Capítulo LII


William dejó a sus chicos en la entrada alejada de donde olió a la profesora. Teresa corrió hacia su sala común y agitó su mano en dirección de su padre. Clare besó a William y se unió a Lucian para correr hacia la torre de Gryffindor.

El primer hombre lobo vio a los niños desaparecer dentro del castillo y sonrió orgulloso, amaba que estos fueran fuertes para defenderse en una batalla y seguir siendo estudiantes temerosos de los castigos de sus profesores. William se giró y marchó de regreso al pueblo.

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Teresa entró a la sala común y Pansy ya la esperaba en uno de los sillones. La morena se levantó y preguntó:

–¿Draco está bien?

–Sí. Todos están bien... Tom Riddle murió.

–Gracias a Merlin. –soltó la chica de sexto año. –Vamos a descansar.

Teresa siguió a la prefecta, quien la dejó en su habitación.

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En la torre de los leones, Lucian susurró la contraseña y una Dama Gorda malhumorada les abrió. En la sala se encontraba parada Hermione cruzada de brazos, Ron estaba sentado en uno de los sillones, pero se incorporó velozmente al verlos.

–¡Estábamos muy preocupados por ustedes! ¡No pueden romper las reglas de ese modo y esperar que no los descubran! –regañó la castaña.

–¿Y Harry? –intervino el pelirrojo.

–¡Otro inconsciente!

Lucian rodó los ojos y Clare tomó la palabra.

–Harry se quedó en el pueblo, con permiso del Director, y nosotros...

–También teníamos permiso del Director.

–No son de tercero. –aseguró Granger.

–Ya mencioné que tuvimos permiso especial.

Cortó Lucian. El Weasley vio que los niños se iban hacia las escaleras y vio con molestia a su compañera, muchas veces su exageración por las reglas los metía en problemas como en esta ocasión al no saber el motivo de que esos niños y Harry hubieran tenido un permiso especial del Director.

Clare llegó a su habitación y detuvo a Lucian.

–¡¿Por qué mentiste?!

–No creo que el Director nos contradiga... ¿No crees?

–Esperemos que no. Buenas noches, primo.

–Hasta mañana Clare.

Los niños se despidieron y entraron a sus habitaciones.

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Al arribar al colegio, Dumbledore envió a los estudiantes asustados con Madame Pomfrey que se encontraba junto a Minerva. La enfermera guió a los alumnos a la enfermería acompañada de Severus. Minerva caminó veloz en dirección de Dumbledore.

–¡¿Qué sucedió?! Casi fui a Hogsmeade a traer a estos alumnos, pero recordé que estabas allí.

–Cálmate Minerva, ya todo terminó.

–¡¿Cómo?!

–Eso Minerva que Tom ya no es una amenaza para el mundo mágico. –explicó con serenidad Albus.

Albus se giró hacia Sirius:

–Gracias Sirius, supongo que volverán al pueblo ¿verdad?

–Sí, queremos está con Harry.

El anciano asintió y agarrando del codo a MacGonagall se alejó llevándola con él y explicándole todo lo que pasó en Hogsmeade.

Sirius se dirigió hacia la enfermería para espera a su pareja.

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Con el amanecer todo se vio con más claridad y lleno de esperanzas, de la batalla ya no quedaba ni huellas porque los aurores se encargaron de limpiar el pueblo y dar las explicaciones, Albus iba con ellos para cualquier detalle que requirieran explicar.

Draco y Harry fueron llevados a Hogwarts por Severus y Sirius luego de desayunar con los otros adultos.

La pareja mayor, caminó detrás de los jóvenes y el animago atrajo en un abrazo a su esposo señalando con un movimiento de cabeza los chicos.

–Es mi imaginación o parece que ellos maduraron mucho en una noche.

–Oh lo hicieron, no en vano lo de anoche fue la conclusión de años de espera con una amenaza sobre nuestras cabezas.

–Sí. Finalmente Sev, el futuro no se ve empañado por esa presencia. Nuestro hijo o hija, nacerá en un mundo sin Voldemort ni temor de perder a su hermano por capricho de ese loco.

El pocionista asintió y sonrió. El castillo ya estaba cerca y los jóvenes se voltearon para agitar sus manos y correr al colegio. Los adultos decidieron ir a su paso, las clases de Severus podían esperar o posiblemente era hora de que el profesor les diera a sus alumnos un día libre.

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Harry llevó al rubio hasta su sala común y allí se despidió de él con un beso. Cada uno se reunió con sus amigos y les narraron las buenas nuevas.

En la casa roja y dorada el de ojos verdes reunió a todos los que encontró en la sala común y les contó a grandes rasgos que el mundo mágico ya era libre. Sus primos se reunieron con él, pero no intervinieron en la narración, después de todo esa fue la victoria del niño-que-vivió.

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Ese lunes luego del fin de semana de la escaramuza en Hogsmeade, fue un día muy feliz para los alumnos de Hogwarts, porque no tuvieron clases de DCAO y a la hora de la cena Dumbledore hizo un gran anuncio que le proporcionó una sonrisa feliz y verdadera. La cena fue suntuosa pues era la celebración de la derrota del Señor Tenebroso.

El resto del curso escolar fue uno muy normal y divertido para los que les agradaba disfrutar su tiempo en Hogwarts.

Severus no defraudó a sus estudiantes que temían sus exámenes finales, porque fueron genuinamente difíciles, Snape deseaba dejar una huella en esas mentes jóvenes, pues el año siguiente, Remus regresaba como profesor de DCAO y Regulus sería profesor de pociones y si bien en conocimientos eran muy buenos, ambos magos poseían un carácter más sereno y menos estricto que él.

Draco y Harry fueron llamados por el Director. En su oficina este les ofreció la posibilidad de cursar el último año en exámenes, pues no se podía negar que los conocimientos de los chicos eran comparables con los de alumnos graduados, y gracias a sus familiares.

Los jóvenes aceptaron sin consultar a sus padres, no dudaban que todos los adultos los pondrían a estudiar y superar por mucho las expectativas en esos exámenes.

–Yo acepto y le agradezco la oportunidad de pasar con mis padres estos meses.

Albus sonrió comprendiendo a que se refería Harry, ya que estaba enterado del embarazo de Severus.

–Por mi parte igualmente acepto, y es que esa experiencia con ese tipo me puso algo paranoico y estar con mis padres me hará muy bien.

–Lo entiendo muy bien, señor Malfoy, si no fuera porque debo arreglar muchas cosas si quisiera tomarme un tiempo libre, créame los imitaría.

Los jovencitos estuvieron de acuerdo con lo dicho por el mago mayor.

La buena noticia –en opinión de Harry y Draco– fue compartida con los padres y familia de estos, luego con sus amigos, Hermione enlistó algunos contras sobre eso, pero Harry la ignoró aprovechando que Ron lo felicitaba efusivamente.

Draco de por si fue visto con respeto entre sus compañeros por lo sucedido, pero al comentar el ofrecimiento del Director eso se afianzó y la casa verde y plata no cabía de orgullo por su príncipe, lo que demostraban haciendo su mayor esfuerzo para destacar en todas las clases y último exámenes al igual que en los partidos de Quidditch, lo que concluyó con la pérdida de la copa a manos de los leones más la victoria en el torneo de casas.

El último día de clases con los colores, verde y plata adornando el gran comedor, Harry y Draco se despidieron de sus compañeros y colegio. Aún no se graduaban, pero solo regresarían cada cierto tiempo a presentar sus exámenes.

Severus y Sirius decidieron viajar en el expreso con su hijo y sobrinos para deleitarse compartiendo esa experiencia con ellos.

Severus fue agasajado con golosinas por su esposo e hijo y decidió que esos recuerdos amargos de sus años en el colegio viajando sin galeón en su bolsa para comprar en el carrito de dulces podían ser intercambiados por estos mucho más felices.

A la llegada al andén no hubo recibimiento pues contaban con Severus y Sirius para llevar a los menores a sus casas.

Antes de que Harry se retirara Ron lo alcanzó y le recordó que se verían en la boda de su hermano, igualmente y a pesar de su sonrojo le dijo lo mismo a Draco.

Los mencionados asintieron y después se reunieron con sus primos y los pelinegros mayores para aparecerse cerca de Wiltshire.

...


Serán capítulos cortos, espero que les gusten. Muchísimas gracias AnaM1707, blackladymoon, Giulianacontesso, xonyaa11 y noona-kane.