Hanabi no podía quitar la vista de lo que veía. Konohamaru, SU Konohamaru porque todos lo sabían excepto al parecer él y esa rubia, había siendo prácticamente tirado al suelo por el salto que había hecho la desconocida. Estaba tan concentrada que no sintió cuando llegaron a su lado las dos Hinata ni todos los Uzumaki.
Claro que como el bravo héroe que era, Naruto la distrajo.
- Hanabi, estas bien?
La menor de las Hyugas no dejaba de mirar como ahora la rubia arrastraba a Konohamaru por la misma dirección desde donde ella venia, y claro, a pesar de que él era como el doble de su tamaño se dejaba arrastrar, tomado de la mano.
- Naruto – dijo – hay alguna ley que me impida matar a un futuro Hokage?
El rubio asustado miro a su esposa, quien, alzo sus hombros en señal de ignorancia.
- En realidad no lo sé, pero no creo que exista.
- Bien – respondió la Hyuga, haciendo tronar sus nudillos y su cuello – bien – repitió – te dejo con tus padres Hima.
- Si tía – respondió la menor, aun con el byakugan activo.
Y la líder Hyuga se fue, sin despedirse de nadie, caminando rumbo a la mansión del clan.
- No vas a detenerla Naruto kun.
- Quien yo? – respondió el mayor – No! Me dio miedo solo verla. Deberías ir tú.
Hinata, como buena hermana mayor solía aconsejar a Hanabi en sus acciones y decisiones, pero no esta vez. Sabía lo terca que era su hermana y si estaba enojada, peor. Además, y esto no se lo reconocería a Naruto, le daba un poco de miedo verla tan enojada.
- Bueno, vamos a casa – solo entonces noto que su yo menor, quien había quedado entre los dos Narutos, estaba roja nivel Hinata como decía Ino. Y se desmayó, solo le alcanzaron a entender – Naruto kun.
El hokage reacciono rápido y alcanzo a sostenerla antes de que cayera al suelo, y la alzo estilo princesa.
- Vaya que eras linda – dijo, y al levantar la vista vio a su esposa con las cejas casi juntas – es decir eras linda ahora eres bella, la más lindas de todas, la más la más la más …..
La ojiperla solo rio suavemente y su hija sonreía mientras los miraba. Su hijo solo pudo decir - idiota – muy bajito.
- Sabes que – dijo el Hokage mirando al Naruto genin – yo ya tengo a la mía, así que toma, cárgala tu – dejando a la menor en la espalda del niño.
- Que estas…- y comenzó a ponerse rojo.
Los dos hijos uzumaki miraban sin entender la reacción del otro menor, mientras que el mayor se reía. Entonces recibió un golpe de parte de su esposa – pervertido – mientras le sonreía.
- Bueno, solo quería adelantarle la enseñanza de Ero senin: "ante la duda, la m" – no pudo continuar porque había recibido otro golpe, esta vez bastante más fuerte, de una enrojecida Hinata – Cállate- dijo ella, mirando disimuladamente a sus hijos.
Los dos Uzumaki menores no entendían nada. Naruto genin trataba de acomodar a Hinata para no sentir sus pechos. Todos creían que era un idiota ignorante, pero tuvo que hacer una ardua y peligrosa misión de investigación en las librerías de Konoha para desarrollar su jutsu sexy. Pensó en Sakura y como se sentiría llevarla en igual posición que a Hinata y entonces le llego una imagen mental de su compañera y supuso que era muy poco probable que se sintiera igual de blandito que como se sentía con Hinata. Luego miro a la adulta y vio que a pesar de la forma de vestir, y si la mira bien se veía que era bastante parecida a las chicas de las revistas donde había investigado. Y llego a un nivel de rojo desconocido en él, muy similar al de Hinata hace unos momentos.
- Que te pasa – le dijo Naruto.
- N-n-nada – respondió el menor.
- Si claro – y seguido le alzo las cejas varias veces junto a una pícara sonrisa, sin embargo – ya ya, no me pegues Hinata.
- Compórtate Naruto kun.
- Si Hinata.
Mientras la familia uzumaki mas invitados caminaban por las calles, los dos hijos comenzaron a conversar.
- Hermano? – el rubio la miro – como es él?
- Es igual de idiota que el viejo.
- No le digas así a papá!
- Bueno, pero no te enojes – dijo con su voz segura de hermano mayor, aunque igual estaba un poco asustado – Es como papá, pero también es como si fuera uno de mis compañeros…. Es raro.
Himawari volvió a mirarlo sobre su hombro – mira! parece que ya le gusta mamá.
Boruto también lo miro – No lo creo Hima, solo esta rojo.
- Estará enfermo?
- No lo creo – volvió a mirarlo. Porque esta rojo? Que le pasa?
Mientras los adultos.
- Naruto kun?
- Dime.
- Que vamos a hacer ahora? Ellos no pueden quedarse.
- Si lo sé. Shikamaru está dirigiendo un equipo de investigación para ver que solución pueden encontrar.
- Y si no encuentran nada? Y si no pueden volver?
- En realidad no lo sé – contesto preocupado el hokage, Después de pensarlo un poco, hizo la señal para los clones. Al aparecer, inmediatamente salió rumbo desconocido.
- Bueno – respondió ella – por ahora aprovecharemos el tiempo y le daremos a tu mini yo lo que nunca ha tenido….. una cena en familia.
- Ramen?
- Si Naruto kun, Ramen.
- Por eso amo a mi esposa!
Los tres niños despiertos se giraron para verlos y luego volvieron la vista hacia adelante.
- Solo por eso?
- Bueno también por otras cosas – respondió mientras la miraba seductoramente, según él, de arriba abajo el cuerpo de su esposa, terminado con una sonrisa zorruna.
- Naruto kun!... si te portas mejor tal vez a la noche – termino y enviarle una sonrisa a su marido.
El mayor sonrió como tonto y comenzó a caminar rápido hacia la casa, acelerando el paso de toda la comitiva.
Cuando llegaron a la casa Uzumaki, la mayor se acercó al Naruto menor y tomo a su versión menor para llevarla a la habitación de su hija pero al ver la sonrisa en su cara– estas despierta cierto? – La respuesta fue una Hinata roja y un pequeño asentimiento con la cabeza – Bien te voy a dejar en el sofá, tienes dos minutos para despertar, entendido? – Otra afirmación con la cabeza.
- Mejor la vamos a dejar aquí. Podremos cuidarla mientras preparamos las cosas.
Los tres varones Uzumaki se sentaron en los sofás libres, pero sintieron como la temperatura de la sala bajaba varios grados.
- Que creen que están haciendo?
- Descansando – dijo Naruto genin, mientras los otros dos lo veían asustado. Para su sorpresa, Hinata lo miro y le dedico una linda sonrisa – bueno descansen un rato mientras ella despierta.
Como si hubiera sido una señal, Hinata dio señales de despertar y luego se levantó del sofá donde estaba.
- Bien hinata has despertado. Ven acompáñame, te enseñare a hacer ramen – dijo mientras la menor pasaba a la cocina. Al ver esto los dos NAruto sonrieron pensando en el ramen y Boruto tomaba uno de sus juegos electrónicos, pero de nuevo la sala bajo de temperatura,
- De nuevo, que creen que hacen?
- Eeeeee – dijo el mayor.
- Nada de eee, Hinata ya despertó. Tu – señalando al Naruto genin - prepararas el jardín para que cenemos ahí todos, y ustedes harán el aseo de la casa….. Y ninguno usara clones.
Los tres comenzaron a reclamar pero una mirada con el byakugan activado y todos corrieron a hacer alguna de las labores asignadas. En la cocina Himawari se reía de las acciones de su madre y Hinata menor la miraba asombrada.
Al rato, Hinata adulta preparaba un gran recipiente donde colocaba el ramen recién preparado, mientras la genin tomaba los platos hondos donde lo servirían
- Ehm…. Hinata? Porque no mejor servimos acá y lo llevamos a la mesa?
- Bueno – respondió – eso es porque en esta familia gusta mucho el ramen y tendríamos que volver muchas veces a servir más.
La genin sabia por sus actividades de obtención de información, es decir el espionaje que había hecho por años a Naruto que este era fanático de esa comida, así que habiendo dos Naruto y probablemente Boruto necesitarían grandes cantidades de ramen.
- Todos a la mesa – ordeno la uzumaki mayor.
- AL final quedaron chicos frente a chicas, Narutos frente a Hinatas.
Cuando la genin quedo frente a este plato, se maravilló ante el olor y los colores de este, pero cuando lo probó pensó que nunca antes había probado algo tan sabroso.
La mesa comenzó a llenarse de conversaciones, inicialmente llevadas principalmente por los hijos de la pareja, luego los dos Naturo se incorporaron y todo era ruido. Hinata genin, mientras comia, observaba a los comensales. Ella estaba acostumbrada a las silenciosas comidas con los Hyugas donde se hablaba solo lo justo y lo necesario, en cambio aquí cada conversación era rica en detalles y los que escuchaban rápidamente daban su opinión y querían contar su propia historia del día.
- Ehm, Hinata, me darías otro plato por favor – dijo la genin.
- Se acabó – le respondió la mayor. Solo entonces se dio cuenta que quien más había comido había sido su yo adulta, seguida por el Naruto mayor e increiblito ella misma.
Ambas Hinatas se levantaron para llevar las cosas a la cocina, seguidas por la menor de las féminas en la casa.
- Auuu – seguido por un golpe en la mesa.
- Viejo, otra vez competiste con mamá? – espero una respuesta – no sé porque lo haces, siempre es igual. Y ahora que se lo que me contaste antes menos entiendo que sigas intentándolo.
- Que cosa? – pregunto el genin.
- Pues – dijo Boruto – y le conto lo que había paso en Ichiraku ramn.
De pronto la puerta del jardín se abrió y salió Himawari – Papa la tía Sakura y el tío Sasuke están acá
- Bien – dijo el Hokage – llego el momento. Vengan.
