Suddenly romance blooms

Mientras tanto en otro sitio lejos de Ikaris y Druig se encontraron un par de Eternals, unos que establecieron un vínculo especial a través del transcurso de los años, pese a que entablaron una amistad única, de manera paulatina ese sentir fue trascendiendo hasta convertirse en algo más fuerte, ¿en qué? En un amor incondicional, pero, estuvieron enfocados en su misión, también lidiando con el padecimiento que sufrió uno de ellos. ¿Cómo decirlo? La conexión entre Gilgamesh y Thena consistió en un lazo tan indescriptible, el hombre no estuvo dispuesto a dejar que borrarán la memoria de su compañera a causa de las secuelas que desencadenó Mahd Wy´ry, esa noche caótica durante la cual el equipo se separó, la mayoría siguió por su propio camino, pero, no fue en el caso de ambos, él se concentró en encargarse de su cuidado, su querida princesa guerrera, su camarada, quien era su complemento, su todo. El primero en percatarse de sus sentimientos verdaderos fue Gilgamesh, comprendiendo que no solo la vio bajo el aspecto de la amistad o fraternidad, sin embargo, ¿cómo transmitirle lo que deseaba expresarle? A lo largo de los siglos no estableció ninguna relación en ese sentido, ni hay forma de pedirle consejo a alguien… hace demasiado tiempo que no estableció contacto con sus antiguos compañeros. Tan sencillo cocinar un sinfín de variedad de platillos, en cambio… ahora estuvo enfrente de un gran dilema, lo peor era que desconoció la opinión de la mujer, ¿qué tal si la incomodaba? No pretendió ocasionar un distanciamiento, no después de todos los momentos que compartieron. Se halló ensimismado en sus pensamientos, contemplando el amplio firmamento nocturno afuera de la vivienda que no detectó la presencia de la contraria. Con sigilo, la Eternal colocó su diestra en el hombro ajeno, dándole unas cuantas suaves palmadas, logrando sacarlo de su ensimismamiento.

—Oh, disculpa, no me percaté de tu llegada.—su mirada continuó un poco perdida, contemplando el horizonte, ¿por qué era tan sencillo combatir, pero, no transmitir sus sentimientos? Esto era frustrante, ¿algunos de sus compañeros se enfrentaron a esta clase de percances? Puesto que estuvo enterado de que Ikaris forjó su propio camino, lejos de los demás, apartando a Sersi, de hecho, no conoció el paradero de ninguno de los otros, ¿qué estarían haciendo? Cada uno tuvo una personalidad particular, Phastos concentrado en sus invenciones, Ajak cuidando a todos sin excepción, Sprite contando sus historias, unas que emocionaron mucho a los humanos … podría proseguir describiéndolos, no por nada convivieron durante miles de años, no obstante, nunca acabaría de englobar el significado de Thena dentro de su larga existencia.

—En los últimos días te he notado pensativo… ¿qué sucede, Gilgamesh? Sabes que puedes confiar en mí, no ha sido en vano las experiencias que hemos tenido, los peligros que enfrentamos.—por lo general solio ser reservada, distante con la mayoría, pero, los Eternal supieron sobre su disposición a protegerlos, pese a que no lo expresará de forma tácita, quien la comprendió a un nivel profundo fue él, no le importó lidiar con las implicaciones de los efectos desencadenantes de su enfermedad, una que no la dejó tranquila, pues, se sintió limitada al verse atrapada cuando su memoria se fracturaba.

—He estado pensando en el resto, en que habrán sido de sus vidas, aunque… también he meditado acerca de otras cuestiones, ¿sabes? Hemos incursionado en un sinfín de aventuras, nuestro lazo es especial, ¿no te sientes igual?—no, aún no se atrevió a comunicarle lo que tarde o temprano tendría que reconocer frente a ella, ¿por qué? Tal vez temor a perderla o todavía no llegó el momento oportuno para hablarlo.

—Ya veo, en ocasiones también pienso en ellos, en que habrán hecho desde que nos separamos, pero, estás en lo cierto, tú y yo tenemos algo único, Gilgamesh. —puso su mano en la mejilla ajena, acariciando con la yema de sus dedos, en sus ojos se percibió el anhelo, pues, el hombre no era el único que se percató de su enamoramiento, sin embargo, también se encontró limitada, en gran medida a causa de las preocupaciones que le generó lastimarlo de gravedad cuando su mente se perdía.

El otro sintió ganas de besarla, abrazarla entre sus brazos, protegerla como desde un inicio lo ha hecho, no obstante, las inseguridades volvieron a ganar, esa noche pasaron conversando de diferentes asuntos hasta que al día siguiente sucedió un acontecimiento inesperado, la mañana fue normal, el dilema comenzó a partir del lapso de la tarde, donde detectaron la presencia de uno de sus enemigos de antaño, los dos se pusieron en alerta… sin intercambio de palabras se acomodaron en sus respectivas posiciones para combatir contra el Desviant que merodeó en la zona de los alrededores. La situación fue complicándose, en medio de la pelea la fémina perdió la capacidad de razonamiento, recitando que todos iban a perecer, atacando a su aliado, por eso le costó trabajo acabar con el contrincante. Terminando el enfrentamiento, juntó su mano con la adversa en un intento de calmarla, le dijo que volviera, en unos instantes consiguió hacerla reaccionar, pero, en su temple se notó las secuelas que la marcaron volver a pasar por esa problemática que le frustraba. Luego de pedirle disculpas, se marchó en silencio, alejándose, tratando de recuperar la serenidad, apaciguando la culpa de no controlar las consecuencias del Mahd Wy´ry.

Comprendió que necesitó unos momentos a solas, pero, al llegar el ocaso decidió ir en su búsqueda, así que pronto la encontró, estuvo en un sitio cercano de la casa, así que en silencio tomó asiento a su lado, mientras suspiró de forma profunda, en un afán de reconfortarla agarró su mano, entrelanzando los dedos con los ajenos, contemplando sus expresiones, cuando se percató de sus lagrimas, de inmediato empezó a retirarlas de su rostro en un gesto cariñoso, en un intento de ofrecerle consuelo luego de lo ocurrido.

—No es mi intención lastimarte… no quiero causarte daño, ¿por qué tuvo que suceder esto? Está también el tema de que se supone que habíamos erradicado a los Desviant hace siglos, ¿cuál es la razón de que aparecieron de repente? —no aguantó más, mordió leve su labio inferior hasta que se acurrucó en su pecho, sintiéndose segura ante la calidez que emanó del cuerpo adverso, ¿debería confesarle su sentir? Era probable que fuese lo mejor antes de que se vieran envueltos en riesgos continuos.—debo sincerarme… antes de que algo peor suceda, préstame atención, ¿entendido?—al darse cuenta de que estuvo de acuerdo, prosiguió.—esto… no sucedió instantáneo, fue a un ritmo paulatino, existe la probabilidad de que se encontró en lo profundo de mí, solo que se fortaleció con lo que fuimos conviviendo, siempre has estado conmigo, siendo mi protector, mi amigo y... desencadenaste un nuevo sentimiento porque te amo, Gilgamesh, por eso no puedo perdonarme en herirte, es frustrante no poseer el autocontrol de esto… si decidí decírtelo es que quiero que lo tengas presente, cuán importante eres en mi existencia.—pronunció en un tono de voz suave, a la vez que una sonrisa llena de afecto apareció en sus facciones, aunque dicha expresión tuvo un dejé de nostalgia y melancolía.

Siéndole imposible contenerse más, el hombre la abrazó, mientras depositó sus manos en cada extremo de las mejillas ajenas, de igual modo optó en realizar su confesión correspondiente, no pudo quedarse callado después de escucharla, tales lindas palabras lo emocionaron.—También te amo, Thena y vamos, no digas eso, sé que podrás encontrarte otra vez, confío en lo que harás, solo recuerda quien eres, si vuelves a perderte… no dudaré en ayudarte, estaré junto a ti, a pesar de todo, ¿de acuerdo? —alzó el mentón adverso hasta que dio comienzo a un ligero roce de sus labios con los impropios, un breve contacto, pero, el suficiente para convertirlo en señal de su amor mutuo, uno que trascendió de los obstáculos y dificultades.

Días posteriores de esa conversación crucial e íntima que tuvieron, llegaron Sersi junto a Sprite y Kingo, comunicándoles la noticia lamentable de la muerte de Ajak, decidieron reunirse como en los viejos tiempos, pero, en esa misma noche se enteraron de una verdad que los dejó conmocionados… la misión era un engaño, no vinieron con fines de crear un mundo armonioso, no, al eliminar a los Desviant, la población fue en aumento, dando paso al surgimiento, a la creación de un nuevo Celestial, con la aparición de Tiamut la Tierra desaparecería, desatando la muerte de los mortales, quedando únicamente los Eternals como sobrevivientes. Tras discusiones y hallar la vía de evitar semejante caos propusieron ir a encontrar a Druig, pensaron que podría dormir al dios o su similar, así que emprendieron marcha hacia el territorio donde se instaló el contrario, llevándose la sorpresa de que no solo él estuvo ahí… también Ikaris salió a recibirlos, dejándolos desconcertados, ese par nunca se llevaron de la mejor manera, de hecho, discutieron al seguir a ideales distintos, entonces, en un dos por tres se les vio tan unidos…

Sersi no tardó en explicarles la situación, la perdida de Ajak afectó a los dos, aunque al parecer le causó más dolor a Druig, sí, disimulo un semblante tranquilo al igual que en el pasado, pero, pronto se retiró, yendo a meditar frente a una laguna durante el transcurso del crepúsculo, pero, Ikaris no dudó en hacerle compañía, supo que la muerte de su líder le trajo recuerdos de esa última vez en la que estuvieron reunidos, en los cuales las cosas no terminaron de la mejor manera, discutieron, él expresó sus diferencias, mostrándose en desacuerdo con el equipo hasta que se alejó llevándose a esas personas que dejaron las armas al encontrarse controladas bajo las habilidades especiales del menor.

—Sé que te duele, pero, no sientas culpa, resolveremos esto, ¿bien?—sin más lo abrazó, atrayéndolo hacia su pecho, acariciando sus cabellos en un son de cariño, reconfortándolo porque está al tanto de su angustia, la tristeza que lo va invadiendo al recordarla.—recuerda que no estás solo, me tienes aquí contigo, Druig, siempre lo estaré porque eres lo más importante para mí, pese a que a veces tengamos nuestras diferencias… no podría estar sin ti.—susurró en el oído ajeno, después alzó su mentón, uniendo sus labios con los ajenos en un dulce beso, uno gentil, en un afán de otorgarle tranquilidad, un gesto desbordante de ese amor que cada día iba en aumento.

El más joven correspondió el contacto a un ritmo lento, disfrutando de la calma que le brindó las atenciones del contrario, ¿qué haría sin él? Los días dejaron de ser solitarios, monótonos desde su llegada, colmándole de felicidad y sí, le afectó enterarse del fallecimiento de quien fue su líder, pero, teniendo cerca al mayor adquirió las fuerzas de lidiar con lo venidero, ya que esto estuvo lejos de acabar, junto al resto solucionarían el asunto de Tiamut, evitando la aniquilación de la humanidad. Alejó esos pensamientos, acurrucándose en el pecho adverso, mientras sonrió leve al sentirse en paz consigo mismo.

—Gracias, Ikaris, has logrado alejar la oscuridad que tendía a rodearme, la frustración que sentía al no ayudar a los humanos, no obstante, teniéndote a ti… todo ha cambiado, me siento feliz como nunca creí sentirme y he descubierto que puedo amarte sin límites, serás mi idiota, pero, eres mi idiota.—mencionó con un ligero toque de diversión a la vez que volvió a besarlo en los labios, rodeando los brazos alrededor de su cuello, cerrando sus ojos, apreciando la cercanía que ambos mantuvieron.

Entre intercambios de besos y caricias del par se permitieron valorar la relación que formaron, ese lazo que les albergó a ambos, uniéndolos para la eternidad, pues, era innegable que esto no desaparecía, no, su amor siendo genuino, sincero… también fue duradero, perdurando a través del tiempo, deshaciéndose de barreras, superando los retos. No supieron que sucedería en el futuro, pero, lucharían hasta el final con tal de preservar lo más valioso que tenían, ideas similares circularon en el resto de los Eternals, teniendo presente sus objetivos, los sueños que desearon cumplir. Así sin saberlo, dos parejas se unieron, reconociendo que el romance iba floreciendo.