ABANICO
En el camino a casa de los Uchiha, el ánimo era muy diferente según a quien veías. La genin iba como caminando en las nubes, feliz. El joven genin iba molesto por haber sido superado pero también sorprendido de lo fuerte y linda que se había vuelto Sakura, cosas que jamas nunca iba a reconocer. Además estaba el hecho de que Naruto se había hecho muy fuerte, y eso también le molestaba. La pareja por otro lado iban tranquilos, mirando a los dos menores y pensando que iban a hacer con ellos
- Vamos a casa, ahí descansaran un poco y aprovecho de revisar sus heridas
Doble "mhm" fue la respuesta y una sonrisa de la Sakura menor.
Cuando llegaron a su casa, Sakura mayor arrastro a la menor a su dormitorio con la excusa de que tenía que cambiarse.
- Porque me trajiste? Me puede quedar con ellos
- No, no han tenido tiempo de hablar. Además nosotras vamos a salir así que hay que prepararse.
En el comedor el silencio se estaba poniendo pesado, hasta que el mayor dijo:
- Bueno, habla….. y sin hmh por favor
- Que paso?
- Que paso con qué?
- Ehmh – respondió el menor, señalando con la mirada el brazo faltante.
- Una pelea con Naruto, la más grande y la última que tuvimos
- Tuvieron mas?
- Si, varias. Pero esa fue la más grande. Peleamos hasta que casi nos quedamos sin chacra…. Al final usamos nuestras más fuertes técnicas…. Y ya ves
- Y perdiste. El tiene sus dos brazos, lo vi.
- No. Ese es un brazo implantado, cortesía de la Quinta – al ver la cara del menor continuo – También había uno para mí pero yo no quise.
Ante la cara de incredulidad continuo – Yo no acepte porque no me lo merecía, aun no me lo merezco. Cometí muchos errores. Huí con Orochimaru, deserte de la aldea, mate a mucha gente y muchas más murieron como consecuencia de mis actos. Aunque el peor de mis actos fue tratar de matarla – dijo mirando la escalera – aún no sé cómo aun me amaba y como fue capaz de perdonarme.
- Porque fuiste con Orochimaru?
- Por que eres un estúpido.
- Ey
- Bueno, somos los dos unos estúpidos. Quieres poder, quería poder para matar a Itachi. Quieres romper todos tus lazos porque crees que así te harás más fuerte y lograras tu venganza?. Te tengo noticias, es alreves y Naruto es la evidencia. Yo pelaba por mí, él peleaba por todos, suficiente diferencia. Tuvimos esa pelea al final de la guerra, estábamos igualados, pero el llevaba dos días peleando. Yo solo había corrido de aquí para allá, en búsqueda de mi venganza – dijo haciendo la señal de comillas con los dedos- Y aun así estábamos igualados.
- Que tan fuerte es?
- Quien, Naruto? Realmente no lo sé. Creo no equivocarme al decir que es el más fuerte del mundo.
- Y ella? - Mirando hacia las escaleras
- Yo diría que la mitad o quizás tres cuartos de lo fuerte que soy yo
- Y entonces porque te gano?
- No pelee con todas mis fuerzas.
- Pero aun así te gano
- No siempre gana el más fuerte, a veces el más débil es el más inteligente en formular la pelea. Y en este caso fue ella, las dos en realidad.
- Conmigo también?
- No, me refería a Hinata. Ella también gano porque fue más inteligente que Naruto.
- Lo cual no es tan difícil.
Sonriendo mínimamente – Es Cierto.
- Que paso con Itachi?
- Lo maté – respondió el mayor mientras veía una pequeña sonrisa en la cara del menor – Lo mate pero descubrí que él no era el culpable…..
- Como? Pero si lo vi! Hable con él, él me lo dijo…. Me lo mostró!
- Todo es cierto, pero también descubriste que el solo era la mano ejecutora, había más de uno detrás de la masacre – Dijo perdiendo su mirada – Tal vez si lo hubiera sabido antes hubiera podido hacer algo, estaría vivo.
- No - interrumpió Sakura mayor – lo sabes, estaba muriendo y nada se podía hacer.
- Pero…
- Nada. No había nada que pudieras hacer y deja de culparte, ya lo hemos hablado – dijo tajantemente Sakura - Nosotras vamos a salir.
Cuando las dos Sakuras se retiraron, el Sasuke menor pudo ver que en la menor la ropa llevaba el abanico Uchiha….. no supo definir que sentía pero le gustaba era como una llama que comenzaba a nacer en su interior.
- Espero que no le estés mirando el trasero a mi esposa –bueno tenia que tenia que reconocer que la mayor tenia un trasero bien …. llamativo, y la menor, muy a su pesar, también - Tienes a tu propia Sakura a quien mirar.
- Que? No yo no – colocándose rojo tomate, quizás por primera vez en su vida- la verdad es que miraba la espalda de Sakura.
- Si, entiendo lo que dices. A veces ni yo creo la suerte que tuve.
- Suerte?
- Si, suerte. Después de la guerra debieron encarcelarme, quizás hasta matarme por todo lo que había hecho. Pero Kakashi y Sakura pero principalmente Naruto intercedieron por mí. Y cuando fui libre en vez de quedarme, volví a escapar, con la excusa de un viaje de redención. Por lo menos ha sido bueno para la seguridad de la aldea. Pero abandone la aldea mucho tiempo. Un tiempo que ella me siguió esperando, cuando ella era famosa, exitosa, respetada y muy bella. Por lo que sé Kakashi y Naruto se mantuvieron muy ocupados espantándole pretendientes.
Se levantó porque todo era un tema que cargaba en su conciencia, y caminar la alivianaba un poco.
- Cuando volví, ahí estaba ella, increíblemente bella y aun esperándome. Pero traía malas noticias. El enemigo que habíamos vencido no estaba totalmente derrotado y parecía reorganizarse. Así que dije que volvería a irme, pero ella me dio un ultimátum. O me iba con ella o no volvía a verla. Como abras visto no es muy seguro llevarle la contra. Así que nos fuimos juntos. No te voy a contar todo pero durante esa misión nos casamos y nació nuestra hija.
- Creo, creo que es demasiada información. Tengo que ir a descansar – y se fue al sofá donde había dormido la noche anterior.
Mientras, se escuchó al mayor decir "Cerezo sangriento", con una sonrisa recordando lo sucedido en ese viaje.
Al poco rato el menor estaba casi dormido, cuando se escuchó la puerta abrirse.
- Hola llegue.
- Hola princesa, aquí en la cocina.
Rápidos y ligeros pasos se escucharon. Sarada había llegado y al encontrar a su padre, le dio un gran y ruidoso beso, para luego abrir la nevera y sacar agua helada.
- El idiota de Boruto lo volvió a hacer, puso en – y al girarse encontró a su vista a su padre aun sentado en la cocina y a un joven Sasuke sentado en el sofá mirándola con curiosidad
- Papá? – le dijo al mayor luego miro al menor.
Sarada miraba a su padre genin sin parpadear y acomodándose los lentes, mientras escuchaba la explicación del mayor sobre la presencia del menor en la casa.
- Con razón mamá estuvo siempre enamorada de ti, eras demasiado guapo.
- Como que eras? Sigo siendo guapo – dijo el mayor molesto.
- No papá, tu eres lindo porque eres mi padre. Él es de verdad guapo, yo lo miraría en la calle.
El genin miraba esta escena entre extrañado y divertido. Extrañado porque no se imaginaba a si mismo hablándole así a sus padres, pero divertido pues era evidente que la niña había sacado el temperamento de Sakura, decía lo que se le pasaba por la cabeza.
El adulto por otra parte casi sufrió un infarto.
- Como que lo mirarías en la calle. Eres muy niña para eso.
- Papa, que crees que hacemos con las chicas cuando salimos a pasar sin los chicos. Hablamos, comemos y miramos chicos, no necesariamente en ese orden – con una sonrisa digna de Uchiha pero con algo de la coquetería Haruro. "Maldición, esta niña me va a dar muchos dolores de cabeza, y pronto"
Para el genin esto era toda una experiencia. Si bien él había tenido una familia, verse a sí mismo en su forma adulta compartiendo con su hija era distinto. Tal vez porque él no había compartido con muchas niñas, excepto Sakura, la interacción entre padre e hija le era tan desconocidamente divertida. Claro que él no lo demostraría.
- Y tú? No tienes nada que decir – dijo Sarada.
- Mhm?
- Etapa mhm? – le pregunto a su padre.
- Le quedan años de eso.
- Mhm – dijo ella y ante la mirada de los dos Sasuke – que? Soy tu hija.
Y subió a su habitación para poder cambiarse, pues venia llegando de una misión.
- Vaya. Tiene personalidad.
- Si, saco lo mejor de ambos.
- O sea poco de nosotros – ambos se miraron, sabiendo que era cierto – y como se llama?
El ambiente se puso helado, no porque se abriera una ventana o algo así, sino porque lo último había sido escuchado por Sarada
- Veo que sigues siendo igual padre – les dijo fríamente no quedado claro a cuál de los dos le hablaba. Tomo su mochila, que había dejado olvidada, y subió hecha una furia, azotando la puerta de su dormitorio,
- Vaya, la volvimos a estropear.
- Nosotros? Porque yo?
- Tu porque no habías preguntado su nombre y yo no la reconocí después de muchos años sin verla.
El genin miro al mayor, y luego hacia la escalera – creo que voy a subir.
- Suerte.
