New feelings.

A la mañana siguiente los rayos del sol iluminaron el sitio a través de las ventanas, Druig algo somnoliento comenzó a despertarse, descansó de manera plácida, cuantas ganas de quedarse descansando al menos dos horas más, pero, tuvo que cumplir con sus respectivos deberes, así que se levantó de la cama, mientras iba hacia el baño, observó que el otro todavía yació dormido, que diferente se vio… una expresión de tranquilidad, enseguida apartó la mirada, por lo que ingresó a la regadera, comenzando a darse un buen baño, dejando que el agua iniciase un recorrido en su cuerpo, disfrutando de la sensación que le brindaba, después de unos minutos finalizó, optó en colocarse una toalla alrededor de su cintura, al cabo solo bastó con que fuese a su guardarropa, al salir del cuarto, el contrario estuvo levantado, sin embargo, se percató de que lució algo contrariado al momento de verlo, lo cual consiguió hacer que una pequeña risa escapase de sus labios, ¿en serio él yació un poco sorprendido al contemplarlo en ese estado? Meditó si molestarlo o jugarle una broma, no obstante, antes de que pudiera hacer una elección, el azabache comenzó a acercarse hasta que se encontraron a unos centímetros de distancia, tomándolo desprevenido, ¿qué tramaba? ¿cuáles eran sus intenciones ocultas? Ninguna de sus acciones fue predecible, ¿por qué su corazón comenzó a acelerarse? Intentó hablar, pero, ¿qué podría decir? Nunca fue un secreto que la mayoría de las ocasiones no toleró el contacto físico, percibió la sensación de que esperaba una cercanía, algo del imponente Eternal que dejó suspirando a más de una mujer a lo largo de los años, el aura misteriosa que lo caracterizó, junto a la seriedad y no hizo falta aclarar su terquedad, haciéndolo llamativo. ¿Era prudente dar el primer paso a lo que sea que iba originándose entre ellos? Si Makkari se enterase de esta situación, de seguro que ella no dudaría en reírse a carcajadas al verlo nervioso. De forma abrupta sus hilos de pensamientos se detuvieron, ya que él lo agarró de la mano en un suave agarre, causando que un escalofrío lo recorriese hasta su espina dorsal, muchos dirán que era un simple tacto, un gesto más y común, de acuerdo… en este caso no se trató de algo tan sencillo, al final de cuentas ni eran considerados "amigos", ¿cuál fue el motivo para no alejarlo o utilizar su clásico tono irónico?

—¿Qué sucede, Ikaris? No creo que es la primera vez que me ves en esta condición…—fue lo único que se le ocurrió pronunciar, buscó resolver parte de sus cuestionamientos, sintió seca su garganta, además, de que no pudo dejar de mantener el contacto visual con él, percatándose de un brillo único en sus ojos, era… hermoso, sintiéndose avergonzado al tener tal idea acerca del mayor, no tardó en estremecerse, luego de tantas barreras que colocó a su alrededor, protegiéndose del mundo exterior, imposibilitando la entrada a su corazón a cualquiera, humanos… cualquier clase de ser viviente, tuvo temor a sufrir, a descubrir cosas, lo reconoció, sin embargo, también quiso sentirse protegido, amado, que alguien pudiese ver a través de la protección que usó para librarse del dolor, ocultando la tristeza que permaneció guardada en su alma al tener presente las muertes de los humanos que perecieron en las guerras, de… la frustración que lo albergaba al verse incomprendido por todos, la percepción de que quienes se acercaron lo hicieron en son de manipularlo.

—Al parecer tienes mala memoria, ¿no? Es la primera ocasión en la que te veo… con una toalla y nada más. ¿Quién lo diría? Tienes buen cuerpo, pese a que no te especializas en el combate físico, me pregunto… ¿qué otros secretos puedo averiguar en torno a ti, Druig? —tampoco entendió la razón principal en la que apareció ese interés en saber más acerca del menor, ¿por qué le pareció atractivo verlo de tal manera? Bueno, para empezar… no negó que él era poseedor de una belleza indescriptible, esos ojos azules, profundos que le recordaron a las olas del océano, encajó con la personalidad de Druig, impredecible como casi siempre, su cabello oscuro que marcó la dualidad de sus sentimientos, puesto que logró darse cuenta de que aunque los demás no pudieron percatarse, él resultó ser el más sensible de todos los "Eternals", la vez que se separaron, dejó salir una faceta vulnerable, en verdad ese suceso fue el que desencadenó el resto de acontecimientos, no supo como reaccionar, se alteró en el instante en que observó que el otro uso sus habilidades para controlar la mente de esos humanos, lo detuvo durante unos segundos, le reclamó su comportamiento, pero, fue detenido por Ajak, quien luego dejó que cada quien siguiera su propio camino, sin embargo, dicho suceso no desapareció de su mente. Al principio creyó que era culpabilidad después de tratarlo tan mal, en cuanto se alejó de Sersi, analizó cosas del pasado, de una u otra forma pretendió llamar la atención de su compañero, ¿cuáles opciones tuvo a su alcance si él prefirió ignorarlo y desobedecerlo? Las bromas, esa tensión entre los dos fue creciendo, no obstante, nunca le molestó su presencia, no compartieron la misma perspectiva, no negó eso, bueno, justo tal aspecto era lo que desembocó en su sentir particular hacia el chico que nunca dudó en darle la contra.

—Con que tienes esa opinión… que hallazgo saberlo. Gracias por tener tan buena percepción de mi apariencia corporal, aunque tú no te quedas atrás, señor todo lo puedo. En cuanto a si descubres otros secretos míos… ya veremos si logras salirte con la tuya, Ikaris.—añadió, sonrió un tanto divertido, pero, en su tono de voz se percibió un ligero toque provocativo, si él quiso apenarlo, no le dejaría las cosas fáciles. En efecto, esto no dejó de parecerle inesperado, sin embargo, no le desagradó el rumbo al que iban dirigiéndose las interacciones que persistieron entre los dos a solas, lejos de problemas de "Deviants", separados de sus antiguos aliados. ¿Era egoísta al desear tenerlo aquí? ¿lo llamarían codicioso si una parte de su alma soñó con tener un contacto íntimo con él? Maldición, ¿qué desencadenó en sí mismo la existencia de Ikaris? Nadie alcanzó perturbarlo a este nivel. Formó diversos lazos en el transcurso de la historia, amigos, conocidos, gente que esperaba apoyar, solo que… la sensación de conseguir una relación más allá de la amistad, digamos que no la había experimentado, tal vez uno que otro Eternal diría de inmediato, ¿qué sucedió con Makkari? Oh, sí, al principio imaginó que la quiso en un sentido romántico, sin embargo, pronto se percató de que vio en ella el deseo dormido de ese cariño maternal, una conexión comprensiva, en sus pláticas no fue juzgado ni criticado. En el pasado surgió una atracción por el azabache, ¿quién podría resistirse ante sus encantos? Pero se resignó al presenciar que él encontró la felicidad con Sersi, ¿dolió? Sí… mucho, creyó que lo había superado, no obstante, bastó menos de una semana para que volvieran a desatarse esos sentimientos dirigidos hacia quien representó el gran enigma de todo lo que conoció.

—Digo la verdad, de nada y sí, voy a conocer todo lo que me sea posible de ti, Druig, tus gustos, disgustos, pero, también quiero presenciar tus emociones, expresiones, reacciones. Hay la posibilidad de que… me agrade demasiado observarlas que no puedo prometerte que voy a quedarme de brazos cruzados, estás al tanto de que prefiero actuar, por lo que no dudaré en realizar lo que considere correcto, niño que se divierte en sacarme de quicio…—aprovechó la posición en la que se hallaron, por lo que se inclinó lo suficiente hasta susurrar esas palabras en el oído ajeno, mientras colocó sus manos en la cintura ajena, entendió que estuvo cerca suyo, que notó su belleza cautivante, el aroma embriagante que emanaba del cuerpo adverso, ¿de qué sirvió negarlo? Se sintió atraído por él.—cuidado con tus provocaciones, no tienes idea de lo que puedo hacerte… para que entiendas que no debes subestimarme, sé que analizas el comportamiento del resto, que disfrutas predecir sus acciones, te tengo una noticia, conmigo no podrás en su totalidad efectuar ese campo ilusorio dentro de tu cabeza. ¿Correrás el riesgo a averiguar lo que puedes causar en mí, Druig? ¿Imaginas cómo te veo ahora en mi mente, luciendo tan atractivo ante mis ojos? Me pregunto… ¿qué clase de sonidos pueden salir de tu boca? —dicho esto, dirigió su diestra al rostro impropio, primero optó en acariciar sus mejillas, luego delineó con la yema de los dedos sus labios, agarró su mentón, a la vez que decidió aventurarse a lo que dictaba la vox interna que le dijo a gritos que accediera a lo que sintió por el otro, sin más dudas, lo besó a un ritmo suave, percatándose de que cayó rendido ante lo que en un largo tiempo intentó disimular, quedó encantado con el travieso Eternal que le jugaba bromas por doquier, pero, era poseedor de una faceta dulce, inteligencia que usaba para lograr sus propósitos, la valentía en rebelarse a lo que no le era correcto. Dio unos cuantos pasos hacia adelante, terminando acorralando al contrario contra la pared. El impulso de recorrer su piel con sus manos, de asegurarse de que el menor no volviera a marcharse de nuevo, evitando el caos en su vida, puesto que lo necesitaba, sí, era el centro de su propio Universo, pero, lo recomendable sería esperar, pese a que la paciencia no fuese de sus cualidades.

A Druig le costó trabajo reaccionar, ese beso lo tomó desprevenido, de igual manera lo que comentó el contrario lo pusieron en un jaque mental, ¿por qué iba de nuevo el mayor dejándolo más vulnerable? Pese a sus inseguridades, el sinfín de inquietudes que lo envolvieron en esos instantes, accedió al gesto, correspondiendo con cariño ese contacto, cerró sus ojos, disfrutando de ese momento, donde le dio la impresión de que no importó lo que sucedió antes, sino que ese presente lució tan lindo, pues, se sintió en parte nostálgico ante los recuerdos de antaño y a la oportunidad de sentirse pleno, completo por primera vez, ya que nunca requirió de bienes materiales, popularidad, lo que siempre anhelaba era alguien que lo amase por lo que era. Rodeó los brazos alrededor del cuello ajeno, como le gustaría quedarse más minutos, pero, en cuanto se agotó el oxígeno, guardó cierta distancia, con la respiración algo agitada, el tinte carmín en sus mejillas, suspiró profundo hasta que clavó la mirada en él.—creo que merezco una explicación del atrevimiento que has tenido al besarme, Ikaris, no, no me quejo, aunque igual dime, ¿por qué lo hiciste? —no planeó adelantarse, era mejor si escuchaba la respuesta del contrario, supo que Ikaris no eran de quienes mostraron arrepentimiento, por lo que sus razones debieron ser precisas para que haya hecho lo que acabó de llevar a cabo.

—Sí, la mereces, pero, a mi parecer mis intenciones son transparentes… no besaría a cualquiera y no, antes de que te sumerjas en un montón de dudas, nunca te usaría para compensar lo que pasó con Sersi. Te seré sincero… antes, me sentía atraído por ti, creí que era algo pasajero, sin embargo, he estado en un grave error, no he… podido olvidarte, a pesar de tus bromas, la forma en que te negabas a obedecerme, fuiste capaz de ganarte mi respeto, no soy el mejor al expresarme, lo que puedo asegurarte es que no voy a rendirme contigo, pienso conquistarte hasta que quedes tan enamorado de mí, que recuerdes cada caricia, beso, pienso hacerte mío de todas las formas. Presientes que… cedería a mis impulsos, ¿quieres saber por qué no doy un avance más notorio? Porque quiero hacer esto bien, no solo me interesa tener tu cuerpo, no, espero llegar a tu corazón, ya que has hecho de mí un desastre… me siento un inútil si estás lejos de mí, así que dame la oportunidad, Druig.—lo invadió un poco de vergüenza, no acostumbró a hablar de sus sentimientos, pero, helo aquí, destruyendo sus barreras, admitiendo que el menor desencadenó un sinfín de sentimientos encontrados. Era un tema serio, un asunto crucial que abandonó su orgullo, debido a que Ikaris deseaba volver a sentirse feliz, los años en los que permaneció alejado de Druig… fueron eternos, carecieron de sentido alguno, dejándose envolver en medio de la monotonía, atrapado en una rutina aburrida y carente de propósito valioso.

La contestación del azabache lo dejó perplejo, entonces, eso significó que hablaba en serio, no detectó ningún rastro de mentira, tampoco de engaños, menos de manipulaciones o secretos, primera vez en que lo vio tan sincero, honesto con sus sentimientos, que se sintió un poco conmovido, no era común en su actuar, pero, enseguida lo abrazó, hundió su rostro en el pecho ajeno, mostrando una pequeña sonrisa al escuchar los latidos de su corazón, sintiéndose tranquilo ante el ritmo que marcó el compás del ritmo cardiaco del contrario, colocó sus manos en cada extremo de las mejillas ajenas, abrió sus ojos, mirándolo con suma intensidad y anhelo perceptibles a la vista.— has resultado ser una caja de sorpresas, señor amante de la perfección, quiero que sepas que nos encontramos en condiciones similares, coincidimos en ciertos aspectos, pero, somos diferentes, es lindo lo que acabas de decirme… me siento emocionado por lo que escuché, no puedo predecir el futuro, lo sabes, incluso si pudiera, no quisiera utilizar tal habilidad, ya que es más agradable dejar que lo inevitable suceda y agradezco tu disposición a esperar, que yo también lo haré, esperaré a que sea la hora indicada para dejar que… me conquistes porque no voy a negarme a que hagas tu lucha por enamorarme. ¿Quieres que te diga un secreto? Si no te has dado cuenta de que me pareces atractivo, eres un idiota sin remedio, solo que… desde que llegaste has logrado que me sienta diferente, que quiera tenerte cerca de mí, la necesidad de que estés aquí, que nos concentremos en lo que va sucediendo nosotros dos. Así que adelante, apodérate de mí ser, hazme tuyo en un futuro, Ikaris.—finalizando, dejó un suave beso en sus labios, un gesto de afecto incondicional con una pizca de anhelo, ya que sí, deseaba que lo más pronto posible él cumpliera con cada una de las palabras que le dijo. Agarró la mano ajena, mientras comenzó a caminar hacia el guardarropa, todavía debió cambiarse, aparte de que apenas comenzaba el día, por lo que tendría que resolver varios asuntos. —no es de mi agrado arruinar el ambiente, pero, tengo que cumplir con mis responsabilidades… continuaremos esta conversación cuando acabemos de desocuparnos, ¿entendido, Ikaris?—al notar que él estuvo de acuerdo, empezó a colocarse una vestimenta cómoda. Luego de unos minutos, salieron del lugar, yendo a atender los pendientes de la comunidad, aunque ninguno de los dos dejó de pensar en lo que aconteció en la mañana a causa de que entendieron que era evidente el acercamiento que tuvieron, más cuando los niños señalaron que los vieron agarrados de las manos, diciendo alegres que eran novios, originando una ligera sensación de pena en el dúo de "Eternals".