Capítulo XLVI
Era el momento y el anuncio final para que esos mentecatos del Ministerio sacaran sus cabezas de sus traseros y por fin aceptaran que ellos estaban libres y a sus aires.
Bella llamó a los demás y les comunicó con alegría malsana su gran plan; cuando finalizó, muchos de los presentes se quedaron mudos., sin embargo no todos:
–¿Y cómo se supone que haremos salir a Potter?
–Oh eso es lo más interesante del plan; vendrá a nosotros porque su vena de héroe y lo unido que está a su familia lo guiaran a la trampa. Ese niño no solo hará que Lucius y Lupin caigan de rodillas dándonos todo lo que exijamos, de la misma forma mi traidora hermana y Potter vendrán.
Avery se rascó la nuca no muy convencido al igual que Dolohov y Mulciber. Los hermanos Carrow parecían más interesados en obtener una tajada de la gran fortuna Malfoy, Rookwood y los Lastrange se declinaron por hacer comprender al mundo mágico que habían regresado a exigir pleitesía.
El grupo se dividió de acuerdo a la parte que les tocaba realizar para llevar a cabo lo deseado. Bella se quedó con su esposo y pidió:
–Vamos, solo hay que azuzarlo un poco y estoy segura de que él mismo saldrá.
La pareja se desapareció y llegaron al lugar que ya tenían bien ubicado. Tendrían que esperar hasta que el niño los notara, pero estaban seguros de que lo haría y que su plan funcionaria.
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Su llegada a Grimmauld Place fue esa tarde, más los Corvinus optaron por ir a sus oficinas en cuanto arribaron; pues sus equipos de vigilancia ya tenían noticias. Y al mismo tiempo los Corvinus tenían buenas noticias para su familia.
Regulus dejó que sus hijas desempacaran, y es que solo llevaban cosas básicas, pues tanto en su castillo como en Grimmauld place poseían todo lo que requerían, ya que se la pasaban de temporada en temporada en esos lugares.
Él llamó a Kreacher y este apareció. Reggy sonrió ante el aspecto tan cambiado de su fiel elfo; llevaba ropa limpia y bien cuidada. Las niñas habían comprado todo en una tienda de niños muggle y la acomodaron para Kreacher colocándole sobre esta –a petición de Kreacher– un mandil con una frase "al mejor elfo del mundo" se notaba más vivaz y bien alimentado, aparte de haber dejado de estar mascullando por los rincones. Teresa y Clare tenían su nanas, más estas habían sido elegidas por Kreacher especialmente.
–Que preparen la cena Kreacher; algunos cortes de carne, pero no olviden las verduras, pasta Alfredo y un postre de frutas rojas.
–Si amito.
Regulus fue hasta la chimenea y llamó a los Malfoy para avisarles que ya estaban en Grimmauld Place, e hizo otra llamada a Hogwarts para comunicárselo igualmente a Sirius. Con esa llamada los invitó a cenar esa noche.
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En el colegio Harry visitó a sus padres ya que era viernes y los TIMOS ya casi concluían.
Severus vio llegar al moreno seguido de cierto can y negó.
–¿No me digas que has ido con él a sus pruebas?
Sirius cambio y sin perder la sonrisa se dejó caer en el sillón.
–No cariño. Fui a buscarlo para avisarle que vamos a cenar con los otros, pero él ya venía para acá.
–... Ya, no te creo mucho, pero no quiero discutir. Estoy deseoso de salir de aquí y tener una conversación más allá de pruebas y calificaciones. –se quejó el Snape.
–¿No puedo ir? –imploró el de ojos verdes.
–Lo siento Harry, ahorita con los TIMOS en trámite no sería factible ni posible que Albus te diera permiso de dejar Hogwarts.
Sirius asintió estando de acuerdo con su pareja. El moreno se quejó, pero tuvo que resignarse.
–Supongo iré a ver a Hagrid y a su hermano.
Los adultos suspiraron, fue Sirius quien vagando por el bosque prohibido se enteró de Grawp y luego el propio Hagrid se lo mostró al trio dorado. Albus le pidió a Remus que le ayudara con un hechizo de contención y el hombre lobo vino una tarde junto con Lucian quien deseaba conocer de cerca a un gigante.
Grawp se asustó de los lobos, pero sirvió para que obedeciera las instrucciones para colocarle el hechizo que le ponía una alarma y lo dejaban en un área segura y cercada mágicamente.
–Solo ten cuidado. –pidió Severus.
–Lo tendré y es que espero que esta vez sí pueda convencer a Draco de querer conocerlo.
–Yo lo dudo. –opinó el animago.
El menor se dirigió a la puerta y pidió.
–Tráiganme postre.
Los mayores sonrieron y vieron salir a Harry que iba canturreando feliz.
–Siempre se siente feliz de estar con Draco.
–Si. Oye y ¿Qué pasó con esa chica Cho?
–Oh Sev; ella solo es una amiguita.
–...
Sirius vio el gesto de confusión de Severus y lo abrazó, dándole un beso ligero.
–Vámonos.
El pocionista decidió dejar de lado esa última conversación y es que en temas amorosos, dejaba que Sirius ayudara a Harry siempre y cuando no le diera malos consejos y no lo hacía ¿o sí?
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La charla con Blaise se estaba convirtiendo en una ronda de verdades o retos y el rubio si bien se estaba divirtiendo viendo a Theodoro, Crabbe, Goyle y Pansy llevándose la peor parte del sentido malvado del humor de Zabini; tampoco deseaba confesar alguno de sus secretos ni mucho menos declarársele a Filch. Por eso cuando Harry lo fue a buscar, se disculpó y usó eso como escape.
El león vio que Draco salió.
–Vengo por...
–Vámonos, no quiero estar allí en estos momentos.
Harry se hubiese preocupado por esa declaración del de ojos grises, más la sonrisa traviesa de este le dijo que no era algo malo por lo que ahora se alejaban de la sala común de Slytherin y caminaban veloces por el pasillo rumbo a las afuera del castillo.
Draco se volteó a ver a su amigo y se detuvo:
–¿Por cierto a dónde vamos?
–Oh pensé que podríamos ir...
Cuando Harry informó su idea al otro, este gruñó.
–De haber sabido, me quedo en mi sala común esto también parece un reto.
–...
–¡Oh bueno que Dementores!, vamos a ver a ese gran tipo.
La pareja de chicos caminó por los terrenos del castillo rumbo al bosque prohibido.
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La hora de la reunión llegó. Narcissa llegó a tiempo de su visita a su hermana Andrómeda. Y los Corvinus llegaron a Grimmauld Place llevando ahora más de una noticia. La cena fue basta y luego del postre, el grupo se instaló en la gran sala, en lo que los más jóvenes salieron al jardín a corretear en su forma lobuna.
Lucius acomodó su mano sobre la rodilla de Remus y este colocó la propia sobre ella.
–Y ya que tenemos el gusto de tenerlos aquí no me dejen con la duda ¿Cómo le ha ido a Draco en los exámenes?
Severus comía una galleta y vio al rubio Malfoy, luego tragó y comentó:
–Que pregunta Lucius, obviamente bien. Ese chico se ha concentrado en estudiar. Harry igual la ha hecho bien.
–Sería ilógico que no lo hicieran bien. Desde que eran unos pequeños aprendieron muchas cosas eran muy curiosos.
Observó Narcissa notándose orgullosa. Marcus vio a su esposa y apretó la mano de esta.
–Bueno; el motivo de la reunión es que si bien le dije a Willy que no recogiera basura no me hizo caso y que bueno. Al quedarse con el cuerpo de la serpiente de Voldemort lo llevó con nuestra gente y estos descubrieron que ella era otro Horrocrux.
–Llevamos tres. –declaró divertido William.
Hubo entusiasmo y felicitaciones de parte de los otros. Luego que el alboroto se calmara, Marcus continuó.
–Y bueno, nuestros equipos nos han informado que los mortífagos rebeldes y con ganas de seguir con sus actividades ilegales se han reunido en la vieja casona donde Bellatrix y familia se hallaban escondidos
–Pues por lo rápido que se movieron y reunieron con los otros, al mismo tiempo que recibieron aquel regalo y lo usaron, dudo que se estuvieran escondiéndose, yo considero que estaban planeando algo. –descifró Alexander.
–Estoy de acuerdo y es que tuvimos esa visita de Bella no hace mucho; dudo que se arriesgara solo por curiosidad. –opinó Lucius.
–Bella es una desquiciada, sin embargo su mente táctica es una de las mejores que he conocido; solo le iguala su gran crueldad. –aceptó resignada la rubia.
Remus se removió incomodo:
–Eso me preocupa, ya que hizo que Lucian la viera y luego de eso se fue ¿Qué pretenderá?
Alexander bebió de su copa de coñac y saboreo el buqué, pidiendo a Kreacher que le sirviera más.
–Ella lo ve como un niño, un indefenso infante por el que sus padres y familia harían todo...
Las palabras del mayor hicieron pensar a los otros y descubrir que este tenía un buen punto.
–Galeones y nosotros a su disposición..., ese sería un buen motivo e incentivo para dejar su escondite o guarida.
–Exactamente Sirius. Y si saben que Harry es muy apegado a su familia por medio de algunos de su compañeros de colegio, tendrían la guinda del pastel; no saben todo sobre cómo hacer regresar a Voldemort; pero si creen que necesitan a Pottercito... lo obligaran a seguirlos. – Expuso Marcus y agregó– Veamos el lado positivo; ya sabemos o tenemos una buena idea de lo que quieren hacer.
Remus sintió como Lucius lo atraía en un abrazo. La cena y reunión terminaron y las familias se retiraron a sus respectivos hogares.
Al llegar a Wiltshire; Remus y Lucius vieron que su hijo se acostara y luego ellos se dirigieron a su habitación.
El rubio fue quitándole la ropa con parsimonia a Remus, mientras lo besaba en el cuello. El hombre lobo se dejó llevar por los mimos de su pareja y cooperó lo necesario. Cuando el rubio trigo estuvo desnudo, el de ojos grises lo guió al tálamo que compartían y lo acomodó con delicadeza. Luego se incorporó y se desnudó con un pase de varita.
El patriarca Malfoy se hincó sobre el cuerpo dispuesto de su amante y lo fue venerando con los labios y lengua, la piel de Lupin se erizó y los suspiros que salieron de sus labios se transformaron en gemidos.
Las piernas tonificadas del rubio trigo se separaron para darle cabida al cuerpo de su esposo y este no se hizo de rogar ocupándose de la erección ya turgente de su amante. Lamió y chupo haciendo que las caderas de Remus se movieran buscando más placer. Al soltarlo sonrió ante el gemido de perdida que hizo el lobo, más lo calmó lubricándolo con un hechizo y sus dedos jugando con ese interior que se lo tragaba goloso.
Necesitando sentir a su amante, Lucius se incorporó alineándose y entrando de una estocada que los hizo gritar de placer a los dos.
Los movimientos comenzaron, Lucius buscando dar con ese dulce punto de Remus y este sin dejar de acariciar y besar la piel blanca de su pareja.
Sin dejar de bombear, Lucius aferró el miembro de Remus y lo acarició llenándolo más rápido al clímax y disfrutando plenamente como ese caliente interior lo ordeñaba por completo.
–Maravillosos... hechizos mágicos... anticonceptivos...
Susurró Remus divertido, sintiendo el agradable peso del cuerpo de su amante cubriéndolo.
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Algunos alumnos aun bostezaban y es que la mayoría aprovechó hasta el último tiempo libre para seguir estudiando.
Harry estaba tranquilo y es que siendo Potter era de los últimos en hacer los exámenes y con la ventaja de ver a Draco y dilucidar si le había ido bien por su sonrisa, o ceño fruncido si tuvo algún error.
Fue el turno del moreno y entró al aula sintiéndose listo para su prueba.
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Nulo se retorció las manos con nerviosismo al ver que su amito se asomaba por las rejas de la mansión. Corrió hasta él y lo llamó:
–Amito Lucian, debe regresar.
–Si... en un minuto...
El rubito vio a la mujer y esta le hizo gestos gruñendo, luego se rio burlona. Lucian sintió su enojo aumentar.
–Los adultos no deberían ser tan tontos. –se quejó el niño.
Nulo siguió nervioso, pero sin decidirse a dejar a su amito para ir a avisar a los magos adultos.
Bella sonrió de verdad al notar que el menor abrió una de las puertas y salió dando grandes pasos en su dirección y sosteniendo su varita de entrenamiento.
Rabastan se hizo visible y atrapó a Lucian desapareciendo con él en un segundo. Bella los imitó poco después y Nulo entró aterrado a la mansión, pero Lucius y Remus ya iba para fuera.
–¡Amos...!
–¡Lo sabemos Nulo, quédate iremos nosotros! –ordenó Remus.
Lucius mascullo sobre hijos desobedientes y Remus lo atrajo en un abrazo.
–Él quiso ir con ellos.
–Por eso ¡Condenado mocoso!
Remus estuvo de acuerdo con su esposo, más no era tiempo de enojos, debían ir tras su hijo. William sentiría lo mismo por el lazo que la manada les daba a Lucian y a él.
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La señal les llegó a los Carrow que hicieron un campo libre en la plaza cerca de Gringotts, deseaban estar cerca del banco para tener a mano la posibilidad de los galeones necesarios.
Rookwood siendo parte del Ministerio fue el encargado de entrar en Hogwarts o estar lo más cerca para enviar un mensaje a Harry y Draco.
Lucian se soltó de la mano del mago en cuanto sintió el suelo bajo sus pies. Rabastan vio al menor con enojo y asco. El rubito no se amedrento y encaró al mortífago.
–¡¿Qué persiguen trayéndome con ustedes?!
–¡Cállate sucio mestizo!
Bella apareció y vio a Rabastan amenazando a Lucian.
–Quieres detenerte. Ese mocoso no es muy útil.
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Harry corrió en cuanto recibió la nota, la llevó un alumno con un imperius. Llegó hasta el aula de Severus y Draco ya estaba allí, caminado de un lado a otro.
–¡Entonces es cierto!
–Si. Lucian fue secuestrado. –informó Severus. – Bella envió una nota de rescate; pide el contenido de por lo menos tres cámaras de Gringotts y que tú vayas personalmente a entregarle las llaves.
–Iré.
–No seas ridículo Potter, eso sería lo último que deberías hacer. Confió en mi hermanito y mis padres; ellos saldrán de esto sin que haya más de nosotros involucrados.
–Esa hubiera sido una opción, no obstante William y las gemelas sintieron a Lucian ser extraído de su casa y ya están en camino al callejón Diagon o si no es que ya llegaron. –opinó Sirius. –Ahora solo queríamos avisarles para que le digan a Albus; nosotros también vamos, pero ni por asomo los queremos cerca de allí y es una orden.
El animago salió seguido de su esposo. Draco los vio irse y suspiró.
–No nos dejan estar en la acción.
–De hecho, el año pasado tuve más acción de la que quisiera.
–Bueno, yo no.
–No podemos desobedecer.
–Yo nunca dije que lo hiciéramos. Debemos avisarle a Dumbledore y hacerle ojitos de cachorro a ver si nos lleva con él, si decide ir a Diagon Alley.
–Oh ya entiendo.
Harry sonrió y salió junto con su amigo para buscar al Director.
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Lucian no olvidó las palabras de su papá, esa gente era muy cruel y su condición de niño no lo protegería; por ese motivo obedeció a Bella –si no recordaba mal su nombre– y con eso se ganó no estar a cargo del marido de esta, que era muy violento y lo veía con ganas de cruciarlo.
La bruja aplaudió y enseguida supo él porque:
–¡Mira sucio mesticito, llegaron tus papis!
A la familia de Lucian no le interesaba que los aurores se enteraran, pero a los mortífagos si y por eso su espectáculo lo harían o pretendían hacerlo público.
Los de capa azul aparecieron y los mortífagos comenzaron el ataque. Remus corrió hasta donde Bella sostenía por el hombro a Lucian:
–¡Entrégamelo!
–Oh no, sucio lobo; primero mis condiciones.
–¡Pues dilas, antes de que resultemos muertos por un hechizo mal dirigido! –gruñó Remus sintiendo como Lucius estaba detrás de él sosteniendo un hechizo escudo.
–¿Y cómo sabes que no fue esa mi intención? Sería una gran declaración de nuestro regreso que ese traidor de Lucius y su adorable familia de híbridos muriera en esta escaramuza.
Remus tuvo que usar todo su autocontrol para no rodar sus ojos.
–No creo que perdieras la oportunidad de sacar algo de efectivo, ahora que tus cámaras están clausuradas por el Ministerio.
–Mmmm mira que interesante que ese lobito pobretón que conocía ahora habla de mucho dinero.
–Las cosas cambian y ahora lo tengo y puedo dártelo, solo entrégame a mi hijo.
Bella sonrió de lado y aventó a Lucian atrapándolo de nuevo, para enseguida reírse como desquiciada.
Fue todo lo que soportó la paciencia del niño y cambió velozmente agarrando el brazo de la bruja entre sus fauces apretó hasta que oyó algo crujir.
Bella aulló de dolor al ver su brazo sin extremidad y chorreando sangre; alzó la varita y...
–¡Avada...!
–¡Petrificus Totalus! –detuvo Remus y luego vio con horror a su alrededor para vigilar que nadie había visto la transformación de su hijo. Para su alivio no fue así y es que William se hallaba allí junto con sus otros amigos e hijas y luchaban contra los mortífagos.
Los aurores habían sido superados, sin embargo los del grupo estaban lejos de serlo y estaban manteniendo a raya y ganándole a los cómplices de la inmóvil Bella.
Remus se inclinó y cerró el corté, más de su brazo ya no quedaba nada en el hociquito de Lucian que escuchando la refriega de su manada corrió para unírseles. Lupin vio a la bruja y negó:
–Molestar a cualquiera de nuestra familia era un grave error ¿Qué acaso lo olvidaste la visita de los gemelos cuando estuviste en Azkaban?
La de cabello negro solo abrió más los ojos. Lupin la levitó y desapareció con ella, ya no temía por su cachorro pues este ya se hallaba con las gemelas atacando a la hermana Carrow... o lo que quedaba de ella.
Lupin llegó a Grimmauld Place y vio a Regulus.
–Te la encargó.
–Si. Tenemos una bonita celda lista para ella.
Aseguró el Black que estaba acompañado de Kreacher.
Remus volvió a irse y cuando llegó al callejón Diagon su familia ya tenía amontonados a los mortífagos y trataban de despertar a alguno de los aurores para que se hicieran cargo. Los Corvinus vigilaban a los niños que ya cambiados a humanos, corrían de aquí a allá con demasiada adrenalina en sus organismos.
William se limpió con un pañuelo la sangre de las manos y boca y llamó a sus lobitos para llevarlos a dar una carrera lejos de allí. Marcus se les unió dejando que los magos se hicieran cargo de lo demás.
Antes de desaparecer corriendo, los Corvinus y Lucian vieron aparecer a Dumbledore y a los dos chicos. Draco alcanzó a ver como su hermanito se despedía de él con un movimiento de mano.
Draco rodó los ojos y le comentó a Harry.
–Yo preocupado por ese mocoso y ya se fue a jugar.
El de ojos verdes vio el lugar y a los cuerpos de los mortífagos muertos y respondió:
–Creo que eso de jugar ya lo hizo...
El suceso no pudo esconderse para molestia del Ministerio. Los magos que se vieron inmiscuidos por el secuestro fueron liberados luego de una breve declaración y es que Albus se ofreció para acompañar a Fudge y los aurores; Sirius le permitió ver sus recuerdos al igual que Remus junto con lo de Bella y que esta se encontraba bajo su resguardo.
Draco y Harry tendrían que esperar a que Dumbledore los llevara de regreso a Hogwarts por lo que se unieron a su familia para ir a Grimmauld Place.
–Y por eso Harry, yo quiero ser vampiro...
–¿Por...?
–Pues los lobos hacen un desastre y se comen cada porquería.
Harry se rio divertido. – A mí se me gustaría ser un lobo, se divierten mucho.
Draco se encogió de hombros. El grupo arribó a la casa Black y Regulus suspiró resignado al no ver a su esposo e hijas entre ellos.
–Pues todos necesitan un baño y algo de comida. Háganlo en lo que esperamos a los otros.
El matrimonio Black Snape subió a su habitación al igual que Remus y Lucius. Narcissa se acercó a su primo menor:
–¿Dónde está ella?
–En el calabozo, pero ha sido atendida y cuidada.
–Voy a verla.
–¿Estás segura? Ella no será muy amable contigo.
–Lo sé, pero quiero verla.
Regulus asintió con dirección a su prima y la vio irse; llamó a Kreacher, el elfo apareció:
–Vigílalas, Bella va a ser hiriente.
El elfo obedeció y se desapareció. Draco y Harry buscaron un lugar cómodo para descansar y esperar las noticias por eso fueron los primeros en ver llegar a Alexander junto con Dumbledore.
–Nos encontramos en el Ministerio.
Dijo alegremente Albus.
Un par de horas después la familia ya estaba completa y Marcus le había exprimido a Bella lo de ese encargo del Lord... La copa de Hufflepuff.
Todo iba por buen camino y Dumbledore regresó a Hogwarts llevando a dos chicos algo renuentes, pero consolados porque pronto el año escolar terminaría y podrían regresar con sus familias para vacaciones y el siguiente año; ese trio de lobitos descarriados iniciarían su primer año en Hogwarts.
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Severus y Sirius descansaban en su cama esa noche y fue el pocionista el que recordó.
–Sabes esa idea de Draco no es mala...
–¿Cuál?
–Volvernos lobos o vampiros.
–No sabía que deseabas vivir por siempre.
–No lo hago, es para estar allí cada que Harry nos necesite y al mismo tiempo... quiero tener a nuestro hijo...
Sirius se incorporó velozmente y vio estupefacto a su esposo:
–¡¿De verdad Sev?!
–He hecho vario experimentos, pero... el de crear vida lo quiero natural.
El animago sonrió brillantemente y abrazó a su esposo. Harry estaría feliz... ¿Qué se decidirían ser vampiros o lobos?
...
Otro año escolar llegó a su fin y el Ministerio aceptó que los Mortífagos huyeron, pero al mismo tiempo que ya habían sido detenidos por lo menos en su mayoría. Cornelius Fudge fue obligado a dejar su cargo.
Bajando del expresso y en la plataforma; Neville corrió hacia Harry que se encontraba con Draco. El chico castaño vio a la pareja y sin dejar de sonreír entre posibles llantos pidió...
–Harry dime que le gustaría a tu papá como regalo, aunque no creo que puede corresponder lo que hizo por nosotros, quiero darle algo...
–Tal vez que sigas estudiando y que por fin seas bueno en pociones, Neville. –bromeó el moreno.
Longbottom se limpió una lágrima y asintió.
–Haré mi mejor esfuerzo, mi abuela está tan feliz que me ha dicho que si no fuera por los buenos amigos que tengo no estaríamos viendo a mis padres recordar su nombre o más cosas cada día.
–Mi padrino es el mejor pocionista que existe. –afirmó engreído Draco.
–Oh si lo es. –corroboró Harry. –Vamos, ya nos veremos el otro año Neville.
El castaño corrió hacia su abuela que lo buscaba entre los alumnos.
Harry vio al dúo y la felicidad en el rostro de ambos y en cuanto vio a Severus esa tarde lo abrazó fuertemente.
–Te quiero mucho.
Sirius al verlos, suspiró dramático:
–Mi Prongsy ya está amorosito y eso que aún no encargamos a su hermanito o hermanita.
El de ojos soltó al profesor, pero no se alejó y se recargó en este, esperando esa explicación de Sirius.
...
Muchísimas gracias AnaM1707.