El silencio fue abrumador.

- En serio? Así? – dijo Naruto, mientras Sakura se tomaba la cara, tratando de ocultar la vergüenza que en ese momento sentía.

- Hmf.

El silencio duro unos pocos segundos antes de que Sasuke genin estallara.

- QUE QUIERES DECIR? COMO QUE INOCENTE?

- Tranquilízate y te lo diré.

- Nada de tranquilízate! Dímelo ahora! – le grito mientras lo miraba con furia, activando su sharingan.

- Papá? – Sarada interrumpió la pelea de mirada entre los dos Uchiha – Porque dices que el tío Itachi era inocente. Inocente de que?

El genin desvió su mirada desde su yo adulto hacia su hija. – Ese asesino no es tu tío. Nunca lo permitiré. – volvió a mirar a su versión mayor – y bien?

El Sasuke mayor se acercó y le golpeo la frente de igual manera que lo hacia su hermano. Esto descoloco al menor, dejándolo sentado nuevamente junto a Sakura genin, quien lo miraba asustada. Y antes de que se volviera a poner de pie, la pelirosa mayor se sentó junto a él y coloco una mano sobre el pecho del chico, evitando que nuevamente se pusiera de pie. Sasuke trato de ponerse de pie, pero una fuerza inrresistible lo dejo en su lugar. Miro molesto a la mujer pelirosa.

- Sasuke kun, tranquilízate. No todo es como tú piensas.

Los ojos verdes esmeralda se encontraron con los ónix, y el dueño de estos se perdió en ellos por un instante. Luego miro al mayor – bien, habla.

La pelirosa mayor sonrió a su versión menor, quien se veía algo sonrojada por la interacción de los otros dos, y luego cruzo miradas con su hija, quien se levantó de su lugar y camino por detrás del sofá donde todos estaban, para quedar junto a su madre, y a la versión genin de su padre.

A pesar de que habían muchas personas en la sala, Sasuke Uchiha parecía ver solo a dos, a su yo genin y a su hija. Y así les hablo también, solo a ellos.

- Como ya les dije antes, abandone la aldea en busca de poder para matar a Itachi.

- COMO QUE DEJASTE LA ALDEA? – se puso de pie gritando Naruto.

- Naruto, siéntate – dijo Sasuke.

- No teme, dime que no es cierto – dijo mirando uno y al otro.

- Naruto, siéntate – repitió el Uchiha mayor.

- No! – pero antes de que continuara una suave mano se colocó sobre el hombro del rubio menor. La dueña de esa mano lo empujo suavemente para guíalo y sentarlo junto a la versión genin de la dueña de esa mano, quien por primera vez en mucho tiempo, quizás nunca antes, no enrojeció con el estrecho cercano, pues la preocupación por el rubio era incluso mayor que su propia vergüenza.

- Continua Sasuke kun – dijo la Uzumaki.

El uchiha solo hizo un leve movimiento de cabeza, agradeciendole la intervención.

- Tú ya lo sabias? – susurro el rubio a la pelirosa, ella solo afirmo con la cabeza – pero… - fue interrumpido por una ligera mano que se colocó sobre su rodilla. Él siguió la mano hasta llegar a la cara roja de Hinata, quien por no mirarlo miraba directamente al Uchiha mayor.

- Como decía. Me fui de la aldea buscando poder y

- Jamás te dejaríamos ir – lo interrumpió el rubio – nunca dejaríamos que nos abandonaras.

- Y no lo hiciste – respondió el pelinegro – no lo hicieron – ahora dijo mirando a la pelirosa menor – Nunca voy a terminar de agradecerlo. Y deja de hablar – dijo con una de las escasísimas sonrisas reales y sinceras que los adultos habían visto en el Uchiha. Los niños nunca habían visto una de esas y Sakura estaba segura que había perdido uno o dos latidos del corazón, posiblemente porque toda su sangre estaba en la cara.

- Como decía antes de que interrumpieran – dijo mirando al rubio – escape de la aldea y me hice fuerte, lo suficiente como matar a Orochimaru – los niños del futuro se miraron extrañados, pero no se atrevieron a interrumpir.

Y le conto todo. Como había entrenado, la pelea con Orochimaru, como había cazado y finalmente derrotado a Itachi, como supo la verdad de su misión y los verdaderos responsables de la masacre Uchiha. Había sido suficiente para la mente del Uchiha, e igual que su amigo salió hacia el patio a respirar y pensar un poco.

Sakura adulta miro por donde había salido el genin y se dispuso a seguirlo.

- No – dijo Sarada – déjame a mi.

La Uchiha lo encontro parado en la mitad del patio, con la mirada en el cielo oscuro.

- Así que esa es la verdadera razón de porque me dejaste.

- Yo no te he dejado.

- Pero lo harás – dijo mientras se sentaba en el suelo y luego se acostó para mirar también la noche – Te sientes tan frustrado, arrepentido, engañado y culpable que no has sabido reaccionar y me dejaste.

- Yo no te he dejado – repitió.

- Pero yo si – dijo otra voz. – Los Uchiha nos caracterizamos por saber manejar nuestras emociones – dijo mientras se sentaba junto a su hija – por eso me alegro que seas como tu madre.

- Hmf.

- Si – dijo el mayor – Tuve suerte al quedar en el equipo con ellos. Y que ella este en mi vida.

El menor se sentó al lado de Sarada. Sin dirigirle la mirada a su versión adulta pregunto – por eso, cuando te pregunte si habías logrado nuestra venganza no respondiste?

- Al final los Uchiha no eran tan buenos como yo pensaba. Los había idealizado y no era así. Y como buen Uchiha – dijo sarcásticamente y con una sonrisa – caí en el odio y la venganza. Solo quería matarlos a todos. Danzo, los concejales, la aldea, los otros kage y las otras aldeas. A todos. Afortunadamente Kamisama o quien sea me hizo parte del equipo 7 y ellos nunca me abandonaron, me enfrentaron y me detuvieron. Bueno, mas bien el dobe. Tu madre estuvo después, o siempre como lo quieras ver, y me enseño otra forma de ver la vida. Supongo que los demás le llamara amor, yo lo conozco como la forma Haruno de vivir.

- Me he vuelto muy cursi para hablar. Seguro es culpa del dobe.

Sarada rio bajo mientras el adulto sonreía.

- Dime – dijo el menor – te arrepientes

El mayor miro hacia la oscuridad – No. El camino que me lleva hasta acá –dijo mientras ponía una mano sobre el hombro de su hija – ha sido duro. Pero la recompensa ha sido mejor de lo que hubiera soñado – Sarada lo abrazo - Aquel día, en la terraza de la academia dije que quería matar a alguien y recomponer el clan. Pues no ha salido igual como quería pero ambas metas las he logrado.

- Cof cof – vino desde Sarada – Como te dije antes, algún día me casare con alguien y me uniré a ese clan, necesitas tener hijos varones para lograr ese objetivo papá.

- Bueno eso es cierto – dijo mientras se levantaba y miraba a los genin – hoy pueden quedarse a dormir acá.

Sasuke genin solo alcanzo a parpadear un par de veces mientras veía como su contraparte entraba a la casa Uzumaki. Sarada, por su parte trataba de no recordar cosas que había visto.

Cuando Sasuke volvió a la sala tomo a su mujer de la mano y tiro de ella. Lo único que se entendió fue algo parecido a "reconstrucción del clan" mientras la arrastraba hacia la puerta. Sakura reía sonoramente mientras se alejaban por la calle. Mientras atrás dejaban a una abochornada pelirosa genin, a un rubio con cara de no entender y una pareja adulta que reía divertida.

- Bueno creo que nos toca cuidarlos a todos – dijo Naruto.

Mientras Sasuke y Sarada entraban se escuchó a Himawari.

- Mamá? Porque el tío Sasuke se fue a construir un clan ahora? No sería mejor mañana?