estamos bien, que es lo que importa.

- Pudimos haber muerto.- replicó Ken.

- Pero no fue así, no nos hicieron nada.- contradijo Lily.- Creo que te lo estás tomando demasiado en serio, nada de esto fue tu culpa.

- Claro que lo es.- gritó Ken.- ¡Todo lo que nos ha pasado ha sido nuestra culpa!

- Bueno, pues entonces si crees que todo esto ha sido tu culpa, ¿qué vas a hacer para corregirlo?.- gritó Lily.

- Ya lo verás.- respondió Ken, de manera terminante.

Lily se arrepentiría de haber dicho esas palabras, ya que Ken se marchó esa misma noche. El joven había sufrido mucho para tratar de salir adelante él solo... Había intentado refugiarse con sus amigos del Toho, pero pronto la desgracia también cayó sobre ellos... Así que Ken optó por alejarse de ellos...

"Pensé que podría empezar de nuevo", pensó Ken. "Creí que ya había pagado por la deshonra a mis antepasados, pero veo que estoy equivocado...".

Sí, Ken estaba equivocado, porque no se había dado cuenta de que su suerte sí había cambiado para bien, pero no de la manera en como él se esperaba...

A la mañana siguiente, Hyuga despertó y encontró vacía la cama de Ken. En un principio, Kojiro pensó que el portero había bajado a entrenarse muy temprano, por lo que no se preocupó, sin embargo, el entrenador Gamo apareció a la hora del desayuno con una carta en las manos...

- Debo anunciarles algo.- dijo Gamo.- Wakashimazu ha abandonado la selección.

Todos, incluyendo Genzo, se quedaron con a boca abierta.

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Lily estaba afinando a Cridhe, su stradivarius, cuando alguien tocó al timbre de su apartamento. Ella se sorprendió, ya que era muy temprano para que alguien fuese a buscarla tan temprano, pero se sorprendió aun más cuando se enteró de que se trataba de Ken.

- ¿Qué haces aquí?.- preguntó Lily, sorprendida.- ¿No deberías de estar en el campamento?

- Vine a despedirme.- anunció Ken.- Renuncié.

- ¿Qué hiciste qué?.- gritó ella.- ¿Te volviste loco?

- No.- negó Ken.- Ya no tengo nada qué hacer ahora que Genzo me ha quitado la titularidad.

- ¿Genzo tiene el puesto titular?.- Lily sonrió, emocionada.- ¡Qué emoción!

- Claro, ahora tú te emocionas por eso. ¿Qué me podía esperar?.- gruñó Ken.

- Oye, ambos son buenos, lo reconozco, ero uno tenía que ganar.- replicó Lily.- Y no puedo evitar el emocionarme. Además, eso no es el fin del mundo. Aunque seas el portero suplente, no es nada denigrante. Deberías sentirte orgulloso de ser seleccionado de tu país.

- Tú no entiendes lo que es dar lo mejor de ti y que al final seas desplazado por un maldito ricachón mimado.- protestó Ken.

Lily se acercó a Ken y le dio una bofetada.

- No te atrevas a hablar así de Genzo.- le espetó.- Tú no sabes cuánto se ha esforzado y por cuánto ha tenido que pasar para llegar hasta donde está. Y no lo llames madito ricachón, él no le pagó a Gamo para que lo hiciera titular.

Ken se frotó la mejilla adolorida y contempló a la enojada chica por varios segundos.

- Vaya que Genzo tiene suerte de tener a alguien que lo quiera y lo defienda de esa manera.- sonrió Ken.- Espero que él sepa valorarlo.

- Yo no lo quiero.- negó Lily, poniéndose muy colorada.

- Ya, no lo niegues más.- cortó Ken.- Al menos espero que se le confieses para que su vida sea perfecta.

- ¿Sigues con eso?.- Lily hizo una mueca.- Entiende bien que las cosas no te caen del cielo ni en bandeja de plata. Tienes que luchar por lo que quieres, pero no puedes esperar que todo te salga bien a la primera ni tampoco por eso te puedes dejar caer. Lo que tienes que hacer es seguir luchando hasta que consigas lo que quieres o morir en el intento, pero no huir como cobarde cuando las cosas no te funcionen al primer intento.

- No estoy huyendo.- protestó Ken.- Solo me alejo para evitar que...

- ¿Qué la mala suerte alcance a tus seres queridos? ¡Por favor, ya deja de poner ese pretexto idiota para cubrir tu cobardía!.- gritó Lily.- No ganas nada con huir, ya te lo dije.

- ¿No me dijiste hace tiempo que debía hacer algo para corregir los errores que yo había cometido?.- replicó Ken.

- Sí, eso dije, pero no era para que te marcharas así de la casa.- protestó Lily.- ¿Sabes cuánto nos preocupamos por ti? Tu padre casi muere de la tristeza...

- Mi padre... .- musitó Ken.- Creo de que es hora de que vuelva a su lado...

- ¿Vas a ir a verlo?.- preguntó Lily.- ¿No crees que podrías esperar a que salieras del campamento?

Ken no le contestó, solo sonrió y después le dio un beso en la mejilla a Lily.

- Aunque nunca me lo creíste, en verdad te quiero como a mi hermana.- sonrió Ken.- Cuídate, pequeña.

Tras lo cual el portero salió del departamento y se marchó. Lily ya no intentó detenerlo, se dio cuenta de que Ken necesitaba encontrarse a él mismo...

Mientras tanto, en el campamento Genzo y Yuzo se esforzaban al máximo. Con la huida de Ken, ahora Morisaki se convertiría en el segundo suplente y tendría que estar preparado en el caso de que Genzo no pudiera continuar en el partido contra Alemania, cosa que estaba muy cerca de suceder. Las muñecas de Genzo no parecían mejorar, todo lo contrario, pero aun así él se negaba a ir con el Dr. Tarso.

- Ya tienes la titularidad.- le dijo Tsubasa.- Deberías ir a que te revisen.

- Estoy bien.- negó Genzo.- De verdad. Lo que no entiendo es por qué Ken tuvo que irse así como así...

- Creo que no toleró la derrota.- musitó Tsubasa.

- Qué mal perdedor.- Genzo movió la cabeza de un lado a otro.

Gamo estaba enojado. Se le parecía increíble el que Ken hubiese abandonado la Selección solo porque no había ganado la titularidad... Y le preocupaba el partido contra Alemania. Suerte que aun contaban con Genzo.

- Wakabayashi podrá detener a los alemanes.- dijo Gamo.- Mientras él esté, no tendré por qué preocuparme por nada... Excepto por patearle a Ken el trasero cuando lo vuelva a ver...

Lástima que él no sabía que Genzo estaba lastimado...

Taro estaba preocupado por algo más que el partido. No podía dejar de pensar en Eriko. El muchacho estaba más que enojado porque Eriko había intentado seducirlo, pero más enojado estaba consigo mismo por permitir que casi sucediera... Eso solo podía significar que aun seguía perdidamente enamorado de ella...

- No sé por qué me sorprendo.- musitó Taro, para sí mismo.- Es algo que ya sabía...

La cosa sería en qué iba a hacer ahora. No entendía el por qué Eriko había ido al campamento a buscarlo con el fin de seducirlo... Quizás tendría que ir a hablar con Genzo directamente.

- Wakabayashi, tengo algo que decirte.- dijo un aturdido y algo temeroso Misaki.

- ¿Sobre qué?.- preguntó Genzo, algo distraído.

- Sobre Eriko y lo que ella vino a hacer aquí la otra noche...

Taro le contó a Genzo lo sucedido, omitiendo algunos detalles que por privacidad optó por no decir. Genzo miraba a su amigo con expresión inescrutable.

- Y eso es todo.- concluyó Misaki, más temeroso que al principio.

- Ya me lo imaginaba.- suspiró Genzo.- No habría otra razón por la cual Eriko querría venir a aquí... ¿Y bien?

- ¿Y bien qué?.- preguntó Taro.

- ¿Aun la quieres?

- Sabes que sí.

- ¿Y qué harás?

- Eso depende de lo que ella sienta.- suspiró Taro.- Pero creo que si una vez me rechazo por su carrera, me rechazará una segunda.

- Sí, eso puede ocurrir.- admitió Genzo.- Al menos que mi hermana algún día deje de ser una Wakabayashi y de actuar como idiota para darse cuenta de que también te quiere y así puedan estar juntos.

- Creo que eso es pedir demasiado.- suspiró Taro.

- Lo sé.- asintió Genzo.

Y mientras los dos amigos charlaban sobre Eriko, ésta recibía una llamada de su agente, para filmar una película en Inglaterra. El guión era una chafez, pero el papel era muy bueno, o al menos así aparentaba ser. Eriko ya había leído el guión días antes y le había llamado la atención.

- Si aceptas, necesitarías estar en Inglaterra en dos semanas.- dijo el agente.- ¿Aceptas o no?

- ¡Claro que acepto!.- exclamó Eriko, emocionada.- ¡Será un gran impulso para mi carrera!

El agente dijo que haría que le enviaran los términos del contrato por faz. Eriko colgó, muy emocionada, y volvió a tomar el guión para releerlo y empezar a memorizar los diálogos. Sin embargo, de entre las hojas del guión una fotografía de Taro Misaki que quién sabe cómo rayos había llegado ahí. Eriko la tomó, y al verla se le esfumó de inmediato la sensación de euforia...

Por su parte, Paola recibió una llamada de Lily. La chica, como era de esperarse, se sorprendió bastante.

- ¿Lily?.- preguntó Paola.- ¿Le pasó algo a Genzo?

En otras circunstancias, Lily se habría reído de la preocupación que escuchó en la voz de Paola, pero era una situación urgente...

- No, no le pasó nada a Genzo, creo.- respondió Lily.- Sino a Ken...

Paola se levantó del sillón en el que estaba sentada de un brinco.

Notas:

- Va, un capítulo más o quizás dos.