Después que el matrimonio Uchiha se fue, Naruto salió un momento al frente de la casa y mientras tanto Hinata dijo.
- Hima, lleva a Hinata, Sakura y Sarada a tu dormitorio. Boruto, tu lleva a los chicos al tuyo. Yo les llevare sacos de dormir y mantas.
Boruto se fue con Naruto al segundo piso, después de que Himawari había corrido con Hinata de la mano hacia su habitación. Sakura y Sarada se quedaron ayudando a Hinata a ordenar la sala. La pelirosa aprovecho la oportunidad para ver parte de las fotos donde se veía a los Uzumaki felices. No pudo evitar sonreir. Mientras la Uzumaki salía de la bodega donde almacenaban las cosas como viejos sacos y mantas que ahora usarían.
- No se preocupen chicas, vayan a descansar – dijo mientras le entregaba lo necesario a Sarada.
La ojiperla se quedó terminando de orden cuando fue interrumpida.
- Donde fue el dobe?
- Subió con Boruto – respondió
- No, el otro, el mayor.
- Fue a hablar con Kakashi sensei. Fue a pedirle algo.
- Hmf
Ahora la pelimorada se encamino a la cocina a terminar de ordenar lo poco y nada que faltaba cuando la interrumpieron de nuevo.
- Hyuga… Hyuga?
- Haruno?
- Yo no soy Haruno.
- Yo tampoco soy Hyuga. Y prefiero que me digan Hinata.
- Bien. Hinata?
- En que puedo ayudarte Sasuke kun.
La mujer se dio vuelta para ver al chico evitando mirarla directamente.
- Necesito saber. He sido mal padre?
La pelimorada lo miro con preocupación y algo de pena. Sabía que tanto para él como para Naruto, ser buenos padres era una preocupación más grande que incluso lo normal para otros padres. La mala experiencia de él o la nula de Naruto los hacia especialmente sensible al tema. No que ella tuviera un gran referente en su vida de niña, pero él había mejorado con el tiempo.
- Sasuke kun – le dijo mientras lo acompañaba al sofá y le indicaba que se sentara con ella – Tu vida no ha sido fácil. Tampoco la de Naruto pero los dos son buenos padres. Y los dos aman a sus hijos pero no todo es perfecto. Boruto reciente un poco a Naruto por ser Hokage, y Sarada a ti por estar tanto tiempo fuera. Pero los dos han hecho que la Hoja y el mundo sea más seguro. Somos shinobi, es lo que hacemos, protegemos a los nuestros incluso si es necesario sacrificar nuestras vidas. Y los chicos a la larga lo entenderan, así como lo hicimos nosotros.
Sasuke se levantó, tomo las mantas e hizo una pequeña reverencia y subió. Pero antes de terminar escucho.
- Ultima puerta a la derecha. No creo que sea seguro para ti equivocarte de dormitorio.
Cuando el genin desapareció en el segundo piso hablo Naruto, quien ya había vuelto y escucho la conversación a escondidas, pues sabia que su mini amigo no hubiera querido que lo viera asi de vulnerable.
- No le respondiste.
- Son buenos padres, los dos. Ahora, como van esos sellos de silencio en los que has estado trabajando? – dijo Hinata con una coqueta sonrisa, mientras arrastraba al rubio al segundo piso. No que el rubio pusiera mucha resistencia en todo caso.
Cuando Sasuke entro a la habitación de Boruto, encontro a los dos rubios sentados uno al lado del otro. Boruto tenía algo en la mano y dijo
- Entonces con este botón y este otro haces un combo especial y ganas.
- WOW que asombroso, mira esto teme.
- No me interesa Dobe – dijo mientras le arrojaba encima las mantas que Hinata le había entregado.
- Maldición teme, porque hiciste eso?
- No molestes dobe.
- Teme.
- Dobe
- Teme.
- Por favor no empiecen papá, sasuke sen….
- Sen? Que es sen – dijo Naruto – sen, sen …. Sensei? Ibas a decirle Sensei al teme?
- Si.
- Hmf….. al menos tienes algo de inteligencia. Seguro que es por Hi…. la Hyuga.
- Mas respeto con Hinata – dijo Naruto mirándolo para luego girarse hacia Boruto – Y como pretendes ser Hokage entonces? Este amargado no te ayudara a lograrlo.
- A mí no me interesa ser Hokage, yo quiero ser como Sasuke sensei.
Naruto se tomó dramáticamente el pecho – Que has dicho. Papá fue Hokage –dijo con un nudo en la garganta - yo también voy a lograrlo. Tú debes continuar el legado familiar.
- Déjale el legado a Hima. Yo la protegeré a ella y a Sarada.
Sasuke había estado mirando las fotos en la habitación mientras los rubios discutían. El nuevo equipo 7, fotos de las dos familias juntas, Sarada y el rubio tirándose pasteles de lodo en la cara. Fue mientras miraba esa foto cuando escucho el nombre de su hija.
- Sarada? Porque la protegerías, no creo que sea necesario.
- Yo seré el protector de las dos cuando sean Hokage.
Los dos genin del pasado se miraron. – Hima quiere ser hokage? –pregunto Naruto.
- Bueno ella no ha dicho nada, pero creo que podría serlo fácilmente – dijo mientras inconscientemente hacia un escalofrió.
- Y Sarada? – pregunto Sasuke.
- Bueno, ella de niña que lo dice. Que quiere ser Hokage y que admira al viejo.
- Ja – dijo el rubio, mirando a su compañero.
- Sensei – fue la respuesta de este mientras se señalaba a si mismo y a Boruto varias veces.
Sasuke siguió mirando fotos. Sarada y el rubio en su primer día de academia, otra después de su primera misión y así cuatro o cinco más. Excepto una. En ella los dos estaban en el parque, columpiándose. Los dos se veían casi de la misma edad que ahora, incluso podría ser más nueva que la foto de su primera misión.
- Uzumaki – dijo Sasuke. Los dos rubios miraron extrañados al Uchiha – no te gustara mi hija verdad?
El ambiente pareció bajar varios grados de temperatura. Naruto miraba de uno al otro mientras el pelinegro fulminaba con la vista al otro rubio.
- Jejeje – rio nervioso – como cree Sasuke. Es solo mi compañera de equipo.
- Más te vale Uzumaki.
- Hace frio no creen? Mejor acostémonos – dijo mientras huía hacia su cama.
Cuando Sakura y Sarada entraron al dormitorio de Himawari, la encontraron a esta un poco frustrada porque estaba tratando de peinar a Hinata, pero como le genin no tenía el pelo tan largo como su contraparte adulta, era un poco difícil hacer algo con el.
- Porque ninguna tiene el pelo como mamá? – dijo algo molesta la Uzumaki.
- Bueno – dijo Sakura – yo me lo tuve que cortar hace poco – no dijo que fue a la fuerza.
- Es cierto – dijo Hinata – Entraste al bosque con tu pelo largo y en las preliminares lo tenías corto. Que paso?
- Recuerdas a la chica que peleo con Shikamaru?
Y ahí Sakura les conto lo del ataque de los tres genin, como había preparado las trampas y al final como Kim la había tomado del pelo, bloqueándole todo movimiento y se había visto obligada a cortarse el pelo. Las otras tres chicas la miraron con horror.
- Te lo habías cortado alguna vez? – pregunto Hinata. La pelirosa dijo – solo las puntas.
- Tía Sakura? – dijo la menor de todas – porque no la golpeaste? Papá dice que puedes destruir una montaña si estas enojada.
- Bueno Himawari, yo no soy ella. Yo no soy muy fuerte en realidad – miro a Sarada – Lamento decepcionarte – y luego miro al suelo.
Himawari fue a decir algo, pero fue detenida por una mano de Hinata sobre su hombro, y un movimiento de cabeza.
Sarada la miro un momento antes de decir.
- Mamá siempre ha sido asombrosa, todos la reconocen como la sucesora de la Quinta y como la kunoichi más fuerte. Es difícil ser su hija sabes? Y papá? El segundo shinobi más fuerte del mundo, que no sepa que dije eso – miro a las tres – Y ahora están ustedes cuatro acá. El séptimo es un rubio gritón igual que su hijo, tía Hinata es tan tímida que es casi tierna, tu ….. dices que no eres fuerte – no quiso decir débil pero todas lo habían entendido así – y papá es un como un viejo gruñon. No son precisamente como yo los imaginaba – Himawari afirmo con la cabeza – Ahora, papá …. Como te enamoraste de él? – le dijo a su madre versión genin – es insoportable. Lindo pero insoportable.
Hinata rio un poco, mientras Himawari seguía diciendo que si con la cabeza.
- Buenoooo, yo diría.
- No digas nada. No quiero más imágenes de ese tipo en la cabeza.
Sakura enrojeció y Hinata rio un poco.
- Que imagines? – pregunto la menor de todas. Sakura y Sarada se miraron entre si e hicieron un movimiento de escalofrió al imaginar a sus padres en actividades que no le podían explicar a la niña. Cualquiera pensaría que Hinata se pondría roja por su educación ultraconservadora Hyuga, era la que menos sabía de esto. Pero uno de los problemas de los niños Hyugas al comenzar a activar el Byakugan era que en ocasiones se activaba solo, lo que los llevaba a ver cosas que otros niños no veían o sabían en varios años más. Así los Hyugas recibían educación sexual antes que los niños de otros clanes siquiera supieran de la existencia de la palabra sexo. Las chicas mayores rápidamente cambiaron de tema.
Cuando Himawari dio un gran bostezo, las tres genin decidieron que era hora de acostarse. Las tres se metieron en los sacos que la Uzumaki había pasado antes.
- Mamá? – se escuchó la voz de la pequeña Uzumaki desde la cama – podrías dormir conmigo?
Hinata miro a Sakura como pidiendo permiso o consejo. La pelirosa susurro – anda – Seguido Hinata entro a la cama junto a su futura hija. La pelirosa miraba como las dos pelimoradas se acomodaban en la cama cuando sintió que la pelinegra se acomodaba a su lado.
- Sarada?
- Si ella puede porque yo no? – dijo mientras terminaba de acomodarse. Sakura la miro con una sonrisa mientras también se disponía a dormir.
Naruto bajo las escaleras. Había escuchado un ruido abajo y no pudo evitar bajar a ver que todo estuviera bien. Si había un intruso él lo enfrentaría. No permitiría que nadie atacara a su equipo ni a su familia, aunque fuera su familia del futuro. Nunca se imaginó que estando en la casa del hokage la vigilancia exterior hacia casi imposible que alguien entrara sin que los AMBU se dieran cuenta.
Cuando llego al primer piso, la luz de la sala lo guio. Al entrar a ella encontro a su compañera ojiperla acostada de panza sobre el sofá, donde horas antes había escuchado tantas verdades. La chica tenía un libro en las manos y estaba concentrada mirándolo, tanto que no noto al rubio hasta que este hablo.
- Hinata, que haces?
- NNNaruto kun! – dijo asustada mientras cerraba lo que veía y se sentaba – yo yo yo…..
El movimiento brusco de la niña hizo que el libro cayera al piso.
- Que es eso? – dijo mientras lo tomaba del suelo. Entonces descubrió que no era un libro, sino un álbum de foto. Y por lo que veía no era el primero que la niña miraba.
- Son fotos – dijo la pelinegra, mientras tomaba los otros y se los llevaba al pecho, como tratando de protegerse o esconderse tras ellos.
Las fotos que Hinata estaba viendo correspondían a una visita de la familia Uzumaki le había hecho al kasekage hacia algunos años. En ellos se veía como los dos hermanos varones de la arena compartían con los de la Hoja. Había una donde Boruto trataba, infructuosamente, de levantar un viejo abanico de Temari, u otra donde Himawari bebe veía un show improvisado de marionetas de Kankuro.
- WOW – dijo Naruto – Mira, son Garaa y Kankuro….. se ven más viejos. Y estos son Boruto y Himawari – luego miro a Hinata, para mirar de nuevo las fotos – ella se parece mucho a ti.
- Y Boruto a ti – respondió la chica.
- Es cierto! Por eso es tan guapo.
El rubio rio y la pelinegra sonrieron tiernamente. Siguieron revisando fotos. Cumpleaños, festivales, reuniones con los Hyuga y con los amigos. Incluso encontraron fotos del matrimonio de Ino con un tipo que ninguno de los dos conocía.
- Y las fotos de nuestro matrimonio? – pregunto Naruto, sin darse cuenta que la chica había escondió tras ella ese álbum en particular – Tampoco hay fotos del matrimonio del dobe con Sakura chan.
La cara de Hinata fue cubierta por una sombra de duda y tristeza.
- Naruto kun? Te gusta este futuro?
- Si – dijo sin dudar el rubio – es un futuro genial por el cual luchar.
- Pero yo no soy Sakura, y a ti te gusta ella.
Naruto detuvo su búsqueda de esas fotos en particular y la miro antes de responder.
- Cierto, tú no eres Sakura y nadie me ha dicho porque cambie de opinión
- Yo sé que a ti siempre te ha gustado ella y no debe ser fácil para ti ver que tus sueños no se han hecho realidad – dijo tristemente.
El rubio la miro, confundido por la actitud de la chica
- Hinata? A ti te gusta este futuro?
La ojiperla susurro un si.
- Pero te tuviste que casar conmigo.
La chica lo miro y sonrio un poco – no fue un sacrifio, Naruto kun.
- Pero como lo sabes? Entre nosotros y ellos hay muchos años. Tal vez te gustaba un niño y te obligaron a casarte conmigo.
- Nunca me hubieran obligado a casarte contigo.
- No lo entiendo, que tengo yo para que alguien como tu se quiera casar conmigo? – dijo el rubio, colocando las manos detrás de su cabeza – Es como si yo te gustara.
La ojiperla enrojeció y el rubio juraría que vio salir vapor de los oídos de la chica. Ella solo fue capaz de mover la cabeza para afirmar. Hinata no pudo más y con la velocidad que el entrenamiento ninja le daba más la vergüenza del momento le dio, salió corriendo hacia las escaleras y su habitación.
El rubio quedo aturdido con la acción de la niña.
- Yo? Yo le gusto a Hinata?
Y se quedó sentado en el sofá y la mirada perdida.
