La genin pelirosa se acercó a la Uchiha menor. Un paso, dos, tres pasos y la abrazo cuando la alcanzo. La pelinegra estaba acostumbrada a que su madre fuera mucho más demostrativa con sus sentimientos que ella, pero aun así su madre siempre había sido como una roca para ella. Ahora estaba su madre en versión genin abrazándola y temblando ligeramente y Sarada no sabía qué hacer, solo atino a mirar hacia su madre pidiendo ayuda.
- Solo déjala – fue lo que dijo la mayor sin pronunciar esas palabras.
- Lo siento, lo siento – dijo la genin rosa mientras se separaba de la pelinegra – pero eres un sueño eres realidad.
La pelinegra se ruborizo un poco y desvió la mirada para ajustarse un poco los lentes
- No te preocupes…. Mamá? Sakura?
- Sakura estará bien – respondió la menor, a la vez que miraba a la mayor quien asintió silenciosamente – No quise incomodarte.
- No es nada…. Sakura.
Las tres comenzaron a caminar en direcciona a la casa Uchiha.
- Así que …. equipo 7 de nuevo? – pregunto la pelirosa menor.
- Si – dijo la Uchiha – Esta Mitsuki. Él es un chico callado, no muestra mucho sus emociones, pero es un buen amigo y también es muy poderoso.
La descripción que hizo Sarada de su compañero era igual a la que Sakura haría de Sasuke. Miro a su versión mayor con cara de extrañeza, la otra por su parte solo sonrió y negó con la cabeza.
- Y el otro? El hijo de Naruto?
- Él es ruidoso, irresponsable, arrogante, todo el tiempo quiere comer hamburguesa – dijo la pelinegra.
- Entonces – dijo la pelirosa menor – básicamente es como Naruto – cosa que fue confirmado por un movimiento de la cabeza de la mayor.
- No!- dijo la Uchiha menor – El Séptimo no es así. Él es responsable, trabajador, es un gran ninja, un gran Hokage. Es un ejemplo a seguir.
- En serio? – dijo la menor a la mayor, quien de nuevo lo asintió – Guau, sí que ha cambiado,
- Lo que tienes que entender Sakura – dijo la mayor – es que nosotros pasamos por cosas muy fuertes, perdimos amigos y maestros, familia y conocidos. Todo eso nos llevó a ser lo que somos ahora. Y tú solo estas en el umbral de todo eso.
Las dos niñas miraban a la adulta. La hija, mirando con curiosidad a su madre. Pocas veces ella se refería todo lo que habían pasado. Una cosa eran los libros de historia y otra muy diferente escuchar la historia dicha por un de los protagonista. La genin pelirosas, por otra parte, estaba asustada y ansiosa al mismo tiempo. Asustada por todas las cosas que vendría. Se notaba que su yo mayor había sufrido bastante, y ansiosa porque aunque había sufrido, también eso la había llevado de ser ella a ser esa mujer fuerte y confiada que caminaba a su lado. El viaje valdría la pena.
Cuando la médico ninja llego a su casa, seguida por las niñas, le llamo la atención el silencio que había. Sin embargo las dos presencias que sentía, demostraba que la casa no estaba vacía.
- Supongo que tuvieron una amena conversación – dijo, burlonamente, la pelirosa mayor al ver a los dos pelinegros sentados cerca uno del otro pero con cero interacción entre ellos.
- Bueno – dijo el mayor – tuvimos una conversación….. interesante.
La pelirrosa miro a uno y al otro, ida y vuelta. – Ustedes dos… hablaron…. De chicas?
El pelinegro menor bufo y desvió la mirada. La mayor, que conocía las mil y una manera de bufar versión Uchiha se dio cuenta que solo había confirmado su presunción. Por otra parte la pelirrosa menor comenzó a enrojecer su cara, no quería imaginar que habían conversado los Sasuke pues le parecía lógico que fuera sobre ella…ellas, y la pelinegra también enrojeció sus mejillas al recordar su vergonzosa conversación con ellos de solo unos minutos antes.
La pelirrosa mayor se acercó a la cocina para comenzar a preparar algo para su familia extendida.
- Sarada, Sakura vayan a asearse mientras preparo la cena. Préstale algo, Sarada. Sasuke ayúdame – El mayor se levantó para acercarse a su mujer – Sasuke pon la mesa.
Sin embargo el genin no se movió. Sakura al no ver reacción de este lo miro con cara molesta – Sasuke pon la mesa – repitió, pero esta vez con voz de mando. Sasuke se levantó de donde se encontraba y molesto camino hacia la cocina, pero obviamente no sabía dónde encontrar las cosas.
- Sakura – dijo el mayor – tal vez yo debería poner la mesa mientras él te ayuda.
- Está bien – respondió la pelirrosa con un leve enrojecimiento de la cara. No había pensado que el menor no sabría donde estaban las cosas que necesitaba.
El genin se acercó a la mujer para observarla como comenzaba a cortar trozos de carne y verdura.
- Como te hiciste tan fuerte? – pregunto directamente. La sutileza nunca había sido un rasgo de Sasuke.
Sakura miro hacia el otro Sasuke, quien le asintió.
- Te lo contare pero deberás esperar a que las chicas bajen.
- No – dijo el Uchiha – dímelo ahora.
- Sasuke – le dijo Sakura. En su voz se notaba que lo que iba a decir era definitivo – Debes entender que tú eres solo un genin. Yo, por otra parte estoy por sobre un jounin. Segundo. Esta es MI casa, se siguen MIS reglas y se hace lo que YO digo. Incluso él – dijo señalando a su esposo – lo entiende. Así que si te digo que esperas, esperas. Entendido.
- Hmf
Cuando las dos chicas bajaron la cena ya estaba servida. Sin embargo la tensión era evidente.
- Que paso? – dijo Sarada mientras se acercaba a la mesa, quedando sentada frente a su madre.
Sakura por otra parte dudo un poco donde sentarse. Por un lado quería ver a su linda futura hija y por el otro lado quería seguir viendo a su sexy futura yo. Pero Sasuke tomo la decisión de sentarse junto a su hija.
- Ahora dime – dijo Sasuke – como te hiciste tan fuerte?
A la genin pelirrosa no le interesaba la conversación, ella ya lo sabía porque había conocido a Lady Tsunade en la tarde y habían esto conversando de su pasado-futuro entrenamiento, aunque como había sobrevivido a él todavía no lo sabía.
La mayor miro a su marido, quien nuevamente le dijo que si con un asentimiento de la cabeza.
- Bueno. Les contare, pero solo mi parte, algo de la historia le pertenece a Naruto, y tu – le dijo al Uchiha mayor – contaras la tuya cuando estés listo. Sarada, parte de tus dudas las responderé ahora.
Los dos genin del pasado miraron a la pelinegra, quien miro seriamente a su madre y acomodo sus lentes, señal de su concentración.
- Bueno. Para mí todo comenzó durante la segunda fase del examen chuninn, en el bosque de la muerte. Fue cuando Orochimaru marco Sasuke en el cuello – los niños miraron a el mayor. Sarada dijo:
- Que marca? Tu no tiene ninguna marca.
- Ya no la tienes – pregunto la genin pelirosa al mayor. El solo negó con la cabeza.
- Como decía. Fue marcado por Orochimaru y eso le dio un gran poder, mas de lo que la mayoría de los genin podían manejar. Ese poder comenzó a corromper a Sasuke y lo obligo a tomar decisiones. Buenas o malas, solo el tiempo lo supo decir. La cosa es que, mientras se realizaba la tercera parte de los exámenes, Orochimaru ataco la aldea junto a una alianza secreta entre la Arena y el Sonido. Como consecuencia de los combates, el Tercero tuvo que sacrificar su vida – Sakura genin se llevó las manos a la boca para ahogar un grito - pero la aldea triunfo y logro vencer y repeler a los invasores. En el caos siguiente, cuatro miembros del Sonido contactaron a Sasuke, entregándole una invitación.
- Te fuiste? – Dijo la pelirosa menor – Nos dejaste? – dijo mirando primero al mayor y luego al menor – me vas a dejar?
- Papá? Fuiste un traidor? – pregunto con desilusión Sarada.
- En mi vida he cometido muchos errores. También muchas estupideces – pensando en las veces que trato de matar a sus amigos - Ese es el más grande de todos y a pesar que he sido perdonado por ellos, yo nunca me perdonare a mí mismo. Discúlpame Sarada por no haber estado contigo pero mis errores son muchos y temo arrastrarte con ellos, era mejor que crecieras con tu madre. Nuevamente te lo digo – esta vez mira a la Saskura mayor – gracias – Dijo mientras le tomaba las manos.
La Sakura mayor se estiro sobre la mesa y le dio un corto beso al Uchiha mayor – No te olvides nunca que te amo.
- Cof cof – sonó una tos falsa – niños presentes – dijo una Sarada enrojecida. A su lado un Sasuke incomodo miraba la escena. Sakura menor estaba enceguecida por los fuegos artificiales que estaba lanzando Inner.
- Bueno para continuar mi historia. Si, Sasuke se fue esa noche y, a falta de personal, se armó una partida de genin que salió tras él. Ten cuidado con lo que le haces prometer a Naruto – le dijo la mayor a la menor – Ese día le hice prometer a Naruto que trajera a Sasuke devuelta, que sería lo único que le pediría en la vida y esa promesa lo llevo muchas veces al borde de la muerte. Los tres nos hicimos fuertes por el escape de Sasuke, pero la promesa estaba de más, ahora lo veo.
- Es decir que por tratar de recuperarme te hiciste tan fuerte? – dijo el Uchiha menor.
- Si. Los tres lo hicimos. Tu te fuiste con el sanin serpiente, Naruto con el de los sapos y yo con la princesa babosa. Actualmente somos los tres nuevos sanin de konoha.
La pelirosa se puso de pie y dijo:
- Los chicos pusieron la mesa y ayudaron en la cocina así que les toca levantar la mesa - dijo mirando a la las niñas – Una vez que terminen iremos a la casa Uzumaki.
