Capítulo 10
-- Yusuke's POV --
Me detuve en la acera, justo antes de pasar por la casa de Kurama. Su madre estaba fuera ocupándose del pequeño jardín en su patio. Éste no se veía tan bien como solía, pero claro, Kurama llevaba un tiempo fuera.
Su madre tampoco se veía tan bien. Bueno, físicamente estaba bien, pero había algo más. Parecía que le faltaba algo. Ese sentimiento de alegría y felicidad que siempre parecía rodearla había desaparecido.
Alzó la mirada, apartándose el pelo negro de los ojos distraídamente, y me di cuenta de que había estado de pie delante de su casa, observándola con tristeza durante varios minutos.
"¿Puedo ayudarle, joven?" Preguntó con tono falsamente alegre.
Fruncí el ceño. ¿Por qué se comportaba como si no me conociera? Había estado en su casa un montón de veces para ver a Kurama...
Claro. Si todo recuerdo de Kurama había sido borrado de su memoria, entonces tampoco me recordaría. Negué con la cabeza, y seguí andando por la acera.
"¡Espera!"
Me detuve y me giré, sorprendido de encontrarla apresurándose a alcanzarme. Se paró delante de mí, jadeando un poco, y dijo, "Tú... me resultas tan familiar. Algo en ti... ¿Nos hemos encontrado en algún lugar?"
Quise contárselo. Se merecía saberlo todo. No se merecía perder a su hijo. No estaba bien. No era justo.
"No. Lo siento."
Me giré y me alejé, luchando contra mi sentimiento de culpa. No era yo quien debía decírselo.
Date prisa, Hiei...
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-- Koenma's POV --
Iba de un lado para otro de mi oficina con nerviosismo, mi mente acelerándose. Nada en esta situación era bueno. Sí que creía en la teoría de Hiei sobre el alma de Karasu poseyendo el cuerpo de Nekura o siendo absorbido por la propia alma de Nekura. Pero eso no quería decir que pudiese hacer algo a menos que tuviera una prueba. Y para conseguir la prueba, teníamos que capturar el cuerpo en el que Karasu estaba habitando actualmente. Definitivamente, eso sería un problema.
Estaba convencido de que el alma de Karasu había sido absorbida por la de Nekura. Eso explicaría por qué Nekura siempre se refirió a Kurama como Shuichi, pero tenía todavía los mismos sentimientos perversos hacia Kurama que Karasu tenía. Cuando el alma de Karasu fue absorbida, éste había sido incapaz de controlar el cuerpo como así habría sucedido en una posesión, pero los sentimientos generales de Karasu y sus características habían sido transferidos al chico humano, junto con algunas de sus capacidades demoníacas.
Sin embargo, si cuando Nekura murió, las dos almas habían permanecido fusionadas, pero los recuerdos de Karasu habían regresado, entonces Karasu querría poseer o fusionarse con otro cuerpo que estuviera cerca de Kurama. Ésa era la única explicación para el alma desaparecida de Nekura. Pero si ése era el caso, entonces necesitábamos encontrar el cuerpo que había poseído.
Sabía que tenía que ser alguien en la cárcel, pero había tantas criaturas que Karasu podría haber poseído. Tal vez ni siquiera era un demonio lo bastante cerca de Kurama como para estar en contacto con él. Cuando un alma está fuera de un cuerpo, no tiene demasiada precisión. Lo mejor que Karasu podría haber hecho habría sido dirigirse hacia un cuerpo cerca de Kurama, pero podría ser cualquiera en la cárcel.
Suspiré y froté mis sienes con cuidado. Esto era demasiado. Por suerte, mi padre estaba todavía fuera, e ignoraba todo lo que había pasado. Uno de los demonios que se suponía que estaba bajo mi control... matando a un humano. Podría ser repudiado por esto. Después de todo, mi padre me había advertido sobre Kurama.
Me dejé caer pesadamente en mi silla, descansando la cabeza en la mesa. Hiei me había asegurado que encontraría esa alma, pero él no era el más fiable de los demonios. Había pretendido asignar el trabajo a Yusuke, pero me había dejado bastante claro que pensaba que Hiei debería encargarse de la situación. Todavía no entendía el por qué, pero el testarudo detective espiritual había sido bastante inflexible.
El sentimiento de culpa era una nueva emoción para mí, y sin duda era algo a lo que yo no estaba acostumbrado. Pero mi mente seguía regresando al pobre Kurama, sentado en una celda, cubierto de sellos. Era bien consciente de las condiciones de la cárcel del Reikai. No eran buenas. Kurama estaría muy posiblemente medio muerto de hambre y delirando ahora mismo. La prisión del Reikai no era un lugar para un demonio con un cuerpo humano. Aunque el lado youko de Kurama hacía que su cuerpo fuera más fuerte y más resistente que el de un humano normal, todavía necesitaba comida y agua. Los youkai normales, sin embargo, podían pasarse a menudo largos periodos de tiempo sin alimentarse. Dudaba que los administradores de la cárcel tomaran las insólitas circunstancias de Kurama en consideración. Y, desafortunadamente, las condiciones de las cárceles era una de las pocas cosas sobre las que mi padre todavía mantenía un estricto control, así que no había nada que yo pudiera hacer para mejorar la situación de Kurama, salvo esperar que Hiei encontrara esa alma pronto.
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-- Kurama's POV --
Estaba oscuro. No podía decir si era porque mi celda estaba a oscuras, o porque mis ojos estaban cerrados.
Podía sentir las suaves y sucias sábanas debajo de mí, y supe que volvía a estar en la cama. No tenía ni idea de cómo había llegado aquí, y sólo podía suponer que uno de los guardias había entrado y me había recogido del suelo, más que nada para comprobar si ya estaba muerto.
Había estado recuperando y perdiendo el conocimiento mucho últimamente, no seguro de qué prefería. Cuando estaba dormido, me invadían las pesadillas. Cuando estaba despierto, si tenía la suficiente fuerza para abrir los ojos o sentarme, me veía obligado a aguantar las provocaciones y las burlas del demonio de la celda al otro lado del pasillo.
La bendita inconsciencia estaba empezando a parecerme muchísimo mejor.
Traté de abrir los ojos, y encontré que tenía la fuerza para hacerlo. Incluso la débil luz de mi celda me deslumbraba, y parpadeé, entornando los ojos. Me miré el cuerpo, y vi que mi ropa estaba manchada de sangre. Mi sangre, muy posiblemente de cuando me caí antes. La tela de los pantalones estaba rota a la altura de mis rodillas, y vagamente me di cuenta de que el dolor venía de mis rodillas.
Mi mente estaba más clara de lo que lo había estado en mucho tiempo, y decidí que sería mejor que me aprovechara de ello antes de que me agotase de nuevo. Me senté lentamente, levantándome de la cama con las manos, y miré alrededor.
Mi torturador del otro lado del pasillo parecía estar dormido en ese momento, lo cual agradecí. Cuando mi mente recordaba el modo en el que me había encogido en el suelo, suplicándole que dejara de burlarse de mí, me indignaba completamente conmigo mismo. Naturalmente, había estado medio consciente y aterrorizado ante la pérdida de mi youki, pero ésa no era una excusa para lo que había hecho.
Tenía vagos recuerdos de Hiei, pero no podía estar seguro de si eran verdaderos recuerdos, o sólo un sueño. Había estado soñando mucho con el pequeño demonio de fuego últimamente, cuando no estaba teniendo pesadillas. Pero cuando recordaba el modo en el que me había comportado cuando él estaba aquí, esperaba con todas mis fuerzas que hubiese sido un sueño. No quería que Hiei me viera nunca así. Tan débil, y suplicándole que se quedara conmigo. Si realmente había estado aquí, probablemente estaría tan disgustado conmigo como lo estaba yo de mí mismo. Esa idea dolió más de lo que esperaba.
Pero no había parecido disgustado. Había parecido... preocupado. Casi apenado por mi estado.
Oh sí. Definitivamente, había sido un sueño.
Noté movimiento en la celda al otro lado del pasillo, y me volví a estirar en la cama con un gruñido. No estaba de humor para tratar con ese demonio ahora mismo. Algo en él... Había sabido algo en mi estado medio delirante. Había algo importante sobre ese demonio... Algo que había estado intentando decirle a Hiei...
No importaba cuánto lo intentara, no podía recordar qué era. Pero todo estaba empezando a volverse borroso otra vez, y me di cuenta de que me había forzado demasiado. Cerré los ojos, y me entregué a la inconsciencia.
¿Qué?. ¿Ya está? O.o
Sip, por hoy sí. Éste es de los cortitos, y ya me ha ido bien n.n
Espero que Koenma haya explicado bien lo de las almas de Karasu y Nekura. Si al terminar el fic, os queda alguna duda, estaré encantada de intentar resolvérosla.
Y hablando de terminar... Tengo que decir que la historia está llegando a su fin, no queda mucho ya...
Bueno, espero que hayáis pasado buena semana santa. Que este capítulo sirva para que tengáis un buen fin de vacaciones n.n
¡Hasta la próxima!
