Capítulo XLII


Desde que regresaron del colegio esos dos no hablaban de otra cosa que de Quidditch. Severus se había refugiado en su laboratorio en Londres muggle y dejó que Sirius lidiara con Harry y a veces también con Draco.

Por eso su secretario fue el que le indicó que ya era hora de salir, pues era fin de semana. Snape se vio tentado a quedarse más tiempo luego de que su laboratorio quedó vacío, sin embargo dejó sus investigaciones por lo menos eso días para regresar con su familia...

Severus regresó a su casa y allí ya lo esperaban Lucius y Remus.

–Hola Severus. –saludó Remus que colocaba hechizos en la escoba de Lucian.

Sirius ya esperaba al lobito en el aire para darle algunas lecciones de vuelo. Draco y Harry sobrevolaban despreocupados, más allá.

Como el clima era perfecto; el pocionista se unió al patriarca Malfoy que bebía algo frio debajo de la sombrilla del juego de jardín.

–¿Saldrán de vacaciones? –preguntó Severus.

–Draco y Lucian irán un par de semanas con Cissy a Escocia, piensan quedarse ahí, y regresar para el Mundial de Quidditch.

–Oh eso... Si ya nos enviaron los boletos de Corvinus. Corp. No podemos faltar ya que gastaron tanto para que todos estemos en primera fila.

–Seamos sinceros, Alexander tenía que liberar un poco sus finanzas en el mundo mágico, incluso regaló boletos a sus trabajadores, no del mismo precio, pero... ya te imaginas.

–Si. Y hablando de eso ¿qué tal nuestra empresa, estamos bien en los impuestos?

–Cerraré los tratos con los noruegos; por eso Draco y Lucian se van con Cissy; luego regresaré con ellos. Pero debo celebrar que hicieron un buen pedido bastante decente de la Corvilobos.

–Eso imaginé, ya que todos los trámites y compras deben ser secretos, habrá pedidos de los propios gobiernos.

–Exactamente y bueno digamos que como todo es secreto, calculé las ganancias...

–¿No las alcanzamos?

–No... Las superamos por mucho. Lo que nos deja con mucho que declarar en impuestos o hacer una donación.

–Ya veo. ¿A dónde lo enviaras?

–Pensé en San Mungo ¿Qué opinas?

–Siempre es mejor invertir en algo que no puedan robar los del Ministerio.

–Definitivamente. Entonces será en eso en lo que nuestra empresa done.

Severus asintió y se acomodó más en la silla de jardín, viendo como Sirius iba lento y muy cerca de Lucian. Remus se encontraba en el suelo, pero seguía los movimientos muy de cerca, Severus supuso que usando sus dotes lycanos.

Snape bebió un poco de jugo y suspiró decidiendo que tomó una buena decisión de dejar su trabajo por ese día y regresar con su familia.

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En la sala de controles y tecnología del buque Corvinus, uno de los controladores llamó a su superior y le mostró que su objetivo ya había regresado a Inglaterra después de estar en Albania, donde el equipo que lo seguía supo de la desaparición de aquella bruja.

El supervisor dejó la sala y fue hasta el camarote y oficina de Alexander.

–Señor, él regresó a Inglaterra.

-Ya veo; eso no me agrada. Envía dos equipos mixtos tras él y que informen cualquier movimiento por muy simple que parezca.

–No lo han visto más que con baúles, señor.

–Créeme James; los magos pueden meter una ciudad en uno de esos; supongo que su Señor, debe estar en ellos o muy cerca.

–Ya veo señor.

–James; que los equipos que los vigilen no se arriesgue innecesariamente.

–Como ordene señor.

–Bien; estaré en el castillo si hay novedades, más no dudo que alguno de mis hijos venga a revisar.

El guardia asintió y se retiró de lugar. Alexander salió un poco después rumbo al castillo; el viaje fue corto en auto.

Al llegar a su hogar. Regulus lo recibió en la gran sala, pero enseguida se escucharon carreras apresuradas, saliendo las gemelas para gritar emocionadas por su llegada.

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Harry no deseaba salir de vacaciones así, que se unió a Draco y Lucian para ir a Escocia. Severus y Sirius lo alcanzarían luego, pues Severus deseaba avanzar en su último invento de una pastilla que poco a poco y con constancia reducía los niveles de azúcar entre los Diabéticos muggles, obviamente era algo que no se lograría fácil, más el pocionista no se daría por vencido.

La fiesta del moreno sería en Escocia, sin embargo como ya se consideraba mayor, sería una comida sencilla. Claro que al igual que Draco antes, apreciaría los regalos en efectivo para gastar en el Mundial.

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El castillo Corvinus era grande, más no por ello descuidado o viejo; no de hecho era un acogedor lugar con alfombras de colores que combinaban con cortinas o habitaciones, en algunos lugares se remplazaron las ventanas de madera por ventanales de vidrio reforzado que dejaba pasar el sol o los rayos de la luna; y en otros casos se suplantaron por vitrales con dibujos alegres. Los cuartos eran grandes y contaban con chimeneas o estufas para calentarlas.

Así que si alguien solo quería privacidad, podía elegir cualquier estancia y estaría detrás de gruesas paredes de roca.

Lo que una mañana aprovechaban a sus anchas Regulus y su insaciable esposo.

William recorría con la lengua el cuello del pelinegro y bajó luego al torso sin dejar de acariciar el resto de la piel del mago. Con ligereza se acomodó entre las piernas de su esposo y este lo recibió gustoso, las falanges del hombre lobo alistaron el agujerito de Reggy y con delicadeza se inició la intromisión que pronto los llevó a estar unidos. Los golpes de cadera no se dejaron esperar y la danza sexual comenzó subiendo de ritmo debido a las exigencias del mago.

Tiempo después Regulus sintió el orgasmo llegando al mismo minuto que lo hacia la semilla de William, aunque sin consecuencias, ya que el Black tenía colocado un par de hechizos anticonceptivos.

La pareja se fijó en la hora y optaron por dormir otro poco, sus hijas eran felices con su primo Lucian y con los demás, no los buscarían.

William ronroneó y metió la nariz en el cabello de Regulus.

–Te amo Reggy.

–Y yo a ti mi Willy.

Y así se quedaron dormidos.

...

Su pesadilla hubiera quedado en solo un mal recuerdo, no obstante esta estuvo acompañada por un dolor en la cicatriz, eso lo hizo despertar dolorido y jadeando.

Harry trató de regular la respiración y cuando lo logró exhaló un poco y miró la ventana que tenía cerradas las cortinas.

–Naly... –llamó y la elfina apareció.

–¿Qué sucede amito?

–Puedes darme un poco de agua.

La elfina sirvió un vaso con agua y se lo tendió al morenito; apareciendo un paño limpio, mojado y caliente, limpió el rostro de Harry.

–¿Mis papás están durmiendo?

–El amo Sirius sí, pero el amo Severus no se ha levantado, pero está despierto. ¿Quiere que lo llame amito?

El de ojos verdes afirmó y antes de hacer el pedido, la elfina acomodó los almohadones para que el jovencito se recostara un poco incorporado.

Harry escuchó a su nana irse y se dijo, que dijeran lo que dijeran que a su edad todavía contara con ella para cuidarlo en sus pesadillas, no lo cambiaria.

Pocos minutos más tarde la puerta se escuchó y Severus entró seguido de un somnoliento Sirius que caminó veloz y se acomodó en la cama de Harry, pero con los ojos grises medio abiertos y puestos sobre el menor.

Severus agarró una de las sillas y se sentó en la orilla de la cama.

–¿Qué pasa?

–¿Pesadillas Prongsy?

–No lo sé, tal vez solo exagero, pero... –balbuceó Harry.

–Lo que sea que te moleste, nunca será insignificante para nosotros escucharte.

Afirmó Snape y el animago se acomodó más, pero asintió. Harry les relató su sueño y lo de la molestia en la cicatriz.

Cuando el relato concluyó, el pocionista ordenó:

–Naly tráeme mi maletín, está en la mesita de la salita.

En ese momento, Sirius ya estaba muy despierto y preguntó:

–¿Qué le vas a dar?

–Filtro de paz con unas gotas de poción para dormir sin sueños.

–¿Es necesario? –inquirió ya haciendo gestos el chico.

–No te preocupes solo serán un par de gotas y le coloqué algo de sabor artificial muggle, que no afecta los componentes, así que no sabrá mal. Debes dormir otro poco, aun es de madrugada.

El Potter no pudo negarse y en cuanto llegó Naly con el maletín del pocionista y este mezcló lo necesario, se lo dio al menor y este se lo bebió de golpe, comprobando que la poción sabía a limón.

Sirius revisó que el menor se quedara dormido y se levantó yendo a encontrarse con su pareja, pero viendo a la elfina.

–Te lo encargamos Naly.

–Si amo.

Los dos magos mayores salieron de la habitación y el de ojos grises abrazó al otro por la cintura.

–Yo no creo ni por un segundo que haya sido una pesadilla.

–Me temo que no, lo que algunas vez fue el peor de los escenarios se hizo real, Vold... Él tiene un lazo con Harry.

–Por desgracia.

–Debemos agradecer, que no está del todo bien; eso nos dará ventaja para hacer un plan.

–Si.

–Por lo pronto, veremos si alguien reportó la desaparición de la Señora Bertha Jorkins.

–Si Sev. Deberíamos intentar descansar otro rato, o tomar de esa poción. –Opinó el Black.

El matrimonio entró en su recámara y se metieron bajo las mantas, Sirius sabía que Severus no dormiría pensando en lo que acababan de saber, por lo que se incorporó y acomodó al otro para darle un masaje combinado con amorosos mimos, hasta que sintió la respiración de Severus ralentizarse signo de que ya estaba durmiendo.

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En la antigua Mansión Riddle; Tom murmuró desconfiado, viendo el cuerpo de Nagini iluminado por las llamas de la chimenea.

–Ahora cuéntame con detalle como esos traidores terminaron cuidando al niño Potter.

–Oh mi Señor, yo no vi mucho de ello. Pues fui atrapado poco después de su... desaparición por un loco pelirrojo; pero en cuanto pude escapar de Azkaban lo hice y fui a ver al chico, señor; allí escuché que Severus era su tutor.

–... Eso es muy extraño. Por el momento si no recibo más noticias de mi fiel sirviente, le daré a Snape el beneficio de la duda, puede que lo tenga cerca para mi uso.

–Sí señor... señor... Yo soy su fiel sirviente...

–Lo eres, pero nada comparado... él me dará la oportunidad que necesito.

Peter se quedó callado esperando que se le permitiera retirarse, no soportaba ver a la cosa que era su Lord.

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En los siguientes días el grupo se reunió, pues Remus y Lucius arribaron de Noruega. Con todos juntos, Severus compartió lo que Harry les dijo y la conclusión de todos fue la misma, de algún modo el Lord originó un lazo con el morenito en esa ocasión que mató a los padres de este.

–Enviaré a mi gente que averigüe lo que sabe de esta bruja, pero creo que solo confirmaríamos lo que Harry soñó. –aseguró Alexander quien ciertamente recordaba ese nombre en los reportes de vigilancia de sus soldados.

–Descubriendo en donde se esconde podríamos ir a matarlo. –comentó William.

–Pero aun no destruimos los otros Horrocruxes, que seguro debió hacer, no solo esos dos. –expuso Remus.

No hubo contradicción para esa afirmación del lobo. Lucius decidió aligerar el ambiente relatando de lo que se enteró cuando hizo la donación para San Mungo y otra cosa.

–Pues el Ministerio me ofreció boletos para el mundial, por lo de la donación, pero ya que nosotros ya tenemos se los regresé a Ludo Bagman y le pedí que los reglara a alguien más. Y bueno Cornelio me contó que Hogwarts será la sede de... Creo que los dejaré con la duda.

Hubo abucheos y chiflidos en contra de Lucius que sonrió divertido.

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Para la tarde. El grupo se desencantó por seguir los preparativos de su viaje al Mundial de Quidditch y es que pensaban viajar en autos muggles, elegidos por Marcus que optó por SVU en los que viajaría cómodos y sin perder el estilo; no les preocupaba que los muggles los notaran ya que todo el grupo poseía bastante experiencia en interactuar con estos.

Así que su viaje inició, empezando por ir en el buque y desembarcando en las costas mas cercana al lugar que los magos eligieron para colocar el campamento.

Harry recibió un mensaje para encontrarse con Ron y Hermione en el campamento, más tuvo que era ya hasta muy entrada la tarde, del día que llegó porque se quedó con Draco ayudando para colocar las tiendas que para ser sinceros eran demasiado elegantes y grandes.

Obviamente en cuanto los adultos salieron a la que sería el comedor, los conocidos se les acercaron y comenzaron a conversar. Harry se escabulló, invitando al rubio, pero este se negó, pues él también quería ir a buscar a sus amigos.

–Yo quería pasear contigo y comprar recuerdos. –Se quejó Harry.

–Tenemos tiempo, ve con tus leones y nos vemos a las ocho, eso nos dará tiempo antes de que nos manden a dormir. Y si ves a Viktor Krum promete que le pedirás un autógrafo para mí.

–Sí, aunque ya te dije que...

–Es bueno y lo sabes.

–No lo niego, pero guapo no es.

–Yo no dije que lo fuera.

Se defendió Draco y se giró para internarse entre las tiendas que claramente pertenecían a los otros Sly.

Harry vio irse a su amigo y gruñó, desde que el noruego había sido visto por Draco en los partidos, lo empezó a admirar, eso no era malo, lo extraño era que a él eso le incomodaba un poco.

La reunión con la castaña y el pelirrojo estuvo llena de anécdotas y celebraciones porque podían estar en ese lugar. Harry fue llevado hasta la tienda de los Weasley y allí, su amigo le presentó a sus hermanos mayores Bill y Charly, ambos igualmente pelirrojos, pero un poco diferentes de cómo se los imaginó y es que le parecieron muy geniales los dos. Porque ninguno de los dos comentó o mencionó nada de su familia y eso para Harry era algo bueno.

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Como prometieron, Draco y Harry, se reunieron a la hora acordada y dieron una gran vuelta por el lugar de puestos de recuerdos; prácticamente compraron de todo a excepción de algunas cosas que no fueron de su gusto y es que con Inglaterra fuera de las finales les agradaban los dos equipos que jugarían.

En el lugar se encontraron con Alexander con las gemelas y llevando también a Lucian, al parecer al inmortal todo le parecía muy gracioso o interesante. Los adolescentes se les unieron y terminaron de recorrer los puestos regresando a las tiendas alrededor de las diez y media de la noche, motivo por el que los más jóvenes ya cabeceaban a la hora de cenar.

Con los niños y jovencitos ya descansando, el patriarca Malfoy les contó a los otros...

–He visto alguno de nuestros... excompañeros, no es raro que en un evento como este haya uno que otro, más no lo sé... me pareció raro que no se notaban muy contentos con estar aquí.

–Por eso yo no salí más que un momento y llevaba a mi Paddy guardián, de ese modo no se me acercaron.–expuso Severus.

–Ya veo, como sea tal vez solo soy paranoico, más creo que debemos estar al pendiente. –Concluyó Lucius.

–Iremos a dar una vuelta por todo el campamento solo para ver si hallamos algo interesante. –decidió Marcus.

Cissy quiso acompañar a Marcus y presentarlo con los conocidos que se encontraran, al mismo tiempo que vigilaban a sus antiguos compañeros. William iría con Regulus aunque no le agradaba mucho que los que reconocían al Black y que no sabían de su matrimonio, le acercaran a hijas e hijos solteros. No en vano Regulus era el menor de los Black y como el mayor –Sirius– ya estaba casado y Severus Snape era un mago muy conocido al igual que su legendario carácter, veían como mejor opción a Regulus.

Las parejas salieron por diferentes rumbos buscando peinar toda la zona.

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Remus y Sirius no lo dijeron, pero el temor de perder a sus parejas se hizo más real; pues si Él había regresado, ciertamente era un gran peligro y los aliados que eran totalmente leales a Voldemort, igualmente eran de temer.

Lucius quiso salir a que los espías –si había– lo vieran, pero Moony se lo prohibió.

–No tienes que colocar una diana en ti, es suficiente con todo lo que se ha sabido de nosotros y de nuestro matrimonio y familia.

–Estoy de acuerdo; yo considero que no debemos salir sin nuestra familia, por los rumores y por protección.

Dispuso Severus y sintió el apretón en su mano de parte de su esposo.

–Voy a revisar a los niños y te veo en nuestra recamara.

Advirtió Remus mostrando los colmillos. Lucius solo sonrió divertido, definitivamente de ese modo obedecería a su lobo. Remus fue hasta la carpa de los menores. Los tres magos restantes se retiraron a descansar.

...

Al día siguiente el desayuno lo tomaron en sus cuartos, para el almuerzo se reunieron y Sirius comentó que deseaba presumir un poco así que puso invisibles las paredes del comedor de la carpa; así que los curioso pudieron ver un almuerzo del grupo y como convivían alegremente.

Inclusive los adolescentes cooperaron dejándose mimar por los adultos, a pesar de los rumores de sus conocidos que fueron testigos de los hechos.

Por la tarde Harry volvió a ver a sus amigos; los otros se arreglaban para el juego.

El moreno regresó a tiempo solo para que Sirius lo medio peinara y le cambiara la túnica por la que le compró para la ocasión. Severus no intervino, él no estaba muy interesado ni en el juego ni en los arreglos para ir a este.

Con todos listos; el gran grupo avanzó hasta el estadio improvisado.

Remus vio con diversión y regocijo a los Weasley en las filas exclusivas, por eso dio un beso muy sonado en la mejilla de Lucius, este no comprendió el motivo, pero lo disfrutó.

Hermione y Ron saludaron con timidez a los Corvinus y serenos a los demás cuando pasaron por su lugar.

Potter agitó las manos en dirección de los pelirrojos, más huyó al ver que el Ministro y otros jefes del Ministerio se acercaban, no quería ser expuesto o felicitado como siempre.

El juego inició mostrando a las mascotas de los equipos y las Veelas fueron un interesante espectáculo y por primera vez los gemelos Corvinus quisieron ser afectados por esa clase de magia, Alexander solo suspiró resignado; pues los otros varones, a excepción de Remus y Reggy parecían muy emocionados... Severus leía un programa por lo que pudo jalar a su esposo e hijo para que no se lanzaran por las gradas.

Lucian casi aulló ante el baile de las criaturas mágicas y Clare se echó a reír, Teresa le dio un codazo al rubio trigo para sacarlo de su encantamiento.

Más cuando fue el turno de los Leprechaun las niñas brincaron sobre su asiento y estiraron sus túnicas para atrapar monedas.

El juego fue reñido y muy entretenido así que cuando concluyó el subidón de adrenalina dejó a la mayoría con ganas de irse a dormir y no despertar hasta entrada la mañana... o esa era la intención que fue truncada por el ataque a los muggles.

El caos llegó a las tiendas de la familia diversa y estos tuvieron que salir; los primeros que fueron colocados en medio del nutrido grupo de adultos, fueron lo de menos edad y eso evitó que cierto morenito corriera a ver si sus amigos estaban bien, o por lo menos no solo, fueron con él Sirius y William.

–Por allá huele a tus amigos. –indicó el lobo pelirrojo.

Al encontrar a Ron, que descubrieron huyendo con la castaña, se quedaron con estos hasta que los dejaran con su familia y por eso fueron testigos de la locura de acusar a la elfina Winky de hacer la Mosmordre.

Cuando Arthur llegó, Sirius entregó a Ron y Hermione, y sacó a William y Harry de ese lugar, conocía lo que hacia la llamada justicia con tal de conseguir un culpable.

–Tendremos que salir esta noche ¿verdad? –preguntó William.

–Me temo que sí, todos se han puesto quisquillosos y es mejor estar lejos de todo este lio; de todos modos no podremos conseguir información ahorita.

William no dijo más, sin embargo consideró muy probable que la gente de su padre por lo menos tenía una idea del ataque y posibles sospechosos de este.

Una hora más tarde los SVU salieron del campamento, rumbo a buscar un hotel cercano para descansar antes de regresar a Londres que era lo más factible.

Encontraron un hotel muggle antiguo, pero muy cómodo y a los que les atendieron no les pareció extraño que esa gran familia se hospedara por dos días.

Llenaron un piso del lugar y pidieron los alimentos en todo incluido.

Lucius y Severus se encargaron de poner un encantamiento en las habitaciones de los más jóvenes para que pudieran hacer magia si lo requerían, confiaban en que los adolescentes fueran prudentes.

El grupo se desencantó por descansar y dejar para cuando estuvieran en casa discutir sobre lo sucedido en el campamento.

El lugar tenía vista a un lago y la opción de navegar en pequeños botes, que las parejas usaron. Harry y Draco nadaron un poco, y es que el moreno logró convencer al rubio.

Para olvidar el mal rato de una noche antes fue algo perfecto y al siguiente día que dejaron el hotel, ya iban más relajados y con las ideas más claras.

Como siempre lo hacían, se reunieron en la sala, ahora de Grimmauld Place y decidieron cuál sería su plan de acción.

–Lo importantes es que no nos asocien con ninguno de ellos. Y pulir nuestras dotes de oclumancia. –confirmó Severus. Sirius se removió nervioso y decidió decir:

–No soy muy bueno en ello, definitivamente.

Lucius y Cissy la practicaron cuando el Lord estuvo al mando, más tampoco se consideraban tan buenos como el propio Severus, así que también ejercitarían esa parte.

–Y ya que estamos en ello, los chicos igualmente deberían de aprender a usarla; ya hemos visto que son muy diestros en comenzar a aprender nuevos encantamientos o hechizos. –consideró Moony.

–Estoy de acuerdo. –Terminó Sirius. – Y así no seré el único que este en la clase, verdad Sev.

El profesor rodó los ojos, más aceptó.

–Y pasando al otro tema. Mi esposo y yo hemos estado pensando y creemos que si ese diario te lo dio a ti Lucius, debió hacer lo mismo con otros de sus seguidores y de ese modo tener bien resguardados a los Horrocruxes. –expuso Narcissa.

–Oh mira, no lo había analizado, y posees razón. –aceptó Severus.

–Por lo menos podríamos tener suerte y encontrar uno. –Decidió Regulus – Debemos analizar quien era tan cercano a Él.

–Espero que el evento que se llevara a cabo en Hogwarts nos dé lugar para verificar a los otros y no que atraiga a excompañeros nefastos. –intervino Severus.

–¿Y ya nos vas a decir que será? –cuestionó curioso Paddy.

Snape sonrió de lado y vigiló que los chicos siguieran jugando fuera.

–¿Recuerdan el Torneo de los tres magos...?

–¡¿Si?! –exclamó Sirius.

–Oh sí. –confirmó el profesor.

Regulus gritó entusiasmado, Narcissa aplaudió y Marcus...

–¿Qué es el torneo de los tres magos?

William esperó la explicación como su gemelo. Y Remus se explayó contando lo que era el gran evento y el motivo de su cancelación por un tiempo.

–¿Podremos ir a ver? –preguntó William.

–Yo creo que si. –dijo Snape.

Los oyentes celebraron y con ese barullo alertaron a los adolescentes que entraron a ver, pero les dijeron que solo fue un chiste que William contó.

Draco y Harry no creyeron mucho esa explicación, pero lo dejaron pasar.

El secreto estaba a salvo, pues inclusive las túnicas de gala de la lista de útiles se habían mandado a hacer a medida –tomadas por sus nanas elfinas cuando los jovencitos dormían–, pero serían enviadas a Hogwarts.

El regreso a clases fue inevitable. Harry y Draco llegaron al andén con Sirius y Remus llevándolos, pues ya se sentían grandes para que fueran todos.

Los mayores se despidieron y el rubio y el moreno subieron al tren, aun discutiendo por lo que Harry había estado molestando a Draco.

–¿Por eso camina así?

-¿De qué hablas?

–Pues como Noruega es frio, deben de caminar encorvados.

–Potter...

–Bromeo.

–Mira que si mi madre no hubiera convencido a Lucius, yo estaría estudiando en Durmstrang...

–No lo creo, Moony no lo hubiera permitido.

Draco sonrió e iba a responder...

–Que te hubieras ido a estudiar a Durmstrang, hubiera sido genial Malfoy de ese modo no tendríamos que soportarte en Hogwarts. –intervino Ron que iba saliendo de uno de los vagones donde ya estaba Hermione, que sonrió ante lo dicho por el pelirrojo.

Harry frunció el ceño a punto de defender a Draco, pero este no se quedó callado...

–¿Y tú que comadreja, ya usas vestidos de bruja?

El moreno vio cómo su amigo rubio jaló algo con holanes que sobresalía del baúl del pecoso y a verlo se notaba muy extraño.

–Oh es una túnica de gala... oh es para lo del evento, pero que esperpento y seguro que no sabes el motivo...

Harry no supo de qué hablaba el de ojos grises, más este solo adivinaba y consiguió hacer enojar a Ron. Harry no intervino, Ron se lo tenía merecido y si estuvo de mal humor todo el viaje, no era su culpa.

Por fin a la llegada y en la cena, Dumbledore dio el aviso y hubo una explosión de aplausos y gritos.

A todos les pareció interesante y también le preguntaron a Harry si participaría si lograba burlar la línea de edad y si bien este dijo que si, no tenía la intención realmente, no quería preocupar más a su familia.

Y al mismo tiempo miró al nuevo profesor de DCAO que era muy extraño, pero aseguraban los rumores que del mismo modo muy amigo de Dumbledore.

Harry vio a Sev y buscó un tiempo para ir a saludarlo. Lo encontró a punto de salir para ver a los nuevos Slytherin, pero el profesor se tomó el tiempo para Harry:

–¡Lo sabías y no me dijiste!

–Quería que fuera una sorpresa y de ese modo sería más divertido ¿o no?

–Lo fue. –dijo derrotado el moreno. – ¿Y mi túnica?

–En tu baúl, al igual que la de Draco en el suyo.

–Eres... el mejor.

Severus sonrió y Harry frunció el ceño.

–Ese nuevo profesor...

–Oh Ojo loco Moody, es todo un personaje, uno de los que nunca nos han perdonado, ya sabes...

–Ya veo.

–Igualmente no te pongas en su contra.

–Tampoco le voy a seguir la corriente, no lo sé, me parece raro, no me da confianza.

–Será porque es muy leal y amigo de Dumbledore.

–... Posiblemente.

Severus arregló el cabello de Harry y lo envió de regreso a su torre.

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Alexander le agradaba estar en tierra firme si no había necesidad de ir al buque por lo que Regulus le consiguió un bonito y sencillo edificio mágico cerca de Grimmauld Place para que colocara su oficina y la de sus hijos. Por ese motivo allí recibió al grupo que fue de vigilancia a la final del Mundial de Quidditch y los que ya le entregaban su reporte sobre lo que sabían del incidente.

Marcus los leía y William conversaba tranquilamente con los guardias.

Cuando el gemelo mayor concluyó vio a su padre...

–Esto es interesante y nos da una pista de los culpables de ese asunto.

–Qué bueno, porque ya quiero desaparecer a ese tipo o cosa; ya me fastidió. –advirtió William.

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Desde que Hermione vio como trataban a Winky en el Mundial de Quidditch, se propuso liberar a los elfos domésticos, por más que sus amigos la intentaran convencer de que esa no era buena idea y que Dobby más bien era un excepción a la regla y costumbres de estas criaturas, más la castaña no quería ceder, inclusive quiso convencer al moreno de dejar libre a su nana. Claro que este ni siquiera se planteó responder a eso.

De camino a la clase de Hagrid, ella hablaba de sus planes para que su campaña funcionara, por lo que Ron y Harry suspiraron aliviados cuando finalmente llegaron a la cabaña del guardabosque.

La lección comenzó y el grupo de Gryffindor y Slytherin conocieron a los objetos de estudio –escregutos explosivos– que nadie supo para que servían. Draco expuso esa duda y el maestro no supo que responder, el rubio platino fue incisivo y Hermione intervino...

–... ¿Quién no querría tener una mascota capaz de quemarlo, aguijonearlo y chuparle la sangre al mismo tiempo? –mencionó Draco.

Hermione comenzó a hablar, pero por su parte Harry estaba de acuerdo con el rubio, a pesar de estimar a Hagrid.

–...La sangre de Dragón es increíblemente útil por sus propiedades mágicas, aunque nadie querría tener un dragón como mascota ¿no?

El silencio se instaló o era eso lo que esperó la castaña con su gran diatriba, más Draco dejó de ser cortés...

–Se nota que todos tus conocimientos son de leer como si tu vida dependiera de ello Granger, se nota tu falta de... experiencia o cuna; hay dragones que pueden ser domados, pero se necesita mucha trabajo, hay familias de sangre pura que poseen esos conocimientos que pasan de generación en generación* y obviamente al ser sus mascotas no las desangrarían. Pero me has dejado claro que tú sí lo harías.

Auch quiso gritar Harry, más se detuvo, Ron y Hermione debían recordar que no se molestaba a un Dragón dormido y su amigo lo estaba al no desear discutir con él por ese par, más a veces no podía detenerse.

–Yo no dije... –pretendió defenderse Hermione.

–Basta, continuemos la clase. –interrumpió Hagrid.

Y eso pasó, la clase siguió, pero Draco vio retador a la castaña durante el resto de esta.

Al día siguiente hubo una noticia que hablaba del padre de Ron y los Sly leían esta en uno de los pasillos. El pelirrojo la tomó contra Draco y es que este se encontraba en el grupo, insultando a la madre del rubio todo se descontroló y hubo intentos de ataque que Moody detuvo hechizando a uno de los Sly.

Convertido en hurón y siendo rebotado, Draco gritó/chilló. Harry corrió hasta el animalito, más el maestro lo cambió y Draco fue auxiliado por los compañeros de su casa que empujaron al moreno lejos de ellos. El grupo de Sly se retiró, seguidos de las risas de los que vieron el incidente, diversión que detuvo Minerva al llamarle la atención a Moody.

Harry vio con ojos asesinos al profesor, más si discutía con él, saldría perdiendo y llamando la atención. Demasiado enojado y preocupado, el de ojos verdes corrió lejos del lugar para ir en busca de Severus. El profesor casi le gritó por interrumpir su clase, más al ver el estado en que el de ojos verdes se hallaba. Caminó veloz hasta este.

–¿Qué sucede?

–Draco... Moody lo convirtió en un hurón, pero creo que lo lastimó.

Severus se giró a la clase y como no había sucedido nunca o no se recordaba, exclamó:

–Se suspende la clase, repasen antídotos para el envenenamiento por pociones caducas, lo preguntaré en la siguiente clase.

Severus no esperó a que los alumnos se retiraran y aferró al moreno del hombro saliendo veloz con él. Arribaron a la enfermería y allí los recibió Pomfrey.

–¿Cómo está? –cuestionó Severus.

La enfermera frunció el ceño y con molestia explicó:

–Un cuerpo no puede enfrentar el cambio tan rápido sin consecuencias, tiene dolor y está desorientado, aparte de una pequeña fractura en las costillas, según me informan sus amigos porque lo utilizaron como pelota... Severus nunca opino, pero esto no está bien.

–Créeme lo sé, Pomfrey.

Harry se acercó a la cama donde descansaba el rubio y agarró su mano.

–Le di algo para descansar, pero si deseas puedes revisarlo, se nota que quieres hacerlo.

Dijo la enfermera y dejó a solas al trio. Snape hizo un escaneo con su varita sobre el cuerpo de su ahijado.

–No me importa que sea el mejor jodido auror que haya existido si vuelve a tocar a Draco, lo cruciaré.

–Harry... entiendo tu enojo; lo arreglaremos.

–Lo lastimó Sev y solo por una tonta pelea entre alumnos.

–Lo sé.

El profesor no agregó más, debía avisar a los padres de Draco y caray eso incluía a las parejas de estos...

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Minerva llevó a Moody con Dumbledore y le explicó la situación. El Director no le dio mucha importancia, no esperaba que por algo tan simple, Lucius Malfoy los molestara y más si estaba inmiscuido Moody.

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En Malfoy Manior, pedazos de chimenea saltaron con un bombarda lanzado por Lucius, apenas Severus se desconectó.

Remus ni pestañeó al ver el arrebato de su esposo, sus colmillos rechinaban al pensar en su hijo mayor lastimado por ese loco.

–¡Creen que no voy a ir porque le temo a las acusaciones de ese imbécil!

–Cuentan con ello. Llevaré a Lucian con Regulus y vamos a Hogwarts.

–Si. Avisaré a Narcissa.

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Esa tarde antes de las últimas horas de clase, Harry escuchó los murmullos y Lee Jordan se lo confirmó:

–Dicen que los padres de Malfoy llegaron desde hace un rato y creo que quieren demandar a Dumbledore y al Colegio.

Exclamaciones indignadas se escucharon, seguidas de burlas. Harry dejó el grupo y se dirigió hacia la torre de Albus, quería saber cómo iba todo.

Hermione y Ron lo vieron irse.

–Es un exagerado ese Malfoy.

–Tal vez, pero lo que hizo el profesor estuvo mal.

–Seguro que está fingiendo.

–...

La castaña no respondió nada, ella si recordaba que uno de los Corvinus, según dijo Harry, era padrastro de Draco... Eso era un tema para pensarse y temer. Ella lo sabía, pues no se quedó con dudas e investigó todo lo que encontró de la leyenda de estos y su... descendencia.

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No hubo aviso, solo exigencia de parte del cuarteto para entrar vía chimenea, Fudge iba con ellos, así que Albus no pudo negarse.

Le envió un mensaje a Moody e hizo pasar a los visitantes.

El rostro del ex matrimonio Malfoy se notaba tenso y furioso. Remus y un hombre que no conocía solo miraban todo sin mostrar mucho. Albus apostó por lo más seguro y saludó al Ministro.

–Cornelio...

–Albus, no quiero que esto se convierta en una visita social, lo deseo, pero no soy yo el que dirige en este minuto.

–Quiero ver a mi hijo. –exigió Narcissa.

–El joven Malfoy se encuentra bien... –objetaba Albus.

–Quiero comprobar eso por mí misma.

Dumbledore señaló la puerta y sin esperar Cissy salió veloz del lugar, seguida de los otros dos magos. Marcus se quedó en la oficina. El Director lo vio y cuestionó con intriga:

–¿Usted no va?

–En un rato o mi esposa me dirá como esta mi chico. Quiero quedarme porque verá no confió mucho en usted a solas con su profesor.

–Moody no ha... –Albus se interrumpió al escuchar a Ojo Loco llegar.

El profesor entró a la oficina y al ver al Ministro se imaginó de qué iba todo.

Albus hizo pasar a Moody y le pidió que esperara, luego continuó la conversación con el visitante.

–Narcissa Black se casó con usted, algo supe, sin embargo no tenía el gusto de conocerlo, señor...

Marcus se irguió y cruzó de brazos.

–Soy Marcus... Marcus Corvinus.

–Vaya ciertamente yo tampoco sabía su nombre señor Corvinus. –mencionó el Ministro muy sociable.

Moody no intervino, más Albus miró fijamente al castaño y cuestionó solo para corroborar:

–Eres hijo de Alexander...

–Sí, soy hijo de Alexander Corvinus y gemelo de William. –confirmó el vampiro mostrando una leve sonrisa de lado.

–Ya veo, supongo que Severus tiene años de conocerlos ¿cierto?

–Definitivamente, y mi hermano está casado con Regulus Black; o sea somos... familia todos. Algo que decidimos mi esposa y yo fue no tener hijos hasta que nuestro rubito estuviera un poco mayor, es unigénito por mi parte. –declaró Marcus viendo de reojo a Moody.

Albus notó todos los pequeños gestos del primer vampiro –si sus conocimientos no estaban errados– y de pronto cayó en cuenta que este era un padre furioso y ofendido, uno extremadamente peligroso.

000

La enfermería se llenó de gente, sin embargo Madame Pomfrey no pudo negar la entrada a los padres del rubio.

Draco ya se hallaba despierto y se veía mejor, a pesar de que aun debía tomar otra dosis de poción para el dolor. Hubo revisión y preguntas de parte de los tres rubios, y al notar que la leve fractura no molestaba y estaba curándose, decidieron dejar al adolescente descansar, no sin antes dejarle algunos postres –llevados por Moony– y asegurarle que regresarían a verlo luego.

Al regresar a las oficinas del Director se dispusieron a decir el motivo de su visita.

Pero Moody tomó la palabra de inmediato.

–No sé porque te hicieron venir Cornelio, todo fue una simple lección para un alumno que trató de atacar a otro.

–Tengo entendido que fue mutuo. –defendió Lucius.

–Pues no sé quién te habrá informado, pero no fue así o puede que quieras adornar la verdad como siempre Lucius.

–Moody por favor, no queremos levantar polémica y debemos arreglar esto sin juicios o demandas de por medio. –intervino Fudge.

–Oh ahora lo veo, han usado la carta de los muchos galeones y donaciones para que su niño pueda seguir siendo un mimado insufrible y mentiroso.

–¡Mi hijo no es un mentiroso y tú lo lastimaste gran moco de troll y quiero que te despidan por ello!

Exigió Narcissa.

–Cornelio desde siempre has sabido los favoritismos de Dumbledore, hace un año fue otro de sus supuestos maestros el que puso en peligro a mi hijo y de nuevo sucede. –Informó Lucius y luego miró al mago mayor– Se hará una revisión de parte de los que formamos el Consejo de padres, consideramos que ya no estás en edad de dirigir un colegio Albus.

–Y demandaremos a Hogwarts si no se toman las medidas necesarias. –concluyó Marcus.

El grupo se dirigió a la chimenea y Moody caminó hasta acercarse a Remus, que no intervino durante la discusión:

–No sé qué haces con ellos muchacho, pero debes estar en Alerta Permanente.

–Lo estoy y por eso te advierto –gruñó Moony– Si vuelves a atacar a uno de mis niños... te despedazaré.

Moody se asombró con esa amenaza del que creyó un aliado.

El cuarteto desapareció entre las llamas, y Fudge se quedó y habló con Dumbledore.

–Sabes que te apoyo Albus, pero no necesitamos este tipo de propaganda en este momento no con las otras escuelas visitándonos en Octubre. Estás a prueba en tu cargo y no quiero a Moody cerca de joven Malfoy, es una condición de sus padres impusieron; tomara clases particulares con Severus Snape.

–Esas son cuestiones de la escuela y te recuerdo que somos autónomos.

–En esto no Albus; ya han hecho suficiente ustedes dos. Moody primero con ese incidente al inicio de año escolar y luego esto ¡¿Por merlín en que pensabas al contratarlo?! Me voy.

El Ministro se retiró muy contrariado. Albus escuchó decir al otro mago:

–Al parecer Karkarov no era el menor de nuestros problemas.

–Ya lo creo Moody... Ya lo creo.

Susurró Albus pensando en esa relación que esa familia tenía con los Inmortales Corvinus. Ahora muchas cosas encajaban y el viejo mago se dijo que los Corvinus eran de temer, pero no solo para él y eso era una gran ventaja; consideró en no inmiscuirse demasiado con los dos chicos a su cargo... por el momento.

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Harry fue informado de lo sucedido, luego por Severus, porque no alcanzó al grupo.

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Draco salió tres días luego del desaguisado y Severus le contó lo que pasó así como las decisiones de sus padres, apoyadas por él.

–Así que espero ser tan diestro como para enseñarte DCAO.

–Oh por favor Sev, eres una gran duelista y seguro aprenderé mucho.

–Por lo menos definir los conceptos básicos, eso sí. Ya que Harry y tú han estado aprendiendo aquí y allá con nosotros.

El rubio asintió y Severus lo dejó ir a su sala común; sus amigos ya lo acribillarían a preguntas.

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Las clases de Moody causaron revuelo entre el alumnado, y no tanto entre los profesores, sin embargo la mayoría de estos estaban acostumbrados a que Albus eligiera y solapara las actitudes rebeldes o poco ortodoxas.

Severus, para que Draco no se quedara atrás, también le enseñó las Maldiciones imperdonables, usando un muñeco vudú de los que trajeron de unas vacaciones por el caribe.

Draco sabía que el muñeco solo imitaba las emociones humanas y aun con eso gimió al ver los efectos del cruciatus sobre este.

–Lo ves Draco, no cualquiera puede usar estas maldiciones, podrás tener la fuerza, pero no las... entrañas para provocar ese dolor o muerte.

–Es horrible Sev. Y Volde... Él las usó como si fueran lumus.

–Así es.

Draco exhaló horrorizado, luego de que se calmó, continuaron con la clase.

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La noticia de lo que hizo el maestro de DCAO corrió entre los alumnos y maestros, por eso cuando Hagrid no fue obedecido por Draco unas clases después lo amenazó con hacer lo mismo, craso error, pues...

–No le agradaría estar fuera de Hogwarts y sin trabajo por eso verdad maestro. –siseó Pansy Parkinson. –Dumbledore está a prueba en su puesto no podrá defenderte si eso pasa.

Los Slytherin asintieron y los Gryffindor gruñeron amenazantes, más ya no hubo más intimidaciones. Al concluir la clase y rumbo al colegio, Ron exclamó:

–¡Es todo una exageración y todo porque Malfoy es rico!

–Lo que hizo el profesor Moody no estuvo bien, pero querer su renuncia y la de Dumbledore por eso, es exagerar.

El moreno dejó de escuchar a sus amigos, pues si ponía atención terminaría por gritarles y es que sus ganas de eso ya estaban en la superficie. No comprendía que de genial tenía un maestro que se regodeaba en mostrar todo lo cruel y explicito que pudiera las artes oscuras o sería que si su familia le hablaba de ello lo hacía con ejemplos y libros, y si hubo algo más evidente fue siempre con respeto y evitando la crueldad, bueno lo que les enseñaba William no contaba como magia.

En su opinión no confiaba mucho en Moody, era muy extraño.

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Octubre llegó y con eso el aviso de que los alumnos debía presentarse después de las seis para recibir a los otros colegios. Beauxbatons y Durmstrang hicieron su gran entrada y para felicidad de Draco, Viktor Krum iba con los estos últimos.

Con el gran evento comenzando, las reglas fueron dadas y con eso Bagman mostró el famoso Cáliz de Fuego. La oportunidad estaba entre los de diecisiete años o más.

Harry se preguntó por unos segundos ¿Cómo sería competir? Pero lo descartó rápido, bastante tenía con sus propios perseguidores para aumentar más peligro a su caótica vida.

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Conviviendo con los visitantes muchos pensaron que los de las otras escuelas parecían poco amigables, sin embargo solo era que no tenían confianza.

Harry rodaba los ojos cada vez que notaba que Draco hizo amistad con Krum y caminaba con este en el colegio de vez en cuando.

En Halloween se realizó la elección y los campeones de Beauxbatons y Durmstrang fueron nombrados, Krum y Delacour; por Hogwarts Cedric Diggory y... Harry Potter.

La noticia causó revuelo y curiosidad entre todo el mundo, pero pánico en el moreno.

La cena continuó y en cuanto esta terminó, los Directores de los colegios, campeones, junto con Ludo Bagman y Barty Crouch fueron a la oficina de Albus. Harry caminó entre ellos buscando con la mirada a...

Severus se levantó de su asiento tan veloz como pudo y corrió para alcanzar al grupo, si creían que alguien ajeno decidiría por su hijo estaban muy equivocados.

La discusión comenzó y Madame Maxime al igual que Karkarov se oponían a que Harry compitiera por ser claramente una ventaja para Hogwarts.

Todos querían saber cómo pudo Harry engañar la línea de la edad que colocó Dumbledore.

Severus entró y vio como la cara sonriente de Ludo Bagman presagiaba algo que temía; así que alzó la voz por sobre las otras y afirmó:

–Mi hijo no competirá.

–¿Tu hijo? –preguntó Karkarov.

Severus se irguió estando dispuesto a enfrentar el juicio de su antiguo compañero:

–Harry Potter es mi hijo.

–Severus muchacho, eres su tutor...–manipulaba Dumbledore.

–Como quieras llamarlo, he criado a este niño junto con Lupin y Sirius desde que era un bebé; y no voy a permitir que ustedes hablen o decidan por él, solo porque se creen con derecho, uno que obviamente no poseen, pues él es huérfano solo de palabra.

–Y a mí me dicen loco, Snape no sé qué arreglos o trampas hiciste, pero que ese pobre chico terminara a tu cuidado solo debe ser un error. –dijo hiriente Moody.

–No lo es, Sev es mi padre, Moony es papá y Sirius mi padrino y le aseguro profesor que sin ellos yo hubiera sido efectivamente solo un huérfano buscando aceptación así fuera a costa de mi vida. Así que si mi padre no me da el permiso no competiré y eso es todo.

Harry se acercó a Severus y le pidió que se retiraran.

Barty Crouch tomó la palaba.

–Ambos... padre e hijo llevan razón, el chico es menor de edad y si su padre o tutor no autoriza, no podemos obligarlo.

–¿Cómo si no hubiega hecho tgampa desde un pgincipio poniendo su nombge? –masculló Fleur.

–Yo no lo puse. –respondió enojado Harry.

–No hagas caso. –calmó Severus.

–Es mejor que el chico no compita podría ser una engaño para que algo le pase ¿no crees Karkarov? O puede ser que sus padres teman mostrar que el chico no ha sido criado para ser un gran mago y que lo dejaron como cordero en matadero ¿verdad Snape? –presionó Moody.

Ambos mencionados se pusieron tensos, pero fue el moreno quien respondió:

–Oh me han educado aprendiendo todo lo que debe saber un heredero sangre mágica, se lo afirmo. No temo por ignorancia, si no porque no deseo preocupar a mi familia, sin embargo si fuera para darles orgullo lo haría.

Severus negó, pero sintió una mano sobre su brazo, el morenito le estaba pidiendo apoyo y tuvo que hacer lo que debía, apoyarlo.

La reunión concluyó. Severus llevó a Harry a su torre y en el camino se lamentó:

–Lupin me va a dar caza ¿lo sabes?

–Dile que no nos dejaron otra salida.

–...

–No lo hicieron Sev, casi dijeron que ustedes me entregarían en bandeja de plata a Tom, eso me enfureció.

–Lo peor de todo es que..., fue lo mismo para a mí.

Harry competiría y la noticia fue revelada a la familia de este, que aseguraron que buscarían ayuda para él, la mejor. Claro que eso fue luego de poner el grito en el cielo.

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Al regresar a su sala común, el moreno fue recibido por aplausos y felicitaciones, pero hubo alguien que no solo no lo felicitó si no que incluso le reclamó:

–Por lo menos me hubieras dicho que metiste tu nombre, te hubiera ayudado. –exigió Ron.

–Que yo no lo hice, Ron.

El pelirrojo ya no respondió dejando a Harry con una desagradable sensación de traición.

Lo que reafirmó al día siguiente que el pelirrojo se alejó de Hermione y él, según explicaciones de esta por celos.

Yendo rumbo al comedor, ella le explicó:

–No lo justifico solo te digo lo que veo, eres rico tienes una familia grande, pero eres hijo único, eres famoso y...

–Ya entendí Hermione y de todas esas cosas yo no tengo la culpa; he sido afortunado al ser recibido por mis tutores o, ser rescatado por ellos de mis parientes muggles que me odian imagínate si hubiera crecido con ellos. Y sobre la fama, nunca me ha interesado. Ahora que incluso la orfandad también se la regalo.

–Todo eso lo sé y también Ron, pero necesita tiempo...

–Ya.

Harry no contestó otra cosa porque a él le parecía que su amigo no lo era incondicional, aunque estaba bien, así conocía realmente a este.

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Cuando Draco pudo hablar con el moreno en uno de los pasillos, lo encaró y le gruñó furioso:

–¡¿Es en serio?!

–Pues ya lo es... Ve el lado bueno.

–¿Cuál?

–Podría ganarle a tu ídolo.

–O morir en el intento, tonto.

Los amigos de los dos chicos confundieron la discusión y comenzaron una pelea en la que estos intervinieron errando en los tiros, resultado: Hermione y Goyle hechizados, y Severus castigando a Harry y Draco por alborotadores.

Digamos que un zape en la cabeza pelinegra esa tarde en el castigo, fue la conclusión de esa pelea entre los dos amigos.

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Los medios se enteraron del cuarto campeón y Rita Skeeter no tardó en aparecer, casi al mismo tiempo algún Slytherin elaboró unas plaquitas que traían un mensaje poco favorecedor para el moreno.

Antes de tomar las fotos, Rita estaba por atrapar a Harry y llevarlo a un armario para sonsacarle la verdad o su versión de la verdad, más…

–Oh me temo que mi hijo no da entrevistas y menos a ti Rita.

Llegó Severus, agarrando al moreno y guiándolo lejos de las garras de esa bruja.

–Regresa a clases y no te acerques a ella.

Harry obedeció y se retiró casi corriendo por el pasillo. Rita llegó hasta Severus y lo interceptó:

–¿Su hijo, Severus Snape?

El profesor la ignoró, dejándola plantada en el pasillo. Eso no le importó a la bruja ya que publicó lo que quiso aunque fuera todo inventado.

000

En la casa de Wiltshire, Sirius alistó una pequeña maleta, esperaba convencer a Severus de tener una mascota en lo que el torneo se llevaba a cabo. Bajó a la sala y vio a Naly –cargando a Muffin y ella le preguntó:

–Amo, ¿irá a ver al amito?

–Si Naly, lo voy a vigilar si puedo.

–Qué bueno, amo.

Sirius le sonrió a al elfina y caminó hasta la sala de la chimenea, se asombró de que esta se prendió, más al ver a Remus salir de ella, comprendió todo.

–¿Ya te vas?

–Si.

–Nosotros fuimos un par de veces para verificar a Draco, más solo eso permitieron. No creo que te dejen quedarte, pero si lo consigues, llámanos para cualquier cosa que necesite.

–Lo haré.

–Y dale un par de golpes a esos dos por imprudentes.

–De cierto modo lo comprendo.

–Y yo, pero eso no es lo importante. En fin mandan a decir los otros que si no saben de ustedes irán nuestros espías favoritos.

–Bien.

Remus se despidió y poco después Sirius asimismo usó la chimenea para llegar a las habitaciones de Severus.

Severus lo recibió y se besaron, Sirius le contó su plan al profesor.

–Funcionaría si Albus no conociera a tu perro.

–Buscaremos la forma; ya no puedo estar lejos de ustedes todo lo que está pasando me tiene muy nervioso.

–Igual a mí.

El matrimonio se abrazó y decidieron pasar un par de horas a solas y relajándose antes de avisarle a Harry que el Black estaba de visita.

000

Hagrid lo llevó a ver lo que sería la primera prueba y Harry dejó el bosque prohibido con una sola idea en la mente. Fue a la sala común de Slytherin y allí esperó a que alguien entrara o saliera para colarse. Lo que logró luego de unos minutos y buscó al rubio entre los chicos que estaban en la cómoda sala. Lo encontró sentado conversando y riendo con uno de sus amigos: Blaise Zabini.

Camino con sigilo hasta posicionarse cerca del rubio y jaló la manga de la túnica de este, que se removió curioso, al sentir otro jalón, Draco se levantó:

–Ahorita regreso.

Draco salió y premeditadamente dejó unos segundos la puerta abierta.

Al estar algo alejados del pasillo, que los llevaba a Slytherin, llamó:

–Harry...

El mencionado se quitó la capa y vio al rubio.

–Draco necesito saber todo sobre esas familias que tienen mascotas como dragones...

–...Por Merlín. –Se lamentó el rubito. – Descendientes del tiempo en que Dinamarca y Suecia eran uno, así como los Malfoy descendemos de los franceses. Como de allí provienen los cazadores, igualmente de allí son los criadores de Dragones, se dice que sus antepasados vikingos los tenían domesticados o todo lo que se permite domesticar un dragón...

–O sea que Krum llevara ventaja.

–Preocúpate porque tú no salgas devorado.

–Pero me apoyas cierto y seré tu campeón.

El rubio se cruzó de brazos y sonrió picaresco.

–A lo mejor quieres más a Cho como tu admiradora numero uno

–¿Qué?

–Te he visto echarle ojitos de crupp enamorado.

–No es fea...

–Pues es novia de Diggory o hay rumores de ello.

–... No es como si fuera a declararme.

–Podrías, si resultas vencedor del Torneo.

–Si... como no.

–Mira con que salgas vivo es ganancia. –Draco le sonrió y luego recordó– Oh, puedo enviar una carta a los Lodbrok, si no mal recuerdo Marcus y mamá dijeron que Björn uno de los hijos mayores es criador de dragones.

Sin tardar, los chicos se separaron y Draco se comunicó primero con su madre y Marcus para pedirles que contactaran a Björn de inmediato. Consideró mandar una lechuza él, pero era poco factible, pues esta se tardaría por el clima en las tierras vikingas.

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En Malfoy Manior, Narcissa recibió el mensaje y se lo comunicó a Marcus, Remus y Lucius. Marcus se levantó intempestivamente e informó.

–Iré a preguntarle a Ragnar, pero mejor traigo de una vez a Björn necesitamos su experiencia de primera mano.

–¿Puedes...? –estaba por preguntar Remus.

–Si salgo de inmediato y necesitaré sangre.

En las bodegas tenían surtido de ese vital liquido especialmente almacenado y refrigerado para Marcus, más esta vez Narcissa le pidió que tomara de ella, y Lucius también se ofreció.

Los dos rubios quedaron algo mareados, sin embargo vieron con satisfacción como el bólido alado desaparecía en el horizonte en poco tiempo.

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Harry dejó a Draco y consideró que ir a decirle a Cedric Diggory para avisarle del reto, no era egoísta y le pareció justo que si los otros ya sabían, asimismo debería ser con Cedric.

El chico de Ravenclaw se vio sorprendido y agradecido con el Potter.

Harry fue interceptado por Moody cuando dejaba a Cedric y el maestro lo felicitó. Además lo llevó a su aula y le dio un buen consejo para evitar a los dragones, Harry no quiso ser desagradecido, más esperaba algo mejor del experto en dragones.

Las clases siguieron con relativa normalidad y el moreno de ojos verdes estuvo practicando su Accio, no era difícil pues en Magia y Humanidades le dieron muchas lecciones teóricas que luego practicaba con su familia.

Durante la clase de Aritmencia, Harry fue llamado por Severus y este agradeció que lo sacara de esa tortuosa clase.

–¿Qué pasó Sev?

–Ya lo verás, vamos.

El menor se dio cuenta que se dirigían a las habitaciones del pocionista y supuso que tenían visita.

Cuando entraron, Harry recorrió el lugar y saludó entusiasmado a Sirius y a Marcus. En una de las sillas grandes se encontraba un rubio mago que al ver al niño se levantó.

Marcus fue el que presentó:

–Mira Björn, este es Harry.

–Es pequeño.

El acento del hombre joven le dio una idea a Harry de quien era este.

–Buenas tardes señor Bor... Boj...

–Björrn, pequeño, Björrn Lodbrok y serré tu guía, esperro que seas hábil.

–Lo es Björn. –aseguró Marcus. –Aprende todo lo que puedas de él Pottercito.

–Si tío.

–Me voy, pero regresaré por Björn y si nos lo permiten a ver las pruebas.

Marcus usó la chimenea y se retiró.

–Pedimos un permiso a Barty y Cornelio, Björn se alojara en Hogsmeade, igual que yo. –informó el Black.

–Como Albus no te aceptó en Hogwarts...

Comentó Severus. Sirius sonrió y se encogió de hombros, mencionando:

–Pero si aceptó que vengamos para ayudar a Harry.

El profesor asintió y fue hasta el vikingo.

–Se lo agradezco señor Lodbrok.

El alto y musculoso rubio, agitó la mano:

–No te prreocupes obtengo mucho de este trrato. Marrcus prrometio que ninguno de su gente pisarra nunca mi hogarr. Empezarremos de inmediato.

Harry asintió efusivo con un movimiento de cabeza y casi brincando sobres sus talones.

Aprovecharon que las clases concluyeron ese día y arreglaron que el rubio usará una parte al aire libre lejos de ojos curiosos.

De esas lecciones con Björn y su dragón mascota Thor, Harry aprendió impresionado como jinete y dragón eran muy unidos.

En sus lecciones se les unieron Severus –cuando pudo–, Draco y Sirius.

Draco admiraba por igual a Björn y a su dragón.

A escondidas de los otros campeones Björn llevó a Harry con los dragones y evitando a los cuidadores de estos, le fue contando las peculiaridades de cada uno de ellos, para asombro del menor, el mago vikingo le mostró que eran hembras y que teniendo a sus huevos cerca de ellas, eran relativamente tranquilas.

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Sin previo aviso, una tarde, Harry fue sacado de su clase y llevado por la jefa de su casa hasta donde antes se hallaban los corrales de los dragones, pero que ahora ocupaba una gran carpa.

–Entre, ahí están los demás.

Harry obedeció y vio a Ludo Bagman y los otros competidores. El Director del Departamento de Deportes les explicó que debían elegir de una bolsa roja y mientras lo hacían se escucharon cientos de voces, más hubo una particular que drenó por mucho los nervios de Harry.

–¡Harry será campeón!– seguido de un aullido largo y alegre que corearon otros más.

–Lucian... –susurró contento el moreno, pues eso quería decir que su porra estaba en pleno allí. Al momento en que sacó la figura del Colacuerno Húngaro, Harry recordó las instrucciones de su guía sobre ese dragón.

–Paciencia, sumisión y rapidez.

Paciencia para no caer en el terror paralizante, sumisión, pues si ella era madre parecer un cachorro o cría era la mejor estrategia para que no fuera tan feroz y rapidez para huir al segundo que lo requiriera.

Obtuvo el último turno y por eso solo se fio de lo que escuchó, más su mente ya pensaban en una estrategia.

Cuando fue su turno exhaló aire, buscó a...su familia y allí estaban se notaban porque era un grupo muy nutrido y agitaban banderines con su nombre en ellos. Al recorrer la tribuna donde ellos se encontraban, vio a su maestro y este le guiñó un ojo.

La prueba inició y Harry llamó a su Saeta de fuego con un Accio, luego voló retirado de la dragona, ella lo miraba, y el moreno se encogió en su escoba, los murmullos se escucharon al pensar que fue el miedo el que lo llevó a actuar de ese modo, más lo que hizo fue parecer una pequeña cría indefensa, la dragona bufó, pero no pareció querer atacarlo, el moreno se fue acercando sin dejar su posición. Iba volando lentamente y con paciencia, al sentir que invadía su espacio, la dragona se alzó sobre sus cuartos traseros para amenazarlo y usando sus habilidades en el Quidditch el moreno voló velozmente bajo ella, agarrando el huevo y saliendo de allí a toda rapidez.

El moreno no salió herido y fue vitoreado por el público. Se reunió con los otros para esperar las calificaciones y fue allí donde Hermione y Ron se encontraron con él y luego de una frase del pelirrojo decidió limar asperezas con este, pero una vocecita dentro de sí mismo se dijo que esa amistad ya no sería la misma.

Sus cercanos lo encontraron luego de que dieron las calificaciones. Lucian lo abrazó felicitándolo y luego sintió a las gemelas de cabello fuego imitar al lobito.

Björn llegó tarde aun mascullando sobre el descuido del Noruego al romper algunos huevos de una nidada, más al ver a Harry lo felicitó.

–Bien Harry, buen aprrendizaje y habilidad naturral.

–Gracias... Profesor.

Los adultos se dirigieron al rubio de Dinamarca agradecidos de ayudar a su chico y este sonrió exultante cuando escuchó de William.

–Mi hermano te ofreció un pago... el mío se une al de él; ninguno de mis descendientes correrá por tus tierras, es promesa de William Corvinus.

Los visitantes debían dejar los terrenos de Hogwarts, pero poco antes se les unió Draco y jalando al moreno lo zarandeó.

–¡Harry jodido cara de crupp, lo lograste!

Narcissa lanzó un chillido aterrado, Lucius miró a los Corvinus que se hicieron los locos, de ellos no aprendió esas palabras Draco... No había pruebas incriminatorias contra ellos... ¿o sí?

Luego de llamadas de atención al adolescente rubio y con todos muy contentos, el grupo tuvo que dejar los terrenos de Hogwarts, llevando a Björn con ellos, para llevarlo a un gran restaurante y luego despedirse de Thor y de él.

...


*Esto es de mi cosecha, solo quería fastidiar un poco a la sabelotodo, pero lo demás me parece muy lógico, digo ¡¿Quién desangraría a su macota?!

Si alguien ha visto Vikingos, Raganar y Björn se les harán conocidos, aunque la idea surgió de "Como entrenar a tu dragón" adoro esa película.

...


Muchísimas gracias por seguir esta larguísima historia jejeje y bueno no pude terminar en un capitulo un año, lo lamento.

Mil gracias giulianacontesso, AnaM1707, noona-kane y blackladymoon.