ROLLITOS DE CANELA

Soñar que el amor de tu vida te ama, es lo mejor. Despertar y ver que no es un sueño es aun mejor. Eso pensaba Hinata genin mientras veía a la otra Hinata limpiar las cosa que habían quedado después del desayuno de los dos mayores. Claro ella ya estaba despierta cuando ellos bajaron pero ella fue incapaz de bajar también…. Quería evitar su versión tomate o los desmayos lo más que pudiera para poder disfrutar de todo lo que veía y eso significaba esperar hasta el Naruto hokage se fuera.

- Buenos días Hinata.

- Buenos días Hinata. Como dormiste?, quieres algo para desayunar?

- U-unos rollitos de canela tal vez.

- Jejeje hay cosa que nunca cambian.

Mientras la mayor preparaba las cosas para desayunar, la menor le pidió permiso para tomar uno de los álbumes fotográficos. Fotos de Naruto y ella en sus tiempos de la academia, de ellos tomados de las manos, de ella embarazada. de ella con un bultito de pelo amarillo y otra de ella con un bultito de pelo azulado... Sus hijos. No podía quitar los ojos de ellos y cuando lo hacia los buscaba en la siguiente fotografía que encontraba, y nueva foto provocaba más alegría en la genin. Pero desconocía que faltaban algunas. Hinata había escondido las fotos de Neji, no quería aun contarle la verdad, para que opacarle a la pequeña este momento de felicidad?

Desde la cocina la mayor la miraba recorrer las fotos y en su cara se ve una mezcla de incredibilidad y esperanza, lágrimas de alegría corrían por sus mejillas, también sorpresa al ver aquellas fotos donde habían mayores muestras de cariño seguida por el ineludible enrojecimiento de la cara. Con un evidente temblor en las manos, la pequeña Hinata tomó la foto enmarcada del día de su boda. Lagrimas corrían por su cara mientras veía lo guapo que ambos estaban y lo felices que se veían. Con su dedo índice recorría la cara de Naruto, como queriendo grabar ese nuevo rostro. La siguiente foto enmarcada era una donde estaban todos juntos.

- Esos son Boruto y Himawari…. Nuestros hijos – Dijo la mayor, mientras se sentaba a su lado.

- Es en el cuarto de ella desperté hoy cierto? – mientras tocaba su rostro.

- Si. Y Naruto está en el Boruto.

- Y donde están ellos.

- Bueno. Boruto está con su equipo y Himawari esta con Hanabi, en el clan. Ayer estaba con ella cuando ustedes llegaron, así que le pedí que la cuidara por la noche y que trajera hoy.

Tal como si fueran una invocación, las dos llegaron a la puerta de la casa, entrando como un relámpago para encontrar a Hinata.

- Mamá estas bien, estaba tan asustada – abrazando su cintura y pareciendo que no la quería soltar.

- Hermana, estas bien? – Hanabi le tomaba la cara para mirarla y ver que estuviera sana.

- Estoy bien, no me ha pasado nada – le dijo a su hija mientras le acariciaba la cabeza - Porque has pensado …..

- Quien es ella mama?

Recién entonces Hanabi vio a ala Hinata menor y claro la reconoció de inmediato. Su mirada iba de una Hinata a la otra , mientras Himawari no entendí que pasaba.

- Siéntense por favor, les voy a dar rollitos de canelas para todas

Al volver de la cocina, las dos Hinatas quedaron sentadas frente a tía y sobrina y para eludir el silencio comenzaron a comer sus rollitos. Era raro para Hanabi esa imagen espejo distorsionada por el tiempo, los mismos movimientos, los mismos gestos de placer al meterse un pedacito casi igual a la boca.

- Quien es ella mama? Es una tía que no conozco?

Eso provoco que las otras tres casi se atragantaran con la comida mientras imaginaban al siempre recto Hiashi Hyuga con hijos fuera del matrimonio. Variaciones de esa misma idea cruzo por la mente de las tres mayores. Y resulto en varios pedacitos volando sobre la mesa, mientras las tres tosían para despejar sus gargantas.

- Di-disculpen.

- Perdón.

- Lo lo siento.

- Creo que pensamos lo mismo – dijo la Uzuamki. Como resultado las dos mayores rieron como solo podían hacerlo cuando estaban en la casa Uzumaki – Ahora dime Hanabi, porque pensaste que me había pasado algo.

Y así la mencionada saco entre sus mangas una copia del matutino de Konoha, mostrando el titular y las fotos que la mostraba a la versión menor d edad de ella y sus amigos caminando por las calles de la aldea.

- Bueno, creo que se perdió la seguridad del secreto, ven voy a decirte lo que sabemos hasta ahora- y le conto lo que hasta ahora había pasado con los viajeros del tiempo.

Mientras las hermanas hablaban en la cocina, Himawari hablaba, o traba de hacerlo, con la Hinata menor.

- Tienes los ojos como mama y la tía, así que debes ser una Hyuga pero no sabía que habían mas niñas casi de mi edad en el clan.

- Bueno yo si soy Hyuga, pero, tu mama y yo…..

- Yo me llamo Himawari y tengo 10 años. Cómo te llamas?

La menor buscaba desesperadamente a la mayor para que le ayudara con Hima.

- Cariño, sé que es difícil de entender pero ella soy yo cuando tenía 12 años.

La menor miro a su madre un par de veces, miro a la otra Hinata y lanzo a abrazarla – Mamá! Eres tan linda, yo quiero ser igual que tu!

Fue en ese momento que el segundo viajero hacia su entrada al comedor, todavía adormilado por eso no alcanzo a reaccionar al pequeño torbellino que se le tiro encima gritando PAPÁ!

Lo que tampoco alcanzo a registrar fue la rápida ráfaga de miedo que sufrió Kumara en su interior.

- No amor, él no es tu papá., es Naruto de 12 años. Siéntate conmigo Hima, y tu – diciéndole al genin- siéntate con ella. Te traeré desayuno.

Pero como buena niña que era, Himawari no podía estar quieta, rápidamente fue a sentarse en las piernas de Naruto, quien al no estar nada acostumbrado a las muestras de cariño y menos los de una niña estaba increíblemente nervioso con la niña sentada en sus piernas.

- Papi, no tienes cara de gruñón como mi papi – decía mientras tocaba su cara recorriéndola con sus dedos. Naruto estaba tan complicado siendo inspeccionado por su "hija" que no notaba que en su interior Kurama se veía igual que un gato asustado…. Engrifado completamente con el pelo de su lomo totalmente erizado, las orejas paradas y las nueve colas como plumeros. Si alguien le hubiera hablado en ese momento seguro mandaba zarpazos.

- Y tu mami eres muy linda, seguro papa ya ha visto lo linda que eres y esta enamorado de ti- Dijo mientras cambiaba de piernas sobre las que sentarse. La reacción no se hizo esperar y Hinata comenzó a ponerse roja, mientras Naruto no para de mirar a una y a otra viendo lo que se parecían y viendo también que la pequeña tenia alguno de sus rasgos, como los ojos y los bigotes en la cara. Un pequeño calor comenzó a sentir que abrazaba su corazón.

La conversación fue interrumpida por el sonar del timbre de la casa. Hinata fue a abrir la puerta y se escucharon pasos seguros acercándose al comedor

- Hola Naruto, Hinata – ahí se encontraba el Sexto, por detrás paso Hinata rumbo a la cocina, para preparar el te que sabía le gustaba al sensei de su marido-

- Kakashi sensei! – La alegría de Naruto era clara. Él sabría cómo arreglar todo este embrollo.

Lo que los dos menores no esperaban era la reacción de Hima. Ella rápidamente se levantó de las piernas de su mini mama y corrió hacia el recién llegado.

- Abuelo Kakashi! – y salto para ser agarrada en el aire por este – has venido a verme? Me trajiste algo de regala? El abuelo cejotas también vino?

- No pequeña, esta vez solo he venido a verlos a ellos – pero al ver la cara de tristeza de la niña - pero, como eres mi nieta favorita te voy a dejar hace lo que siempre me preguntas si puedes hacer.

Desde la cocina se escuchó como un gran crash de platos rotos y una incrédula Hinata salía de ella, tapándose la cara para esconder su sorpresa. Hanabi por su parte estaba, había quedado con el ultimo pedacito de rollito a medio camino, y aun con la boca abierta lista para comérselo comenzó a girar lentamente la cara para ver al Sexto.

- De verdad? – como respuesta el ninja que copiaba solo afirmo con la cabeza mientras se giraba para darle la espalda a los demás.

Desde donde estaba Naruto pudo ver como Hima acercaba sus manos a la cara de Kakashi y le bajaba la máscara. Ella había hecho lo que ni su equipo, y seguro ningún otro ninja, había visto el verdadero rostro de Kakashi.

- Eres lindo, más lindo que papi – dijo inocentemente la niña, sin saber de su proeza, para luego volver a ponerla.

- Y no tenía otra mascara – le dijo a Naruto con claras ganas de burlarse de él.

El estupor de la sala (incluso Hinata menor sabia del interés universal por bajarle la máscara al sensei) se interrumpió al recibir la llamada de Naruto, quien les aviso de lo que pasaría en el campo 7.