Prólogo

Other Side

Sábado por la mañana, se podía ver gente yendo a sus trabajos, parejas que habían salido en una cita romántica o amigos que querían pasar el rato.

Hinata Hajime estaba en la segunda categoría.

Quedo con su querida amiga, Nanami Chiaki, para este día. Llevaban planeandolo desde el inicio de la semana así se Hinata se iba a asegurar que todo fuera a la perfección.

También contaba con los buenos deseos de Sato, Natsumi y toda la Clase 77-B. Curioso, ¿alguien del Curso de Reserva llevándose con toda una clase del curso principal?

El chico tendría que darle las gracias a sus tres amigas por eso.

—Hey, hey, Hajime.

Desde la distancia, esa preciada persona fue vista.

—Nanami-san...

La Gamer Definitiva de Preparatoria estaba tan radiante como el sol mismo.

Su clásica capucha que asimilaba a un gato, una camisa azúl claro con una especie de conejo estampando, una falda lisa a la altura de la rodilla y un pin de fantasmita en su cabello que reemplazaba al habitual pin de nave espacial que solía usar.

Hajime quedó atrapado en el brillo que su presencia daba, ¿enserio era uno de los mejores amigos de esta persona? Se seguía sintiendo muy irreal para el muchacho.

—¿Hajime? ¿Pasá algo?

—A-ah... Nada, sólo me metí a mis pensamientos... Si, fue eso jaja...

Nanami se le quedó mirando de manera inexpresiva por un buen rato mientras Hinata sentía como su rostro comenzaba a traicionarlo con un rubor que su amiga parecía no notar.

—Como tú digas —dijo la chica con algo de indiferencia mientras se aseguraba de traer su siempre confiable portátil en un bolsillo de la chaqueta—. Entonces... ¿Qué tienes en mente?

La vergüenza y pena se retiro de la mente de Hinata y rápidamente le dió una sonrisa repleta de confianza a su mejor amiga.

—Ja, ya lo verás, Chiaki-san.

—«Al fin me llamas por mi nombre... Aunque sigue usando honoríficos» —Nanami pensó con toda la Ilusión posible.

La sonrisa de Chiaki no paso de la vista de Hajime.

—¿Pasa algo?

Ella nego con la mano.

—Nada de nada... Creo...

Parte 1

—¿Debería ir a casa? No vendría mal contarles todo sobre mí primera semana aquí a mamá, papá y Komaru.

El primer fin de semana en la academia. En estos días la mayoría de alumnos salían del campus a visitar a sus familias, divertirse en algún lugar de la ciudad o atender algún asunto de trabajo.

Un ejemplo de esto último era Sayaka quién mañana saldría a dar un concierto. El número de conciertos que daría con su grupo se había reducido un poco debido a su asistencia a la academia, pero de ahora que adelante cada uno de ellos sería más grande y arriesgado, o eso fue lo que Naegi escucho.

—¡Naaaaegiii!

La concentración del Afortunado fue quebrada conforme miró a Leon acercándose a toda velocidad, aunque no se veía nervioso o huyendo de algo.

—¿Pasa algo, Kuwata-kun? —cuestiono formalmente.

Leon no tenía la respiración alterada en lo mas mínimo o mostraba signo de agotamiento, era obvio que en algunos juegos tendría que haber corrido más que eso.

—Oh, ¿no te llamaron? Casi todos estamos en la oficina del director, diría que las tres clases si no es que más están ahí.

—¿Eh? Primero el juego de Togami-kun y Celes-san, ahora eso —el tono y curiosidad de Naegi murieron en ese momento—, ya se a donde va todo esto.

... ... ...

... ... ...

—Vayamos paso por paso —Jin dijo a la vez que trataba de calmarse.

—Okey —respondieron todos como estatuas.

—Algunos de ustedes estaban muy emocionados por lo que ocurrió ayer entre Ludenberg y Togami-san, ¿ahora quieren saber si la academia tendrá algún evento donde actividades de esta categoría y más puedan ser realizadas?

Casi todos los alumnos de las 4 clases asintieron así como los niños del "Curso Junior".

—"Sigh", apenas iniciamos año y ya me tienen con estás cosas... —el director se frotó los ojos y se agarró el puente de la nariz—. Bien, no hay nada de malo que decirles ya que estamos en esas —Jin golpeó ambas manos contra el escritorio en un busca de ser dramático—. La academia si puede hacer algún evento de ese tipo que permita juegos entre estudiantes, maestros y civiles.

Todos en la oficina miraron con antelación y asombro hacía la nada, se estaban perdiendo en la fantasía de "¿qué hacer en algo así?".

—Aunque, sean conscientes de que todo debe ser organizado por los alumnos así como por el maestro que represente a sus clases.

—¡Lo sabemos, así que todos darán su mejor esfuerzo! —con la emocion a tope, eso fue declarado por Ishimaru. Puede que su concepto de 'diversion' no fuera más allá de estudiar, pero incluso el caía en cuenta de lo que un "festival" o evento así representaba para el restó.

—Maiya-chan estará muy ocupada... —cierta niña peliverde suspiro en derrota. Nadie noto la sonrisa sombría que tenía unos momentos después.

Jin miró de izquierda a derecha en la oficina, se extraño de algo.

—Pero... ¿Dónde esta la representante de la Clase 77-B? Sí saben que necesitamos a los representantes de todas las clases para algo así, ¿verdad?

La emoción se apagó y todos voltearon a ver a los presentes que pertenecían a dicha clase.

Parecían conservar su calma y justamente cuando una chica rubia estaba apunto de hablar con lo que parecía ser toda la tranquilidad del mundo, cierto muchacho de cabello rosa, dientes afilados y un gorrito muy llamativo se rompió en lágrimas.

—¡Aaahhgg, Chiaki-san nos hizo prometer que no diríamos nada! —Souda se agarró la cabeza mientras gritaba con una expresión exagerada.

—¡Retirada de emergencia, Ibuki va primero!

Naegi miro como su melodiosa amiga se subía a la espada de una chica de tez morena y cabello castaño muy salvaje para acabar saliendo a toda velocidad de la oficina. Les siguieron todos los que asistían a esa clase saliendo cada uno de la manera más exagerada posible.

—... ¿Por qué siempre hacen eso? —dijo una chica con una peculiar heterocromia y una capucha que asimilaba a una la mascota de una popular serie de videojuegos sobre atrapar criaturas de bolsillo.

—C-como sea... —Jin miró a Kizakura que llegó acompañando a su clase, solo eso basto para iniciar otro efecto domino—. Koichi, ¿tu clase ya tiene representante?

Una bombilla se encendió sobre la cabeza de Kizakura.

—Aah, sobre eso...

—Entonces significa que no, aunque era de esperarse con los contratiempos de la semana —como si de un viejo sabio con gran barba de tratase, el Kirigiri mayor pensó en los alumnos de la clase 78, incluída su hija, mientras acariciaba su menton—. Cuando la Clase 78 decida a su representante, entonces podrán comenzar a planear lo que sea que busquen hacer.

—¡Disculpe director, ¿me permite hablar ante su presencia?!—Kiyotaka pregunto formalmente a la vez que se inclinaba.

—... Permiso concedido...

—¿Por qué no haber escogido al representante de clase desde el primer día?

—Respecto a eso, seguimos el consejo de Yukizome Chisa de que lo mejor sería que se relacionarán un poco antes de tomar tal decisión, ¿les parece?

Hasta los que no pertenecían a la nueva clase asintieron.

—Bien, Koichi los guiará en la elección después de la junta del lunes, pueden retirarse si así gustan.

El bullicio se reanudó conforme salían de la oficina.

En el corto trayecto, Naegi miro como Aoi reto a Sakura con una carrera al laboratorio de química en búsqueda de suplementos, tuvieron suerte de no ser notadas por Ishimaru o los miembros del Consejo Estudiantil.

Parte 2

Era mediodía, después de la breve interrupción en la oficina del director, todos los alumnos se dispersaron. La mayoría salió del campus al poco tiempo, otros desaparecieron en sus dormitorios y sólo unos cuantos se quedaron en el edificio de la escuela.

Cierta persona del grupo que abandono el campus era una chica de cortó cabello pelirrojo, Koizumi Mahiru. Ella salió junto a su amiga al centro comercial de la ciudad que a la vez era el más cercano a la academia.

La pasaron bien, mirando ciertas prendas que les parecían hermosas y camaras de alta calidad que acabaron por hipnotizar a ambas.

Actualmente se encontraban sentadas en una de las mesas de la zona de comida, ambas disfrutando de un postre hecho con helado. Ambas amaban ese postre y les hacía gran ilusión probarlo seguido, ¿entonces por qué la peliroja se veía sin ánimos aunque tenía el postre en sus manos?

—Mahiru-chan... ¿Estás bien? —cuestiono la mejor amiga de la chica Koizumi, Murakami Sato.

La Fotografa Definitiva no respondió al inicio, miraba con melancolía a la felices parejas ir y venir por lo pasillos.

Sato la llamo varías veces hasta que ella se sorprendió con la última mención de su nombre y apellido.

Una mezcla desorpresa y un poco de susto era visible en sus gestos.

—¿Qué pasa, Sato?

—Te lo pregunté varias veces, ¿estás bien?

Mahiru limpio un poco del sudor nervioso que bajo por su frente a la vez que agitaba sus manos.

—N-no hay de que preocuparse Sato, solo pensaba en lo bueno que era el postre.

Murakami no despegó sus ojos de Mahiru, notó lo que estaba tratando de conseguir.

—Eres buena dirigiendo y tomando fotos, pero vaya, eres muy mal mentirosa —menciono Sato muy secamente conforme notaba el rubor de su amiga—. Mahiru-chan... ¿Esto es por Hinata-san y Nanami-san?

Todo el ser de Mahiru se congelo y comenzó a temblar como si hubiera sido arrojada a los vientos de invierno.

—Yo... —honestamenta, no pensó mucho en que ella se llegaría a sentir asi en el momento en que deseo suerte a Chiaki—. N-no lo se...

Hinata Hajime, querido 'amigo' de estás dos chicas.

No tenía nada que ver con él, puede que incluso le fastidiase en ocasiones, pero apoyo bastante y en todo momento a Sato después de lo que ocurrió en aquel atardecer.

Un tiempo después ambas se enteraron que era conocido de Nanami Chiaki, de esa manera se propició que Murakami Sato, Hinata Hajime y Kuzuryu Natsumi se hicieran buenos amigos de algunos alumnos de la Clase 77-B.

Aunque Mahiru era retraída a la idea, acabo por interactuar varias veces con el chico hasta que eventualmente lo considero un amigo... Un sentimiento y sensación interior ahora muy confusas.

—¿Sientes celos? —antes de que la peliroja pudiera responder, Sato agrego algo de manera áspera—. No intentes desviar el tema, se honesta conmigo... Y contigo misma, Mahiru-chan.

Como un devastador ciclón.

Como una olla con agua hirviendo que fue cerrada, el corazón de Mahiru era un caos de ese calibre, aquello a lo que ella estaba temiendo, aferrándose y que Sato llamo "celos" entraba en choque con la felicidad que sentía por una de sus mejores amigos.

—Sato-chan... ¿Qué dijo Natsumi-san sobre la cita?

—A ella le dió igual.

Un alivio sincero para la fotógrafa.

Koizumi tenía el conocimiento de alguien más que podría sentirse así en estos momentos, aunque dudaba si era tan confuso como lo que ella sentia.

... ... ...

... ... ...

—S-Sonia-san... Esto m-me está asustando...

El laboratorio de química era un caos.

Tsumiki Mikan y Sonia Nevermind habían escuchado un grito desgarrador que no pudieron reconocer así que corrieron a toda velocidad hacía el laboratorio.

Llegaron y se encontraron con una Asahina Aoi inconciente al igual que Mioda Ibuki, Akane jalaba su cabello con frustración y Oogami Sakura buscaba alguna solución a la situación.

—¿Qué pasó? Escúchanos algo azotar.

En ese momento, Sayaka y Celeste aparecieron en el pasillo queriendo mirar más alla de Mikan y Sonia.

—¿A-alguien... Anoto las placas del camión? —Aoi pregunto con algo de somnolencia sobre sí.

Ibuki no dijo nada, pero si que ronco en una especie de melodía, ¿hasta en sus sueños cantaba?

—Sakura-chan... ¿Te gustaría explicar? —Sayaka agitaba a Aoi mientras que Celeste le picaba una mejilla con una de las protecciones metálicas que tenía en los dedos.

—Salí un momento con Owari-senpai para buscar algo de agua y cuando regresamos Asahina-san y Mioda-senpai peleaban con eso —Sakura señalo una bolsa desgarrada con unos extraños granos que parecían ser de cafe pero... Brillaban.

—Parece que no tienen energías —Mikan estaba revisando a Mioda con toda la delicadeza posible pero también de la mejor manera que sabía.

Las chicas formaban muchas suposiciones en su mente que acabaron interrumpidas por un silbido tenue desde el pasillo.

Se hizo más fuerte gradualmente hasta que una esa chica de rizos platinados y peculiar cubrebocas paso el umbral de la puerta.

—... Oh no...

Kimura Seiko miro horrorizada la escena que el laboratorio ofrecía.

—Te hare corto el cuento: supongo Mioda-san y Asahina-san creyeron que lo del escritorio era brillantina —empezo Akane.

—Forcejearon con ella... —prosiguio Sakura—. Y acabaron rompiendo la bolsa. Cuando Owari-senpai y yo entramos, ambas estaban en un sueño profundo con intermitentes molestias, ¿verdad?

Era un débil sonido, pero una señal de que debajo de aquella mascarilla los dientes de Seiko chocaban entre si al estar temblorosa se escuchaba.

—Esa cosa... Era un prototipo que llamo "Cafeína inversa"...

—¿Por qué brilla entonces? —Celeste pregunto.

—F-fue algo que c-creí que a Ando-chan le gustaría...

... ... ...

... ... ...

—Chiaki-san-

—Hajime, ¿olvidaste lo qué dije sobre que puedes llamarme sin un honorífico? No es necesario.

—Lo se —Hinata se rasco una mejilla mientras desviaba su mirada, no era muy difícil de leer lo que sentía—, pero se siente un poco raro... Y bien a la vez...

—¿Dijiste algo?

—¡N-nada! ¡Si, eso! ¡No dije nada!

Chiaki reveló una sonrisa risueña ante la vergüenza que sentía su amigo.

Todo lo que ocurrió hasta llegar a este momento cruzo por sus recuerdos. Ella lo atesoraba, todas esas veces que jugaron juntos, esas veces en que recurrió a la clase entera, los eventos a los que asistieron.

Puede que Hajime no lo viera así, ¿quién sabe? Pero todos, en especial Nanami, lo veían como un compañero de clases más aún si el no iba en el curso principal, ¿cómo podrían no hacerlo? Han pasado casi un año juntos, él era ahora una de las personas inolvidables y apreciadas.

Se estaba sumergiendo y perdiendo en sus recuerdos a tal grado que no se dió cuenta el momento en que su mano se deslizó y su cabeza cayó sobre el hombro del muchacho Hajime.

—¿Chia-?

No pasó de ello, sólo dejo que todo siguiera su curso y junto su mano con la de él.

Parte 3

—Asi que ella también se siente así...

Mahiru y Sato continuaron por el centro comercial un rato más.

Después de recibir un mensaje de Saionji, acordaron hacer tiempo hasta el momento en que la Bailarina Tradicional Definitiva llegará.

En determinado momento la joven Sato volvió a mencionar la cita de Hajime y Chiaki, cuestionando a Mahiru sobre si había alguien más que se sentía... Extraña o extraño al respecto.

Inicialmente pensaron en Komaeda pero al parecer el estaba feliz por el asunto. No pudieron evitar recordar el primer y único enfrentamiento que Hajime y Nagito tuvieron.

... ... ...

... ... ...

Hace 6 meses, 1 semana después del "Intento de Asesinato Crepuscular".

—¿Qué... Me vaya?

La clase estaba conmocionada.

Hajime consiguió acceder a las instalaciones principales dado que estaba relacionado en cierta medida con las víctimas del incidente.

Se estaba aprovechando de este derecho para visitar a Chiaki y asegurarse de que estaba bien, ese día se encontró con Yukizome en los pasillos y ella amablemente le dijo que todos estaban en el aula reparando algunas partes del techo que se "desprendieron" después del "entrenamiento" de Nekomaru.

Por obvias razones, se dirigió al aula para ofrecer ayuda. Cuando llegó, Nanami lo presento y nada más ella se retiro de su lado, un joven de desordenada cabellera blanca comenzó a preguntarle muchas cosas sin sentido hasta llegar a este momento.

—Alguien como tú... Es decir, una basura como yo no tiene derecho a decirlo, alguien llamado "Afortunado" relacionadose con tantos Definitivos, con tantas esperanzas...—Nagito miró a sus propias manos, el desprecio era altamente visible en su, de por si, nublada vista—. Ooooh, pero están los que son como tú. Creen que comprando una chance, que invirtiendo en eso tienen el derecho de relacionarse con esperanzas como lo son ellos.

—N-no, eso no es lo que preten-

Nagito nisiquiera dejo que Hajime terminara porque declaró algo que cruzo la línea.

—Dan asco.

—¡Nagito! —reclamo Sonia.

—Eso... —Hajime hablo mientras ponía todas sus fuerzas en no salir de la habitación, golpear a Nagito o hacer ambas cosas—. ¡Eso es incorrecto!

Fue un grito y señalamiento, pero Komaeda podría jurar que sintió a una bala siendo disparada.

Del otro lado, Hajime hizo bien al contenerse.

No era alguien lanzado a agredir físicamente y ciertamente era conciente de que las palabras podían ser muy efectivas si eran usadas correctamente. También vio de primera mano lo que el dejarse llevar puede causar, véase a aquellas dos chicas.

—¡¿Cómo es posible que aprecies lo que ellos están dándo si tanto buscas 'esperanza'?! No conozco a la mayoría, pero los chicos y chicas del Curso de Reserva, ellos...

—¿Ellos qué?

—¡Ellos se esfuerzan con la esperanza de ser mejores, eso es suficiente! ¡No todos buscan ser reconocidos y llegar hasta aquí, sólo quieren seguir mejorando y tener un buen futuro!

Komaeda no dijo nada, porque Hinata lo había dejado sin palabras.

Bien podría decir alguna cosa sobre que era falsa esperanza o alguna cosa así, pero sería contradecirse.

Para Komaeda Nagito, la esperanza nacía desde la personalidad, experiencia de un individuo y sus acciones, ¿qué acaso todo este tiempo solo estuvo pensando en cómo ellos pagaban la matrícula en el curso? ¿El cómo ese pago les daba la esperanza de ser algun día reconocidos por un Talento Definitivo y era el único motivo por el que se esforzaban?

—Tambien... Hablas como si los talentos tuvieran de dividir a las personas.

—Asi tiene que ser —Nagito señalo a todos en la clase—. Están ellos, que brillan intensamente como portadores de esperanza para muchos, y luego nosotros.

—«¿Nosotros? ¿Por qué se desprecia a si mismo y su talento?»

—No tenemos nada especial, que no poseemos el derecho de estar tan libremente cerca de ellos...

—¡Incorrecto!

Como si de hacer resaltar sus palabras se tratase, Hajime golpeó el escritorio frente a el de la misma manera que un abogado lo haría.

—Todos aquí somos algo —Hinata tomo su corbata aparentando sostener algo—. Somos estudiantes, aunque estamos en cursos y clases diferentes, al final somos compañeros de escuela, y un compañero-

—Un compañero de clases, escuela o lo sea, no necesita ningún derecho o ley especial para relacionarse con otros, ¿verdad? —dijo Nidai.

Todos asintieron, estaban deacuerdo con eso, incluso la reacia Saionji, la mandona Mahiru y el temperamental Fuyuhiko.

Chiaki estaba sorprendida, pero también aliviada.

Ni Yukizome ni ella habían encontrado una manera de hacer que Nagito se quedará sin palabras por más veces que lo contradijeran en ese pensamiento suyo sobre los estudiantes que no eran Definitivos.

Komaeda permaneció estático poco tiempo. Termino avanzando a donde Hajime y ya estando frente a el, movio la cabeza a un lado a la vez que ponía una mano en su hombro.

—Je, sorprendente, Hinata-kun.

... ... ...

... ... ...

—Hmph, condenado Hinata-kun, se estaba haciendo el genial —replico la peliroja al limpiar otra vez unas pequeñas gotas de sudor que veían de su frente.

—"Sigh", por lo menos ese fue el comienzó para que Komaeda-san cambiará un poco.

Koizumi se rió notandose nerviosa.

—Entonces, Mahiru-chan, ¿hay alguien más?

La imagen de cierta chica tímida y algo retraída apareció frente a la fotógrafa.

—... Tsumiki-san...

Parte 4

—Pew, espero que las chicas estén bien.

Mikan deslizó la corta para visualizar mejor a Aoi y Ibuki que yacían durmiendo con tranquilidad en las camas de la enfermería.

—Anillos de donas... Jeje.

—¡No, Makoto-chan! ¡Esa es la guitarra de Ibuki! Te puedes quemar con ella...

«¿Qué estarán soñando?»

Alguien tocó lentamente a la puerta, eso no evito que Mikan se sobresaltara un poco.

—Con su permiso.

Nuevamente fue Seiko con la peculiaridad de que cargaba consigo dos inyecciones y dos cápsulas.

—Mikan-san, ¿han mostrado mejoría?

—B-bueno... Ahora están hablando en sueños.

—Debe ser cosa del agotamiento.

Por lo menos no tendremos que pedirle a Sakakura-san que las vigilé toda la noche.

—Podria pedirle a Oogami-san que las lleve a sus dormitorios... S-sí no es mucha molestia.

Tsumiki ya no supo que decir.

Puede que Seiko tuviera excelentes conocimientos que se relacionaban a lo que ella hacía, pero no era garantía de que habían interactuado muchas veces. Decir que con lo retraída que Kimura podía ser, era difícil para Mikan entablar una conversación con ella era acertado.

—Mikan-san.

—¡¿S-s-sí?! —de nueva cuenta, la enfermera se sobresalto por el repentino llamado de Kimura.

—Te dejaré sola con t-tus pensamientos, se te nota algo distraída —dijo Seiko con una inusual seriedad de la que Tsumiki pocas veces fue espectadora.

Cualquier otro día la enfermera habría comenzado a sollozar y cuestionarse mentalmente que hizo mal, pero hoy no era cualquier otro día.

Kimura estaba en lo correcto, tenía demasiado en mente y habia tratado de ignorarlo todo el día.

—Con su permiso —la farmacéutica salió con delicadeza.

Inmediatamente, Mikan parecía haber perdido un gran peso de su espalda con ese suspiro pesado que libero.

Estaba feliz, tan feliz que lloro de la felicidad en el momento que se enteró de la cita.

Nanami fue de las primeras personas que la trato diferente, un trato que no era nada comparado al de Saionji.

Le siguieron Sonia y Ibuki, ahora consideraba a la princesa, gamer y cantante como sus mejores amigas.

Luego estuvo él. Alguien un poco extrovertido, serio cuando era necesario, tal vez era muy fácil frustarlo y aún con todo eso... Le extendió una mano.

Mikan trato de pasar desapercibida en sus inicios, no tenía nada que ver el hecho de que era alguien del Curso de Reserva, si no el que no creía que pudiera acercarse a alguien así.

¿Ella no se iba a acercar? Pues bueno, él se acercó primero, le hablo, extendió una mano, la escucho, le hizo entender ciertas cosas.

Era sin lugar a dudas una de las personas más preciadas, alguien a quién se aseguraría de no "molestar", aunque sólo ella creyera eso ya que no era una molestia para nadie.

—... Me alegro por tí, Chiaki-san... Pero entonces, ¿por qué...? —Mikan se llevó una mano al corazón como si de una puñalada a matar se tratase—. ¿Por qué...?

... ... ...

... ... ...

Junko termino por ordenar algunas de las cosas que estaba metiendo en la maleta, tenía planeado esconderla en un pequeño compartimiento que Mukuro abrió debajo de la cama.

Los objeto dentro del maletín eran: una máscara, unos guantes negros con bordes rojizos, un cuchillo militar.

Ya saben, lo necesario.

Con alguien siguiendo las pisadas de sus actos, era demasiado el riesgo de que su rostro fuera visto y la información difundida antes de que logrará llegar al individuo y neutralizarlo.

Tampoco enviar a Mukuro sin algo que ocultara su identidad era opción. Si fuera detenida, identificada o alguna de esas cosas, fácilmente podrían vincularla con Junko y todo se vendría abajo.

Tenía que estar siempre un paso adelante, ninguna de esta clase de cosas podría interponerse en su plan, ¿por qué?

—¡Porque soy Enoshima Junko!

—Junko-chan, ¿pasa algo? —pregunto Mukuro desde la regadera.

—... Nada.

Conclusión

Just one single Hand

Desesperacion contra esperanza.

La silueta tomo la figura de Naegi.

Pasado contra futuro.

La silueta tomo la figura de un chico más alto y cabello algo recortado.

Mentiras contra verdades.

Por último, la silueta tomo la figura de un chico con una peculiar gorra.

Todo terminó donde comenzó. Vivir con la esperanza de un futuro verdadero propició todo, ¿no es así?

... ... ...

... ... ...

—¡Buaaahrg! —Makoto gritó en pleno atardecer.

Después de la reunión, salió un rato para ver a su familia.

Cuando regreso a la academia sentía una fatiga tremenda, así que fue a su habitación y sin darse cuenta se quedó dormido.

—¿Qué fue eso...?

El recuerdo de ese sueño o pesadilla seguía fresco en su mente.

Era una noche con luna menguante, estaba en un enorme campo con hierba creciendo y el frío del ambiente calaba en los huesos. En el cielo, mezclándose con la luz de la luna, estaba una especie de aurora boreal con colores extravagantes como rosa, azul, plateado, blanco, verde y dorado.

Enmedio del campo, una misteriosa figura apenas más alta de Naegi estaba ubicada.

La figura no tenía forma más que la túnica que envolvía su cuerpo permitía ver y el hecho que fuera cambiante no dejo pistas sobre la identidad.

—Debe ser cosa de las galletas esas... ¿Cómo puede Komaru soportar tanta azúcar?

Palabras Finales

¡Holas a todos!

Vaya, estamos a un día de finalizar este año.

Finalmente hemos llegado a la mitad de esta etapa, de aquí en adelante, ¿algunas cosas se harán borrosas o otras se aclararán? Quién sabe.

¡Muchas gracias a todos aquellos que siguen este fic! De verdad, es gratificante saber que algunos están ansiosos porqueque continúe esto, me comprometo plenamente a terminar está historia para ustedes.

Esperó la pasen excelente en estas fechas.

Nos vemos en 2020, donde les aseguro, habrá más sorpresas.

-Mr:Soul